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Inconformidad generó las negociaciones del salario mínimo en la CUT y la Confederación de Pensionados de Colombia (CPC). Según el presidente de esta primera organización, Diógenes Orjuela, el incremento a este ingreso no es suficiente para satisfacer las necesidades de los trabajadores.
“El presidente Duque había anunciado una baja en los impuestos para los empresarios y una sustancial elevación del salario para fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores. Una promesa que cumplió a medias, puesto que el gobierno se ha mostrado supremamente bondadoso con los empresarios, al darles $10 billones en beneficios tributarios, y mezquino con el incremento al ingreso de los trabajadores”, afirmó este directivo en su entrevista con El Espectador.
Según lo explicado, durante la reunión que se adelantó el pasado 20 de diciembre, en la Casa de Nariño, la CUT logró sumarse a todas las demás centrales obreras bajo la propuesta del 9%, siendo el 7% su límite. Una vez las partes comenzaron a considerar la propuesta del 6% decidieron apartarse, junto con la CPC, para no suscribir el acuerdo final.
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La CUT, además, apostaba a que el incremento al auxilio de transporte incrementara un 27%, no un 10% como finalmente se acordó. En suma, las intenciones de la central obrera apuntaba a que el salario mínimo de los trabajadores, contando el beneficio de transporte, sumara alrededor de $950.000.
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A pesar del descontento de estos dos actores que estuvieron presentes en la mesa de concertación, el presidente Duque, vía alocución presidencial, se mostró orgulloso al decir que el acuerdo alcanzado significó el más alto incremento salarial real en los últimos 25 años. Sin embargo, Orjuela resaltó que los $55.695 adicionales que recibirán los trabajadores, teniendo en cuenta el subsidio de transporte, no son de mucha ayuda.
“No sobra advertir que la mayor inflación en Colombia se da por los bienes y servicios regulados por el estado como son la vivienda y los servicios públicos, combustibles y arriendos, que para el año que termina será del 6,6%, es decir el doble de la inflación y un valor superior al 6% del salario mínimo decretado. El aumento efectuado ni siquiera cubre la inflación causada por el gobierno”, comunicó la CUT.
Pero el salario mínimo no es el único tema que preocupa actualmente a esta central obrera que ve en 2019 un año en el que reforma tributaria y la pensional, entre otras, serán motivos de debate para defender los intereses de los trabajadores.
“En 2019 iniciaremos una gran convocatoria, con el fin de organizar movilizaciones, que irán en torno a temas como las negociaciones de los trabajadores del sector estatal, la reforma pensional, el seguimiento de los acuerdos firmados por los estudiantes, entre otros asuntos presentes en la agenda gubernamental que no compartimos y que deben ser objeto de análisis”, explicó Orjuela.