¿De dónde viene el café?

Octavio Castilla Gutiérrez, gerente de Almacafé

La necesidad de saber de dónde provienen los productos que consumen las personas es una tendencia cada vez más frecuente en el mundo. Es de hecho, en ocasiones, un requisito que exigen algunas empresas del exterior para comprar artículos nacionales. Por eso, ahora, es común encontrarse, por ejemplo, con bolsas de café de exportación que, en pequeños párrafos, resumen en qué región del país se cultivó el grano, cuál fue el proceso de siembra y dónde se almacenó.

Esas son apenas algunas de las especificaciones que a veces requieren algunos compradores. No son pocos los agricultores y las compañías que han implementado esas medidas, dispuestos a ser más competitivos en medio de los tratados de libre comercio que ha firmado Colombia recientemente y en medio de una economía que en los últimos lustros ha crecido de forma significativa.

En el caso del café, la encargada de hacer ese proceso de trazabilidad es Almacafé, una entidad que presta los servicios logísticos a la Federación desde hace varios años y que, últimamente, también ha implementado su tecnología para diferentes productos. Fertilizantes, azúcar, cereales y carros son algunas de las mercancías con que trabajan en las 20 bodegas que tiene en el país.

“El procedimiento lo empezamos a realizar hace ocho años cuando uno de los clientes de la Federación de Cafeteros nos lo solicitó. Gracias a ello, se puede conocer de qué finca viene el grano, cómo es el proceso de carga y de transporte, y hasta cómo llega al puerto de exportación”, cuenta Octavio Castilla Gutiérrez, gerente de la corporación.

Pero aunque iniciativas como estas comenzaron con ese producto, ahora son varios los que quieren desarrollar el mismo método. Asocolflores es uno de ellos. Desde hace un tiempo aplica la tecnología logística —operada por Almacafé— para exportar sus artículos. “De esa manera, en el extranjero, saben en qué finca se plantaron y quiénes lo hicieron. Por ejemplo, cuántas madres cabezas de familia se encargaron de sembrar”, dice Castilla, quien asegura que aunque hasta ahora sólo esos dos productos tienen trazabilidad, la apuesta es incluir muchos más.