De los anuncios en la ventana a la publicidad inmobiliaria digital
El caso de Mubrick, firma de bienes raíces enfocada en el mundo digital, es uno de los ejemplos de la transformación digital del sector.
Valeria Cortés.
Cuando Roberto Agudelo regresó a Colombia tras haber vivido en el exterior, encontró tantas dificultades para hallar un apartamento que decidió montar su propia empresa de bienes raíces. “La palabra inmobiliaria tenía connotaciones negativas. Vi una oportunidad, porque escuché muchas otras historias de personas que habían tenido malas experiencias”, asegura. Fue así como en el 2014 Agudelo fundó Mubrick con la idea de ofrecer una experiencia orientada hacia el mundo digital para quien quiera vender, comprar o arrendar inmuebles.
La empresa, que tiene su plataforma en línea, promociona los inmuebles únicamente a través de internet, desde buscadores hasta redes sociales y a través de más de diez portales inmobiliarios. Eso va sumado a la prestación de servicios más tradicionales, como la realización de inventarios y contratos, trámites de pólizas, entre otros.
Su creador comenzó recorriendo las calles bogotanas en moto y llamando a los teléfonos de los avisos que veía en las ventanas para ofrecer sus servicios. Hoy emplea a 25 personas, incluyendo vendedores y asesores, y su firma ha realizado más de 400 transacciones inmobiliarias, tanto residenciales como comerciales.
Según Agudelo, los hábitos de consumo de los colombianos, incluyendo sus preferencias a la hora de comprar, vender o arrendar inmuebles, se están volcando hacia las nuevas tecnologías. “Los avisos en las ventanas son obsoletos, ponen en riesgo la seguridad de la gente, oscurecen el inmueble y ya nadie los usa”, opina Agudelo. Por esta razón, la compañía funciona como un puente digital entre oferta y demanda, como suelen hacerlo algunas aplicaciones móviles.
En la línea de aprovechar los medios digitales, la empresa fue pionera en ofrecer un sistema de avalúo en línea gratuito para quienes contratan el resto de sus servicios —como la toma de fotografías profesionales de los inmuebles y la promoción de estos—. Se trata de una herramienta que cruza datos oficiales del Banco de la República con la información de portales digitales y genera un resultado preciso en pocos minutos. Actualmente, este sistema ha sido implementado por otras inmobiliarias, como el grupo empresarial OIKOS, cuyo motor de búsqueda coteja bases de datos cercanas al Sistema de información de norma urbana y plan de ordenamiento territorial SINUPOT.
Lea también: Colombia estrena plataforma para hacer avalúos en línea
Estos son solo algunos ejemplos de cómo el sector inmobiliario en Colombia —en donde se mueven cerca de $23 billones anuales solo por concepto de arriendos de vivienda— está cada vez más orientado hacia las nuevas tecnologías. Entre las innovaciones está también la utilización de drones para verificar medidas, tomar fotografías y crear modelos 3-D, como lo ha hecho la consultora inmobiliaria CBRE. La herramienta ha resultado bastante útil a la hora de hacer registros en propiedades rurales de gran extensión, y actualmente ha realizado en el país más de 150 inspecciones apoyadas en tomas aéreas.
La transformación digital del negocio, de hecho, fue eje central en el último congreso del gremio de inmobiliarias Fedelonjas. La adecuación de los inmuebles para el mundo de la internet de las cosas; el empleo de la renderización para tener una vista previa de una remodelación, entre otras, son algunas de las tendencias que resalta el gremio.
Aunque las inmobiliarias se están virtualizando cada vez más, todavía falta mucho por explorar. Estos cambios en el sector hasta ahora son el comienzo. En palabras de Agudelo: “los compradores ya no recorren los barrios en busca de avisos. El proceso de compra se inicia en Google”.
Cuando Roberto Agudelo regresó a Colombia tras haber vivido en el exterior, encontró tantas dificultades para hallar un apartamento que decidió montar su propia empresa de bienes raíces. “La palabra inmobiliaria tenía connotaciones negativas. Vi una oportunidad, porque escuché muchas otras historias de personas que habían tenido malas experiencias”, asegura. Fue así como en el 2014 Agudelo fundó Mubrick con la idea de ofrecer una experiencia orientada hacia el mundo digital para quien quiera vender, comprar o arrendar inmuebles.
La empresa, que tiene su plataforma en línea, promociona los inmuebles únicamente a través de internet, desde buscadores hasta redes sociales y a través de más de diez portales inmobiliarios. Eso va sumado a la prestación de servicios más tradicionales, como la realización de inventarios y contratos, trámites de pólizas, entre otros.
Su creador comenzó recorriendo las calles bogotanas en moto y llamando a los teléfonos de los avisos que veía en las ventanas para ofrecer sus servicios. Hoy emplea a 25 personas, incluyendo vendedores y asesores, y su firma ha realizado más de 400 transacciones inmobiliarias, tanto residenciales como comerciales.
Según Agudelo, los hábitos de consumo de los colombianos, incluyendo sus preferencias a la hora de comprar, vender o arrendar inmuebles, se están volcando hacia las nuevas tecnologías. “Los avisos en las ventanas son obsoletos, ponen en riesgo la seguridad de la gente, oscurecen el inmueble y ya nadie los usa”, opina Agudelo. Por esta razón, la compañía funciona como un puente digital entre oferta y demanda, como suelen hacerlo algunas aplicaciones móviles.
En la línea de aprovechar los medios digitales, la empresa fue pionera en ofrecer un sistema de avalúo en línea gratuito para quienes contratan el resto de sus servicios —como la toma de fotografías profesionales de los inmuebles y la promoción de estos—. Se trata de una herramienta que cruza datos oficiales del Banco de la República con la información de portales digitales y genera un resultado preciso en pocos minutos. Actualmente, este sistema ha sido implementado por otras inmobiliarias, como el grupo empresarial OIKOS, cuyo motor de búsqueda coteja bases de datos cercanas al Sistema de información de norma urbana y plan de ordenamiento territorial SINUPOT.
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Estos son solo algunos ejemplos de cómo el sector inmobiliario en Colombia —en donde se mueven cerca de $23 billones anuales solo por concepto de arriendos de vivienda— está cada vez más orientado hacia las nuevas tecnologías. Entre las innovaciones está también la utilización de drones para verificar medidas, tomar fotografías y crear modelos 3-D, como lo ha hecho la consultora inmobiliaria CBRE. La herramienta ha resultado bastante útil a la hora de hacer registros en propiedades rurales de gran extensión, y actualmente ha realizado en el país más de 150 inspecciones apoyadas en tomas aéreas.
La transformación digital del negocio, de hecho, fue eje central en el último congreso del gremio de inmobiliarias Fedelonjas. La adecuación de los inmuebles para el mundo de la internet de las cosas; el empleo de la renderización para tener una vista previa de una remodelación, entre otras, son algunas de las tendencias que resalta el gremio.
Aunque las inmobiliarias se están virtualizando cada vez más, todavía falta mucho por explorar. Estos cambios en el sector hasta ahora son el comienzo. En palabras de Agudelo: “los compradores ya no recorren los barrios en busca de avisos. El proceso de compra se inicia en Google”.