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El túnel de La Línea es el túnel carretero más largo en América Latina con 8,56 kilómetros de longitud.
De entrada, la escala de la obra es impactante, pero se entiende mejor cuando se consideran los obstáculos técnicos, además de los problemas contractuales, por los que ha atravesado el proyecto en sus 11 años de construcción.
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El mérito es aún mayor si se considera que este paso subterráneo atraviesa la cordillera Central a 900 metros de profundidad, bajo el alto de La Línea. Sumado a ello, el 37 % del trayecto presentaba fallas geológicas, en total se encontraron ocho fracturas de este tipo, pero una en particular (La Soledad) les tomó a los constructores más de un año de dedicación total y hasta les significó la firma de un contrato de urgencia manifiesta.
De hecho, el túnel de La Línea podría ser la obra más reconocida del país, no sólo por la historia de sus retrasos, que todos conocen, sino porque se ubica sobre una vía prioritaria que conecta el centro del país con el Eje Cafetero y que es el corredor de carga hacia el Pacífico por excelencia, pues llega hasta el puerto de Buenaventura, por donde se mueve más del 40 % del comercio exterior del país. Las estadísticas dan cuenta de que por esta vía transitan más de 5.000 vehículos al día. Ahora que el trayecto se reducirá en 18 kilómetros, los carros se ahorrarán 30 minutos de viaje y el transporte de carga, una hora y media en promedio.
El túnel que está a días de entrar en servicio comenzó a gestarse en 2004. Primero se construyó un túnel piloto para conocer con mayor precisión las características geológicas, geotécnicas e hidrogeológicas de la montaña, por lo que terminó haciendo las veces de estudio, esto tomó tres años y medio. En 2008 se licitó el túnel principal, cuya excavación comenzó en agosto de 2009 y a la que se le dio un plazo de siete años. A pesar de la solicitud de varias prórrogas y adiciones el contratista (Unión Temporal Segundo Centenario) incumplió, nunca terminó la obra. La infraestructura estuvo abandonada casi por dos años hasta que se licitó de nuevo en 2017 al Consorcio La Línea (Conconcreto y Solarte).
En la siguiente animación puede conocer los principales aspectos de este proyecto de infraestructura, que se abre al servicio este viernes 4 de septiembre, de acuerdo con el cronograma del Gobierno.