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En 2020, el presidente Iván Duque sancionó la Ley 2068, conocida también como la Ley de Turismo, en la que se contempló la reducción del IVA en los tiquetes aéreos del 19 % al 5 %, de manera transitoria, hasta el 31 de diciembre de 2022, la suspensión transitoria del pago de la sobretasa a la energía para los prestadores de servicios turísticos de los subsectores de hoteles, alojamiento, eventos y parques, la eliminación transitoria del impuesto al consumo y a exención del IVA para servicios de hotelería y turismo hasta el 31 de diciembre de 2021.
La eliminación transitoria redujo del 8 % a 0 % del impuesto al consumo que se cobra en bares, hoteles y restaurantes por un año. Así las cosas, a partir del 1° de enero de 2022 regresa el impoconsumo del 8 % y el IVA del 19 % a restaurantes.
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Sin embargo, la noticia del regreso del impoconsumo no cayó bien en el sector gastronómico, uno de los más afectados durante la pandemia. Antes de la pandemia, en Colombia había cerca de 90.000 restaurantes y locales de servicios de comida, negocios que generan cerca del 8 % del empleo formal en el país, según la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres). Este sector, al igual que muchos otros, se vio fuertemente impactado por la pandemia, tanto así que el gremio calculó una pérdida de 235.000 empleos y el cierre de 48.100 establecimientos por la coyuntura.
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De acuerdo con Guillermo Henrique Gómez París, presidente de Acodres, el impuesto aplicará para establecimientos que facturan más de $3.804 millones al año y $317 millones mensuales. “Además de la presión inflacionaria, que nos ha subido los costos en materia prima del 40 %, vienen aumentos de salarios mínimo, servicios públicos y arriendos. Eso, conjugado con el impuesto, nos obliga a subir precios de entre el 15 y el 27 %”, le explicó Gómez a este diario.
El líder gremial aseguró que se verán muy perjudicados porque dicho impuesto “paralizará los planes de expansión y de generación de empleo”. Además, incentiva la informalidad y “propicia una caída en ventas que nos pondrá de nuevo en crisis”.
De acuerdo con Gómez, el sector estuvo advirtiendo sobre los efectos del impuesto durante el trámite de la reforma tributaria, pero “no fuimos tenidos en cuenta”. Luego, “impulsamos una proposición en el proyecto de ley 77 de 2021 para contender está situación, pero no llego el aval ni el llamado de emergencia del Gobierno”.