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Empresas Públicas de Medellín (EPM) estima que unos 130.000 metros cúbicos de tierra y capa vegetal se desprenderán de la montaña en donde se ubica el proyecto de Hidroituango.
En rueda de prensa este jueves, Jorge Londoño, gerente de EPM, afirmó que este deslizamiento (que podría suceder en cualquier momento) no representa un peligro grave para el proyecto ni para las comunidades río abajo.
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El deslizamiento afectaría, principalmente, una zona conocida como pozo de compuertas, en donde se realizan trabajos en las compuertas de la casa de máquinas, que es por donde está fluyendo el agua actualmente.
Los escenarios más graves que involucran un deslizamiento de tierra supondrían el sobrepaso del agua por encima de la presa o el taponamiento del canal del vertedero. Londoño fue enfático en afirmar que, con la información que disponen, nada indica que esto va a pasar. El deslizamiento que estiman sería mucho menor como para causar este nivel de afectación.
Londoño afirmó que este fin de semana terminarán por completo los trabajos sobre el vertedero, en donde se está realizando la instalación de losas. “Esto significa que el vertedero quedaría en condiciones aptas para recibir el agua”. E indicó que, paralelo a esto, hay un trabajo sobre una galería de construcción en esta zona, que debe comenzar a ser sellada desde hoy.
Actualmente, el embalse está lleno hasta la cota 389. Cuando el agua alcance la cota 401, entonces empezará a fluir por el vertedero. De acuerdo con la información que maneja EPM, esto sucederá en unos cinco días. “Esto varía mucho y depende del nivel de lluvia, del caudal que traiga el río, pero con los promedios que manejamos, esperamos que en cinco días, aproximadamente, podría estarse presentando la llegada del río al vertedero”, dijo Londoño.
El arribo al vertedero podría ser un aspecto positivo, pues ahí concluiría el proceso de embalsamiento, lo que implica que ya no habría fluctuaciones en la presión que el embalse ejerce sobre todas las estructuras, incluyendo la montaña en donde se ubica el proyecto, y que ha presentado deslizamientos.
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Londoño reconoció que, una vez superada la contingencia, se deben realizar trabajos extra sobre la presa para asegurar su funcionamiento en el largo plazo. “En el momento de la contingencia, la presa estaba en la cota 385 y teníamos que llegar a las 410 rápidamente. Lo que hicimos fue emprender el lleno prioritario. No es la construcción que llevaba la presa en su proceso original. Era para atender la emergencia. Evidentemente, esos 25 metros sirven para atender la emergencia y evitar que el agua nos sobrepase. No significa que eso se vaya a dejar así para el largo plazo. Hay que realizar trabajos extra para el largo plazo”.