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La inflación en marzo (3,14 %), que se desaceleró más de lo esperado, le abre al Banco de la República el espacio para un nuevo recorte de un cuarto de punto en la tasa de interés en la reunión de este mes.
De acuerdo con Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, la inflación dejó de ser un problema para la economía colombiana, y con la del mes de marzo se “reconfirma que, gracias a las medidas en materia de política monetaria, ésta ya no es una preocupación para el crecimiento económico del país”.
El escenario está así: si el Banco Central baja 0,25 puntos básicos la tasa de interés, esto daría la señal de que los precios están controlados. Pero si mantiene el actual nivel de 4,5 %, muestra temor por alguna presión inflacionaria, y en caso de ser mayor el recorte, el mensaje es que la economía se mantiene estancada.
José Antonio Ocampo, codirector del Banco de la República, señaló que “la inflación ha absorbido ya los tres choques adversos: fuerte devaluación, efectos del fenómeno de El Niño y aumento del IVA”. Reafirmó, además, que la inflación “entró en el rango del 2-4 % en enero y está muy cerca de la meta del 3 %”.
En marzo la inflación se situó en 3,14 % y se ubica un poco por encima de la meta de largo plazo del banco Emisor, de 3 %. Al equipo económico del Banco Central le sigue preocupando la inflación subyacente (variabilidad de precios de consumo a corto plazo), que se mantiene al alza con los incrementos en los servicios públicos.
“En vista de que la actividad económica aún no muestra señales concretas de recuperación, el Banco de la República probablemente recortará la tasa de interés de intervención en su reunión de este mes”, señala Carolina Monzón, jefe de análisis económico del Banco Itaú en Colombia. Como pocas veces, la mayoría de analistas del mercado se han alineado en la senda de que en abril se presentará uno de los últimos recortes de las tasas. En este sentido, “la Anif reitera su postura de recomendar y esperar que el BR (Banco de la República) proceda a reducir su tasa repo en otros 25 pb (puntos básicos) en su próxima junta de abril, llevándola del actual 4,5 % hacia un 4,25 %”.
En un informe reciente del Banco al Congreso de la República, los técnicos consideran que “la recuperación económica se debería dar en un entorno externo favorable, con presiones moderadas provenientes del tipo de cambio. Todo esto debe contribuir a que la inflación siga su camino de convergencia hacia la meta de 3,0 %, aunque a un ritmo algo más lento que el previsto antes”.
El análisis del Grupo Bancolombia también sigue por la senda del recorte: “Consideramos que la evolución reciente de la inflación le da un margen importante a la junta del Banco para que realice un recorte adicional en la tasa de intervención. Este es nuestro escenario base de política monetaria, que estimamos tendría lugar en la próxima reunión”.
Cárdenas reitera que “este 2018 sin duda apunta a ser un año en el que la inflación no significará mayor preocupación, a menos de algún choque inesperado, para nosotros y para el Gobierno. Esto nos permite enfocarnos en otros temas que busquen seguir con el repunte económico en el que estamos en este momento”.
El gerente de investigaciones de la firma de corretaje Acciones & Valores, Wilson Tovar, considera que la preocupación que menciona Cárdenas puede provenir del lado de los servicios públicos. Esa inflación “todavía no ha bajado a la velocidad que se quiere, pero ese efecto estadístico va a terminar ocurriendo y, eventualmente, en seis meses tenemos la inflación de las subyacentes hacia abajo”.
Carolina Monzón, de Itaú, reitera que las medidas de inflación básica han sido una de las mayores preocupaciones para los miembros de la junta directiva al momento de tomar decisiones de política monetaria. “En marzo, las inflaciones básicas continuaron descendiendo hacia el rango objetivo y se ubicaron en promedio en 3,64 % desde el 3,96 % de febrero, registrando el segundo mes consecutivo dentro del rango meta luego de que lo rebasara en junio de 2015”.
Ocampo también resaltó que “la inflación básica repuntó ligeramente en noviembre y diciembre después de año y medio de disminución, pero se redujo nuevamente en el primer trimestre del año”.
Para Leonardo Villar Gómez, director de Fedesarrollo, los resultados de inflación en marzo fueron muy favorables, no sólo porque bajó en una magnitud superior a la esperada, sino por la composición de la inflación, que descendió de manera muy importante a pesar de los alimentos. “La reducción (de la inflación) fue por una caída de la inflación básica”: descendió el precio de los bienes transables y volvió a ceder la de no transables, que en enero comenzó a mostrar un ajuste, lo cual da tranquilidad sobre las perspectivas a futuro en materia de inflación. “Eso le abre espacio al banco para bajar nuevamente las tasas de interés”.
El analista de Acciones & Valores estima que “el banco está abonando el terreno económico para que al nuevo gobierno le quede más fácil echar a rodar la economía”. Los retos de la nueva administración están más del lado de implementar una nueva reforma fiscal y una pensional.