Diagnóstico de la juventud rural: ¿por qué migra a las ciudades y cómo evitarlo?

El Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural lideró la elaboración de un informe que entrega un panorama preocupante de la población entre 14 y 28 años que no vive en las ciudades. Por ejemplo, sólo el 21 % de ellos tiene su educación media completa.

María Alejandra Medina C. / @alejandra_mdn
11 de agosto de 2017 - 03:00 a. m.
Archivo El Espectador
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Las brechas entre lo urbano y lo rural se han venido ensanchando y el relevo generacional, con razón, es un temor para los productores agropecuarios. Los jóvenes se están yendo del campo, como lo mostró en 2015 el Censo Nacional Agropecuario, el tercero que se ha hecho en la historia del país. La juventud migra en busca de mejores oportunidades: educación, trabajo, bienes y servicios públicos y básicos. (Lea: El campo de Colombia se está envejeciendo).

Una iniciativa liderada por el Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp), financiada por el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola de la ONU, acaba de entregar un diagnóstico (ver infografía) con las cifras más representativas de los hombres y mujeres del campo que tienen entre 14 y 28 años. Uno de los datos que resaltan es que, según proyecciones a 2050, la proporción de jóvenes rurales con respecto al total de la población disminuirá a alrededor del 20 % (1 de cada cinco habitantes será joven). Actualmente en zonas como la Amazonia y la Orinoquia esa cifra es cercana al 30 % con respecto al total de la población de la región. (Lea: Así se busca cerrar la brecha digital en el campo).

El documento, titulado "Diagnóstico de la juventud rural en Colombia", se valió de bases de datos y fuentes estadísticas como la Gran Encuesta Integrada de Hogares, las Estadísticas Vitales, la Encuesta de Calidad de Vida, la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, el Registro Único de Víctimas y de la Encuesta de Calidad de Vida. Su objetivo es dar recomendaciones y pistas para la política pública orientada a los jóvenes para que, por ejemplo, adopte un enfoque de género, teniendo en cuenta que la pobreza de las mujeres es mayor y que ellas abandonan el campo por amenazas y violencia en mayor medida que los hombres. (Lea: Desigualdad con rostro de mujer rural, resultados del Censo Nacional Agropecuario).

El diagnóstico recomienda retomar aspectos de la Misión para la Transformación del Campo, un grupo de expertos que fue convocado por el presidente Juan Manuel Santos y que hace ya más de dos años había llamado la atención sobre la importancia de cerrar brechas entre los jóvenes del mundo rural y los del urbano. (Lea: ¿Qué es la Misión para la Transformación del Campo y qué propuso?).

El tema ha estado también entre las preocupaciones de gremios como el cafetero, que desde hace décadas promueve el modelo Escuela Nueva, para incentivar que hombres y mujeres se eduquen en y para el campo. Ahora, para muchos de los habitantes rurales, el posconflicto llega con la esperanza de mejores oportunidades y de un futuro digno que incluya, por supuesto, a los más jóvenes. (Lea: La nueva generación que cultiva el campo colombiano).

 

Algunas de las recomendaciones

En términos generales, el Grupo de Diálogo Rural, liderado por Rimisp, recomienda articular la oferta de programas públicos y privados para evitar repetir o duplicar acciones. Asimismo, mejorar las estrategias para dar a conocer los proyectos que existen para los jóvenes rurales y buscar la participación de las entidades territoriales municipales con el fin de que asuman un rol más activo en la implementación de las iniciativas.

Para tener mejor calidad de información sobre la juventud rural, el diagnóstico propone hacer la encuesta nacional de adolescencia y juventud con representatividad rural y regional. También, adaptar los diseños de las muestras en las encuestas para lograr representatividad rural y guiarse por las categorías que definió la Misión para la Transformación del Campo.

En materia de educación, se recomienda ampliar la oferta educativa o de formación para el trabajo en áreas distintas a las agropecuarias. En un sentido similar, la Misión Rural ya había recomendado desarrollar otras actividades rurales, como el turismo o la prestación de otros servicios. El documento publicado por Rimisp propone ideas específicas como eliminar o diferenciar los costos de la Prueba Saber 11, pues el cobro puede ser un incentivo que juegue en contra de continuar con el ciclo educativo.

Con respecto a la salud, el documento habla de incluir educación sexual y reproductiva obligatoria en el currículo escolar para niños menores de 15 años, con los ajustes que se requieran para la zona rural. 

Por María Alejandra Medina C. / @alejandra_mdn

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