Dólar e inflación seguirían subiendo en 2019
Analistas estiman que si la tasa de cambio se mantiene por encima de los $3.200 la inflación podría cerrar en 3,88 % en este año. En octubre hay varios eventos internacionales que podrían debilitar aún más el peso colombiano.
Camilo Vega Barbosa / @camilovega0092.
Dos de los principales indicadores de la economía colombiana están al alza: la inflación y la tasa de cambio. Una correlación natural, pues según la firma Raddar el 15 % de los bienes que consumen los hogares colombianos son importados. Y gracias a los datos más recientes del DANE, se sabe que la devaluación de casi $300 que ha tenido la tasa de cambio en los últimos dos meses (llegando a $3.500 el pasado miércoles), provocó un alza de 0,23 % en el Índice de Precios al Consumidor durante septiembre (los analistas esperaban entre 0,14 y 0,16 %). Efecto que ha incrementado 3,26 % el índice de Precios al Consumidor (IPC) este año.
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Dos de los principales indicadores de la economía colombiana están al alza: la inflación y la tasa de cambio. Una correlación natural, pues según la firma Raddar el 15 % de los bienes que consumen los hogares colombianos son importados. Y gracias a los datos más recientes del DANE, se sabe que la devaluación de casi $300 que ha tenido la tasa de cambio en los últimos dos meses (llegando a $3.500 el pasado miércoles), provocó un alza de 0,23 % en el Índice de Precios al Consumidor durante septiembre (los analistas esperaban entre 0,14 y 0,16 %). Efecto que ha incrementado 3,26 % el índice de Precios al Consumidor (IPC) este año.
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De hecho, en 2019 el rubro que más se ha encarecido es precisamente el de alimentos, con un alza del 6,29 % entre enero y septiembre (y del 0,46 % en el último mes). Y se destacan casos como el de las frutas frescas, que han subido un 32 % de precio en lo corrido del año, 5,46 % sólo en el último mes. Lo que inquieta es que la incertidumbre internacional que han provocado las fuertes alzas en el dólar y, por ende en la inflación, se mantendría en lo que resta del año.
Por ejemplo, octubre es un mes de alta tensión: se reanudarán las negociaciones entre China y Estados Unidos y cualquier incidente puede provocar más tensión y, a su vez, ejercer más presión sobre la tasa de cambio; se realizarán las elecciones presidenciales en Argentina, con posibles implicaciones como problemas de financiamiento internacional para esa nación (que aumentaría la incertidumbre sobre el bloque de economías emergentes en la región); se realizará una nueva reunión de la Reserva Federal, en la que hay expectativa por otra baja de tasas; y el 31 de octubre se sabrá si hay acuerdo con el brexit, día vital para la debilitada economía europea.
De manera que sobran eventos que podrían mantener el dólar por encima de los $3.400 o incluso por encima de los $3.500. Cifras que obligarían a cambiar las proyecciones económicas, pues según la más reciente encuesta de analistas realizada por el Banco de la República, el promedio esperaba que la tasa de cambio cerrara en diciembre con $3.320.
De acuerdo con Julián Cortés, analista macro de Alianza Valores, “si la tasa de cambio se mantiene por encima de los $3.200, la inflación cerraría en 3,88 % en diciembre de 2019. Por lo que si la tasa de cambio continúa por encima de los $3.400 no hay que descartar que la inflación supere el 4 % este año, por encima de la meta del Banco de la República. Sin embargo, creemos que el efecto fuerte del dólar en el rubro de los alimentos se verá en enero del próximo año, que es cuando sí esperamos que el incremento del IPC de los últimos doce meses supere el 4 %. Por esto esperamos un incremento de tasas del emisor en el primer trimestre de 2020”.
Por su parte, Enrique Gilles, profesor de economía de la Universidad EAN, explica que “la literatura ha encontrado que en Colombia por cada 10 % que sube la tasa de cambio se puede esperar un incremento de 3 % en el IPC en el mediano plazo. Por lo que el efecto de las recientes alzas del dólar todavía podríamos sentirlo en los próximos meses. Hay varios canales de transmisión: por los bienes importados de la canasta familiar, bienes intermedios y la maquinaria que importan las empresas”.
Gilles agrega que “esta situación deja en una posición muy difícil al Banco de la República. No es recomendable subir tasas en un escenario de tanta incertidumbre internacional, pues Colombia no puede quedarse como el único país que está subiendo tasas mientras el resto de las economías hacen otra cosa. Entonces, lo ideal sería esperar a que pase todo el ruido para realizar un incremento de intereses para controlar la inflación, el problema es que no sabemos cuándo terminará la tensión mundial”.
El último trimestre del año no es un buen momento para que la economía tenga que sobrellevar los efectos de la devaluación. Gracias a las liquidaciones de octubre y noviembre, en diciembre suele entrar al mercado la mayoría del nuevo inventario: incluyendo el de los bienes importados. Por lo que en diciembre los rubros de vestuario y otros relacionados con el consumo minorista (como el de la tecnología) podrían ser los que más se encarezcan del IPC.
También hay que tener en cuenta que en menos de dos meses se inician las negociaciones para el salario mínimo de 2020. Discusiones que ya están lo suficientemente tensas, pues la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) anunció una marcha nacional el 21 de noviembre para pedir medidas frente a la reforma pensional y el proyecto de ley que busca regular el trabajo por horas. En este escenario, que el encarecimiento de la canasta familiar complicaría aún más las discusiones, pues suele motivar elevadas propuestas de incremento salarial por parte de los sindicatos (por lo general de dos dígitos).
Los analistas coinciden en que los efectos de las fuertes alzas en la tasa de cambio que se han dado en los últimos meses apenas se están reflejando en el IPC, por lo que el encarecimiento de algunos alimentos y de otros artículos importados podría mantenerse en lo que resta del año, o incluso en 2020. Y todavía hay que esperar si la situación escala lo suficiente para que se produzca un alza en la tasa de interés del Banco de la República. Entonces, en una situación así lo más recomendable es ser prudentes con los gastos y con las decisiones económicas importantes (por ejemplo, endeudarse en tasas variables). No se puede bajar la guardia en un período de aumento del dólar e inflación al alza.