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Además, la caída continua del precio del petróleo ha devaluado la moneda de manera imparable. La devaluación se trasladará a los precios, y la falta de ingresos petroleros hará caer la demanda general de bienes y servicios y su oferta, así como también los ingresos del Estado. Una mezcla dramática de inflación, recesión y déficit fiscal se nos está viniendo encima.
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Medidas macroeconómicas: partir de la realidad
Además de los apoyos sectoriales para garantizar los bienes y servicios básicos, se necesitan con urgencia medidas de carácter general. Debemos admitir que los fundamentos de la economía colombiana son frágiles. El saldo de la deuda pública ya bordea 55 % del PIB y, lamentablemente, los ingresos del Estado siguen disminuyendo.Bajo estas circunstancias, la desaceleración inminente de la economía va a traducirse en el aumento acelerado del desempleo. Si las empresas no producen, no podrán sostener a sus trabajadores. Entonces hay que establecer un seguro de desempleo o subsidiar a las empresas en el monto de la nómina mientras dure la emergencia.
Aliviar el gasto y abaratar el crédito
Los más afortunados podrán trabajar desde sus casas. Pero la mayoría de la gente no tienen alternativas de ingreso. Estas personas y familias necesitan un subsidio de ingreso o una canasta de alimentos. La alcaldesa de Bogotá ha propuesto otras medidas apropiadas, como postergar el pago de los impuestos y suspender el cobro de los servicios públicos. El ejemplo debe extenderse a todo el país.También se necesita un alivio en los costos y en los plazos de las cuotas de los créditos que asfixian a las pequeñas y medianas empresas y a las clases medias que financian sus compras mediante tarjetas de crédito.
Si uno tiene varias tarjetas de crédito, es posible reducir las tasas de interés y alargar los plazos acudiendo a un segundo banco para pagar la deuda con el primer banco. Esta operación permite reducir la tasa del crédito de casi 3 % mensual a casi 0,8 %. Pero ¿por qué, en primer lugar, los bancos cobran en los créditos de consumo a través de las tarjetas de crédito casi a 3 % mensual? ¿Qué pasa si el ciudadano tiene una sola tarjeta de crédito?
Se necesita una nueva política que estimule la competencia entre los bancos para reducir las tasas de interés. Y en la emergencia, postergar pagos de los intereses y amortizaciones de la deuda. El mecanismo alternativo habitual para reducir las tasas de interés consiste en que el Estado las subsidie.
Mirar hacia el futuro: impuestos y catastros
Para recuperarse de la crisis, la economía colombiana tendrá que cambiar de rumbo. Y en este punto necesitamos partir de una premisa: hay que recuperar la confianza en el papel de la inversión pública y aumentarla, como lo había dicho la Comisión de Gasto convocada por el Gobierno Nacional. Este aumento se debe realizar de manera que incremente la competitividad de las empresas y de los trabajadores.Y para financiar la mayor inversión del Estado se necesita aumentar los recaudos tributarios. Como la “Ley de Crecimiento” aumentará la brecha fiscal, el Gobierno debería presentar una nueva reforma tributaria que reduzca las exenciones y aumente las tarifas del impuesto al patrimonio y a la renta de las personas naturales, en particular a sus dividendos. Las tarifas deben ser progresivas, o sea que vayan aumentando con el nivel de ingreso.
Y de su parte el proceso de actualización catastral tendrá que acelerarse, porque de aquí depende sobre todo la solvencia de las ciudades grandes, intermedias y los pequeños municipios. También estas tarifas deben ser progresivas en función del valor del avalúo.
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Modificar la contabilización de reservas y reorientar regalías
La intensa devaluación del peso colombiano tiene una doble consecuencia: es positiva porque aumenta el valor en pesos de las reservas que tiene el país, sobre todo en bonos del tesoro norteamericano. Pero es negativa porque encarece el valor en pesos de la deuda pública externa.En la contabilidad actual, estos efectos se tratan de manera asimétrica: la mayor deuda se incorpora en el presupuesto, pero el mayor valor de las reservas no se contabiliza en el lado del ingreso. En el pasado existía la Cuenta Especial de Cambios (CEC) alimentada por aquellos aumentos en el valor de las reservas, cuenta que el Gobierno utilizaba para financiar el gasto corriente. Para evitar los abusos se prohibió el mecanismo, pero en medio de la crisis, ese mayor valor de las reservas puede y debe utilizarse para financiar grandes proyectos de inversión —no los gastos corrientes o de funcionamiento—.
Además, es necesario reorientar las regalías. La Contraloría ya ha advertido las regalías no fueron bien invertidas: en vez de destinarlas a proyectos estratégicos, se dispersaron en más de 12 mil pequeños proyectos. Por eso, se deben promover unos pocos proyectos que generen empleo; por ejemplo, construir carreteras de tercer nivel.
Solidaridad nacional y cooperación internacional
La solidaridad es vital frente a la pandemia que, tarde o temprano, va a ser controlada. Pero atender las consecuencias económicas de la pandemia requerirá un plazo más largo y la cooperación de otros países.Colombia necesita frenar el déficit creciente en la balanza de pagos aumentando las exportaciones y disminuyendo las importaciones, lo cual implica hacer más competitivas a las empresas colombianas.
* Profesor titular de la Universidad Javeriana y analista de Razón Pública.
** Profesor titular de la Universidad Externado de Colombia y analista de Razón Pública.
* Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus.