EE.UU. sopesa nuevas sanciones contra PDVSA para socavar a Maduro
Impedir que las entidades extranjeras traten con la petrolera venezolana es una las medidas que está considerando el gobierno Trump.
Bloomberg.
El gobierno de Trump está considerando como próxima medida impedir que las entidades extranjeras traten con el gigante estatal Petróleos de Venezuela, ya que busca obstruir el poder del presidente, Nicolás Maduro.
Estados Unidos también se están preparando para una posible declaración de quiebra por parte de Citgo Petroleum, una refinería estadounidense controlada por PDVSA, según el representante de Texas Michael McCaul, el principal republicano en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, y una persona que fue informada por la administración de Trump.
Citgo ya contrató a un bufete de abogados para que lo ayude a sopesar sus opciones estratégicas, incluida la posible quiebra, informó Bloomberg News el mes pasado, aunque un funcionario estadounidense dijo a los reporteros el 31 de enero que Citgo era uno de los activos más importantes de Venezuela y que la administración busca mantenerlo viable.
La bancarrota podría evitarse en caso de que caiga el régimen de Maduro, lo que permitiría a Estados Unidos aliviar las sanciones al país. Su poder lo está desafiando Juan Guaidó, el líder de la Asamblea Nacional de oposición de Venezuela. Guaidó ha sido reconocido por Estados Unidos y varias docenas de otros países como presidente encargado del país.
Bajo revisión
Estados Unidos también está revisando varias opciones para ayudar a la recuperación económica de Venezuela en caso de que se genere un cambio de gobierno, incluida una orden ejecutiva que protegería al país de sus acreedores mientras reestructura su deuda.
La administración está preocupada por el oro y otras inversiones que salen del país y necesita "asegurarse de que cuando Maduro caiga, lo que creo que hará, el presidente Guaidó tenga los activos", comentó McCaul.
El mes pasado, el Departamento del Tesoro sancionó a PDVSA, una medida que efectivamente impidió que Maduro exportara petróleo a EE.UU. en un intento por aumentar la presión sobre el mandatario para que renunciara. El régimen de Maduro ha obtenido la mayor parte de su efectivo a partir de las ventas de crudo.
Las sanciones de Estados Unidos que bloqueaban las importaciones estadounidenses de petróleo venezolano enviaron a las compañías a buscar suministros alternativos de crudo pesado y aumentaron el espectro de los recortes en la producción. Las compañías han argumentado en privado que Estados Unidos no ha hecho lo suficiente para ayudar a aliviar la presión sobre las refinerías, aunque el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo el 6 de febrero que la administración ha alcanzado el "equilibrio correcto" para satisfacer las necesidades del mercado estadounidense.Si bien el Congreso ha aplaudido los esfuerzos de la administración para desalojar a Maduro, muchos han expresado sus reservas ante las sugerencias del presidente Donald Trump y otros de una posible intervención militar en Venezuela.
La elección de Maduro para un segundo mandato de seis años se vio empañada por el encarcelamiento y la descalificación de los políticos de la oposición, la coerción de los trabajadores del gobierno para votar y los informes de fraude. El resultado fue considerado de ilegítimo por Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de 14 naciones de Lima, formado para ayudar a restaurar la democracia en Venezuela.
El gobierno de Trump está considerando como próxima medida impedir que las entidades extranjeras traten con el gigante estatal Petróleos de Venezuela, ya que busca obstruir el poder del presidente, Nicolás Maduro.
Estados Unidos también se están preparando para una posible declaración de quiebra por parte de Citgo Petroleum, una refinería estadounidense controlada por PDVSA, según el representante de Texas Michael McCaul, el principal republicano en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, y una persona que fue informada por la administración de Trump.
Citgo ya contrató a un bufete de abogados para que lo ayude a sopesar sus opciones estratégicas, incluida la posible quiebra, informó Bloomberg News el mes pasado, aunque un funcionario estadounidense dijo a los reporteros el 31 de enero que Citgo era uno de los activos más importantes de Venezuela y que la administración busca mantenerlo viable.
La bancarrota podría evitarse en caso de que caiga el régimen de Maduro, lo que permitiría a Estados Unidos aliviar las sanciones al país. Su poder lo está desafiando Juan Guaidó, el líder de la Asamblea Nacional de oposición de Venezuela. Guaidó ha sido reconocido por Estados Unidos y varias docenas de otros países como presidente encargado del país.
Bajo revisión
Estados Unidos también está revisando varias opciones para ayudar a la recuperación económica de Venezuela en caso de que se genere un cambio de gobierno, incluida una orden ejecutiva que protegería al país de sus acreedores mientras reestructura su deuda.
La administración está preocupada por el oro y otras inversiones que salen del país y necesita "asegurarse de que cuando Maduro caiga, lo que creo que hará, el presidente Guaidó tenga los activos", comentó McCaul.
El mes pasado, el Departamento del Tesoro sancionó a PDVSA, una medida que efectivamente impidió que Maduro exportara petróleo a EE.UU. en un intento por aumentar la presión sobre el mandatario para que renunciara. El régimen de Maduro ha obtenido la mayor parte de su efectivo a partir de las ventas de crudo.
Las sanciones de Estados Unidos que bloqueaban las importaciones estadounidenses de petróleo venezolano enviaron a las compañías a buscar suministros alternativos de crudo pesado y aumentaron el espectro de los recortes en la producción. Las compañías han argumentado en privado que Estados Unidos no ha hecho lo suficiente para ayudar a aliviar la presión sobre las refinerías, aunque el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo el 6 de febrero que la administración ha alcanzado el "equilibrio correcto" para satisfacer las necesidades del mercado estadounidense.Si bien el Congreso ha aplaudido los esfuerzos de la administración para desalojar a Maduro, muchos han expresado sus reservas ante las sugerencias del presidente Donald Trump y otros de una posible intervención militar en Venezuela.
La elección de Maduro para un segundo mandato de seis años se vio empañada por el encarcelamiento y la descalificación de los políticos de la oposición, la coerción de los trabajadores del gobierno para votar y los informes de fraude. El resultado fue considerado de ilegítimo por Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de 14 naciones de Lima, formado para ayudar a restaurar la democracia en Venezuela.