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La posibilidad de volar, que hace más de una década estaba literalmente por las nubes, hoy es más asequible con las aerolíneas de bajo costo. Aunque su participación en el mercado colombiano es menor al 20 %, se han destacado por obtener el mayor crecimiento en los últimos años. Una de ellas es Viva Colombia, que entre 2016 y 2017 tuvo un desarrollo del 24 %, mientras que las aerolíneas tradicionales no superaron el 10 %.
Este negocio, que llegó a Colombia hace una década, se caracteriza por tener alta frecuencia, recorridos cortos y tarifas cómodas. Además cuenta con una clase única (sin diferenciación) y los pasajeros pueden acceder a servicios mínimos adicionales o no hacerlo en absoluto. Para que sea más rentable, las aerolíneas de bajo costo han requerido, principalmente, aviones de un pasillo que cumplan con sus exigencias.
Entre esa gama aviones se destacan modelos de la familia A320 de Airbus, que cuenta con cuatro tamaños diferentes (A318, A319, A320 y A321), cuya capacidad se ubica entre 100 y 240 pasajeros en función de la demanda, en rutas de baja o alta densidad domésticas y regionales de mayor alcance. Por eso a nivel mundial tienen el 57,3 % de la cuota del mercado (ver infografía).
Para Joaquín Toro-Prieto, jefe de market analytics & messaging de este fabricante de aviones, las compañías de bajo costo han impulsado el crecimiento de la demanda de los modelos A320, el cual califica como el “rey los aviones en Colombia”. “Las aerolíneas de bajo costo están trayendo un nuevo tipo de pasajeros que antes no volaba y que empieza a hacer turismo. En esa demanda vemos un gran potencial para seguir desarrollando nuestra presencia con la familia 320 y también con aviones de dos pasillos”.
Según datos recopilados por la compañía, el crecimiento de las aerolíneas de bajo costo —así como la demanda de este tipo de aviones— es impulsado por un segmento de la sociedad: la clase media. Según la OCDE, las personas que pertenecen a este grupo gastan entre US$10 y US$100 al día. En 2005, América Latina tenía 243 millones de personas con nivel de ingresos medios, mientras que en 2015 eran 329 millones. El futuro parece igual de promisorio: se calcula que para 2025 sean 420 millones de personas en este segmento poblacional.
Las compañías fabricantes y las aerolíneas advirtieron que allí había una demanda potencial que está dispuesta a sacrificar servicios adicionales a cambio de precios cómodos. En Colombia, según cálculos de Planeación Nacional, la clase media representa el 30,5 % de la población y va en aumento. Las aerolíneas y los fabricantes de aviones tienen la certidumbre de que su crecimiento fortalecerá el negocio.
“La clase media, al tener un poco de dinero disponible, prefiere volar en avión. Es por eso que parte del crecimiento que ha habido en los últimos cinco años obedece a las órdenes de compra emitidas por las líneas de bajo costo”, agrega Toro-Prieto, quien sostiene que Viva Colombia y Avianca son dos de sus grandes clientes en el país.
De esta manera, las empresas prefieren un solo tipo de avión: que les permita el despacho con una mayor brevedad, y un servicio logístico y de mantenimiento unificado. A pesar de que la industria aeroespacial avanza en la obtención de aviones modernos que vayan más allá de los vuelos domésticos (como los A350, de tamaño medio y largo alcance), la gran apuesta en Colombia sigue sobre el tradicional A320, utilizado principalmente por los mercados emergentes, cuyo poder adquisitivo les ha permitido empezar a bajarse del bus.
*Invitación de Airbus.