El acuerdo que beneficia a los pasajeros de avión en Colombia
La Aerocivil les dio el aval a Latam y American Airlines que permite “mayores oportunidades de conectividad y mejores tarifas” entre Colombia y EE. UU.
Edwin Bohórquez Aya. @EdwinBohorquezA
Imagine que quiere volar desde una ciudad intermedia de Colombia hasta una poco conocida de Estados Unidos. Imagine que debe comprar un tiquete para venir a Bogotá, otro que lo lleve hasta una capital estatal de ese país, uno más para una ciudad cercana a donde quiere llegar y, al final, el que hace falta para arribar a su destino. En resumen, eso se puede traducir, en el peor de los casos, en cuatro boletos y, en el mejor, mínimo dos. Pero eso, de acuerdo con un anuncio que acaba de hacer la Aerocivil, puede cambiar a la vuelta de un check in.
“Luego de analizar la solicitud presentada por Latam y American Airlines para que se adelante un contrato marco de negocio conjunto (joint business agreement, JBA), la Aeronáutica Civil aprobó este acuerdo que permite que los usuarios del transporte aéreo tengan mayores oportunidades de conectividad y mejores tarifas entre ambas naciones”, detalla la entidad estatal.
Eso, para que usted se ajuste el cinturón y elija una buena película en la pantalla del avión mientras lo entiende, significa que un usuario podrá comprar en una sola transacción y a una sola empresa, en este caso Latam, ese complejo recorrido que debe hacer, por ejemplo, desde una ciudad intermedia de Colombia hasta una poco conocida de Estados Unidos. De eso se trata: que para el usuario el trámite sea más sencillo, la oferta más amplia, los tiempos más productivos y, como debería ser lógico, las tarifas resulten más atractivas.
Fernando Poitevin, CEO de Latam en Colombia, asegura en conversación con El Espectador que “con estos acuerdos buscamos darle (al viajero) más opciones en términos de cantidad de destinos, cantidad de frecuencias, tiempos de conexión y demás. En Estados Unidos, American tiene más de 200 destinos, es un partner superimportante para nosotros, tiene un hub muy grande en Miami y, por lo tanto, el día que implementemos este acuerdo, a nuestros usuarios colombianos les vamos a ofrecer esa red de destinos y vamos a potencializar las fuerzas comerciales en los dos países junto con American, lo que permitirá crear, eventualmente, vuelos que hoy no existen”.
Así que el gran beneficiado será el turista, quien es el que, frente a los viajeros de negocios, tiene menos recursos a la hora de comprar tiquetes, lograr ascensos y adelantar vuelos cuando el tránsito es muy largo en un aeropuerto debido a los horarios particulares que tiene una aerolínea frente a la otra. En últimas, con este acuerdo, si el pasajero compra desde Colombia, sólo tendrá que tener el pasabordo en su celular y lo recibirán en los aviones de American como si fueran los aviones de Latam. Algo que ya funciona en otras latitudes, pero que no es frecuente en este lado del mundo.
“American Airlines aplaude la decisión de Aerocivil de aprobar nuestro joint business agreement con Latam en Colombia. Esta aprobación valida que este tipo de acuerdo no sólo beneficia a los viajeros, a las economías e industrias de turismo locales, sino también fomenta la competencia y el crecimiento del mercado”, informó en un comunicado de prensa internacional Joe Mohan, vicepresidente de alianzas y asociaciones de American, la misma compañía que tiene centros de conexiones dentro de Estados Unidos en Charlotte, Chicago, Dallas/Fort Worth, Los Ángeles, Miami, Nueva York, Filadelfia, Phoenix y Washington D.C.
Está claro que, para Colombia, el acuerdo resulta interesante en la medida en la que American también podrá ofrecer la red que Latam tiene en Colombia (18 rutas) a sus pasajeros. Alfredo Bocanegra Varón, director general de la Aeronáutica Civil, fue claro: “El interés del Gobierno Nacional es acompañar procesos que permitan incrementar y brindar mejores experiencias para el turismo, en especial desde el mercado aéreo de Estados Unidos y Colombia, en el que se abren las puertas para que más viajeros puedan conocer la riqueza natural y oferta turística que tienen ambas naciones”.
Tras conocerse el aval de la autoridad aérea del país, Gilberto Salcedo, presidente de la Asociación del Transporte Aéreo de Colombia, le dijo a El Espectador que “este acuerdo beneficia la conectividad del país con los Estados Unidos, ampliando la red de rutas, dinamizando tarifas. Se ampliará la oferta y con ello las posibilidades para los viajeros desde y hacia los Estados Unidos”.
En Suramérica no existen este tipo de acuerdos. El primero similar se presentó entre Latam e International Airlines Group, IAG (fusión de Iberia LAE y British Airways) y, por supuesto, el de American, que se acaba de aprobar. Luego se hizo público el anuncio de Avianca con United, que aún no se ha concretado. “Al conformar redes conjuntas, las compañías son más eficientes y el impacto se traduce en el valor de los tiquetes”, recuerda el CEO de Latam. Por ahora falta la aprobación de la autoridad de Estados Unidos en la materia, que se daría en los próximos doce meses. Mientras tanto, la colombiana Aerocivil dejó claro que no se violan temas de libre competencia.
Avianca, en Colombia, sigue siendo el más fuerte jugador del sector, con el 63,1 % del mercado. Latam conserva el segundo puesto, con el 16,1 %; Viva Colombia calcula el 15,0 %, y un 5,8 % suman Copa y Wingo. ¿Qué pasará en este nuevo escenario? Ya lo había dicho Claudia Sender, vicepresidenta sénior de cliente de Latam Airlines Group y presidenta de Latam Brasil: “Los precios caen y los horarios se hacen más inteligentes”. Así que el gran ganador será el usuario. Ese mismo que siempre busca viajar a velocidad de crucero.
Imagine que quiere volar desde una ciudad intermedia de Colombia hasta una poco conocida de Estados Unidos. Imagine que debe comprar un tiquete para venir a Bogotá, otro que lo lleve hasta una capital estatal de ese país, uno más para una ciudad cercana a donde quiere llegar y, al final, el que hace falta para arribar a su destino. En resumen, eso se puede traducir, en el peor de los casos, en cuatro boletos y, en el mejor, mínimo dos. Pero eso, de acuerdo con un anuncio que acaba de hacer la Aerocivil, puede cambiar a la vuelta de un check in.
“Luego de analizar la solicitud presentada por Latam y American Airlines para que se adelante un contrato marco de negocio conjunto (joint business agreement, JBA), la Aeronáutica Civil aprobó este acuerdo que permite que los usuarios del transporte aéreo tengan mayores oportunidades de conectividad y mejores tarifas entre ambas naciones”, detalla la entidad estatal.
Eso, para que usted se ajuste el cinturón y elija una buena película en la pantalla del avión mientras lo entiende, significa que un usuario podrá comprar en una sola transacción y a una sola empresa, en este caso Latam, ese complejo recorrido que debe hacer, por ejemplo, desde una ciudad intermedia de Colombia hasta una poco conocida de Estados Unidos. De eso se trata: que para el usuario el trámite sea más sencillo, la oferta más amplia, los tiempos más productivos y, como debería ser lógico, las tarifas resulten más atractivas.
Fernando Poitevin, CEO de Latam en Colombia, asegura en conversación con El Espectador que “con estos acuerdos buscamos darle (al viajero) más opciones en términos de cantidad de destinos, cantidad de frecuencias, tiempos de conexión y demás. En Estados Unidos, American tiene más de 200 destinos, es un partner superimportante para nosotros, tiene un hub muy grande en Miami y, por lo tanto, el día que implementemos este acuerdo, a nuestros usuarios colombianos les vamos a ofrecer esa red de destinos y vamos a potencializar las fuerzas comerciales en los dos países junto con American, lo que permitirá crear, eventualmente, vuelos que hoy no existen”.
Así que el gran beneficiado será el turista, quien es el que, frente a los viajeros de negocios, tiene menos recursos a la hora de comprar tiquetes, lograr ascensos y adelantar vuelos cuando el tránsito es muy largo en un aeropuerto debido a los horarios particulares que tiene una aerolínea frente a la otra. En últimas, con este acuerdo, si el pasajero compra desde Colombia, sólo tendrá que tener el pasabordo en su celular y lo recibirán en los aviones de American como si fueran los aviones de Latam. Algo que ya funciona en otras latitudes, pero que no es frecuente en este lado del mundo.
“American Airlines aplaude la decisión de Aerocivil de aprobar nuestro joint business agreement con Latam en Colombia. Esta aprobación valida que este tipo de acuerdo no sólo beneficia a los viajeros, a las economías e industrias de turismo locales, sino también fomenta la competencia y el crecimiento del mercado”, informó en un comunicado de prensa internacional Joe Mohan, vicepresidente de alianzas y asociaciones de American, la misma compañía que tiene centros de conexiones dentro de Estados Unidos en Charlotte, Chicago, Dallas/Fort Worth, Los Ángeles, Miami, Nueva York, Filadelfia, Phoenix y Washington D.C.
Está claro que, para Colombia, el acuerdo resulta interesante en la medida en la que American también podrá ofrecer la red que Latam tiene en Colombia (18 rutas) a sus pasajeros. Alfredo Bocanegra Varón, director general de la Aeronáutica Civil, fue claro: “El interés del Gobierno Nacional es acompañar procesos que permitan incrementar y brindar mejores experiencias para el turismo, en especial desde el mercado aéreo de Estados Unidos y Colombia, en el que se abren las puertas para que más viajeros puedan conocer la riqueza natural y oferta turística que tienen ambas naciones”.
Tras conocerse el aval de la autoridad aérea del país, Gilberto Salcedo, presidente de la Asociación del Transporte Aéreo de Colombia, le dijo a El Espectador que “este acuerdo beneficia la conectividad del país con los Estados Unidos, ampliando la red de rutas, dinamizando tarifas. Se ampliará la oferta y con ello las posibilidades para los viajeros desde y hacia los Estados Unidos”.
En Suramérica no existen este tipo de acuerdos. El primero similar se presentó entre Latam e International Airlines Group, IAG (fusión de Iberia LAE y British Airways) y, por supuesto, el de American, que se acaba de aprobar. Luego se hizo público el anuncio de Avianca con United, que aún no se ha concretado. “Al conformar redes conjuntas, las compañías son más eficientes y el impacto se traduce en el valor de los tiquetes”, recuerda el CEO de Latam. Por ahora falta la aprobación de la autoridad de Estados Unidos en la materia, que se daría en los próximos doce meses. Mientras tanto, la colombiana Aerocivil dejó claro que no se violan temas de libre competencia.
Avianca, en Colombia, sigue siendo el más fuerte jugador del sector, con el 63,1 % del mercado. Latam conserva el segundo puesto, con el 16,1 %; Viva Colombia calcula el 15,0 %, y un 5,8 % suman Copa y Wingo. ¿Qué pasará en este nuevo escenario? Ya lo había dicho Claudia Sender, vicepresidenta sénior de cliente de Latam Airlines Group y presidenta de Latam Brasil: “Los precios caen y los horarios se hacen más inteligentes”. Así que el gran ganador será el usuario. Ese mismo que siempre busca viajar a velocidad de crucero.