El año que puso a prueba la venta de Cafesalud
Hoy es el primer aniversario del inicio de operaciones de Medimás, la EPS que surgió tras la venta de Cafesalud. Aunque las cifras de atención mejoraron, persiste cierto pesimismo financiero.
María Mónica Monsalve - Camilo Vega Barbosa / @mariamonic91 - @camilovega0092
El último año se convirtió en una prueba de fuego del Gobierno para demostrar si el sistema de salud se podía sanar. Con la entrada en operación de Medimás, la EPS que entró a reemplazar a Cafesalud tras su venta, se iba a saber si finalmente se podía cumplir con el objetivo de prestar un buen servicio a casi cinco millones de afiliados. Desde el primer día la operación de Medimás empezó en un escenario turbulento: el procurador, Fernando Carrillo, nunca estuvo de acuerdo con el proceso de venta; a sólo un mes ya se le estaba pidiendo a la Superintendencia de Salud que la interviniera y parecía que la recién creada EPS no lograba desprenderse del fantasma de Saludcoop que la rondaba. (Lea Superintendencia de Salud no intervendrá, por ahora, a la EPS Medimás)
La apuesta no era una pequeña, y 365 días después el balance es mixto, pues una cosa es la EPS y otra el proceso de venta. Aunque la lupa mediática ha estado más cargada en la prestación de servicios, es precisamente aquí en donde se han visto los grandes avances (por lo menos en cifras). En cambio, hechos como pagos atrasados por Prestasalud —el consorcio que compró Cafesalud— han aumentado la desconfianza sobre si la venta de Cafesalud era la mejor alternativa.
Medimás, un año después mejoran las cifras
La EPS no comenzó en las mejores circunstancias: con 4’900.000 afiliados, con una red de clínicas y hospitales (IPS) en construcción y con más de 160.000 tutelas heredadas de Cafesalud. En el último año si bien ha perdido a más de 700.000 afiliados, ha logrado solucionar más del 97 % de los recursos legales (tutelas) y mejorado los indicadores con los que se miden y se comparan las EPS entre sí.
Por ejemplo, su indicador de quejas por cada 10.000 afiliados pasó de 25 a 14,5 en el último año, lo cual además de mostrar una importante reducción también implica que está cerca del promedio de las demás EPS del país (13,5 por cada 10.000 afiliados). De hecho, ha mejorado en su queja más recurrente: la entrega de medicamento, pues su porcentaje de fórmulas despachadas subió del 72 al 85 %, estando cerca de alcanzar el promedio del sector del 92 %.
“Ninguna EPS en el país es perfecta, y por supuesto no lo es Medimás. Pero las cifras objetivas, y comparables, muestran que la operación ha mejorado, sobre todo este año. Una muestra de esto es que somos la segunda EPS en el país que más trasplantes ha realizado y nuestro indicador de tutelas es de 1,6 por cada 10.000, que es de hecho por debajo del promedio del sector (2,7)”, explicó Néstor Arenas, presidente de Medimás.
Sin embargo, la mejora de los indicadores de prestación no ha blindado a Medimás contra las críticas. De hecho, hay analistas como José Roberto Acosta, miembro de la Red por la Justicia Tributaria, que han advertido sobre la forma en la que está manejando Medimás su relación con las IPS.
“Según cifras del ADRES (entidad que maneja los recursos públicos de la salud), se aprecia que el 41 % de los recursos que ha pagado Medimás se han concentrado en tan solo ocho IPS, entre las cuales se encuentran varias clínicas y hospitales de los mismos socios de Prestasalud (la dueña de Medimás). Es decir, se está viendo un caso de integración vertical. Como si no fuera suficiente, el Ministerio de Salud publicó hace unos meses un decreto para flexibilizar los requisitos a Medimás”, advierte Acosta.
Frente a esta inquietud, Arenas responde que “la concentración de pagos se debe en gran parte a Esimed, que es la red de clínicas y hospitales que Prestasalud le compró a Cafesalud. Si quitamos este rubro, la concentración es menor del 20 % en siete IPS con NIT único. Es decir, hay entidades que pueden tener más de diez clínicas y hospitales”.
En cuanto al decreto, específicamente el 682 del 2018 (de abril), el presidente de Medimás explica que “fue una norma que tan solo nos ayudó a fortalecer un gobierno corporativo transparente. De hecho, si quisieran favorecernos, no lo habrían publicado tan pronto”.
Carmen Eugenia Ávila, viceministra de Salud, explicó a El Espectador que este decreto se venía cocinando desde antes y surgió como una respuesta a los cambios que viene teniendo el negocio de la salud. Debido a que con el tiempo los dueños de clínicas y hospitales entraron también a ser las cabezas de EPS, desde hace unos años el Gobierno viene sacando una serie de normas para autorizar el funcionamiento de las EPS, entre estas el Decreto 682. En sus palabras, lo que busca este documento es que las EPS tengan un gobierno corporativo transparente, que se sepa públicamente quiénes son los miembros de las juntas directivas y que no tengan preferencia alguna con clínicas y hospitales, entre otras. Normas que, sorprendentemente, no existían, pero que buscan ponerle la lupa a la relación de clínicas y EPS.
Venta de Cafesalud, un negocio donde siguen las dudas
Según Ángela María Echeverri, liquidadora de Saludcoop, la venta de Cafesalud tenía dos objetivos: encontrar un nuevo operador idóneo y recoger dinero para poder pagar las deudas de Cafesalud. Ante lo primero, cree que ya ha “pasado un tiempo suficiente para estabilizar la operación y normalizar el servicio” y sobre lo segundo, afirma que el proceso va avanzando, pero no sin ciertas barreras.
Con parte de lo que Prestasalud ha venido pagando, explica, ya se pagaron los $200.000 millones que se debían al Ministerio de Salud, las licencias e incapacidades y se está en proceso de acordar cuánto deben pagarles a clínicas y hospitales, que representan el 90 % de las deudas que tiene Cafesalud. Lo que es un avance.
Sin embargo, en mayo y junio Prestasalud se atrasó con el pago de las cuotas que van a cinco años. “También estamos pendientes del mes de julio. Quedaron de ponerse al día y habrá que analizar qué pasa con esa mora si se cumplen los 90”, comentó Echeverri a mitad de julio.
Ante esto el consorcio de Prestasalud le explicó a El Espectador que el cronograma de pagos acordado en septiembre de 2017 se vio afectado por varias razones, como una orden del Tribunal de Cundinamarca y el corto tiempo de empalme, que han afectado la operación de Medimás. “Por dicha razón —y como lo exige el contrato—, en la actualidad se está negociando un cronograma definitivo, que se ajuste a la realidad que impuso dicho pronunciamiento judicial”. Aunque la cifra en mora no fue aclarada, Acosta estima que podría tratarse de un monto de $14 mil millones mensuales.
Precisamente por estos incumplimientos y quejas de pacientes, aunque menos frecuentes, persiste cierto pesimismo tanto por la operación de la EPS como por la venta de Cafesalud. De hecho, ha provocado que funcionarios como el procurador Carrillo sigan pidiendo su intervención, aún teniendo el precedente de que no funcionó ni con Saludcoop y Cafesalud.
Mientras tanto Medimás asegura que las finanzas de la EPS están funcionando según lo planeado, por lo que espera alcanzar el punto de equilibrio en cuatro años. Lo que significaría que después de casi una década habría terminado el traumático episodio que dejó Saludcoop.
El último año se convirtió en una prueba de fuego del Gobierno para demostrar si el sistema de salud se podía sanar. Con la entrada en operación de Medimás, la EPS que entró a reemplazar a Cafesalud tras su venta, se iba a saber si finalmente se podía cumplir con el objetivo de prestar un buen servicio a casi cinco millones de afiliados. Desde el primer día la operación de Medimás empezó en un escenario turbulento: el procurador, Fernando Carrillo, nunca estuvo de acuerdo con el proceso de venta; a sólo un mes ya se le estaba pidiendo a la Superintendencia de Salud que la interviniera y parecía que la recién creada EPS no lograba desprenderse del fantasma de Saludcoop que la rondaba. (Lea Superintendencia de Salud no intervendrá, por ahora, a la EPS Medimás)
La apuesta no era una pequeña, y 365 días después el balance es mixto, pues una cosa es la EPS y otra el proceso de venta. Aunque la lupa mediática ha estado más cargada en la prestación de servicios, es precisamente aquí en donde se han visto los grandes avances (por lo menos en cifras). En cambio, hechos como pagos atrasados por Prestasalud —el consorcio que compró Cafesalud— han aumentado la desconfianza sobre si la venta de Cafesalud era la mejor alternativa.
Medimás, un año después mejoran las cifras
La EPS no comenzó en las mejores circunstancias: con 4’900.000 afiliados, con una red de clínicas y hospitales (IPS) en construcción y con más de 160.000 tutelas heredadas de Cafesalud. En el último año si bien ha perdido a más de 700.000 afiliados, ha logrado solucionar más del 97 % de los recursos legales (tutelas) y mejorado los indicadores con los que se miden y se comparan las EPS entre sí.
Por ejemplo, su indicador de quejas por cada 10.000 afiliados pasó de 25 a 14,5 en el último año, lo cual además de mostrar una importante reducción también implica que está cerca del promedio de las demás EPS del país (13,5 por cada 10.000 afiliados). De hecho, ha mejorado en su queja más recurrente: la entrega de medicamento, pues su porcentaje de fórmulas despachadas subió del 72 al 85 %, estando cerca de alcanzar el promedio del sector del 92 %.
“Ninguna EPS en el país es perfecta, y por supuesto no lo es Medimás. Pero las cifras objetivas, y comparables, muestran que la operación ha mejorado, sobre todo este año. Una muestra de esto es que somos la segunda EPS en el país que más trasplantes ha realizado y nuestro indicador de tutelas es de 1,6 por cada 10.000, que es de hecho por debajo del promedio del sector (2,7)”, explicó Néstor Arenas, presidente de Medimás.
Sin embargo, la mejora de los indicadores de prestación no ha blindado a Medimás contra las críticas. De hecho, hay analistas como José Roberto Acosta, miembro de la Red por la Justicia Tributaria, que han advertido sobre la forma en la que está manejando Medimás su relación con las IPS.
“Según cifras del ADRES (entidad que maneja los recursos públicos de la salud), se aprecia que el 41 % de los recursos que ha pagado Medimás se han concentrado en tan solo ocho IPS, entre las cuales se encuentran varias clínicas y hospitales de los mismos socios de Prestasalud (la dueña de Medimás). Es decir, se está viendo un caso de integración vertical. Como si no fuera suficiente, el Ministerio de Salud publicó hace unos meses un decreto para flexibilizar los requisitos a Medimás”, advierte Acosta.
Frente a esta inquietud, Arenas responde que “la concentración de pagos se debe en gran parte a Esimed, que es la red de clínicas y hospitales que Prestasalud le compró a Cafesalud. Si quitamos este rubro, la concentración es menor del 20 % en siete IPS con NIT único. Es decir, hay entidades que pueden tener más de diez clínicas y hospitales”.
En cuanto al decreto, específicamente el 682 del 2018 (de abril), el presidente de Medimás explica que “fue una norma que tan solo nos ayudó a fortalecer un gobierno corporativo transparente. De hecho, si quisieran favorecernos, no lo habrían publicado tan pronto”.
Carmen Eugenia Ávila, viceministra de Salud, explicó a El Espectador que este decreto se venía cocinando desde antes y surgió como una respuesta a los cambios que viene teniendo el negocio de la salud. Debido a que con el tiempo los dueños de clínicas y hospitales entraron también a ser las cabezas de EPS, desde hace unos años el Gobierno viene sacando una serie de normas para autorizar el funcionamiento de las EPS, entre estas el Decreto 682. En sus palabras, lo que busca este documento es que las EPS tengan un gobierno corporativo transparente, que se sepa públicamente quiénes son los miembros de las juntas directivas y que no tengan preferencia alguna con clínicas y hospitales, entre otras. Normas que, sorprendentemente, no existían, pero que buscan ponerle la lupa a la relación de clínicas y EPS.
Venta de Cafesalud, un negocio donde siguen las dudas
Según Ángela María Echeverri, liquidadora de Saludcoop, la venta de Cafesalud tenía dos objetivos: encontrar un nuevo operador idóneo y recoger dinero para poder pagar las deudas de Cafesalud. Ante lo primero, cree que ya ha “pasado un tiempo suficiente para estabilizar la operación y normalizar el servicio” y sobre lo segundo, afirma que el proceso va avanzando, pero no sin ciertas barreras.
Con parte de lo que Prestasalud ha venido pagando, explica, ya se pagaron los $200.000 millones que se debían al Ministerio de Salud, las licencias e incapacidades y se está en proceso de acordar cuánto deben pagarles a clínicas y hospitales, que representan el 90 % de las deudas que tiene Cafesalud. Lo que es un avance.
Sin embargo, en mayo y junio Prestasalud se atrasó con el pago de las cuotas que van a cinco años. “También estamos pendientes del mes de julio. Quedaron de ponerse al día y habrá que analizar qué pasa con esa mora si se cumplen los 90”, comentó Echeverri a mitad de julio.
Ante esto el consorcio de Prestasalud le explicó a El Espectador que el cronograma de pagos acordado en septiembre de 2017 se vio afectado por varias razones, como una orden del Tribunal de Cundinamarca y el corto tiempo de empalme, que han afectado la operación de Medimás. “Por dicha razón —y como lo exige el contrato—, en la actualidad se está negociando un cronograma definitivo, que se ajuste a la realidad que impuso dicho pronunciamiento judicial”. Aunque la cifra en mora no fue aclarada, Acosta estima que podría tratarse de un monto de $14 mil millones mensuales.
Precisamente por estos incumplimientos y quejas de pacientes, aunque menos frecuentes, persiste cierto pesimismo tanto por la operación de la EPS como por la venta de Cafesalud. De hecho, ha provocado que funcionarios como el procurador Carrillo sigan pidiendo su intervención, aún teniendo el precedente de que no funcionó ni con Saludcoop y Cafesalud.
Mientras tanto Medimás asegura que las finanzas de la EPS están funcionando según lo planeado, por lo que espera alcanzar el punto de equilibrio en cuatro años. Lo que significaría que después de casi una década habría terminado el traumático episodio que dejó Saludcoop.