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Esta semana se reanudaron las conversaciones entre los negociadores de México y Estados Unidos para llegar a un nuevo acuerdo sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que ha sido una de las grandes disputas comerciales entre estos dos países, además de Canadá.
Uno de los puntos más difíciles en esta negociación es llegar a un acuerdo sobre el sector automotriz, que es de gran interés para México Y EE.UU., principalmente, pero también para compañías como BMW, Nissan o Volkswagen.
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El canciller Luis Videgaray, el jefe negociador y ministro de Economía, Ildefonso Guajardo, y su quien será su sucesor, Jesús Seade, designado por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se reunieron por tercera semana consecutiva con contrapartes del gobierno de Donald Trump en la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos.
Consultado sobre la definición de temas espinosos, como la inclusión de una cláusula que obligue a revisar el tratado cada cinco años, y el cambio de las reglas de origen para la industria automotriz, Guajardo insistió en que "nada está acordado hasta que todo esté acordado”, dijo el funcionario en declaraciones a la agencia AFP.
EE.UU. ha estado buscando formas de desalentar el traslado de fábricas y empleos a México debido a que su mano de obra es más barata. Los salarios del sector automotor de Canadá están más cerca de los de EE.UU., lo que hace que este tema se alinee con los intereses de EE.UU. Jerry Dias, líder sindical canadiense cuyo sindicato, Unifor, representa a los trabajadores del sector automotor de su país, se ha quejado durante mucho tiempo por las diferencias salariales y de derechos de los trabajadores, que lleva a las empresas a trasladar empleos a México, una crítica compartida por el presidente estadounidense, Donald Trump.
EE.UU., Canadá y México están presionando para lograr este mes un acuerdo a fin de dar tiempo suficiente para que Trump y el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, firmen el pacto antes de que López Obrador asuma el cargo el 1 de diciembre. Eso quitaría la presión a López Obrador y le permitiría enfocarse en otras prioridades.
Si bien Canadá no ha asistido a las reuniones de las últimas tres semanas, y los funcionarios de la administración Trump se han mostrado públicamente optimistas sobre las conversaciones con México, Canadá y México han reiterado que esperan que TLCAN siga siendo un acuerdo de tres naciones.
El TLCAN, vigente desde 1994 entre Estados Unidos, México y Canadá, se renegocia desde agosto del año pasado a exigencia de Trump, quien lo ha calificado como "desastroso" para su país, argumentando pérdida de empleos e inversiones.
La renegociación ha sido utilizada por Trump como una herramienta para presionar a sus vecinos e incluso llegó a ser una condición para revisar si EE.UU. le imponía aranceles al acero y al aluminio a estos dos países (una de las primeras medidas implementadas por el mandatario estadounidense en su guerra comercial). Al final del día, los aranceles entraron en efecto para estas dos naciones (así como para la Unión Europea) y el tratado continúa sin ser firmado.