El bitcóin está teniendo un segundo aire: ¿es momento de celebrar o asustarse?
La mayor criptomoneda en el mundo está por encima del nivel registrado en abril de 2022, cuando el mundo cripto sufrió una especie de implosión. ¿Es esta tendencia algo sostenible o una burbuja momentánea?
Que el bitcóin supere los US$42.000 es solo el comienzo de un nuevo superciclo de las criptomonedas que llevará al mayor token del mundo por encima de los US$500.000, posiblemente.
Esta es la sensación palpable de euforia dentro de la comunidad de activos digitales en este momento, donde el mayor token viene saliendo de su tercer mes de ganancias, sumando otro 11% en lo que va de diciembre para cotizar en su nivel más alto desde que el mercado empezó a implosionar en abril de 2022. Todo el entusiasmo por el repunte está generando predicciones exageradas sobre nuevas alzas, la mayoría de ellas basadas en poco más que intuición u oscuros análisis técnicos.
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La criptomoneda está en medio de un resurgimiento que pocos vieron venir este año. Ha subido más de 150% en lo que va de 2023, ya que muchos observadores del mercado anticipan que un fondo cotizado en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) que posee directamente el token se podría aprobar pronto para operar en Estados Unidos. El júbilo llevó al director ejecutivo de Coinbase, Brian Armstrong, por ejemplo, a publicar que “bitcóin puede ser la clave para extender la civilización occidental”. Mientras tanto, las profecías sobre lo alto que podría llegar la moneda iban desde los US$50.000, hasta por encima de los US$530.000.
“Se está volviendo una locura otra vez”, dijo Matt Maley, estratega jefe de mercado de Miller Tabak. “Ese tipo de comentarios muestra lo rápido que puede cambiar el sentimiento hacia esta clase de activos”.
“Yo diría que una de las razones más importantes por las que el bitcóin repuntó con tanta fuerza en 2020 y 2021 fue el masivo ingreso de liquidez al sistema debido a la pandemia”, añadió Maley. “Sin otro gran programa de liquidez, algunas de esas predicciones son una quimera”.
Hace tiempo que se espera un ETF (un título que se pueda tranzar en bolsa) estadounidense basado en bitcóin, con la idea de que un producto de este tipo permitiría a los gestores de dinero comprarlo para sus clientes con mayor facilidad, lo que a la larga podría aportar miles de millones de dólares de nuevas inversiones a este espacio.
“Desde mediados de octubre, hemos observado un cambio real en el mercado impulsado por un creciente entusiasmo institucional en torno a la posible aprobación de un ETF de BTC spot y, más recientemente, una mejora del entorno macro”, escribieron investigadores de Kaiko en una nota. También señalan que los productos de criptoinversión han experimentado entradas en los últimos días y que los volúmenes diarios al contado en noviembre alcanzaron un máximo de siete meses.
No es inusual que el entusiasmo por un repunte más amplio de las criptomonedas se extienda como pólvora en X, la plataforma antes conocida como Twitter. Allí se produce gran parte del discurso cripto y los aficionados a los activos digitales son conocidos por publicar memes burlándose de los incrédulos por perderse las ganancias.
Pero el bitcóin ha pasado por muchos de estos ciclos de exageración en los últimos años, y las ganancias se celebran pese a que la moneda aún tiene que ganar otro 65% desde los niveles actuales para alcanzar su máximo histórico de 2021 de alrededor de US$69.000. Las rachas pasadas terminaron en caídas, como el año pasado que el bitcóin perdió un 64% después de subir un 60% el 2021.
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Eso no ha logrado disuadir a los fieles a las criptomonedas, que han estado tuiteando que el bitcóin se volvió “parabólico” y los bitcoiners que se regocijan por el repunte. Otros reiteraron el punto a menudo citado —y a menudo desacreditado— de que las criptomonedas pueden ser un activo de “fuga hacia la calidad”, lo que significa que pueden ser un refugio en tiempos turbulentos.
Muchos más se burlaron de los bajistas por no haber previsto la gran subida, aludiendo a un meme que alguna vez se difundió ampliamente dentro del espacio conocido por las siglas HFSP, que significa “diviértete siendo pobre”.
“La combinación de especulación sobre el ETF y ahora la esperanza sobre la flexibilización de los recortes de tasas de interés es otro frenesí especulativo”, dijo Michael O’Rourke, estratega jefe de mercado de JonesTrading. “¿La gente que ha estado esperando el ETF y se perdió un repunte de US$20.000 va a pagar el doble porque sea un ETF? Probablemente no”, dijo, y agregó que “el activo es un juego puramente especulativo y, en los 14 años que lleva existiendo, no ha mostrado ninguna utilidad real más que la especulación y la transferencia ilícita de dinero”.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.
Que el bitcóin supere los US$42.000 es solo el comienzo de un nuevo superciclo de las criptomonedas que llevará al mayor token del mundo por encima de los US$500.000, posiblemente.
Esta es la sensación palpable de euforia dentro de la comunidad de activos digitales en este momento, donde el mayor token viene saliendo de su tercer mes de ganancias, sumando otro 11% en lo que va de diciembre para cotizar en su nivel más alto desde que el mercado empezó a implosionar en abril de 2022. Todo el entusiasmo por el repunte está generando predicciones exageradas sobre nuevas alzas, la mayoría de ellas basadas en poco más que intuición u oscuros análisis técnicos.
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La criptomoneda está en medio de un resurgimiento que pocos vieron venir este año. Ha subido más de 150% en lo que va de 2023, ya que muchos observadores del mercado anticipan que un fondo cotizado en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) que posee directamente el token se podría aprobar pronto para operar en Estados Unidos. El júbilo llevó al director ejecutivo de Coinbase, Brian Armstrong, por ejemplo, a publicar que “bitcóin puede ser la clave para extender la civilización occidental”. Mientras tanto, las profecías sobre lo alto que podría llegar la moneda iban desde los US$50.000, hasta por encima de los US$530.000.
“Se está volviendo una locura otra vez”, dijo Matt Maley, estratega jefe de mercado de Miller Tabak. “Ese tipo de comentarios muestra lo rápido que puede cambiar el sentimiento hacia esta clase de activos”.
“Yo diría que una de las razones más importantes por las que el bitcóin repuntó con tanta fuerza en 2020 y 2021 fue el masivo ingreso de liquidez al sistema debido a la pandemia”, añadió Maley. “Sin otro gran programa de liquidez, algunas de esas predicciones son una quimera”.
Hace tiempo que se espera un ETF (un título que se pueda tranzar en bolsa) estadounidense basado en bitcóin, con la idea de que un producto de este tipo permitiría a los gestores de dinero comprarlo para sus clientes con mayor facilidad, lo que a la larga podría aportar miles de millones de dólares de nuevas inversiones a este espacio.
“Desde mediados de octubre, hemos observado un cambio real en el mercado impulsado por un creciente entusiasmo institucional en torno a la posible aprobación de un ETF de BTC spot y, más recientemente, una mejora del entorno macro”, escribieron investigadores de Kaiko en una nota. También señalan que los productos de criptoinversión han experimentado entradas en los últimos días y que los volúmenes diarios al contado en noviembre alcanzaron un máximo de siete meses.
No es inusual que el entusiasmo por un repunte más amplio de las criptomonedas se extienda como pólvora en X, la plataforma antes conocida como Twitter. Allí se produce gran parte del discurso cripto y los aficionados a los activos digitales son conocidos por publicar memes burlándose de los incrédulos por perderse las ganancias.
Pero el bitcóin ha pasado por muchos de estos ciclos de exageración en los últimos años, y las ganancias se celebran pese a que la moneda aún tiene que ganar otro 65% desde los niveles actuales para alcanzar su máximo histórico de 2021 de alrededor de US$69.000. Las rachas pasadas terminaron en caídas, como el año pasado que el bitcóin perdió un 64% después de subir un 60% el 2021.
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Eso no ha logrado disuadir a los fieles a las criptomonedas, que han estado tuiteando que el bitcóin se volvió “parabólico” y los bitcoiners que se regocijan por el repunte. Otros reiteraron el punto a menudo citado —y a menudo desacreditado— de que las criptomonedas pueden ser un activo de “fuga hacia la calidad”, lo que significa que pueden ser un refugio en tiempos turbulentos.
Muchos más se burlaron de los bajistas por no haber previsto la gran subida, aludiendo a un meme que alguna vez se difundió ampliamente dentro del espacio conocido por las siglas HFSP, que significa “diviértete siendo pobre”.
“La combinación de especulación sobre el ETF y ahora la esperanza sobre la flexibilización de los recortes de tasas de interés es otro frenesí especulativo”, dijo Michael O’Rourke, estratega jefe de mercado de JonesTrading. “¿La gente que ha estado esperando el ETF y se perdió un repunte de US$20.000 va a pagar el doble porque sea un ETF? Probablemente no”, dijo, y agregó que “el activo es un juego puramente especulativo y, en los 14 años que lleva existiendo, no ha mostrado ninguna utilidad real más que la especulación y la transferencia ilícita de dinero”.
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