Cerca de $4.133 pesos colombianos hacen falta para comprar un dólar en este momento; hace un mes, con unos $3.835 se adquiría una unidad de la divisa en las casas de cambio. Entre estas dos cifras hay una distancia de poco más de $300 que el billete verde ha recorrido a paso ligero.
En cuestión de un mes, la tasa de cambio recorrió un camino cuesta arriba que –a la fecha– la tiene en niveles no vistos desde octubre del año pasado.
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“Durante todo el mes (junio), el dólar no ha hecho más que subir. Ha presentado un aumento desde el 9 de junio, cuando llegó a los $3.965 (similar a abril de 2024 y el 11 de diciembre de 2023), y registrando máximos de $4.175 (similar a octubre de 2023)”, recalca Michael Ortegón, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de UNINPAHU.
Y es que, tras un primer semestre volátil, este martes tendrán lugar las primeras operaciones de la segunda mitad del año y la pregunta en este punto es: ¿qué panorama le espera al billete verde? La primera semana de julio podría marcar la tendencia de todo el mes.
¿Qué le espera al dólar?
Del 24 al 28 de junio, el dólar en Colombia experimentó notables fluctuaciones. Comenzó la semana con una Tasa Representativa del Mercado (TRM) en $4,143, para luego bajar hasta $4.104, el día siguiente registró $4.093, para luego alzarse a $4.133.
En principio, un repunte en el dólar, como el actual, podría allanar el camino de un dólar más estable en lo que resta del año, por cuanto habría más divisas ingresando al país vía exportaciones.
“La demanda de dólares por exportaciones, ventas internacionales u otras operaciones cambiarias es alta en este momento, lo que hace que el precio del dólar aumente, pero una vez se estabilice esta demanda puede empezar a caer”, asevera el decano de UNINPAHU.
No obstante, las decisiones de política monetaria del Banco de la República podrían ser un contrapeso para futuras bajas en el dólar.
Según Juan Carlos Rivera Rueda, docente del Programa de Economía de la UNAD, “la variabilidad del dólar ha sido impulsada en parte por la reciente decisión del Banco de la República de reducir la tasa de interés de referencia a 11,75 %”.
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Y es que, en una decisión esperada por los mercados, el Banco de la República anunció que redujo nuevamente sus tasas de interés. Esta es la quinta ocasión consecutiva en la que la junta directiva del Banco Central toma esta determinación desde que empezó su ajuste de política monetaria como respuesta al coletazo inflacionario pospandemia.
“Esta medida busca estimular la economía local y controlar la inflación, pero también tiene el efecto de disminuir la atractividad de inversiones en activos denominados en pesos colombianos, lo que puede contribuir a una depreciación del peso”, explica Rivera.
Por su parte, otros piensan que la última decisión del Banrep tiene detrás un buen comportamiento de la inflación y la necesidad de impulsar la economía colombiana, cuyo crecimiento se ha frenado en el último según las cifras del Producto Interno Colombiano (PIB) del primer trimestre de 2024 (en ese periodo, la economía nacional creció un 0,7 % frente al 2,7 % que se veía hace un año).
Dos señales que, en últimas, serían bien valoradas por los inversionistas que constantemente buscan dónde llevar sus dólares.
“La decisión del Banrep, de disminuir en 50 puntos la tasa de interés, da un mensaje de reactivación económica y de respiro macroeconómico, teniendo en cuenta que la tasa de inflación ha venido cediendo de acuerdo con las metas establecidas por el banco”, explica Sebastián Chacón Marín, director de la Escuela de Negocios y Desarrollo Internacional del Politécnico Grancolombiano.
En la semana que inicia este martes 2 de julio, se espera que los mercados asimilen el anuncio del recorte de tasas. En este contexto, habría vientos a favor para que el dólar se ubique en una especie de meseta en torno a los $4.000.
“Se prevé que la próxima semana el dólar pueda estar a la baja levemente y estabilizarse por debajo de los $4.100″, estima Sebastián Chacón.
No obstante, mientras que en Colombia el costo del endeudamiento baja, en Estados Unidos la incertidumbre por las tasas de interés crece.
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Para los expertos, la fortaleza del dólar ha sido influenciada por la posición dela Reserva Federal de EE. UU. de mantener estables las tasas de interés. Las autoridades estadounidenses señalaron que ahora esperan recortar las tasas solo una vez este año, en contraste con las tres reducciones pronosticadas en marzo.
“Estas expectativas fortalecen al dólar y ejercen presión sobre las monedas emergentes como el peso colombiano. Además, las tensiones comerciales globales y los datos económicos positivos provenientes de EE. UU. también han contribuido a esta dinámica”, añade el docente de la UNAD.
Petróleo y dólar, ¿un espejo?
Los recientes movimientos del dólar guardan cierta similitud con los del petróleo. Precisamente, la cotización del combustible es uno de los factores internacionales con mayor eco en cuestiones cambiarias. Solo basta recordar que el petróleo es el primer producto de exportación de Colombia y, por tanto, la principal fuente de divisas.
Al observar el índice Brent, desde el inicio de junio el precio por barril no ha dejado de subir. “Esto sugiere que hay una afectación directa en el precio del dólar en el país”, precisa Michael Ortegón.
Un precio del petróleo al alza tiene detrás un apetito creciente por la demanda de energía y, por tanto, de dólares que permitan pagar los envíos de barriles. Una tensión que favorecería la estabilización del dólar con el peso colombiano.
Dólar en la primera semana de julio
Pensando en la semana que inicia, el precio del dólar seguirá siendo moldeado por la divulgación de indicadores económicos clave en Colombia y EE. UU., correspondientes al desempeño del primer semestre, así como por noticias en el plano fiscal.
Precisamente, en el último mes han sonado alarmas por el estado de las finanzas públicas y por las dificultades que tendría el Gobierno para recortar sus niveles de gasto y, con ello, cumplir la regla fiscal.
Frente a esto último, la definición del decreto 1766 de 2024 (que recorta en $20 billones el Presupuesto General) aclara el panorama de las cuentas nacionales.
Para Henry Amorocho, docente de Hacienda Pública y Presupuesto de la Universidad del Rosario, este hecho ayuda a tener una mayor confianza de los mercados.
“Este hecho clarifica el presupuesto y elimina la incertidumbre con el cumplimiento de la regla fiscal, lo que sirvió para que el precio del dólar se redujera a finales de la semana pasada, teniendo una visión bajista soportada también por lo que hizo el Banco de la República”, agrega.
Los anteriores factores enmarcan una especie de pesos y contrapesos que, de acuerdo con los pronósticos de los analistas, conducirían a un dólar más estable para la semana entre el 2 y el 5 de julio.
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