Los cambios que se vienen con el aumento del salario mínimo en Colombia
En las pensiones, en distintos servicios, en el salario mínimo integral y también en el dinero destinado al transporte para empleados que ganan menos de $2.320.000 mensuales.
Edwin Bohórquez Aya
Es miércoles, día de El Espectador le explica. Son muchos los cambios que llegan con el nuevo salario mínimo que se logró concertar el pasado 15 de diciembre, así que siguiendo la recomendación de varios de ustedes y que nos llegaron vía correo electrónico, aquí va este boletín con los detalles de cómo fue la negociación, quiénes participaron en ella, por qué los empresarios no hicieron propuesta, qué significa eso de la desindexación, qué pasa con las pensiones y por qué era determinante tener en cuenta, más que nunca, la inflación en Colombia. Recuerden entrar a cada uno de los enlaces que dejaremos a continuación. Comencemos.
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Es miércoles, día de El Espectador le explica. Son muchos los cambios que llegan con el nuevo salario mínimo que se logró concertar el pasado 15 de diciembre, así que siguiendo la recomendación de varios de ustedes y que nos llegaron vía correo electrónico, aquí va este boletín con los detalles de cómo fue la negociación, quiénes participaron en ella, por qué los empresarios no hicieron propuesta, qué significa eso de la desindexación, qué pasa con las pensiones y por qué era determinante tener en cuenta, más que nunca, la inflación en Colombia. Recuerden entrar a cada uno de los enlaces que dejaremos a continuación. Comencemos.
La discusión se dio en medio de una realidad económica que se debía tener cuenta en cada fase de la negociación: inflación al alza, el aumento en las tasas de interés de referencia a cargo del Banco de la República y los indicadores que llevaban a los analistas a hablar de una recesión a la vista. La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dejaba claro que este año el dato de productividad sería discutido entre sindicatos, empresarios y el Gobierno. “La cifra es clave para las negociaciones del salario mínimo pues el incremento salarial suele empezar en la suma de la inflación esperada y la productividad laboral”, contaban los colegas de Negocios.
El 30 de noviembre comenzó formalmente la concertación y la directora del DANE, Piedad Urdinola, dijo que las metodologías de medición que se tendrían en cuenta serían la KLEMS (que es estándar internacional y la que usualmente se utiliza), la Conference Board y otra de la OCDE, en donde se analizan la cantidad de horas trabajadas por persona. “Estaremos trabajando para que estas cifras sean las más convenientes para las mayorías colombianas”, apuntó la ministra Ramírez.
Ese mismo día el país se enteró de que en octubre el desempleo fue del 9,7 %, es decir, había bajado un 2,3 % en comparación con el mismo mes del año pasado. Eso se traducía en que “la población empleada del país fue de 22,6 millones de personas frente a las 21,1 millones ocupadas el mismo mes en 2021″, escribía María Camila Ramírez Cañón, justo antes de citar a Bruce Mac Master, quien aseguró que ese era “un resultado positivo para el país. Siempre será un motivo de optimismo que más de un millón y medio de personas logren encontrar trabajo, como sucedió en el décimo mes del año”.
Al día siguiente quedó definida la cifra de productividad: 1,24%. La directora del DANE, Piedad Urdinola, fue la encargada de anunciarla. ¿Y cómo la concluyeron y con qué metodología? “La elegida fue la KLEMS, la cual arrojó que la Productividad Total de los Factores (PTF) fue de 1,24 % en 2022. De esta cifra se resalta que no toma toda la economía para su cálculo, sino que discrimina el aporte de los trabajadores. De allí que a la mesa de concertación le haya parecido justa para tenerla como variable en la concertación del salario mínimo”.
¿Sabe quién decide su sueldo? Gobierno, liderado por la ministra de Trabajo; empleadores, por la Andi; y los trabajadores, comandados por la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC).
Mientras las conversaciones se mantenían en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, CPCPSL, se sabía que los niveles de crédito de los hogares preocupaban en el segundo semestre de este año, “y un poco de cara al retador panorama que ofrece 2023″, de acuerdo con las conclusiones del Reporte de Estabilidad Financiera. Mejor dicho: los hogares colombianos se vienen endeudando en “valores cercanos a los máximos registros históricos” medido por la cantidad de desembolsos de créditos en lo corrido de 2022. Decían los colegas de Negocios que escribieron el análisis: “En otras palabras, pareciera que se han contraído nuevas deudas, en vez de saldar las viejas y cerrar ese grifo”.
¿Cómo mantener el poder adquisitivo de los trabajadores en Colombia? ¿Usted sabía que casi la mitad de la población ocupada en el país gana menos de un salario mínimo al mes? ¿Y que tan solo el 0,8 % de la misma devenga más de 10 salarios mínimos? ¿Cómo lograr un aumento de ese pago que reciben los empleados sin perderlo por culpa de la inflación? ¿Qué se debe hacer para poder comprar más con menos dinero y no menos con más dinero, como nos está pasando ahora mismo?:
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Este año, en particular, se logró una discusión más profunda de las que se daban donde se esperaba el dato de productividad, los sindicatos soltaban su cifra y los gremios económicos hacían lo propio. Y comenzaba el tira y afloje. Pero en esta ocasión, en este 2022, y “con el ánimo de cuidar el poder adquisitivo de los trabajadores en 2023, el Ministerio de Hacienda publicó el listado de obligaciones económicas que serán desindexadas del salario mínimo desde el 1 de enero. ¿Qué significa esto y cómo ayuda para que el dinero alcance para más cosas?”, se preguntaron los colegas de Negocios. Es simple de explicar: si el salario mínimo subía, por ejemplo, el 5%, los cobros de las multas de tránsito también subían ese 5%. Si subía un 10%, esos cobros también subían el 10%. Y con la buena nueva del Minhacienda, esos aumentos ya no estarán atados al mínimo sino a Unidades de Valor Tributario (UVT), que año tras año crecen con base en el IPC. ¿Qué se lograría? Que ahora todos esos aumentos no se ‘coman’ el aumento del salario mínimo, sino que sean menores y con ello le quede más dinero al trabajador, de tal forma que se pueda contar con más dinero para invertir en su bienestar. Se trata de 84 productos anunciados y el objetivo es que se llegue a 200 actividades para que no queden amarradas al aumento del mínimo. Hablamos de derechos notariales o de las multas de tránsito, por ejemplo.
Volviendo a la negociación, Jorge Sáenz nos recordaba que la relación del Gobierno con los gremios es de aquellas de “amores y odios”. Escribía en este extenso y analítico texto que “el espacio entre el Gobierno y estas organizaciones ha venido ganando distancia. La renuncia de algunos dirigentes, no de todos, tuvo que ver con algún guiño o una decisión de la administración de Gustavo Petro. Esto se evidenció en los motivos que llevaron a la dimisión de Roberto Vélez, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC). Fue un pedido directo de la Casa de Nariño, dijo Vélez”. Allí se informó que “estos movimientos no caen bien entre parte del empresariado del país. Un empresario consultado sostuvo, por ejemplo, que este ambiente “no es sano”. Y un analista, que prefirió el anonimato, aseguró que siempre debe haber una independencia crítica y constructiva frente al Gobierno”.
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El 9 de diciembre los sindicatos soltaron la cifra con la que buscaban llegar a negociar, pero ¿qué implicaba para el país un aumento de ese tamaño? ¿Cómo entraba la desindexación en costos directos que los trabajadores asumen a diario como la salud, el transporte y la educación? ¿Por qué los empresarios, como no había sucedido antes, no presentaron una cifra en su sentada en la negociación? ¿Qué tantos colombianos están al margen del nuevo salario mínimo?:
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El 14 de febrero, a pocas horas de la fecha límite para lograr la concertación, el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, recordó que el panorama macroeconómico en Colombia es tan complejo que preferían no poner un piso en la negociación y, al contrario, usar ese 20 % propuesto por las centrales obreras como un techo para concertar. Fueron claros que subir el 20% era alto y podría afectar, por ejemplo, la capacidad de contratación para el 2023. En últimas, sin ser economistas y financieros, esto se trataba de encontrar una cifra superior a la inflación, tener en cuenta la desindexación y lograr que el dinero que se le pague a cada trabajador le alcance para cubrir sus gastos, le quede en lo posible para ahorrar o invertir en su bienestar. Se trata de una cadena circular. Imaginen esta escena: si el trabajador tiene dinero para comprar, pues le comprará a una empresa que vende y esta a su vez podrá mantener su flujo, producir, vender y mantener los empleos. Pero si no logra vender, pues se rompe la cadena. Esto es, al final, un gana – gana.
Y el 15 de diciembre el país se enteró de la noticia: el salario mínimo en 2023 será de $1.160.000. Empresarios y trabajadores concertaron un incremento del 16% y del 20 % para el auxilio de transporte (quedará en $140.606), para un total de $1.300.606. Aunque se logró la concertación, fue el presidente Gustavo Petro quien hizo el anuncio y, además, enfatizó en el que ha sido el reclamos de las centrales obreras: “También espero que se recupere el incremento de la productividad promedio de la economía nacional, y que podamos también hacer saltar la demanda interna en Colombia en sus sectores más vulnerables, de tal manera que no solo podamos corregir una situación de crecimiento del hambre, sino también que se convierta en motor del crecimiento económico. Si la demanda interna crece en Colombia el año entrante, estoy convencido que crecerá la economía mucho más allá del pronóstico optimista que las condiciones internacionales están imponiendo para el país”.
¿Quién tiene derecho al subsidio de transporte? Los trabajadores que devengan sueldos menores a dos salarios mínimos legales vigentes, es decir, que este ingreso no podrá ser entregado a aquellas personas que devenguen más de $ 2.320.000 mensuales.
¿Qué dijeron los empresarios y qué los trabajadores? “Nos vamos contentos con la concertación, con el hecho de que podemos llegar a acuerdos y con la posibilidad de dialogar con personas racionales y bien intencionadas que están queriendo tomar la mejor decisión posible”, dijo Mac Master, de la Andi. El presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés, celebró que el aumento y la concertación. “Este acuerdo refleja que los colombianos podrán mejorar su poder adquisitivo el próximo año”. Dijo la ministra de trabajo que por primera vez en la historia de este tipo de negociaciones, se unieron empleadores, trabajadores y gobierno para “proteger el valor adquisitivo del salario”.
Y como ya estaba definido el salario mínimo, también era preciso contar en cuánto quedó el salario mínimo integral, pues este equivale a 10 SMLV, lo que quiere decir que con el aumento del 16% la parte salarial quedará en $11.600.000, más $3.480.000 de la parte prestacional, para un total de $15.080.000, que es el pago a esos trabajadores que regirá en 2023.
“Los trabajadores que ganan el mínimo tendrían un incremento salarial real del 4 % (no 16 %) debido a la pérdida del poder adquisitivo del último par de años y por la inflación proyectada para el 2023. El incremento de los arriendos del próximo año, de hasta el 13 %, será lo que más golpeará el bolsillo de los hogares”
Juan Camilo Vega
La redacción de Negocios indagó cuánto es el salario mínimo en otros países, como Estados Unidos, Canadá, España, Argentina, Brasil y México, entendiendo que son contextos distintos, normatividad distinta y economías distintas, pero basados en el más reciente Informe Mundial sobre Salarios 2022-2023 de la Organización Mundial del Trabajo (OIT). “En Argentina equivale aproximadamente a 1 millón 500 mil pesos, en Brasil 1 millón 100 mil pesos y por último México con 1 millón 250 mil pesos. Todos estos datos varían de acuerdo con la posición de las divisas en el mundo”, escribieron.
Y por el lado de las pensiones, ¿qué? “Teniendo en cuenta la Ley 100, los ajustes pensionales anuales no solamente dependen del incremento porcentual del salario mínimo, sino también de la inflación, por eso, para las pensiones que en 2022 eran iguales a un mínimo, $1.000.000, el incremento será lo acordado, es decir, un 16 %. Pero, en cambio, las pensiones que sean superiores a $1.160.000, subirán de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor del 2022. Esa cifra se definirá el 5 de enero de 2023 por el DANE, pero teniendo en cuenta los cálculos del Banco de la República, será cercana al 12 %”, contaron los colegas de Negocios en este texto.
¿Cuáles son los que sí suben al mismo ritmo del salario mínimo? “Los servicios de grúa y el Seguro Obligatorio contra Accidentes de Tránsito SOAT también suben de precio. De igual forma, los aportes al sistema de pensiones, los servicios del ICA, las tarifas de buses intermunicipales, los servicios públicos, los derechos notariales y de registro de predios y los servicios veterinarios”, entre otros.
Son 3,4 millones de colombianos los que ganan el salario mínimo en Colombia, pero el golpe inflacionario ha sido para todos, pues hoy compramos menos productos y servicios por la misma plata que hace un año. El salario, en todos los niveles, alcanza para menos. El 2023 será un año retador, los vientos de recesión siguen soplando, la inflación no afloja, el dólar está caro y le pega de forma directa a los agricultores a la hora de comprar insumos, lo que nos encarece los huevos, solo por dar un ejemplo de la que era la proteína más barata en el menú. Desde el primero de enero ya veremos el aumento de precios, en mayor o menor proporción, pero tendremos que pagar más, así que no hay mejor recomendación que esa que daban unos viejos banqueros en tiempos de crisis económica: ‘hay que gastar menos de lo que se gana’, algo que parece obvio, pero que no todo el mundo logra poner en práctica, no solo por falta de educación financiera sino porque son muchos los colombianos que no logran recibir ni siquiera el salario mínimo. Sí, ni el mínimo.
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