El exquisito paladar de un cervecero
Club Colombia es reconocida por tercera vez con la Medalla de Oro del Monde Selection de Bélgica. La Club Roja fue galardonada con la de plata. Registro de una cata prémium.
Diana Carolina Cantillo E.
“Bienvenidos. Esta noche disfrutarán de la mejor cerveza colombiana”, saluda –acompañado de una maestra cervecera– Richard Rushton, presidente de Bavaria S.A., a 100 personas que están en el auditorio de la compañía. Todos los allí presentes asistieron a la velada porque querían aprender a catar una cerveza de alta calidad y reconocimiento mundial. Querían catar una Club Colombia.
Quien no estuviera enterado de quién es el personaje, el empresario, lo confundiría con un maestro cervecero que está de paso por la empresa, pues él habla con propiedad y explica las bondades del lúpulo Vaaz y de la malta Cristal con la que es fabricada la cerveza y expone con efusividad las sensaciones que, según él, despierta tomarse una Club Colombia Roja, su cerveza favorita.
“Por favor, observen su brillo, su intenso color dorado, su cremosa y rica espuma, sus burbujas seductoras, su cuerpo. Huélanla, sientan su intenso aroma, sabor acaramelado. Vean su figura esbelta, la combinación del dorado con el rojo, su elegancia, su porte”, dice Rushton, exaltando las propiedades de la bebida. Si no fuera porque habló de la característica espumosa de la cerveza, se podría pensar que habla de una sexy, apasionada y distinguida mujer.
Cien por ciento colombiana, premium tipo larger, extra rubia o roja, espumosa, burbujeante y seca: así es Club Colombia, una cerveza que nació en el país en 1949 con el nombre de Club 60. Con seis décadas de vida en el mercado, se ha posicionado como una bebida para conocedores –como alguna vez lo expresara su logo–, razón por la que fue premiada por tercera vez consecutiva con la Medalla de Oro del Monde Selection de Bélgica.
“Es un verdadero orgullo. La gente en Bavaria está completamente enfocada en garantizar calidad de clase mundial a nuestros productos. Y gracias a 122 años de experiencia cervecera e ingredientes naturales de la mejor calidad, hemos logrado que Club Colombia sea el primer producto colombiano en lograr tres oros del Monde Selection”, repite una y otra vez este maestro cervecero – sin título, pero en potencia–.
Rushton confiesa que le recorre un escalofrío cada vez que se acuerda del reconocimiento ganado. Mira las mesas y se da cuenta de que varios de los invitados tienen sus botellas vacías. Interrumpe a la maestra cervecera para deci: “Aquí puede faltar todo, menos una Club Colombia”.
Él es un hombre sencillo que desde enero de este año es presidente de la reconocida compañía, después de trabajar desde 1997 en SAB International, multinacional cervecera propietaria de Bavaria. Viste de jeans, camisa y chaqueta, y siempre se le ve sonriente. Se regaña a sí mismo con un golpe suave en la cabeza cuando pronuncia mal alguna palabra. Se ríe y se excusa por su español, que siempre trata de perfeccionar, pero su inglés sudafricano –país donde nació– es muy marcado, tanto como su gusto por disfrutar al menos tres veces al día una cerveza y como leer biografías de ejecutivos y políticos exitosos.
—¿A qué es equivalente ganarse una distinción como la del Monde Selection de Bélgica: al sentimiento de un actor al ganarse un Óscar, al de un cantante al ser galardonado con un Grammy o a la sensación de un escritor al recibir el Premio Nóbel de Literatura?
—¡Ja! Es incomparable, pero me imagino que es igual de emocionante —, dice mientras suelta una carcajada.
Club Colombia ha creado alrededor del producto toda una cultura cervecera que elogia la espuma y el brillo, con una forma propia de servirla, catarla y disfrutarla. Y es Richard Rushton, su presidente, el embajador de esta cultura. Él viaja de país en país entrenando la nariz de miles de personas y haciendo amigos alrededor de una multinacional que, con sus once marcas presentes en Colombia, espera crecer 22% su participación en el mercado.
“Lo primero es observar su color, la espuma, lo brillante. Luego es olerla mientras la agitamos en círculos para que sean más fáciles de percibir los aromas. Finalmente, un sorbo profundo que permita disfrutar la cerveza, percibiendo su cuerpo en la boca, que se asemeja al peso que nos genera el líquido y, finalmente, la sensación refrescante que deja en la garganta”.
“Es importante recordar que la cerveza debe servirse bien fría, a unos cuatro grados centígrados o menos, si es posible”, indica Rushton levantando su ceja izquierda y ejecutando pausadamente y con sumo cuidado cada uno de los pasos. El auditorio no lo pierde de vista. Termina y pide un brindis por la hazaña.
“Estamos trabajando fuertemente en crear una cultura de la cerveza. Por ejemplo, Club Colombia tuvo una cata itinerante por todo el país, explicándoles a los colombianos la magia que hay detrás del proceso de producirla. La verdad es que ser embajador de la cerveza es una tarea muy satisfactoria, porque es la bebida con más historia en el mundo, llena de nobleza y tradición”. Suspira profundo, vuelve a sonreír, siempre ríe, mientras levanta la copa Club Colombia e invita de nuevo a un brindis.
También reconoce que “la participación de cervezas premium, como Club Colombia, es aún pequeña, alrededor de 5% del mercado, pero le estamos apuntando a que crezca en los próximos años al millón cien hectolitros, y sé que lo lograremos. Por solicitud aclamada de nuestros consumidores, Club Colombia Roja se integra de manera permanente a nuestro portafolio de marcas a partir del mes de junio. Y seguiremos innovando en razón de las necesidades de, precisamente, nuestros consumidores”.
Su desbordada pasión por la cerveza nació cuando tenía dieciocho años. Durante sus intervenciones en la cata, que eran constantes, Rushton insistía en el consumo responsable y consciente de la cerveza, la cual debe ser consumida sólo por mayores de edad.
Finaliza la demostración y la cata, pero él no se quiere ir, disfruta el momento “porque lo mejor de una cerveza, además de la calidad y cuerpo, es tomarla bien acompañada”. Entonces, invita a los asistentes a que se queden disfrutando con él de una Club Colombia Roja bien helada.
Premio para la Club Colombia Roja
De acuerdo con Bavaria S. A. , la cerveza Club Colombia es elaborada con finos ingredientes, incluyendo malta variedad Cristal, la cual permite obtener un sabor más acentuado y profundo, y con lúpulo de variedad Saaz, usada por las mejores cervezas del mundo, para lograr un aroma más definido. Estos elementos hicieron que la cerveza ganara la Medalla de Plata del Monde Selection de Bélgica. También es madurada por más tiempo para un acabado más suave y refinado. “Todo esto permite la obtención de un producto con un aroma particular, una cremosa y rica espuma, un color dorado más profundo y un sabor más fino y delicado, elementos que han convertido a Club Colombia en una vitrina de la maestría cervecera y la calidad de la producción cervecera colombiana”.
“Bienvenidos. Esta noche disfrutarán de la mejor cerveza colombiana”, saluda –acompañado de una maestra cervecera– Richard Rushton, presidente de Bavaria S.A., a 100 personas que están en el auditorio de la compañía. Todos los allí presentes asistieron a la velada porque querían aprender a catar una cerveza de alta calidad y reconocimiento mundial. Querían catar una Club Colombia.
Quien no estuviera enterado de quién es el personaje, el empresario, lo confundiría con un maestro cervecero que está de paso por la empresa, pues él habla con propiedad y explica las bondades del lúpulo Vaaz y de la malta Cristal con la que es fabricada la cerveza y expone con efusividad las sensaciones que, según él, despierta tomarse una Club Colombia Roja, su cerveza favorita.
“Por favor, observen su brillo, su intenso color dorado, su cremosa y rica espuma, sus burbujas seductoras, su cuerpo. Huélanla, sientan su intenso aroma, sabor acaramelado. Vean su figura esbelta, la combinación del dorado con el rojo, su elegancia, su porte”, dice Rushton, exaltando las propiedades de la bebida. Si no fuera porque habló de la característica espumosa de la cerveza, se podría pensar que habla de una sexy, apasionada y distinguida mujer.
Cien por ciento colombiana, premium tipo larger, extra rubia o roja, espumosa, burbujeante y seca: así es Club Colombia, una cerveza que nació en el país en 1949 con el nombre de Club 60. Con seis décadas de vida en el mercado, se ha posicionado como una bebida para conocedores –como alguna vez lo expresara su logo–, razón por la que fue premiada por tercera vez consecutiva con la Medalla de Oro del Monde Selection de Bélgica.
“Es un verdadero orgullo. La gente en Bavaria está completamente enfocada en garantizar calidad de clase mundial a nuestros productos. Y gracias a 122 años de experiencia cervecera e ingredientes naturales de la mejor calidad, hemos logrado que Club Colombia sea el primer producto colombiano en lograr tres oros del Monde Selection”, repite una y otra vez este maestro cervecero – sin título, pero en potencia–.
Rushton confiesa que le recorre un escalofrío cada vez que se acuerda del reconocimiento ganado. Mira las mesas y se da cuenta de que varios de los invitados tienen sus botellas vacías. Interrumpe a la maestra cervecera para deci: “Aquí puede faltar todo, menos una Club Colombia”.
Él es un hombre sencillo que desde enero de este año es presidente de la reconocida compañía, después de trabajar desde 1997 en SAB International, multinacional cervecera propietaria de Bavaria. Viste de jeans, camisa y chaqueta, y siempre se le ve sonriente. Se regaña a sí mismo con un golpe suave en la cabeza cuando pronuncia mal alguna palabra. Se ríe y se excusa por su español, que siempre trata de perfeccionar, pero su inglés sudafricano –país donde nació– es muy marcado, tanto como su gusto por disfrutar al menos tres veces al día una cerveza y como leer biografías de ejecutivos y políticos exitosos.
—¿A qué es equivalente ganarse una distinción como la del Monde Selection de Bélgica: al sentimiento de un actor al ganarse un Óscar, al de un cantante al ser galardonado con un Grammy o a la sensación de un escritor al recibir el Premio Nóbel de Literatura?
—¡Ja! Es incomparable, pero me imagino que es igual de emocionante —, dice mientras suelta una carcajada.
Club Colombia ha creado alrededor del producto toda una cultura cervecera que elogia la espuma y el brillo, con una forma propia de servirla, catarla y disfrutarla. Y es Richard Rushton, su presidente, el embajador de esta cultura. Él viaja de país en país entrenando la nariz de miles de personas y haciendo amigos alrededor de una multinacional que, con sus once marcas presentes en Colombia, espera crecer 22% su participación en el mercado.
“Lo primero es observar su color, la espuma, lo brillante. Luego es olerla mientras la agitamos en círculos para que sean más fáciles de percibir los aromas. Finalmente, un sorbo profundo que permita disfrutar la cerveza, percibiendo su cuerpo en la boca, que se asemeja al peso que nos genera el líquido y, finalmente, la sensación refrescante que deja en la garganta”.
“Es importante recordar que la cerveza debe servirse bien fría, a unos cuatro grados centígrados o menos, si es posible”, indica Rushton levantando su ceja izquierda y ejecutando pausadamente y con sumo cuidado cada uno de los pasos. El auditorio no lo pierde de vista. Termina y pide un brindis por la hazaña.
“Estamos trabajando fuertemente en crear una cultura de la cerveza. Por ejemplo, Club Colombia tuvo una cata itinerante por todo el país, explicándoles a los colombianos la magia que hay detrás del proceso de producirla. La verdad es que ser embajador de la cerveza es una tarea muy satisfactoria, porque es la bebida con más historia en el mundo, llena de nobleza y tradición”. Suspira profundo, vuelve a sonreír, siempre ríe, mientras levanta la copa Club Colombia e invita de nuevo a un brindis.
También reconoce que “la participación de cervezas premium, como Club Colombia, es aún pequeña, alrededor de 5% del mercado, pero le estamos apuntando a que crezca en los próximos años al millón cien hectolitros, y sé que lo lograremos. Por solicitud aclamada de nuestros consumidores, Club Colombia Roja se integra de manera permanente a nuestro portafolio de marcas a partir del mes de junio. Y seguiremos innovando en razón de las necesidades de, precisamente, nuestros consumidores”.
Su desbordada pasión por la cerveza nació cuando tenía dieciocho años. Durante sus intervenciones en la cata, que eran constantes, Rushton insistía en el consumo responsable y consciente de la cerveza, la cual debe ser consumida sólo por mayores de edad.
Finaliza la demostración y la cata, pero él no se quiere ir, disfruta el momento “porque lo mejor de una cerveza, además de la calidad y cuerpo, es tomarla bien acompañada”. Entonces, invita a los asistentes a que se queden disfrutando con él de una Club Colombia Roja bien helada.
Premio para la Club Colombia Roja
De acuerdo con Bavaria S. A. , la cerveza Club Colombia es elaborada con finos ingredientes, incluyendo malta variedad Cristal, la cual permite obtener un sabor más acentuado y profundo, y con lúpulo de variedad Saaz, usada por las mejores cervezas del mundo, para lograr un aroma más definido. Estos elementos hicieron que la cerveza ganara la Medalla de Plata del Monde Selection de Bélgica. También es madurada por más tiempo para un acabado más suave y refinado. “Todo esto permite la obtención de un producto con un aroma particular, una cremosa y rica espuma, un color dorado más profundo y un sabor más fino y delicado, elementos que han convertido a Club Colombia en una vitrina de la maestría cervecera y la calidad de la producción cervecera colombiana”.