El bloqueo de las principales vías arterias de las ciudades que realiza el gremio de los taxistas este miércoles 22 de febrero causará una disminución en las ventas del orden de 25 % en los establecimientos de comercio y restaurantes, según los reportes de las seccionales de Fenalco, gremio de los comerciantes.
Por eso, la agremiación le hizo un urgente llamado al Gobierno Nacional, a las autoridades regionales y al gremio de los taxistas para que se use el diálogo y la concertación y se eviten las vías de hecho como mecanismo de presión para alcanzar aspiraciones particulares.
Fenalco dijo que entendía la necesidad de generar reglas claras e igualdad de condiciones para los sistemas de transporte individual y especial. Sin embargo, reiteró, que es con el Gobierno y en el Congreso donde se dirimen las diferencias y no usando las calles como vía de presión.
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La economía, especialmente sectores como el comercio, se perjudican sustancialmente con cada protesta o bloqueo que se realiza en las diferentes ciudades del país. Las pérdidas son incalculables y difícilmente recuperables en el tiempo, según Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.
“Tan importante es el derecho a la protesta, como el respeto al trabajo y a la libre movilidad, es lamentable que se haya vuelto costumbre ver a miles de personas intentando llegar a sus sitios de destino, caminando a la intemperie grandes distancias”, aseguró Cabal.
Ojo con el consumo privado
La variable consumo es clave en la economía, pues el gasto de los hogares es uno de los principales motores del PIB en Colombia, cuya expansión de 7,5 % en 2022 estuvo liderado por la demanda interna (que creció 10 % en el año).
Pese a estas buenas cifras ya hay señales de desaceleración, de acuerdo con el análisis de BBVA Research, que explica que, para finales de 2022, “la demanda interna cayó en términos intertrimestrales al cierre del año, explicada por el menor consumo privado y el fuerte deterioro del consumo público”.
De acuerdo con Raddar, la firma especializada en consumo, el gasto de los hogares colombianos acumula tres meses a la baja y para enero registró una contracción de 1,6 % frente a los datos del mismo mes del año pasado.
“Este decrecimiento se debe principalmente a la inflación que lleva varios meses golpeando el bolsillo de los hogares, a una menor colocación de créditos y al aumento del servicio de la deuda”, concluyó la firma.
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Así mismo, según Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, las afectaciones al consumo (que también incluyen la subida de tasas de interés del Banco de la República) “ha hecho que la demanda por bienes y servicios se desacelere más rápido de lo que se pensaba”.
Según Cabal, de Fenalco, las pérdidas del 25 % en los establecimientos de comercio y restaurantes “es insostenible. A este ritmo la economía perderá aún más impulso, precisamente cuando más necesitamos estimular la producción y el empleo”, concluyó.
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