El 67 % del consumo final de energía proviene de combustibles derivados de petróleo y gas, según el Plan Energético Nacional.
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El mundo se encuentra en un momento decisivo en cuanto al modelo económico sustentado por un sistema energético que está vigente hace más de 150 años. El camino hacia la descarbonización de la economía, que tiene como meta materializarse en 2050, requiere el paso por una transición energética, cuyo manejo será clave para el progreso económico y social de los países, particularmente de aquellos aún en desarrollo como el caso de Colombia.