El petróleo acumula crecimientos semanales que no veía desde 2015
Los precios del petróleo cerraron ampliamente en positivo este viernes, en su novena semana consecutiva de alza, una racha que no se veía desde 2015.
El petróleo registró la racha más larga de avances semanales desde 2015, debido que los productores de la OPEP+ están abasteciendo solo modestamente al mercado y a medida que se contraen los suministros de crudo estadounidense.
Los precios del petróleo cerraron ampliamente en positivo este viernes, en su novena semana consecutiva de alza y luego de una sesión de toma de ganancias el jueves.
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En un ambiente de fuerte demanda y oferta restringida que favorece a los precios, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en diciembre ganó 1,08% a 85,53 dólares en Londres.
En Nueva York, el barril de West Texas Intermediate (WTI) para igual entrega ganó de su lado 1,52% a 83,76 dólares.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el jueves por la noche que los estadounidenses deberían esperar que los altos precios de la gasolina continúen el próximo año debido a que la OPEP y otros productores de petróleo extranjeros están reteniendo suministros. Las existencias en el mayor centro de almacenamiento de EE.UU. se están agotando a niveles que no se observaban desde que los precios del crudo se ubicaban en US$100.
Si bien los precios generales han sido volátiles durante las últimas dos sesiones, la escasez estructural de suministros ha sido el mayor impulsor de los mercados, dijo John Kilduff, socio de Again Capital LLC. “No hay un sentido real en el mercado de que la OPEP+ vaya a ofrecer una cantidad significativa de petróleo adicional en un futuro próximo”.
Esta semana, el petróleo se disparó a su nivel más alto desde 2014 ante la preocupación de que el aumento del consumo vaya a superar a los suministros. La escasez de gas natural y carbón está provocando una demanda adicional de productos petroleros. Mientras tanto, nuevamente la OPEP y sus aliados no lograron extraer la cantidad suficiente de petróleo para cumplir con sus objetivos de producción, lo que exacerba el déficit de suministros medida que el mundo se recupera de la pandemia de coronavirus.
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“Lo que veo es un mercado que está descontando correctamente condiciones muy ajustadas, y condiciones que se volverán aún más ajustadas”, dijo David Martin, encargado de estrategia de la mesa de productos básicos de BNP Paribas.
Un indicador clave del mercado físico, el llamado “cash roll”, ha subido a su nivel más fuerte desde 2018, una de una serie de señales de esta semana de que los operadores están descontando suministros cada vez más escasos en el vital centro estadounidense.
La predicción de Biden de que los precios se mantendrán altos se hizo eco de opiniones de analistas, quienes señalan que se ha disparado la demanda de conductores que están regresando a las carreteras. Un indicador clave de la demanda de gasolina de EE.UU. avanzó esta semana a su nivel más alto para esta época del año desde 2007.
Sin embargo, Arabia Saudita señaló que, de haber petróleo adicional de la OPEP+, este haría poco para controlar el creciente costo de la gasolina.
¿Hasta cuándo subirán los precios?
El precio de la energía, que se prevé que aumente más de un 80% en 2021, comenzarán a descender en la segunda mitad de 2022 a medida que se resuelvan los problemas de suministro, dijo el jueves el Banco Mundial.
La institución, que publica su informe Perspectivas del Mercado de Productos Básicos, señala que los precios de otros productos, incluidos los de la agricultura y los metales, caerán en 2022, tras las fuertes subidas de este año.
El aumento del precio de la energía este año, que se suma a las presiones inflacionarias mundiales vinculadas a la salida de la recesión provocada por la pandemia en 2020, va a “desplazar” el crecimiento económico de los países importadores de energía hacia los exportadores, comentó el Banco Mundial en un comunicado.
Se espera que los precios del crudo (en promedio Brent, WTI y Dubai) se sitúen a una media de 70 dólares el barril en 2021, un aumento de 70% respecto al año pasado.
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Volverán a subir a “74 dólares el barril en 2022, a medida que la demanda de petróleo se fortalezca hasta los niveles anteriores a la pandemia”, antes de volver a caer a 65 dólares en 2023, añadió la institución.
“El aumento de los precios de la energía plantea riesgos significativos a corto plazo para la inflación mundial y, si se mantiene, también podría pesar sobre el crecimiento de los países importadores de energía”, dijo Ayhan Kose, economista jefe del Banco Mundial, que elabora el informe.
“El repunte de los precios de las materias primas está siendo más pronunciado de lo esperado” y “la reciente volatilidad de los precios puede complicar las decisiones políticas mientras los países se recuperan de la recesión mundial del año pasado”, añadió el banco.
El petróleo registró la racha más larga de avances semanales desde 2015, debido que los productores de la OPEP+ están abasteciendo solo modestamente al mercado y a medida que se contraen los suministros de crudo estadounidense.
Los precios del petróleo cerraron ampliamente en positivo este viernes, en su novena semana consecutiva de alza y luego de una sesión de toma de ganancias el jueves.
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En un ambiente de fuerte demanda y oferta restringida que favorece a los precios, el barril de Brent del mar del Norte para entrega en diciembre ganó 1,08% a 85,53 dólares en Londres.
En Nueva York, el barril de West Texas Intermediate (WTI) para igual entrega ganó de su lado 1,52% a 83,76 dólares.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el jueves por la noche que los estadounidenses deberían esperar que los altos precios de la gasolina continúen el próximo año debido a que la OPEP y otros productores de petróleo extranjeros están reteniendo suministros. Las existencias en el mayor centro de almacenamiento de EE.UU. se están agotando a niveles que no se observaban desde que los precios del crudo se ubicaban en US$100.
Si bien los precios generales han sido volátiles durante las últimas dos sesiones, la escasez estructural de suministros ha sido el mayor impulsor de los mercados, dijo John Kilduff, socio de Again Capital LLC. “No hay un sentido real en el mercado de que la OPEP+ vaya a ofrecer una cantidad significativa de petróleo adicional en un futuro próximo”.
Esta semana, el petróleo se disparó a su nivel más alto desde 2014 ante la preocupación de que el aumento del consumo vaya a superar a los suministros. La escasez de gas natural y carbón está provocando una demanda adicional de productos petroleros. Mientras tanto, nuevamente la OPEP y sus aliados no lograron extraer la cantidad suficiente de petróleo para cumplir con sus objetivos de producción, lo que exacerba el déficit de suministros medida que el mundo se recupera de la pandemia de coronavirus.
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“Lo que veo es un mercado que está descontando correctamente condiciones muy ajustadas, y condiciones que se volverán aún más ajustadas”, dijo David Martin, encargado de estrategia de la mesa de productos básicos de BNP Paribas.
Un indicador clave del mercado físico, el llamado “cash roll”, ha subido a su nivel más fuerte desde 2018, una de una serie de señales de esta semana de que los operadores están descontando suministros cada vez más escasos en el vital centro estadounidense.
La predicción de Biden de que los precios se mantendrán altos se hizo eco de opiniones de analistas, quienes señalan que se ha disparado la demanda de conductores que están regresando a las carreteras. Un indicador clave de la demanda de gasolina de EE.UU. avanzó esta semana a su nivel más alto para esta época del año desde 2007.
Sin embargo, Arabia Saudita señaló que, de haber petróleo adicional de la OPEP+, este haría poco para controlar el creciente costo de la gasolina.
¿Hasta cuándo subirán los precios?
El precio de la energía, que se prevé que aumente más de un 80% en 2021, comenzarán a descender en la segunda mitad de 2022 a medida que se resuelvan los problemas de suministro, dijo el jueves el Banco Mundial.
La institución, que publica su informe Perspectivas del Mercado de Productos Básicos, señala que los precios de otros productos, incluidos los de la agricultura y los metales, caerán en 2022, tras las fuertes subidas de este año.
El aumento del precio de la energía este año, que se suma a las presiones inflacionarias mundiales vinculadas a la salida de la recesión provocada por la pandemia en 2020, va a “desplazar” el crecimiento económico de los países importadores de energía hacia los exportadores, comentó el Banco Mundial en un comunicado.
Se espera que los precios del crudo (en promedio Brent, WTI y Dubai) se sitúen a una media de 70 dólares el barril en 2021, un aumento de 70% respecto al año pasado.
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Volverán a subir a “74 dólares el barril en 2022, a medida que la demanda de petróleo se fortalezca hasta los niveles anteriores a la pandemia”, antes de volver a caer a 65 dólares en 2023, añadió la institución.
“El aumento de los precios de la energía plantea riesgos significativos a corto plazo para la inflación mundial y, si se mantiene, también podría pesar sobre el crecimiento de los países importadores de energía”, dijo Ayhan Kose, economista jefe del Banco Mundial, que elabora el informe.
“El repunte de los precios de las materias primas está siendo más pronunciado de lo esperado” y “la reciente volatilidad de los precios puede complicar las decisiones políticas mientras los países se recuperan de la recesión mundial del año pasado”, añadió el banco.