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El Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia apenas logró repuntar durante el segundo trimestre del año, pues su crecimiento fue del 0,3 %, según lo informado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Aunque la disminución es considerable, pues para el mismo periodo del año pasado el crecimiento del PIB del país fue del 12,2 %, lo cierto es que esta cifra ya se veía venir.
Como lo explicó la directora del DANE, Piedad Urdinola, se trata de un efecto rebote después del impacto que tuvo la pandemia en la economía colombiana en donde, hay que recordar, se pasó de una economía estancada (por los cierres de negocios que causó el distanciamiento social), a una reactivación agresiva en donde las tasas de interés llegaron a mínimos históricos y apuestas como el Día sin IVA impulsaron el consumo. En suma, la maquinaria de la economía se encendió a toda marcha hasta llegar a un punto de recalentamiento.
Ese testigo que se encendió en el tablero para indicar que el motor de la economía estaba recalentado fue la inflación, que superó con creces los dos dígitos. ¿El resultado? la necesidad de entrar en una etapa de desaceleración encareciendo el crédito para disminuir la demanda. A grandes rasgos esto es lo expertos emplean para argumentar el por qué el país (así como otras grandes potencias económicas en el mundo) atraviesa por un 2023 de desaceleración en su PIB.
Los sectores que más y menos aportaron a la variación
Por sectores, la administración pública y defensa; educación y las actividades de la salud humana fue el que más empujó al PIB, pues su contribución fue de 0,7 puntos porcentuales (por sí solo creció un 4,5 % durante el segundo trimestre del año). En contraste, comercio y la reparación; transporte y almacenamiento; alojamiento y servicios de comida se consolidaron como los de menor crecimiento, de hecho, su variación fue negativa, del -3,2 %, aportando -0,6 puntos porcentuales al dato final.
Muestra del coletazo que está teniendo la inflación en la producción nacional se evidencia en las caídas que reporta el DANE en materia del gasto en los hogares colombianos. Este apenas aumentó un 0,9 % frente al mismo trimestre del año pasado (cuando en esa ventana de tiempo de 2022 el incremento fue del 15,7 %). Solo el componente de servicios registró un aumento, el cual fue del 3,9 %, mientras que los bienes no durables cayeron (-0,2 %, aquí estaría la comida, por ejemplo), así como los bienes semidurables (-7,6 %, como la ropa), y los durables (-13,9 %, como los electrodomésticos y los vehículos).
Según las cuentas del DANE, Colombia se consolida como el país que ha registrado un aumento de su PIB más tímido. Solo está por encima de otras economías como Alemania, Austria y Suecia, que registraron variaciones negativas (-0,1 %; -0,3 % y-2,2 %, respectivamente).
Liderando esta lista está China (6,3 %), Estados Unidos (2,6 %), México (2,5 %), Portugal (7,4 %) y España (7,8 %).
El ISE también habla de un freno en la economía
El Indicador de Seguimiento a la Economía es otra muestra que permite ver el desarrollo que tiene el país en esta materia. Este especialmente se enfoca en analizar el comportamiento que tienen las actividades primarias, secundarias y terciarias, para al final ponderar y sacar una cifra que refleja si la economía va por buen o mal camino.
En junio la economía colombiana creció un 1,7 %, lo que se traduce en un buen dato al ponerlo frente a abril y mayo, que consolidaron un -0,9 % y 0,1 %, respectivamente. Sin embargo, está por debajo del 5,1 % que se registró en enero.
Actividades primarias
Aquí se encuentran la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, que en junio lograron repuntar un 2,6 % frente al mismo mes del año pasado, mientras que la explotación de minas y canteras logró crecer un 2,2 %.
Actividades secundarias
Este grupo está conformado por la construcción, que en junio registró una caída del 5,8 %, además de las industrias manufactureras, que cayeron un 4 %.
La caída en la construcción podría explicarse por el fenómeno inflacionario del país, ya que para muchos hogares no es posible alcanzar un crédito hipotecario; mientras que las manufacturas, como los textiles y las prendas, se han visto afectadas por el aumento en los aranceles que, irónicamente, pretendían potenciar la industria nacional frente a la competencia de los productos importados.
Actividades terciarias
Este grupo es más amplio y en él se destaca la administración pública y defensa; educación y actividades de la salud humana. Este solo renglón creció un 14,6 % y aportó 2,7 puntos porcentuales a la variación general del ISE.
El que menos creció fue comercio y reparación; transporte y almacenamiento; alojamiento y servicios de comida, con una caída del -5,2 %, así como un aporte negativo de -1,2 puntos porcentuales.
En suma, la economía colombiana manifiesta resiliencia ante la adversidad y continúa mostrando crecimientos (por más tímidos que parezcan). De nuevo, este era un escenario previsible debido a los ajustes que implicó la pandemia, llegando al punto en que algunos analistas califican como necesario el enfriamiento que estamos atravesando.
El principal reto a superar, de momento, es el de la inflación, pues sigue galopando sobre los dos dígitos y todavía no consolida una desaceleración agresiva que la acerque a la meta del 3 % que se ha fijado el Banco de la República.
Hay otros elementos que habría que analizar, como el desempleo, que ha vuelto a un dígito y demuestra que a pesar del momento complejo por el que pasa la economía, las empresas siguen teniendo un músculo para seguir adelante. Lo anterior tampoco se traduce en que se deba bajar la guardia, pues se atraviesa por un punto tan delicado que cualquier movimiento en falso podría derivar en peores complicaciones para la economía nacional.
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