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Foto: Agencia AFP
La reciente crisis diplomática con Estados Unidos, aunque breve, dejó en claro algo que ya se sabía, pero para lo cual no hay un plan B certero: las decisiones de nuestro principal socio comercial inevitablemente sacuden a la economía colombiana.
Si antes del impasse entre Gustavo Petro y Donald Trump la relación con Washington se asumía en terreno estable —incluso en medio del afán reformista del mandatario estadounidense—, ahora Colombia se sumó al club de países (junto a Canadá y México) que, de aquí en más, deberán escuchar la palabra...

Por Daniel Felipe Rodríguez Rincón
Comunicador Social y Periodista. Desde 2017, se ha desempeñado en diferentes medios de comunicación colombianos.@DanfeRodriguezdrodriguez@elespectador.com