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No ha pasado el suficiente tiempo para olvidar que hace tan solo ocho años el dólar en Colombia rondaba los $2.000. Pero el desplome de los precios internacionales del petróleo (en 2014), la guerra comercial entre China y Estados Unidos (2018), el COVID-19 (2020), los efectos de post pandemia (2021) y la guerra en Ucrania (2022) fueron debilitando cada vez más el peso colombiano al punto que la divisa estadounidense está próxima a romper los $5.000. Un hito sin precedentes que está estremeciendo la economía colombiana y a sus ciudadanos. Y podría no ser un choque de corto plazo, es decir, hay riesgo de que se mantengan estos niveles de tasa de cambio o incluso mayores.
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¿A qué culpar?
Si bien hay una serie de efectos directos, indirectos, nacionales e internacionales que influyen en el alza del dólar, este fenómeno se puede atribuir a una sola causa: la inflación. Se trata de un incendió que empezó en el primer semestre de 2021 que no se ha logrado apagar, por el contrario, cada mes surgen noticias que parece echarle gasolina.
No solo pasa en Colombia, hay presiones inflacionarias en todo el mundo. Es el resultado de la reactivación económica en la pos pandemia, la oferta mundial todavía en recuperación, la crisis de los contenedores, el alza de los precios de la energía y materias primas, al igual que el encarecimiento de los alimentos a nivel mundial global. Como si no fuera suficientemente complejo, en febrero de 2022 estalló la guerra en Ucrania que agudizó todos estos problemas.
Las medidas para controlar el alza de precios son tal vez igual o más preocupantes que la misma inflación. Puntualmente, por el alza de las tasas de interés que los bancos centrales han venido realizando con el fin de reducir el dinamismo de sus respectivas economías, y así frenar los precios internos.
El mejor ejemplo, es el Banco de la República: que ha elevado su tasa de interés de 1,75 a 10% entre septiembre de 2021 y el noveno mes de 2022. Y no es el único que lo está haciendo, es una tendencia de todos los bancos centrales del mundo, incluyendo la Reserva Federal (Fed) de los Estados Unidos que pasó su tasa de 0,25 a 3,25% en lo corrido de este año.
De hecho, la Fed genera una presión adicional para los bancos centrales de economías emergentes como la colombiana. La tasa del Banco de la República debe mantener una buena diferencia respecto a la tasa de la Reserva Federal para mantener y atraer dólares a Colombia. Lo cual no tiene solo intenciones cambiarias, sino inflacionarias ya que cerca del 15% de la canasta familiar es importada.
Este fenómeno está provocando un problema de gran escala: el Banco Mundial ya ha advertido que esta tendencia de alza de los intereses de los bancos centrales está aumentando los riesgos de que estalle una recesión global en 2023. De hecho, estos temores se dispararon en las últimas semanas luego que se conociera el acuerdo de la OPEP+ de reducir en 2 millones de barriles diarios de petróleo su producción conjunta a partir de noviembre de 2022.
Este pacto presiona los precios de la gasolina y por ende agrava las presiones inflacionarias que castigan a la mayoría de las economías del mundo. Lo que a su vez aumenta la presión para que los bancos centrales intensifiquen su alzas de tasas de interés.
Puntualmente, hay gran preocupación por la postura que tome la Reserva Federal en su próxima reunión el 2 de noviembre. Al ser el banco central de la principal economía del mundo, su decisión reforzará o calmará los temores de una crisis global en 2023. Incluso un reporte de Bloomberg advierte que ya hay una probabilidad del 100% de una recesión en Estados Unidos el próximo año.
¿Qué tiene que ver todo esto con el dólar?
Cuando hay crisis, o incertidumbre por una eventual crisis, la divisa estadounidense suele convertirse en activo refugio. Es decir, los inversionistas venden los activos riesgosos, como los activos de las economías emergentes, para comprar títulos más seguros como el dólar.
De hecho, el dólar se percibe tan seguro en este contexto mundial que incluso se ha valorizado frente a las otras monedas fuertes. El euro lleva varias semanas por debajo del nivel de paridad.
Si en Europa se están devaluando, es natural que a nivel local también suba el dólar. Y es particularmente grave en términos cambiarios que Colombia sea la economía de la región en donde más ha subido el riesgo país (Embi) en lo corrido del 2022. Esta situación pone a la economía colombiana, y sus activos, en una situación de repudio por parte de los inversionistas que buscan evitar inversiones riesgosas.
Por esto no es casualidad que el dólar haya subido más de $400 en tan solo este mes de octubre. La tasa de cambio ha venido reaccionando a todos los anuncios que producen incertidumbre sobre la economía local e internacional: como el recorte de la OPEP+ y los anuncios relacionados con la reforma tributaria que se tramita en el congreso.
¿Qué pasará con el dólar en Colombia?
El comportamiento de la divisa estadounidense en Colombia dependerá de varios factores que están relacionados con precisamente la incertidumbre de la economía nacional y global. Y en las próximas semanas hay varias noticias y eventos que podrían llevar a la tasa de cambio a dar su último salto a los $5.000
“Yo creo que llegaremos a los $5.000 pues todavía no se llega al clímax de volatilidad por la economía global. Por lo que hay espacio para que suba más la tasa de cambio. Por ejemplo, está la reunión del 2 de noviembre de la Reserva Federal en donde podría reiterar su preocupación por la inflación. También podría influir que el Banco de la República suba menos de 100 puntos su tasa de interés en el encuentro del próximo 28 de octubre, y también serán clave los anuncios que realice el gobierno”, expiró Felipe Campos, gerente de Inversión e investigaciones de Alianza Valores y Fiduciaria.
En efecto, Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa, destaca el peso que tienen los anuncios del gobierno en el comportamiento del dólar en Colombia: “Es vital, entre muchas cosas, saber cómo el Ejecutivo hará la transición energética en el país. Si no se realiza de una manera ordenada, podría continuar afectando la cotización de la tasa”.
¿El dólar a $5.000 llegará para quedarse?
El dólar en Colombia cerró este miércoles a menos de $200 de los $5.000, por lo que hay poco trecho para que la tasa de cambio supere esta marca. Entonces, lo verdaderamente interesante es qué pasará si llega a este nivel.
“Ya estamos casi en $5.000, yo creo que el riesgo es que se vaya hacia $5.200. Los riesgos han aumentado, tanto del dólar en general así como las decisiones en Colombia. Un Banrep menos dispuesto a subir intereses no ayuda definitivamente y Petro ha dejado claro que no quiere tasas más altas”, explicó Álvaro Vivanco, jefe de estrategia para emergentes en NatWest Markets en Nueva York.
De hecho, para el analista internacional existe el riesgo de que el dólar a $5.000 llegue para quedarse en Colombia: “Creo que es una devaluación estructural, el mundo ha cambiado. Y Colombia se asoma como uno de los países más vulnerables, pues tiene un alto déficit gemelo (la suma de déficit fiscal y de cuenta corriente)”.
Todos los analistas consultados explicaron que en 2023, posiblemente en el segundo trimestre, se reducirá gran parte de la incertidumbre por la economía global y la tasa de cambio local podría ceder algo de terreno. Pero no es claro cuánto, pues reiteran el rol de los anuncios del gobierno sobre el comportamiento del dólar en Colombia.