El río Magdalena y su potencial de servicio
El estudio de la estatal Hidrochina señala que ya no se podrá construir un proyecto en el río, si éste bloquea otras iniciativas.
Jairo Chacón González
La idea de que el río Magdalena sólo sirve para la generación de energía, razón por la cual existen intenciones para construir 38 proyectos hidroeléctricos y para la comunicación en determinados sectores, quedó revaluada, luego de conocerse las recomendaciones de la empresa estatal Hidrochina para el aprovechamiento del gran potencial del río que identificaron los chinos en diferentes renglones de la economía.
Así lo aseguró César Garay Bohórquez, asesor de Cormagdalena, luego de analizar el documento en el que recomiendan que los proyectos que se pongan en marcha deberán pensar no sólo en su beneficio, sino que no afecten a otros actores que quieren apostarle al desarrollo del río Magdalena.
Garay indicó que el documento establece que aguas arriba de Isnos (Huila), parte alta del río, se debe destinar a su conservación y a la recreación pasiva. La cuenca media y baja, por sus características, tiene potencialidad para la generación de energía, turismo y adecuación de tierras para su explotación agrícola. Además, para la actividad piscícola.
El sector hidroeléctrico deberá garantizar el paso de los peces aguas arriba y aguas abajo, que fue lo que no ocurrió con la construcción de Betania, hace más de 30 años, y El Quimbo, que está presta a su llenado, pero que tienen muchos problemas, según expertos ambientales.
“Con el intercambio de peces se mantiene el repoblamiento, y no lo que ocurre hoy con la desconexión del río, lo que alteró la dinámica de reproducción y obligó a la siembra de alevinos a lado y lado de la presa”, recalcó Garay.
En turismo, el estudio identifica tres zonas: el triángulo dorado, que involucra a Cartagena, Barranquilla y Mompox, para lo cual se debe recuperar la navegabilidad desde Cartagena a Mompox, lo que abriría una puerta para el turismo internacional a este lugar paradisiaco, recalcó el experto.
Una segunda zona incluiría Girardot y zonas aledañas, que si bien están afectadas por las descargas del Bogotá al Magdalena, podría generarse un nuevo nicho de mercado turístico para los nacionales.
El tercer sector corresponde a Pitalito (Huila) que si bien no tiene infraestructura, requiere de una conexión terrestre con Neiva y San Agustín, lo que es de interés para los extranjeros en el tema histórico y arquitectónico, algo parecido a lo que se desarrolló en la zona cafetera.
En el sector industrial, el estudio señala que se deben desarrollar tres tipos de puertos, para atender las empresas que se instalarán en la cuenca del río. El Nivel uno corresponde a Cartagena, Barranquilla, Barrancabermeja y Gamarra. Estos podrán jalonar el desarrollo de industria gracias a la creación de zonas francas.
En otra categoría de puertos, se incluyen a Berrío, Salgar, Galán, los cuales podrán movilizar todo tipo de carga, especialmente carbón e hidrocarburos, que alimentarán el transporte férreo y carretero.
Los puertos de Mompox, Calamar, El Banco, Girardot, Caucasia y Neiva, estarían destinados a atender las necesidades locales y subregionales con el movimiento de carbón, petróleo y productos agrícolas. Esta situación permitiría conectar el Magdalena con la Orinoquia, a través del transporte multimodal, con la construcción de vías en doble calzada como Bogotá-Villavicencio y Bogotá-Girardot. A esto se suma una iniciativa para recuperar la navegabilidad del río Meta, proyecto para el que se requerirán $8 billones.
Con el transporte multimodal, los costos de transporte se reducirán hasta en un 60 %, explicó el director de Cormagdalena, Augusto García.
Por su parte, el presidente de Ecopetrol, Javier Genaro Gutiérrez, considera que moviendo los líquidos por el río, le significa un ahorro de US$ 15 por barril.
Control de inundaciones
El estudio también identifica 17 cascos urbanos propensos a inundaciones. Sin embargo, la falta de información impide que se tomen medidas adecuadas en los Planes de Ordenamiento Territorial de los municipios.Garay sostiene que las inundaciones son algo normal ya que las comunidades se metieron en la zona de amortiguamiento de los ríos, por ello se puede implementar la construcción de bulevares o malecones.
“No sólo son medidas de ingeniería, diques o barreras para controlar la inundación, adecuación de manejo de medidas no estructurales, de nivel municipal, por ello vamos a sacar fichas de cada uno de los municipios para poder socializar y aplicar el control de las inundaciones”, explicó.
Hidrochina señaló que las aguas del río Magdalena nunca serán transparentes, siempre van a tener el color café con leche o cobrizo, ya que su lecho es joven y desprende sedimentos, y para evitarlo hay que parar la erosión del suelo.
Al cierre de esta edición, el presidente Juan Manuel Santos anunciaba la aprobación de las vigencias futuras por $2,5 billones por parte del Consejo Superior de Política Fiscal (Confis). Con este espaldarazo al proyecto, Cormagdalena anunció que la licitación se abrirá el próximo miércoles.
jchacon@elespectador.com
@jairochacong
La idea de que el río Magdalena sólo sirve para la generación de energía, razón por la cual existen intenciones para construir 38 proyectos hidroeléctricos y para la comunicación en determinados sectores, quedó revaluada, luego de conocerse las recomendaciones de la empresa estatal Hidrochina para el aprovechamiento del gran potencial del río que identificaron los chinos en diferentes renglones de la economía.
Así lo aseguró César Garay Bohórquez, asesor de Cormagdalena, luego de analizar el documento en el que recomiendan que los proyectos que se pongan en marcha deberán pensar no sólo en su beneficio, sino que no afecten a otros actores que quieren apostarle al desarrollo del río Magdalena.
Garay indicó que el documento establece que aguas arriba de Isnos (Huila), parte alta del río, se debe destinar a su conservación y a la recreación pasiva. La cuenca media y baja, por sus características, tiene potencialidad para la generación de energía, turismo y adecuación de tierras para su explotación agrícola. Además, para la actividad piscícola.
El sector hidroeléctrico deberá garantizar el paso de los peces aguas arriba y aguas abajo, que fue lo que no ocurrió con la construcción de Betania, hace más de 30 años, y El Quimbo, que está presta a su llenado, pero que tienen muchos problemas, según expertos ambientales.
“Con el intercambio de peces se mantiene el repoblamiento, y no lo que ocurre hoy con la desconexión del río, lo que alteró la dinámica de reproducción y obligó a la siembra de alevinos a lado y lado de la presa”, recalcó Garay.
En turismo, el estudio identifica tres zonas: el triángulo dorado, que involucra a Cartagena, Barranquilla y Mompox, para lo cual se debe recuperar la navegabilidad desde Cartagena a Mompox, lo que abriría una puerta para el turismo internacional a este lugar paradisiaco, recalcó el experto.
Una segunda zona incluiría Girardot y zonas aledañas, que si bien están afectadas por las descargas del Bogotá al Magdalena, podría generarse un nuevo nicho de mercado turístico para los nacionales.
El tercer sector corresponde a Pitalito (Huila) que si bien no tiene infraestructura, requiere de una conexión terrestre con Neiva y San Agustín, lo que es de interés para los extranjeros en el tema histórico y arquitectónico, algo parecido a lo que se desarrolló en la zona cafetera.
En el sector industrial, el estudio señala que se deben desarrollar tres tipos de puertos, para atender las empresas que se instalarán en la cuenca del río. El Nivel uno corresponde a Cartagena, Barranquilla, Barrancabermeja y Gamarra. Estos podrán jalonar el desarrollo de industria gracias a la creación de zonas francas.
En otra categoría de puertos, se incluyen a Berrío, Salgar, Galán, los cuales podrán movilizar todo tipo de carga, especialmente carbón e hidrocarburos, que alimentarán el transporte férreo y carretero.
Los puertos de Mompox, Calamar, El Banco, Girardot, Caucasia y Neiva, estarían destinados a atender las necesidades locales y subregionales con el movimiento de carbón, petróleo y productos agrícolas. Esta situación permitiría conectar el Magdalena con la Orinoquia, a través del transporte multimodal, con la construcción de vías en doble calzada como Bogotá-Villavicencio y Bogotá-Girardot. A esto se suma una iniciativa para recuperar la navegabilidad del río Meta, proyecto para el que se requerirán $8 billones.
Con el transporte multimodal, los costos de transporte se reducirán hasta en un 60 %, explicó el director de Cormagdalena, Augusto García.
Por su parte, el presidente de Ecopetrol, Javier Genaro Gutiérrez, considera que moviendo los líquidos por el río, le significa un ahorro de US$ 15 por barril.
Control de inundaciones
El estudio también identifica 17 cascos urbanos propensos a inundaciones. Sin embargo, la falta de información impide que se tomen medidas adecuadas en los Planes de Ordenamiento Territorial de los municipios.Garay sostiene que las inundaciones son algo normal ya que las comunidades se metieron en la zona de amortiguamiento de los ríos, por ello se puede implementar la construcción de bulevares o malecones.
“No sólo son medidas de ingeniería, diques o barreras para controlar la inundación, adecuación de manejo de medidas no estructurales, de nivel municipal, por ello vamos a sacar fichas de cada uno de los municipios para poder socializar y aplicar el control de las inundaciones”, explicó.
Hidrochina señaló que las aguas del río Magdalena nunca serán transparentes, siempre van a tener el color café con leche o cobrizo, ya que su lecho es joven y desprende sedimentos, y para evitarlo hay que parar la erosión del suelo.
Al cierre de esta edición, el presidente Juan Manuel Santos anunciaba la aprobación de las vigencias futuras por $2,5 billones por parte del Consejo Superior de Política Fiscal (Confis). Con este espaldarazo al proyecto, Cormagdalena anunció que la licitación se abrirá el próximo miércoles.
jchacon@elespectador.com
@jairochacong