El salario mínimo subirá el 3.64 por ciento
Tras la decisión, los colombianos devengarán $514.987 mensuales.
El Espectador
El Gobierno Nacional decretó el aumento del salario mínimo para cerca de cuatro millones de colombianos en 2010, que se incrementó en 3,64% y quedó en $514.987. El aumento estuvo por encima de lo esperado porque desde hace varios días el propio Gobierno había manifestado que no pasarían del 3%.
El incremento se definió luego de una reunión que el presidente Álvaro Uribe sostuvo en Rionegro (Antioquia) con el ministro de la Protección Social, Diego Palacio, delegados del Ministerio de Hacienda y empresarios.
El mandatario pidió que el salario mantuviera el poder adquisición de los trabajadores, teniendo en cuenta que la inflación en 2009 se prevé que termine cerca del 2% y para el próximo año el Banco de la República la estima en 3%.
Las negociaciones entre empresarios y trabajadores para buscar un acuerdo sobre el aumento habían comenzado en septiembre. Los gremios de la producción proponían aumentar 3,2% y los trabajadores 8%.
Previamente, en entrevista con la emisora de la Policía Nacional, el Presidente Álvaro Uribe afirmó que el Gobierno tiene toda la voluntad para que el incremento del salario mínimo fuera por encima de la inflación, pero sin afectar la tendencia a la baja que tuvo este indicador durante el presente año.
El mandatario explicó, además, las consideraciones que tiene en cuenta el Gobierno sobre el reajuste salarial, al tiempo que deploró la falta de acuerdo entre los gremios y las centrales obreras para lograr un aumento concertado del mínimo.
La siguiente es la declaración sobre el tema que hizo el Presidente:
“Yo estoy bastante preocupado porque no se ha podido obtener un acuerdo entre centrales obreras y gremios. El país necesitaba ese acuerdo, y ese acuerdo no se dio. Expreso mi preocupación por la falta de ese acuerdo.
Este año es un año de inflación muy baja; los trabajadores han recuperado, en alguna forma, poder adquisitivo. Lo primero que necesitamos es garantizar hacia el futuro, que el país permanezca en una senda de baja inflación.
Segundo, para fijar el salario mínimo hay que hacer estas consideraciones:
Primera consideración: El Gobierno tiene la voluntad de que haya un aumento por encima de la inflación. En todos los años anteriores de Gobierno se ha decretado un salario mínimo por encima de inflación, salvo el año pasado, que no pudimos hacerlo por la crisis de la economía.
Es la primera consideración. El Gobierno tiene la voluntad de que haya un salario mínimo por encima de inflación. Segunda consideración: Es un obstáculo para la fijación del salario mínimo, la falta de acuerdo entre empresarios y trabajadores. Eso le crea muchas dificultades al Gobierno.
Tercero: Colombia tiene un sistema de prestación atado al salario mínimo, que obliga a que las prestaciones mínimas legales, y no me refiero a las que estén incluidas en convenciones o en pactos colectivos, sino las mínimas legales, obliga a que para esas prestaciones se reserven 70 centavos por cada peso de aumento del salario mínimo. Allí están incluidas cesantías, primas, vacaciones, intereses de cesantías, pago a las cajas de compensación, a Bienestar Familiar, al Sena, régimen contributivo de salud, riesgos profesionales, pensiones. Entonces, por cada peso que se aumente de salario mínimo hay que reservar 70 centavos para estos casos.
Cuarta consideración: El régimen pensional de Colombia está atado al salario mínimo. Por cada punto de incremento del salario mínimo que supere la inflación, el fisco nacional tiene que pagarles a los pensionados 200 mil millones de pesos adicionales por año, año tras año. Es un pago no solamente de un año, sino que se convierte en un pago permanente, recurrente de cada año.
O sea que nosotros tenemos toda la buena voluntad de que se haga un aumento por encima de inflación, pero también tenemos esas restricciones, que se las repito.
Primera restricción: La necesidad de contribuir a que haya una inflación baja, como la de este año, en los años que vienen.
Segunda restricción. La falta de un acuerdo entre empleadores y trabajadores. La falta de ese acuerdo le crea muchas dificultades al Gobierno.
Tercer tema, que el Gobierno tiene que mirar con mucho cuidado: Por cada peso de aumento de salario mínimo, hay que reservar 70 centavos para pagar prestaciones, seguridad social, parafiscales.
Cuarta preocupación: Por cada punto por encima de la inflación en que se aumente el salario mínimo, el Gobierno adquiere una obligación de pagar 200 mil millones al año, año tras año, más, en materia de pensiones”.
El Gobierno Nacional decretó el aumento del salario mínimo para cerca de cuatro millones de colombianos en 2010, que se incrementó en 3,64% y quedó en $514.987. El aumento estuvo por encima de lo esperado porque desde hace varios días el propio Gobierno había manifestado que no pasarían del 3%.
El incremento se definió luego de una reunión que el presidente Álvaro Uribe sostuvo en Rionegro (Antioquia) con el ministro de la Protección Social, Diego Palacio, delegados del Ministerio de Hacienda y empresarios.
El mandatario pidió que el salario mantuviera el poder adquisición de los trabajadores, teniendo en cuenta que la inflación en 2009 se prevé que termine cerca del 2% y para el próximo año el Banco de la República la estima en 3%.
Las negociaciones entre empresarios y trabajadores para buscar un acuerdo sobre el aumento habían comenzado en septiembre. Los gremios de la producción proponían aumentar 3,2% y los trabajadores 8%.
Previamente, en entrevista con la emisora de la Policía Nacional, el Presidente Álvaro Uribe afirmó que el Gobierno tiene toda la voluntad para que el incremento del salario mínimo fuera por encima de la inflación, pero sin afectar la tendencia a la baja que tuvo este indicador durante el presente año.
El mandatario explicó, además, las consideraciones que tiene en cuenta el Gobierno sobre el reajuste salarial, al tiempo que deploró la falta de acuerdo entre los gremios y las centrales obreras para lograr un aumento concertado del mínimo.
La siguiente es la declaración sobre el tema que hizo el Presidente:
“Yo estoy bastante preocupado porque no se ha podido obtener un acuerdo entre centrales obreras y gremios. El país necesitaba ese acuerdo, y ese acuerdo no se dio. Expreso mi preocupación por la falta de ese acuerdo.
Este año es un año de inflación muy baja; los trabajadores han recuperado, en alguna forma, poder adquisitivo. Lo primero que necesitamos es garantizar hacia el futuro, que el país permanezca en una senda de baja inflación.
Segundo, para fijar el salario mínimo hay que hacer estas consideraciones:
Primera consideración: El Gobierno tiene la voluntad de que haya un aumento por encima de la inflación. En todos los años anteriores de Gobierno se ha decretado un salario mínimo por encima de inflación, salvo el año pasado, que no pudimos hacerlo por la crisis de la economía.
Es la primera consideración. El Gobierno tiene la voluntad de que haya un salario mínimo por encima de inflación. Segunda consideración: Es un obstáculo para la fijación del salario mínimo, la falta de acuerdo entre empresarios y trabajadores. Eso le crea muchas dificultades al Gobierno.
Tercero: Colombia tiene un sistema de prestación atado al salario mínimo, que obliga a que las prestaciones mínimas legales, y no me refiero a las que estén incluidas en convenciones o en pactos colectivos, sino las mínimas legales, obliga a que para esas prestaciones se reserven 70 centavos por cada peso de aumento del salario mínimo. Allí están incluidas cesantías, primas, vacaciones, intereses de cesantías, pago a las cajas de compensación, a Bienestar Familiar, al Sena, régimen contributivo de salud, riesgos profesionales, pensiones. Entonces, por cada peso que se aumente de salario mínimo hay que reservar 70 centavos para estos casos.
Cuarta consideración: El régimen pensional de Colombia está atado al salario mínimo. Por cada punto de incremento del salario mínimo que supere la inflación, el fisco nacional tiene que pagarles a los pensionados 200 mil millones de pesos adicionales por año, año tras año. Es un pago no solamente de un año, sino que se convierte en un pago permanente, recurrente de cada año.
O sea que nosotros tenemos toda la buena voluntad de que se haga un aumento por encima de inflación, pero también tenemos esas restricciones, que se las repito.
Primera restricción: La necesidad de contribuir a que haya una inflación baja, como la de este año, en los años que vienen.
Segunda restricción. La falta de un acuerdo entre empleadores y trabajadores. La falta de ese acuerdo le crea muchas dificultades al Gobierno.
Tercer tema, que el Gobierno tiene que mirar con mucho cuidado: Por cada peso de aumento de salario mínimo, hay que reservar 70 centavos para pagar prestaciones, seguridad social, parafiscales.
Cuarta preocupación: Por cada punto por encima de la inflación en que se aumente el salario mínimo, el Gobierno adquiere una obligación de pagar 200 mil millones al año, año tras año, más, en materia de pensiones”.