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Colombia sigue sin tener una regulación clara para las plataformas de movilidad tipo Uber, de allí que las autoridades (en los últimos años) hayan intentado ejercer un control sobre las mismas con base en la normativa actual.
Este viernes se conoció que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca atendió la demanda de la empresa y la favoreció ante una sanción que le fue impuesta en el año 2016, cuando la Superintendencia de Transporte falló en contra de Uber al considerar que esta presta el servicio público de transporte de forma irregular.
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La autoridad considera que la superintendencia emitió un fallo equivocado, pues la empresa Uber Colombia S.A.S. no se constituye como un prestador de servicio público de transporte, sino como un intermediario que facilita una plataforma tecnológica para dicho servicio.
Con esto en firme, la Superintendencia de Transporte tendría que devolver los $451 millones que le fueron cobrados a Uber como sanción, así como los intereses causados durante estos años.
Según lo informado por El Tiempo, la Superintendencia de Transporte prepara una apelación para este fallo, llevando el caso a una instancia superior.
¿Cambia esto el panorama de Uber en Colombia?
No, el marco normativo para esta empresa, y otras similares, sigue igual. Es decir, estas aplicaciones siguen sin contar con una regulación que las ampare en Colombia.
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Hay que recordar que Uber salió de Colombia en 2020, por la falta de seguridad jurídica que manifestó tener en el país y su marco regulatorio. Meses más tarde volvió, con un el que parecía ser un nuevo modelo de negocio (aunque en la realidad todo siguió igual).
Uber dejó de describirse como una plataforma que intermedia el servicio de transporte terrestre en el país, para constituirse como una que alquila vehículos con conductor. Valiéndose de esta figura, es como la compañía ha podido seguir funcionando en Colombia en los últimos años.
Lo que sí sienta sobre la mesa este fallo es la necesidad de que en Colombia se discuta la regulación de estas plataformas (cosa que ya se ha hecho en el Congreso años atrás, sin mayores resultados).
Es probable que el próximo año se logre un avance significativo, pues el Ministerio del Trabajo propuso una reforma laboral que busca cobijar a este tipo de trabajadores. Esta podría abrir de nuevo las puertas del debate sobre estas aplicaciones, nivelando así la cancha con otros prestadores del servicio, como los taxistas.
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