Se vienen US$4 millones para financiar empresas rurales en América Latina
Unos 3.900 pequeños agricultores ya han sido beneficiarios de este tipo de inversiones y ahora buscan compañías que apoyen comunidades rurales para invertir en ellas. Hay foco en Colombia.
“Agronegocios, educación y energía”. Ese es el foco, es el camino trazado para invertir en empresas que están trabajando en el desarrollo rural de América Latina, con Colombia como protagonista, de acuerdo con la información que acaba de entregar Acumen, quien anunció una inversión de “US$4 millones para financiar cerca de 8 empresas que apoyan a comunidades rurales”.
“Latinoamérica enfrenta diversos desafíos que van desde la pobreza y la desigualdad, la falta de acceso a servicios básicos, hasta la degradación ambiental. Para el año pasado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), encontró en su informe Panorama Social 2022 que aproximadamente unas 201 millones de personas (32,1% de la población total de la región) viven en situación de pobreza, de las cuales 82 millones (13,1%) se encuentran en extrema pobreza”, contó en un comunicado de prensa dicha organización, catalogado como un fondo de inversión sin fines de lucro.
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Acumen informó que desde ahora y hasta 2025 destinará esos más de $16 mil millones en ocho compañías, “con lo que esperan pueda generar un efecto positivo en la vida de más de 7.200 personas” en toda América Latina. Jorge de Angulo, director asociado de Acumen Latinoamérica, explica que “son un fondo impact first, en donde las inversiones son vistas en este contexto como un medio y no como un fin para resolver algunos de los problemas que más aquejan a la humanidad actualmente y que consideran, son absolutamente primordiales, como es la erradicación o disminución de la pobreza y la preservación del medio ambiente”.
Explica Angulo que “las operaciones de Acumen en América Latina tienen un enfoque regional, principalmente en zonas rurales de Colombia, las cuales han sido fuertemente afectadas por el conflicto armado. El objetivo, en este país, ha sido el de beneficiar a comunidades afrodescendientes, grupos indígenas, pequeños agricultores y mujeres que tradicionalmente han enfrentado una enorme exclusión económica, política y social. El cómo es por medio de empresas que no solo están abordando retos asociados a la pobreza en las zonas rurales, sino que también están ayudando a reconstruir el tejido social y creando alternativas viables para las actividades ilegales. Adicionalmente, en la región, Acumen también ha hecho inversiones en Perú y Guatemala”.
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Parte de los recursos de los que dispone Acumen vienen de Global Affairs Canada, BID LAB, USAID o la Fundación Bancolombia. Explican que “desde 2013, esta organización ya invirtió en 14 empresas un total de US$ 9.4 millones, con un enfoque sectorial en tres pilares de la industria: agronegocios, educación y energía. Siendo uno de sus mayores esfuerzos el de los desafíos estructurales de la pobreza rural, espacio en donde se encuentran trabajando con organizaciones como: Cacao de Colombia, una empresa que produce y comercializa granos de cacao con pequeños agricultores y chocolate de alta calidad (bajo la marca “Cacao Hunters”) que se exporta a otros países; Azahar, que compra, tuesta, y vende café verde de alta calidad producido por pequeños agricultores o Selva Nevada que produce y comercializa helados artesanales los cuales son elaborados con frutas exóticas que son recolectadas por campesinos ubicados en zonas de posconflicto, entre otras tantas”.
En el balance del impacto, se sabe que “han logrado impactar la vida de cerca de 3.900 pequeños agricultores y de un total de 15.600 personas” y que este tipo de “inversiones de impacto buscan generar un retorno financiero, y a su vez un impacto social y medioambiental positivo. En ese sentido, una de sus principales características es la de que el capital sea destinado con un fin transformador y se busca que la misma pueda generar resultados medibles, objetivos cuantificables, efectivos y tangibles”.
“Invertimos con horizontes de tiempo más largos que los de un inversionista tradicional y eventualmente que los de un inversionista de impacto tradicional. Es decir, invertir por espacio de 5 a 7 años (probablemente incluso períodos más largos) es lo que nosotros llamamos, efectivamente, capital paciente”, agregó Angulo. “Para ayudar a muchas de estas empresas a crecer y escalar, esta organización ofrece asistencia técnica y acompañamiento posterior a la inversión en áreas como estrategia, planeación financiera, gobierno corporativo, talento humano, conocimiento del cliente/mercado y levantamiento de capital. Una vez que invertimos en una empresa, trabajamos de la mano con sus equipos y los ayudamos a perfeccionar sus modelos de negocio para que logren la sostenibilidad y escalabilidad esperada”.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚
“Agronegocios, educación y energía”. Ese es el foco, es el camino trazado para invertir en empresas que están trabajando en el desarrollo rural de América Latina, con Colombia como protagonista, de acuerdo con la información que acaba de entregar Acumen, quien anunció una inversión de “US$4 millones para financiar cerca de 8 empresas que apoyan a comunidades rurales”.
“Latinoamérica enfrenta diversos desafíos que van desde la pobreza y la desigualdad, la falta de acceso a servicios básicos, hasta la degradación ambiental. Para el año pasado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), encontró en su informe Panorama Social 2022 que aproximadamente unas 201 millones de personas (32,1% de la población total de la región) viven en situación de pobreza, de las cuales 82 millones (13,1%) se encuentran en extrema pobreza”, contó en un comunicado de prensa dicha organización, catalogado como un fondo de inversión sin fines de lucro.
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Explica Angulo que “las operaciones de Acumen en América Latina tienen un enfoque regional, principalmente en zonas rurales de Colombia, las cuales han sido fuertemente afectadas por el conflicto armado. El objetivo, en este país, ha sido el de beneficiar a comunidades afrodescendientes, grupos indígenas, pequeños agricultores y mujeres que tradicionalmente han enfrentado una enorme exclusión económica, política y social. El cómo es por medio de empresas que no solo están abordando retos asociados a la pobreza en las zonas rurales, sino que también están ayudando a reconstruir el tejido social y creando alternativas viables para las actividades ilegales. Adicionalmente, en la región, Acumen también ha hecho inversiones en Perú y Guatemala”.
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En el balance del impacto, se sabe que “han logrado impactar la vida de cerca de 3.900 pequeños agricultores y de un total de 15.600 personas” y que este tipo de “inversiones de impacto buscan generar un retorno financiero, y a su vez un impacto social y medioambiental positivo. En ese sentido, una de sus principales características es la de que el capital sea destinado con un fin transformador y se busca que la misma pueda generar resultados medibles, objetivos cuantificables, efectivos y tangibles”.
“Invertimos con horizontes de tiempo más largos que los de un inversionista tradicional y eventualmente que los de un inversionista de impacto tradicional. Es decir, invertir por espacio de 5 a 7 años (probablemente incluso períodos más largos) es lo que nosotros llamamos, efectivamente, capital paciente”, agregó Angulo. “Para ayudar a muchas de estas empresas a crecer y escalar, esta organización ofrece asistencia técnica y acompañamiento posterior a la inversión en áreas como estrategia, planeación financiera, gobierno corporativo, talento humano, conocimiento del cliente/mercado y levantamiento de capital. Una vez que invertimos en una empresa, trabajamos de la mano con sus equipos y los ayudamos a perfeccionar sus modelos de negocio para que logren la sostenibilidad y escalabilidad esperada”.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚