Amor de familia en cada grano de café
La tercera generación de una familia cafetera puso a andar Constantine, un emprendimiento que le hace honor a la comercialización del emblemático producto colombiano.
“Cuando éramos pequeños pasábamos todas las vacaciones en la finca de mis abuelos, recogiendo café y nos nos gustaba ir. Sinceramente, nunca nos había interesado el trabajo en el campo porque pensábamos que las oportunidades estaban afuera, en la ciudad. Esa mentalidad me cambió cuando empecé a sumergirme en este maravilloso mundo”, cuenta en una conversación de WhatsApp, Nicol Moreno, nieta de la 3ra generación de la familia que formaron Constantino Melo y Evangelina Lezcano, sus abuelos.
En 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, Nicol recuerda como aterrizó su idea de negocio, cuál fue su principal motivación y cómo ha logrado que Constantine Café pasara de vender $13.000.000 a $72.000.000 anuales.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Mi nombre es Nicol Mariana Moreno, tengo 27 años y realice doble titulación: Finanzas y Comercio Internacional y Negocios Internacionales en la Universidad del Rosario.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Cuando comencé con mi carrera profesional quería solo estudiar, graduarme y comenzar a emplearme, me veía trabajando en una oficina y siendo una super ejecutiva. Sin embargo, durante varios años venía a mi cabeza la idea de tener mi propia empresa, pero nunca supe de qué podría ser. En los últimos semestres conocí una tienda especializada de café, y allí me di cuenta que ellos compraban café a pequeños caficultores de diferentes regiones de Colombia, y que además se podían preparar con diferentes métodos. Para mí eso fue demasiado innovador, me comenzó a llamar la atención el tema de café y comencé a ir más seguido a la tienda, aprendiendo, conociendo y estudiando sobre este producto.
Comencé a viajar a la finca de mi familia y traje una muestra de café (yo sin saber absolutamente nada) y la mandé a catar con el fin de saber si nuestro café era bueno o no. Para fortuna nuestra muestra salió de alta calidad, sin embargo, yo no tenía experiencia en ningún sentido, ni siquiera me había graduado, y además la finca estaba abandonada, así que me tomé un tiempo para ganar experiencia, aprender, investigar y aplicar a prácticas que fueran relacionándome con el comercio. Comencé mis prácticas en el 2018 en ProColombia, allí conocí a muchos exportadores, productores y fue con el contacto del sector real, donde me di cuenta de lo que iba a ser mi empresa y de lo que teníamos en mi familia, un tesoro que nuestro abuelo Constantino nos había dejado: una finca productora de café.
El 18 de marzo del 2019 finalicé mis prácticas, ese día tuve una conversación con mi tía exponiéndole que no sabía que hacer ahora, considerándome desempleada desde ese momento. Le dije que mientras conseguía algo quería ponerme a cargo de la producción del café en la finca y que yo estaba dispuesta a ayudarles, ella fue la primera en decirme que yo había nacido para crear empresa. Al día siguiente me fui a la Cámara de Comercio y registré la empresa, luego de haber pensado en el nombre e inspirada en mi abuelo Constantino. Quise hacerle un reconocimiento a su memoria y como mi objetivo inicial era vender café en el exterior, lo decidí llamar al producto: Constantine Café, resaltando la constancia, una palabra que nos define como familia y que nos permitirá por muchos años, seguir contribuyendo a una cultura cafetera sostenible.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
En ese momento yo tenía lo más importante, la materia prima, el apoyo de mi familia y una empresa registrada en la Cámara de Comercio. Con mi conocimiento en diferentes ámbitos, mi habilidad para crear contactos y mis ganas de llevar el café de mi familia a otro nivel, comencé el proceso de crear la marca. Cuando cree la empresa mi objetivo inicial era exportar café a otros países, porque tenía en la cabeza el concepto de que afuera valoraban más nuestros productos, especialmente el café. No obstante, el proceso de exportar café requiere tiempo y mucha paciencia.
Mi presupuesto era bajo así que decidí hacer todo yo, desde el logo, diseño, redes sociales, caminar por el centro buscando proveedores para los empaques, hasta encontrar una empresa de maquila para tercerizar el proceso de tostón del café. No podía comenzar en una industria sin saber de ella, así que realicé diferentes cursos sobre barismo, café y procesos. Luego, me traje el primer saco de café para tostarlo y ese fue el primer día que probamos el café que producíamos en nuestra finca, el resultado fue algo que no nos esperábamos, un sabor y unos aromas que nunca habíamos sentido, las sensaciones y emociones fueron muchas, sentimos que el trabajo de tantos años en la finca de Constantino y Eva (nuestros abuelos) habían valido la pena, esas primeras 60 libras las vendimos en una semana a nuestros amigos y a conocidos, ellos fueron los encargados de confirmarnos que Constantine Café tenía una misión muy grande en Colombia, educar y culturizar a los colombianos, enseñarles con ejemplo a valorar el café que acá producimos, a comprar y a apoyar al pequeño caficultor.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Durante el año de mis prácticas me pagaban, ahorré un porcentaje y otro lo invertí en algunos fondos de inversión. Gracias a esto pude tener un buen capital para comprar empaques, etiquetas, pagar las primeras ferias presenciales a las que asistimos, pagar la maquila, comprar algunos métodos para preparar café y pagar los cursos de barismo.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Constantine Café está logrando cambiar la imagen del café en Colombia y en el mundo. Al café lo veíamos como ese producto con el que nos reconocían en el exterior, sin saber realmente qué era. Constantine cambió nuestro pensamiento, forma de vida, nos enseñó a valorar ese trabajo que hacen millones de familias en el campo, además de que esta cambiando hábitos de consumo de nuestros clientes. Hemos llegado a miles de familias a llenarles el corazón de felicidad y buen café.
Estamos creando valor en nuestra región, en nuestro municipio de San Juan de Rioseco. Desde Constantine Café trabajamos por 3 ODS (objetivos de desarrollo de la ONU) claves ambientales, sociales y económicas. Vinculamos nuestros procesos para la preservación y conservación del medio ambiente, siendo participes de la economía circular y reutilizando cada residuo del ciclo de producción del café en pro del medio ambiente, fomentamos empleo inclusivo y decente para las familias de la región y creamos un modelo de negocio sostenible en el tiempo, con la transformación de nuestro café en un producto de calidad que lleve felicidad a millones de personas en Colombia y el mundo.
Para nosotros es importante aportar a nuestro país, por eso nuestros líderes, quienes son en su 90% mujeres, trabajamos para que los colombianos consuman un producto propio de su país, que más allá de ser una taza de café, refleje en ella el trabajo de todo un pueblo resiliente que construye día a día una nueva imagen, donde la pasión, compromiso y amor son los pilares fundamentales.
6. ¿Soy feliz?
¡Muy feliz! No solo por hacer lo que me apasiona, sino porque desde Constantine Café hacemos felices a muchas personas y eso es algo que llena más que el dinero o reconocimiento.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No, Constantine Café es mi hijo, lo es todo para mí y apenas estamos dando los primeros pasos.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender y emprender en Colombia siempre es un reto muy grande, lo más complicado es mantenerse. Todos los emprendedores tomamos la decisión por diferentes razones, unos por necesidad, otros por las ganas de crear algo propio y otros porque vemos oportunidades donde antes se veían perdidas. Pero como me decía uno de mis tutores, arranqué en el momento cero, al que los emprendedores le llamamos “mi mamá me ayuda”, es una etapa en la que aún no tienes tantos gastos, en el que todavía vives con tus papás y eso es una gran ayuda. Claro que tomar la decisión de emprender fue complicada, no tener un sueldo fijo, no poder darse lujos y saber que todo lo que ganas lo tienes que invertir. Comenzar es una etapa de mucha incertidumbre y riesgo, pero yo siempre pensaba: ‘lo peor que me puede pasar es que fracase y me toque buscar trabajo, lo mejor es arriesgarme’.
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9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Yo siento que lo estoy cumpliendo, pero falta demasiado. Creo que voy en menos del 50% de lo que sueño con Constantine Café.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Llegar a muchísimos más corazones colombianos. Colombia es un reto en términos de educación y cultura cafetera, y queremos que las personas digan: Constantine Café me enseñó a tomar un mejor café, queremos que muchos puedan conocer y visitar nuestra finca, nuestra región, que San Juan de Rioseco y Cundinamarca sean reconocido como una región productora de los mejores cafés colombianos. Queremos que el agro sea visto con otra cara y que este sea un sector lleno de oportunidades de crecimiento para el país. Estamos trabajando también por conquistar corazones en otros países, actualmente exportamos a 3 países principales, pero el objetivo es dar a conocer nuestro café a muchos países más.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Totalmente, lo bonito de este mundo del café es que podemos crecer en muchos sentidos.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa
En este momento no, hemos tenido propuestas, pero como he dicho siempre, el dinero no lo es todo, para recibir algún tipo de inversión debe ir de la mano con el amor por el hacer, el deseo y las ganas. Recibir inversión es importante para crecer, pero por el momento vamos a nuestro ritmo y según nuestras capacidades para continuar nuestros procesos con capital propio.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Realmente todo lo que nos ha pasado tanto aciertos como desaciertos han sido de crecimiento, pero seguro no volvería a trabajar en muchos proyectos al tiempo, es mejor tomarse las cosas con calma y llevar todo paso a paso.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Definitivamente mis abuelos fueron la fuente principal de inspiración, la verraquera y visión de mi abuelo Constantino era de admirar, pero seguro no hubiera logrado tantas cosas de no ser por mi abuela, Evangelina, quien con su tenacidad, amor y compañía ayudó a sacar la finca cafetera adelante.
Soy fan y sigo a las mujeres de mi familia, mis tías que han sido mi apoyo fiel, mi tío que ha estado al lado mío poniéndose la 10 siempre, y por supuesto mi mamá, ella me ha enseñado a que el trabajo duro y honesto es el único que nos permite llegar a lejos, su fuerza y ejemplo son mi guía a diario.
Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Claro, yo creo que he fracasado muchísimas veces, pero siempre firme en levantarme y seguir.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Estuve bajo el apoyo y asesoría del Centro de Emprendimiento de la universidad El Rosario, donde tutores me ayudaron a crecer y convertirme en lo que actualmente somos. Las capacitaciones y ruedas de negocios de ProColombia han sido muy valiosas y claves para el desarrollo de negocios. La Cámara de Comercio de Bogotá también ha sido una comunidad de mucho apoyo, y por supuesto la comunidad más grande, la comunidad de emprendedores, esta es una red colaborativa demasiado importante, hemos generado muchas alianzas.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Estamos 100% seguros que está trascendiendo mas de lo que creemos, hemos impactado a muchas vidas, no solo por la venta de un mejor café sino porque estamos generando consciencia del valor de trabajo en el campo. Estamos impactando vidas en nuestra región y sobre todo a aquellos que vienen detrás de nosotros, los niños, esta generación que cada día es más sensata y responsable en lo que los adultos estamos dejándoles.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Me proyecto como una mujer líder que ayuda a otros también a crecer. Y veo a Constantine café como una empresa grande, generadora de empleo, que promueve el crecimiento personal y profesional de sus colaboradores. Una empresa que trabaja desde y para el crecimiento del agro colombiano.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Son la base de todo. Realmente Constantine Café y yo no estaríamos hoy contando la historia sin su apoyo, sin su motivación. Todos absolutamente todos han generado un impacto, comprando, recomendando, acompañándonos en eventos, ferias, con palabras de aliento, palabras de orgullo, ellos son claves para poder mantenerse. Y como dice nuestro slogan Amor de familia en cada grano, sin la unión de mi familia y el apoyo, Constantine Café no existiría.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Lo hago, realmente yo soy muy generosa con mi conocimiento y mi experiencia, siento que desde mi trabajo puedo ayudar a otros a crecer, muchos emprendedores del sector y de otros sectores se han acercado a mi para alguna asesoría, consejo o ayuda.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Como un equipo hemos tenido diferentes jugadores claves. El 90% es mi familia, con ellos le hemos puesto al negocio las ganas y el amor por el café, el 5% son los colaboradores de la región que tenemos en la finca ayudándonos a cultivar y a producir el café. El otro 5% lo hemos forjado con relaciones laborales y de amistad muy bonitas, Daniel que es un barista profesional que trabaja con nosotros en diferentes eventos, mensajeros y profesionales que nos colaboran en áreas administrativas.
Sígale el rastro a esta historia: Pasaron de no saber manejar dinero a enseñar educación financiera
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Tengo una ventaja grandísima y es poder ser parte de toda la cadena productiva del café, he tenido la fortuna de vivir en la finca y darme cuenta de todos los procesos, así puedo identificar qué se puede mejorar, qué podemos cambiar y qué es necesario mantener. Yo llego a la finca, me pongo las botas, el sombrero y a trabajar. Siembro café, lo recojo, lo proceso y lo preparo. Conozco cada parte de nuestro proceso logístico, eso ha permitido darle a Constantine Café un valor agregado en mantener una trazabilidad de sus procesos, garantizando la calidad del grano.
Nuestro café es de único origen, única finca, lo que nos permite ser una marca exclusiva. Esta es una empresa comprometida con el medio ambiente y dispuesta a lograr un impacto social positivo, beneficiando a su comunidad, la cual le abrió las puertas y trabaja con pasión para llegar a todos los hogares representando el esfuerzo colombiano.
No nos dedicamos a vender café, llevamos desde Constantine Café un legado, una cultura, es ese sorbo de felicidad que te tomas día a día.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Todos los días se aprenden cosas, pero lo más importante es que he aprendido a escuchar, entender que no siempre tengo la razón, que el punto de vista y experiencia de otros son claves para crecer. Orden, esto es muy importante a la hora de emprender, organizarse financieramente, organizar el tiempo y sobre todo ser muy disciplinados y constantes. Aprendí a valorarme, a descubrir todo el potencial que hay en mí. También entendí que mejor arrepentirse de lo que se hizo y no de lo que se ha dejado de hacer. Valorar el trabajo de los artesanos y no regatear precios.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).
“Cuando éramos pequeños pasábamos todas las vacaciones en la finca de mis abuelos, recogiendo café y nos nos gustaba ir. Sinceramente, nunca nos había interesado el trabajo en el campo porque pensábamos que las oportunidades estaban afuera, en la ciudad. Esa mentalidad me cambió cuando empecé a sumergirme en este maravilloso mundo”, cuenta en una conversación de WhatsApp, Nicol Moreno, nieta de la 3ra generación de la familia que formaron Constantino Melo y Evangelina Lezcano, sus abuelos.
En 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, Nicol recuerda como aterrizó su idea de negocio, cuál fue su principal motivación y cómo ha logrado que Constantine Café pasara de vender $13.000.000 a $72.000.000 anuales.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Mi nombre es Nicol Mariana Moreno, tengo 27 años y realice doble titulación: Finanzas y Comercio Internacional y Negocios Internacionales en la Universidad del Rosario.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Cuando comencé con mi carrera profesional quería solo estudiar, graduarme y comenzar a emplearme, me veía trabajando en una oficina y siendo una super ejecutiva. Sin embargo, durante varios años venía a mi cabeza la idea de tener mi propia empresa, pero nunca supe de qué podría ser. En los últimos semestres conocí una tienda especializada de café, y allí me di cuenta que ellos compraban café a pequeños caficultores de diferentes regiones de Colombia, y que además se podían preparar con diferentes métodos. Para mí eso fue demasiado innovador, me comenzó a llamar la atención el tema de café y comencé a ir más seguido a la tienda, aprendiendo, conociendo y estudiando sobre este producto.
Comencé a viajar a la finca de mi familia y traje una muestra de café (yo sin saber absolutamente nada) y la mandé a catar con el fin de saber si nuestro café era bueno o no. Para fortuna nuestra muestra salió de alta calidad, sin embargo, yo no tenía experiencia en ningún sentido, ni siquiera me había graduado, y además la finca estaba abandonada, así que me tomé un tiempo para ganar experiencia, aprender, investigar y aplicar a prácticas que fueran relacionándome con el comercio. Comencé mis prácticas en el 2018 en ProColombia, allí conocí a muchos exportadores, productores y fue con el contacto del sector real, donde me di cuenta de lo que iba a ser mi empresa y de lo que teníamos en mi familia, un tesoro que nuestro abuelo Constantino nos había dejado: una finca productora de café.
El 18 de marzo del 2019 finalicé mis prácticas, ese día tuve una conversación con mi tía exponiéndole que no sabía que hacer ahora, considerándome desempleada desde ese momento. Le dije que mientras conseguía algo quería ponerme a cargo de la producción del café en la finca y que yo estaba dispuesta a ayudarles, ella fue la primera en decirme que yo había nacido para crear empresa. Al día siguiente me fui a la Cámara de Comercio y registré la empresa, luego de haber pensado en el nombre e inspirada en mi abuelo Constantino. Quise hacerle un reconocimiento a su memoria y como mi objetivo inicial era vender café en el exterior, lo decidí llamar al producto: Constantine Café, resaltando la constancia, una palabra que nos define como familia y que nos permitirá por muchos años, seguir contribuyendo a una cultura cafetera sostenible.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
En ese momento yo tenía lo más importante, la materia prima, el apoyo de mi familia y una empresa registrada en la Cámara de Comercio. Con mi conocimiento en diferentes ámbitos, mi habilidad para crear contactos y mis ganas de llevar el café de mi familia a otro nivel, comencé el proceso de crear la marca. Cuando cree la empresa mi objetivo inicial era exportar café a otros países, porque tenía en la cabeza el concepto de que afuera valoraban más nuestros productos, especialmente el café. No obstante, el proceso de exportar café requiere tiempo y mucha paciencia.
Mi presupuesto era bajo así que decidí hacer todo yo, desde el logo, diseño, redes sociales, caminar por el centro buscando proveedores para los empaques, hasta encontrar una empresa de maquila para tercerizar el proceso de tostón del café. No podía comenzar en una industria sin saber de ella, así que realicé diferentes cursos sobre barismo, café y procesos. Luego, me traje el primer saco de café para tostarlo y ese fue el primer día que probamos el café que producíamos en nuestra finca, el resultado fue algo que no nos esperábamos, un sabor y unos aromas que nunca habíamos sentido, las sensaciones y emociones fueron muchas, sentimos que el trabajo de tantos años en la finca de Constantino y Eva (nuestros abuelos) habían valido la pena, esas primeras 60 libras las vendimos en una semana a nuestros amigos y a conocidos, ellos fueron los encargados de confirmarnos que Constantine Café tenía una misión muy grande en Colombia, educar y culturizar a los colombianos, enseñarles con ejemplo a valorar el café que acá producimos, a comprar y a apoyar al pequeño caficultor.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Durante el año de mis prácticas me pagaban, ahorré un porcentaje y otro lo invertí en algunos fondos de inversión. Gracias a esto pude tener un buen capital para comprar empaques, etiquetas, pagar las primeras ferias presenciales a las que asistimos, pagar la maquila, comprar algunos métodos para preparar café y pagar los cursos de barismo.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Constantine Café está logrando cambiar la imagen del café en Colombia y en el mundo. Al café lo veíamos como ese producto con el que nos reconocían en el exterior, sin saber realmente qué era. Constantine cambió nuestro pensamiento, forma de vida, nos enseñó a valorar ese trabajo que hacen millones de familias en el campo, además de que esta cambiando hábitos de consumo de nuestros clientes. Hemos llegado a miles de familias a llenarles el corazón de felicidad y buen café.
Estamos creando valor en nuestra región, en nuestro municipio de San Juan de Rioseco. Desde Constantine Café trabajamos por 3 ODS (objetivos de desarrollo de la ONU) claves ambientales, sociales y económicas. Vinculamos nuestros procesos para la preservación y conservación del medio ambiente, siendo participes de la economía circular y reutilizando cada residuo del ciclo de producción del café en pro del medio ambiente, fomentamos empleo inclusivo y decente para las familias de la región y creamos un modelo de negocio sostenible en el tiempo, con la transformación de nuestro café en un producto de calidad que lleve felicidad a millones de personas en Colombia y el mundo.
Para nosotros es importante aportar a nuestro país, por eso nuestros líderes, quienes son en su 90% mujeres, trabajamos para que los colombianos consuman un producto propio de su país, que más allá de ser una taza de café, refleje en ella el trabajo de todo un pueblo resiliente que construye día a día una nueva imagen, donde la pasión, compromiso y amor son los pilares fundamentales.
6. ¿Soy feliz?
¡Muy feliz! No solo por hacer lo que me apasiona, sino porque desde Constantine Café hacemos felices a muchas personas y eso es algo que llena más que el dinero o reconocimiento.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No, Constantine Café es mi hijo, lo es todo para mí y apenas estamos dando los primeros pasos.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender y emprender en Colombia siempre es un reto muy grande, lo más complicado es mantenerse. Todos los emprendedores tomamos la decisión por diferentes razones, unos por necesidad, otros por las ganas de crear algo propio y otros porque vemos oportunidades donde antes se veían perdidas. Pero como me decía uno de mis tutores, arranqué en el momento cero, al que los emprendedores le llamamos “mi mamá me ayuda”, es una etapa en la que aún no tienes tantos gastos, en el que todavía vives con tus papás y eso es una gran ayuda. Claro que tomar la decisión de emprender fue complicada, no tener un sueldo fijo, no poder darse lujos y saber que todo lo que ganas lo tienes que invertir. Comenzar es una etapa de mucha incertidumbre y riesgo, pero yo siempre pensaba: ‘lo peor que me puede pasar es que fracase y me toque buscar trabajo, lo mejor es arriesgarme’.
Puede interesarle este emprendimiento: El negocio de las copas menstruales amigables con el medio ambiente
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Yo siento que lo estoy cumpliendo, pero falta demasiado. Creo que voy en menos del 50% de lo que sueño con Constantine Café.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Llegar a muchísimos más corazones colombianos. Colombia es un reto en términos de educación y cultura cafetera, y queremos que las personas digan: Constantine Café me enseñó a tomar un mejor café, queremos que muchos puedan conocer y visitar nuestra finca, nuestra región, que San Juan de Rioseco y Cundinamarca sean reconocido como una región productora de los mejores cafés colombianos. Queremos que el agro sea visto con otra cara y que este sea un sector lleno de oportunidades de crecimiento para el país. Estamos trabajando también por conquistar corazones en otros países, actualmente exportamos a 3 países principales, pero el objetivo es dar a conocer nuestro café a muchos países más.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Totalmente, lo bonito de este mundo del café es que podemos crecer en muchos sentidos.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa
En este momento no, hemos tenido propuestas, pero como he dicho siempre, el dinero no lo es todo, para recibir algún tipo de inversión debe ir de la mano con el amor por el hacer, el deseo y las ganas. Recibir inversión es importante para crecer, pero por el momento vamos a nuestro ritmo y según nuestras capacidades para continuar nuestros procesos con capital propio.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Realmente todo lo que nos ha pasado tanto aciertos como desaciertos han sido de crecimiento, pero seguro no volvería a trabajar en muchos proyectos al tiempo, es mejor tomarse las cosas con calma y llevar todo paso a paso.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Definitivamente mis abuelos fueron la fuente principal de inspiración, la verraquera y visión de mi abuelo Constantino era de admirar, pero seguro no hubiera logrado tantas cosas de no ser por mi abuela, Evangelina, quien con su tenacidad, amor y compañía ayudó a sacar la finca cafetera adelante.
Soy fan y sigo a las mujeres de mi familia, mis tías que han sido mi apoyo fiel, mi tío que ha estado al lado mío poniéndose la 10 siempre, y por supuesto mi mamá, ella me ha enseñado a que el trabajo duro y honesto es el único que nos permite llegar a lejos, su fuerza y ejemplo son mi guía a diario.
Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Claro, yo creo que he fracasado muchísimas veces, pero siempre firme en levantarme y seguir.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Estuve bajo el apoyo y asesoría del Centro de Emprendimiento de la universidad El Rosario, donde tutores me ayudaron a crecer y convertirme en lo que actualmente somos. Las capacitaciones y ruedas de negocios de ProColombia han sido muy valiosas y claves para el desarrollo de negocios. La Cámara de Comercio de Bogotá también ha sido una comunidad de mucho apoyo, y por supuesto la comunidad más grande, la comunidad de emprendedores, esta es una red colaborativa demasiado importante, hemos generado muchas alianzas.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Estamos 100% seguros que está trascendiendo mas de lo que creemos, hemos impactado a muchas vidas, no solo por la venta de un mejor café sino porque estamos generando consciencia del valor de trabajo en el campo. Estamos impactando vidas en nuestra región y sobre todo a aquellos que vienen detrás de nosotros, los niños, esta generación que cada día es más sensata y responsable en lo que los adultos estamos dejándoles.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Me proyecto como una mujer líder que ayuda a otros también a crecer. Y veo a Constantine café como una empresa grande, generadora de empleo, que promueve el crecimiento personal y profesional de sus colaboradores. Una empresa que trabaja desde y para el crecimiento del agro colombiano.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Son la base de todo. Realmente Constantine Café y yo no estaríamos hoy contando la historia sin su apoyo, sin su motivación. Todos absolutamente todos han generado un impacto, comprando, recomendando, acompañándonos en eventos, ferias, con palabras de aliento, palabras de orgullo, ellos son claves para poder mantenerse. Y como dice nuestro slogan Amor de familia en cada grano, sin la unión de mi familia y el apoyo, Constantine Café no existiría.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Lo hago, realmente yo soy muy generosa con mi conocimiento y mi experiencia, siento que desde mi trabajo puedo ayudar a otros a crecer, muchos emprendedores del sector y de otros sectores se han acercado a mi para alguna asesoría, consejo o ayuda.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Como un equipo hemos tenido diferentes jugadores claves. El 90% es mi familia, con ellos le hemos puesto al negocio las ganas y el amor por el café, el 5% son los colaboradores de la región que tenemos en la finca ayudándonos a cultivar y a producir el café. El otro 5% lo hemos forjado con relaciones laborales y de amistad muy bonitas, Daniel que es un barista profesional que trabaja con nosotros en diferentes eventos, mensajeros y profesionales que nos colaboran en áreas administrativas.
Sígale el rastro a esta historia: Pasaron de no saber manejar dinero a enseñar educación financiera
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Tengo una ventaja grandísima y es poder ser parte de toda la cadena productiva del café, he tenido la fortuna de vivir en la finca y darme cuenta de todos los procesos, así puedo identificar qué se puede mejorar, qué podemos cambiar y qué es necesario mantener. Yo llego a la finca, me pongo las botas, el sombrero y a trabajar. Siembro café, lo recojo, lo proceso y lo preparo. Conozco cada parte de nuestro proceso logístico, eso ha permitido darle a Constantine Café un valor agregado en mantener una trazabilidad de sus procesos, garantizando la calidad del grano.
Nuestro café es de único origen, única finca, lo que nos permite ser una marca exclusiva. Esta es una empresa comprometida con el medio ambiente y dispuesta a lograr un impacto social positivo, beneficiando a su comunidad, la cual le abrió las puertas y trabaja con pasión para llegar a todos los hogares representando el esfuerzo colombiano.
No nos dedicamos a vender café, llevamos desde Constantine Café un legado, una cultura, es ese sorbo de felicidad que te tomas día a día.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Todos los días se aprenden cosas, pero lo más importante es que he aprendido a escuchar, entender que no siempre tengo la razón, que el punto de vista y experiencia de otros son claves para crecer. Orden, esto es muy importante a la hora de emprender, organizarse financieramente, organizar el tiempo y sobre todo ser muy disciplinados y constantes. Aprendí a valorarme, a descubrir todo el potencial que hay en mí. También entendí que mejor arrepentirse de lo que se hizo y no de lo que se ha dejado de hacer. Valorar el trabajo de los artesanos y no regatear precios.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).