Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Emprender es un camino que, a decir verdad, no parece pavimentado, iluminado, tampoco tiene señalización, todo el mundo cuenta experiencias distintas de cómo lo ha transitado y pareciera que aunque todos sabemos cómo funcionan los cambios del carro y en dónde está el acelerador, lo que no sabemos es qué parte de ese camino se puede poner el pie sobre ese acelerador y, sobre todo, sentir la confianza de viajar a velocidad de crucero o, para ser más prudentes, saber pisar el freno. Emprender es, por toda la experiencia recogida, el momento de vida para estar dispuesto a que cualquier cosa pueda suceder. La que sea: la del camino a la cumbre, en ascenso, o, al contrario, la del deslizamiento que se llevó al alpinista a la base de la montaña, donde todo había comenzado.
Y por eso es tan necesario que en ese camino solitario aparezca alguien con una linterna, quien haya pasado por allí y sepa, al menos, en dónde están los huecos, los altibajos, el terreno húmedo y, por supuesto, el abismo. Esa zona en donde casi todos caen. El llamado “valle de la muerte”. Y ahí es donde están, por ejemplo, espacios como el que anunció Pro Mujer en alianza con el Fondo Mujer Libre y Productiva de la Vicepresidencia de la República, llamado Emprende Pro Mujer, que trabaja en la “formación para el emprendimiento de mujeres” y que “llega a Guainía, Guaviare y Vaupés en su versión híbrida”.
Así que todas las mujeres de esos tres departamentos podrán recibir formación en temas de “gestión financiera, capacitación en el uso estratégico de las redes sociales” y “fuentes de financiamiento para el crecimiento empresarial”, todos temas relacionados con el modelo de negocio, que es la columna vertebral de cualquier emprendimiento. De acuerdo con el Gobierno, “el programa cuenta con modalidad presencial y virtual” y “se espera graduar a 220 mujeres del programa híbrido, que se unirán a las más de mil mujeres graduadas del programa digital”.
María Fernanda Reyes, directora Ejecutiva del Fondo Mujer, dice que desde su entidad “ofrecemos diferentes oportunidades de transformación para las mujeres de nuestro país, y junto con Pro Mujer tenemos el compromiso de llegar a las zonas con mayor tasa de desempleo en Colombia con un programa de formación para estructurar comunidades de mujeres emprendedoras que se acompañen en el camino de generar negocios sostenibles y rentables y, así, continuar cerrando la brecha económica y laboral de género”.
Las recomendadas del editor:
Los datos abiertos: “Una pieza fundamental para el éxito de los emprendedores”
“Consumidores-trabajadores” y su impacto en el empleo asalariado
De acuerdo con las cifras del Ejecutivo, “Emprende Pro Mujer, desde su lanzamiento en Colombia en octubre de 2023, ha formado a 1.000 mujeres a nivel nacional en temas de modelo de negocio, salud financiera, presupuesto, estrategias de ventas, diseño, comunicación, marketing y distintas habilidades que les permite impulsar sus negocios”.
“Nuestro motor es el bienestar de las mujeres, queremos que todas tengan las herramientas para alcanzar su máximo potencial. Y si hay un territorio en Colombia, en América Latina, en el que el 37% de las mujeres rurales se encuentra en pobreza multidimensional, como lo son la Orinoquía y la Amazonía, allí estaremos fortaleciendo sus capacidades para alcanzar la autonomía económica”, dijo Carmen Correa, CEO de Pro Mujer.
El plazo para inscribirse es hasta el 3 de mayo de 2024 y lo pueden hacer a través del siguiente enlace: https://www.lfstatistics.com/ENC/PROMUJER/formularioColombia.php
De acuerdo con la información oficial, con este tipo de programas gratuitos se está “ofreciendo educación y acompañamiento personalizado a través de una metodología especialmente diseñada que cubre las necesidades de mujeres indígenas y rurales, con sesiones presenciales y virtuales que buscan adaptarse a las condiciones de las mujeres de esta región, a la luz de lo alcanzado con la experiencia del programa en regiones con contextos similares como el sureste de México”.