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A Tania González la conocimos cuando se presentó, en uno de esos pocos minutos que tienen los y las emprendedoras, cuando se enfrentan a un jurado que, en este caso, definía si su negocio se quedaba con una isla de venta en el centro comercial Unicentro. “Junto con mi esposo, Uddy Carmi, somos los fundadores de Carmi Ravioli, una marca de ravioles artesanales 100% naturales. Nuestro producto ha venido adquiriendo popularidad porque es de cocción ultrarrápida (pasta que se cocina en 3 minutos, máximo 5 minutos). ¡Tenemos una historia de resiliencia increíble! En solo 5 años hemos pasado de hacer ravioles con moldes plásticos en la cocina de nuestro apartamento, a producir casi media tonelada de ravioles a la semana. ¡Hoy, generamos 12 empleos directos y somos una empresa donde solo trabajan mujeres! Nos sentimos muy orgullosos de lo que hemos logrado hasta ahora y tenemos mucha ilusión por el futuro. Nuestros planes son abrir 2 puntos de venta en los próximos 3 meses y estamos buscando un socio inversionista que nos apoye con el capital para 10 puntos de venta adicionales el próximo año”.
Ella, además de la energía que tiene cuando habla de su negocio, también es enfática en su objetivo y en su propósito: “No descansaremos hasta que toda Colombia nos conozca. ¡Si eres amante de la pasta fresca, ayúdanos a pasar la voz de Carmi Ravioli! ¡Tenemos un producto único y merece ser probado!”. Hoy ya está presente en el Éxito Colina, Éxito Country y la plazoleta de comidas del centro comercial Gran Estación, en Bogotá. Aquí está su historia, contada en nuestra sección 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
42 años, soy economista.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Mi idea fue crear una marca de pasta de alta calidad, nació en el 2018. Creé una fábrica de pasta fresca.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
El primer paso fue renunciar a mi trabajo y dedicarme tiempo completo al desarrollo del producto y la comercialización.
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4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Lo primero fueron mis ahorros y luego mi familia me prestó un capital adicional. Aún no he pagado esos préstamos.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Carmi Ravioli es la nueva cara de la pasta fresca en Bogotá. Una imagen fresca y renovada de los ravioles de toda la vida ofreciendo opciones veganas y un producto 100% natural.
6. ¿Soy feliz?
¡Claro que soy feliz! He tenido la bendición de ver crecer mi idea de ceros. He podido presenciar cómo va cogiendo identidad propia. Me enorgullece hasta donde hemos llegado.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Por ahora no porque no la he llevado a donde la quiero llevar. Pero en un futuro sí es una posibilidad. Faltan por lo menos 10 años para eso.
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8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender es como tener un hijo. Te va a dar los momentos más lindos y los momentos más difíciles de tu vida. Un día estás muy feliz y al otro día devastada. Los primeros años son una montaña rusa de emociones que poco a poco y después de mucho trabajo duro se empieza a estabilizar. Es una prueba máxima de fuerza, convicción y fe.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
No he cumplido mi sueño, me hace falta ver a Carmi Ravioli en cada esquina de Colombia.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Seguir trabajando duro y abrir muchos puntos de venta para que la gente que aún no conoce la marca tenga la oportunidad de probar nuestros ravioles.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Sí, todos nuestros procesos están estandarizados y nuestra infraestructura es replicable. Pensamos abrir tanto puntos de venta propios, como punto de venta a través de franquicias.
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12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Sí, claro. Los mejores socios no son los conocidos, sino las personas con las credenciales correctas que aporten y completen lo que haga falta para la estrategia de expansión. Lo importante es alinear muy bien expectativas y objetivos para que la información sea lo más transparente posible de lado y lado.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Creo que muchas cosas no volvería hacerlas, pero igual las necesite vivir para aprender y estar en donde estoy hoy. Cómo dice el dicho: nadie aprende con la experiencia del otro. Todos mis “tropiezos” eran inevitables y siempre serán distintos para cada emprendedor.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Creo que uno tiene muchas personas influyentes en su vida y sería injusto escoger solo una. En general, creo que quienes más influencia han tenido sobre mí, son mi familia. Mis hijos definitivamente son mi principal motivación.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Uno no fracasa mientras siga en el juego. Y yo todavía sigo en el juego, sin embargo, muy seguido pienso en tirar la toalla, ya se me ha vuelto costumbre. En los emprendimientos hay que apagar muchos incendios y es agotador. Así que es normal querer tirar la toalla todos los días.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Participé en el programa de la promotora social, el cual me abrió muchas puertas.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Para mí, sí. Todas las marcas tienen su legado. El hecho de crear un producto que logre sobrevivir en el tiempo ya será para mi suficiente impacto. No es fácil que una marca perdure y si lo hace es porque en su ADN tiene algo especial y resuelve una necesidad específica de tus clientes.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Visualizo la marca como la marca de ravioles más reconocida del país.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Mi familia ha sido el pilar del negocio. Son mi motivación, mi fuerza y mi apoyo económico.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
No siento que ya lo haya logrado. Falta mucho para que la empresa tenga la solidez que me permita sentir tranquilidad. ¡Pero, si he logrado estar en un punto donde mis chances de sobrevivir son más grandes que mis chances de desaparecer… y eso ya por sí solo es valiosísimo, de aquí para adelante no hay límite!
Me encanta ayudar en lo que puedo a las personas que están pasando por cosas que yo ya pasé.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Lo más difícil para un emprendedor es construir un equipo comprometido, que se vuelva la columna vertebral del negocio. Cuando el emprendedor ya no tiene tiempo de hacer todo, le toca delegar y sin perjudicar la calidad de su oferta de valor a los clientes. Yo soy muy afortunada de haber encontrado personas que se pusieron la camiseta de mi proyecto y son ellas las personas que han hecho posible que Carmi Ravioli crezca.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Nuestro sello es la cocción ultrarrápida. Nuestros ravioles tienen cocción de 3 minutos (máximo 5 minutos).
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Hay muchas lecciones técnicas en un emprendimiento porque es una orquesta de una sola persona que tiene que usar muchos sombreros, como que me tocó manejar el software contable, me toco aprender a usar Canva y hacer mis propias piezas gráficas, me tocó aprender de marketing digital y manejar la pauta en redes sociales, me toco aprender a afiliar y desafiliar un empleado a la seguridad social; en fin, son muchas habilidades que uno adquiere. Pero, el regalo más grande que trae todo esto, es la paciencia. Porque nada pasa de un día para otro.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚