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“Con DUNA estamos cambiando la manera de vestir hacia el uso de prendas sostenibles, muy cómodas, durables, atemporales, sin sacrificar el diseño y estilo y fomentando la responsabilidad con el medio ambiente. Nuestras clientas son personas que se preocupan y buscan incorporar cambios en su vida cotidiana siempre para mejorar, como por ejemplo el tipo de ropa que vestimos.
En el mundo sólo se recicla el 9% del plástico que se produce. Estamos creando nuevas alternativas de uso para materiales que antes terminaban contaminando”, estas son las palabras de las dos hermanas que están detrás de un proyecto que contribuye con la conservación del medio ambiente y que promueve la educación del reciclaje en Colombia.
Ya tenemos presencia en varias ciudades de Colombia (Bogotá, Medellín, Manizales) a través de nuevos formatos de tienda POP UP, donde nos hemos encontrado con más marcas y emprendimientos que tienen nuestros mismos intereses o de los cuales hemos aprendido de su trabajo. Este semestre llegaremos a EU a una tienda de estas mismas características, ampliando nuestro mercado. Ambas contaron su historia en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y hoy se la damos a conocer a nuestros lectores de El Espectador.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Somos dos hermanas
Kalia María Ronderos, 44 años. Soy Instructora de Yoga, Artista Escénica e Historiadora.
Vania Paulina Ronderos, 46 años, especialista en Marketing.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Durante la pandemia comencé a abrir espacios de yoga virtual para mis estudiantes, familiares y amigos y me dí cuenta de que la gente y yo usábamos sobre todo ropa cómoda, pero que no siempre era la ideal.. se enrollaba, limitaba la elasticidad, cubría la cara, etc. Una tarde conversamos con Vania de ésto y comenzamos a pensar en un tipo de prendas versátiles para estar tan cómodas como en una clase de yoga, pero que también nos sirviera para lo que teníamos programado en nuestra jornada. Desde el inicio queríamos que fuera sostenible. así nos lanzamos a crear DUNA un proyecto que integrará los elementos del yoga a través de prendas polifacéticas, siempre con una filosofía cuidado del medio ambiente.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Comenzamos a definir el círculo dorado de la marca y a partir de eso los diseños que cumplieran con nuestro concepto y nuestro propósito de comodidad, estilo y versatilidad, fueron el siguiente paso para desarrollar la parte visual y la campaña de la colección Ondulado.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
En emprendimiento es común buscar los primeros recursos con el círculo más cercano (Friends & Family). Nuestro fondo base fue crowdfunding familiar. Aún estamos en proceso de pagar la totalidad de la inversión para llegar al punto de equilibrio y ganancias con nuestra marca.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Con DUNA estamos cambiando la manera de vestir hacia el uso de prendas sostenibles, muy cómodas, durables, atemporales, sin sacrificar el diseño y estilo y fomentando la responsabilidad con el medio ambiente. Nuestras clientas son personas que se preocupan y buscan incorporar cambios en su vida cotidiana siempre para mejorar, como por ejemplo el tipo de ropa que vestimos.
En el mundo sólo se recicla el 9% del plástico que se produce. Estamos creando nuevas alternativas de uso para materiales que antes terminaban contaminando.
También la forma en cómo las empresas pueden ser responsables, no solo con los productos que producen sino con otras organizaciones. Tenemos alianza con Ocean Community Conservation. Ellos se han dedicado a trabajar con la comunidad educando sobre el reciclaje en Nuquí, (Chocó), fuimos el año pasado y vimos que podíamos ayudar.
Si compras una prenda, un porcentaje se dona a la fundación y ellos ejecutan sus proyectos de cuidado de la fauna marina y esto incluye educación sobre la contaminación con plásticos y reciclaje.
6. ¿Soy feliz?
Sí. Ha sido un gran reto entrar en este mundo, el generar estrategias, aprender de diferentes mercados, conocer el impacto ambiental que cada una de nosotras tenemos en el medio ambiente, los cambios que podemos generar cuando nos mantenemos, conocer a muchas otras personas e ideas que están en el mismo camino. Crecer, transformar y conservar.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No, aún falta mucho camino y nuestro objetivo es recorrerlo y vivirlo al máximo.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Estamos en el camino. Muchos días son difíciles, llenos de preguntas, de tareas nuevas, de cosas por hacer, pero materializar nuestros sueños, tejer nuestros propósitos y aportar a un cambio personal, familiar y social ha sido maravilloso.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Mmmm, creo que el sueño de tener una marca hermosa y consciente la hemos logrado, pero siempre siguen apareciendo sueños nuevos que nos motivan a seguir moviéndonos, a seguir creciendo y a no perder nuestro norte. Creemos realmente en un estilo de vida consciente, dónde podemos hacer cambios desde todas las acciones que realicemos, que hacemos parte de un movimiento mundial y que estamos desarrollando un proyecto ético, responsable, homenaje a lo que somos como familia.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Uf!. Somos muy nuevas en el mercado entonces todavía hay muchísimo por hacer. Nuestros planes de este año están en crecer nuestra comunidad, darnos a conocer mucho más y crecer en ventas. Ya estamos en proceso de una cápsula para fin de año y comenzar en mercados internacionales en una tienda en Estado Unidos.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Si claro. Podemos crecer cuanto queramos, pero siempre conservando nuestros principios de slow fashion (moda lenta). Esto significa que debe ser una producción responsable, sin excesos, con una cadena productiva justa, responsable social y ambientalmente, y que logre cumplir con nuestra promesa de servicio a nuestras clientas.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Esa es una pregunta difícil. Todo depende... Un socio debe sumar, aportar y trabajar para la empresa. No se trata solo del dinero, se trata del compromiso y de luchar porque la empresa crezca sin perder su esencia. De la pasión por hacer parte de un proyecto que cambie y que impacte positivamente.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
No volveríamos a entrar tan intuitivamente en los procesos de desarrollo. Algunas etapas se demoraron más del tiempo que esperábamos, por no saber de antemano qué necesitábamos.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Más que un quién, nos inspiró un qué: la naturaleza. Desde pequeñas tenemos un vínculo muy fuerte con ella y lo hemos ido construyendo cada una de maneras distintas. Vania actualmente realiza avistamiento y fotografía de aves. Por mi parte encuentro maravilloso hacer mis practicas de yoga al aire libre, así que de allí nació la inspiración para el concepto de DUNA.
¡Seguiremos inspirándonos en el yoga como filosofía de balance! Cuidar nuestra mente, amar nuestro cuerpo y entender que hacemos parte de un entorno que debemos respetar y conservar sabiendo que cada acción que realizamos repercute en nuestro ambiente.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Comenzar fue bastante complicado porque todo fue durante el segundo año de la pandemia. No había tantas materias primas disponibles y había que esperar turno para que salieran las telas. Eso nos hizo dudar justo antes de comenzar el proceso de las muestras para la producción. Pero lo vimos como una oportunidad para hacer ajustes y adaptarnos al momento (de eso también se trata la vida) no quedarse quieto ante las dificultades, sino adaptarse y continuar….. por ejemplo, no pudimos sacar nuestros primeros buzos con algodón reciclado porque no había disponibilidad, entonces dijimos que era mejor lanzarnos buscando otras opciones y no dejar todo el tiempo y trabajo de diseño invertido.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Por ahora no hacemos parte de ninguna comunidad de emprendimiento como empresa. Cada una busca espacios para la marca desde sus redes.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
¡Creemos que sí! Cada día las personas somos más conscientes sobre el cambio climático y el impacto que ha tenido la contaminación en todo esto. Reciclar por decirlo así “está de moda” y las nuevas generaciones se interesan por estos temas cada día más. Cuando nos dicen que les encantan las prendas y que las disfrutan y que además se sienten orgullosos porque están contribuyendo al ambiente, confirmamos que vamos por buen camino.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Con estudios de yoga para poder compartir directamente con personas y enseñarles ese camino de crecimiento interno y también de salud y tener nuestras tiendas de ropa propias. Que nos reconozcan por ser marca auténtica y responsable y también queremos ser unos abanderados del movimiento slow fashion y voceros del cuidado del medioambiente.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Nuestra familia fue clave. Nuestros padres nos prestaron para sacar la primera producción a flote. Sin ellos no lo hubiéramos logrado. A nuestros amigos les encanta el proyecto y fueron nuestros primeros compradores.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Claro que sí. Ayudar a otros es devolver la ayuda que nos han dado, así que nos encantaría compartir lo que hemos aprendido. Nos falta mucho por aprender pero también estamos en la capacidad de ayudar.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
No tenemos empleados aún. Somos solamente las dos en la empresa pero cada persona o empresa con la cual hemos trabajado o contratado sus servicios nos ha dado su apoyo. Hemos contado con personas que se conectan positivamente con nuestro proyecto y que han leído muy bien lo que queremos expresar. Y creemos que todo eso se transmite en nuestra comunicación.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Nuestro sello es lograr que la versatilidad y la sostenibilidad vayan de la mano. La estética de las prendas va muy bien con cualquier tipo de cuerpo y/o edad, la ropa como una segunda piel, representa en parte lo que sentimos y en lo que creemos. Por ello nos parece fundamental lograr que te sientas bella, segura, cómoda y cuidando la naturaleza.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Uno de los aprendizajes esenciales que hemos tenido es saber el altísimo impacto ambiental que ocasionamos al planeta. La contaminación es un problema que nos atañe como humanidad y como seres pertenecientes a la naturaleza en su más amplio concepto. Ser agentes de cambio en una de las industrias más contaminantes, nos llena de orgullo pues hemos dejado huella en nuestros círculos cercanos y nuestros clientes.
Todos los cambios que podamos hacer, por pequeños que creamos que son, realmente hacen la diferencia. La transformación no es un punto de llegada, sino la consciencia del camino.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚