Cronch: un emprendimiento hecho a punta de mordiscos
Diseño. De eso se trata. De ponerle diseño a un postre tradicional que llevamos años comiendo. Esa fue la idea de dos emprendedores que a punta de estética quieren ganar más comensales que disfruten su propuesta gastronómica convertida en empresa.
“Yo tenía ahorrados $1.200.000 y casualmente me salió un rotativo de $19.000.000 con Bancolombia, lo acepté y dije ‘es por el todo o por nada’, estaba muy seguro, motivado y con los pies en la tierra sin dejar de soñar, así nació mi empresa”, dice Jefferson Valencia, uno de los creadores del emprendimiento Cronch, Obleas Artesanales y con el que genera 22 empleos. En 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, nos cuenta cómo nació su idea de negocio, los obstáculos a los que se tuvo que enfrentar y su verdadera motivación para materializar su empresa.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Angie Rincón, 24 años, Diseño gráfico
Jefferson Valencia, 25 años, Artes Escénicas
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
La idea nació en el 2016, cuando tenía una empresa que se llamaba Crocante, Conos y Galletas, la cual tenía como actividad principal la distribución de insumos para heladerías y reposterías. Esa empresa la abrí en el 2014, duré dos años con ella y como soy apasionado por el arte y la madera, quise involucrar esos aspectos en un producto que en su momento iban a ser los brownies, pero que después de un tiempo lo materialicé en las obleas.
Creamos un concepto en torno a un producto que es reconocido a nivel nacional y latinoamericano.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Luego de haber analizado muchos aspectos y hacer prototipos, la idea inicial iba a ser poner carritos con un buen concepto en los diferentes colegios y universidades de Girardot para empezar a rotarlos en el municipio, sin embargo, nos dimos cuenta que necesitábamos tener una logística suficiente para poder transportarlos y en ese momento no contábamos con esa posibilidad.
Queríamos fabricar obleas delante de las personas y eso iba a ser mucho más complejo de hacer, especialmente porque había que llegar a una negociación con los rectores de cada una de las instituciones, entonces, nos dimos cuenta que no teníamos muchos recursos para lograrlo. Sin embargo, como ya estaba andando la otra empresa, empezamos a ejecutar la labor en el mismo local, lo dividimos y es ahí donde hablo con Angie y le propongo el proyecto, ella decidió embarcarse también en la idea y ahí construimos nuestro negocio. Mi primo también fue una cuota importante para lograr nuestro objetivo.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Inicialmente la idea no se iba a llamar Cronch sino Arequipe, porque queríamos innovar de alguna manera para que no fuera similar a lo que ya existía. Empezamos a degustar arequipes de diferentes sabores: de café, guanábana y maracuyá, entre otros, cuando los probé no me llamaron mucho la atención, así que como tuve la oportunidad de viajar con mi familia y la universidad para esa época, aproveché para averiguar, tener referentes, y hacer investigación de mercados en donde comercializaran productos complementarios a los que queríamos vender. Poco a poco se fue construyendo, el primer paso fue mandar a hacer las máquinas, y así nos fuimos organizando.
Yo tenía un dinero ahorrado ($1.200.000) y casualmente me salió un rotativo de $19.000.000 con Bancolombia, lo acepté y dije ‘es por el todo o es por nada’, pero estaba muy seguro, motivado, y con los pies en la tierra sin dejar de soñar. Angie vivía en Bogotá y desde allá ella me ayudaba con piezas gráficas, mientras que yo desde Girardot, con mi celular le enviaba material para que ella montara y editara todo en redes sociales para captar clientes.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estamos logrando con nuestro emprendimiento darle un status a nuestro producto. Las obleas son muy conocidas, pero es un producto al que no se le ha dado suficiente importancia. Lo que nosotros creamos fue un concepto, una experiencia en torno a un producto que ya existía en el mercado, a tal punto que lo convertimos en una oferta original dentro de lo que ya se conocía. Estamos cambiando la forma como se concibe de cara al mercado.
6. ¿Soy feliz?
Sí, esto es como un hijo. Nosotros lo hemos visto crecer, lo hemos moldeado a nuestra semejanza. Creemos que cada emprendimiento es el reflejo de las personas que están detrás de, las personas que nos conocen saben que Cronch nos representa. Trabajamos con pasión, servicio, dedicación y más allá del dinero esto se convierte en un método de vida que constantemente evoluciona. Mi satisfacción es la historia que se está creando. Todo es cuestión de actitud.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Lo pensaríamos mucho, no cerraríamos la posibilidad, pero no creo que lo hiciéramos. Prefiero ver la manera de buscar una estrategia donde tenga aliados, para potencializar la marca.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Bastante, yo estudié Artes Escénicas, sin embargo, hubo algo que me ayudó bastante. Mis papás también son emprendedores y el hecho de empezar de cero es algo muy gratificante, eso me motivó a desarrollar ese instinto e intuición de organizar una empresa y buscarle solución a las diferentes adversidades a las que hay que enfrentarse. Gracias a las experiencias, errores y aciertos de ellos, aprendí demasiado, así no tenga una carrera afín a lo empresarial. Eso, sumado a la lectura de los consejos, y las charlas con otros emprendedores, me sirvió para ganar conocimiento y experiencia.
También es importante resaltar que me enfrenté a personas que me subestimaban por mi edad, incluso mi mismo equipo de trabajo, proveedores, mis papás, ninguno creía en mi idea de negocio y me veían como si no tuviera claro el camino. Mi falta de carácter también me ganó en ocasiones, y eso hizo que el camino fuera más complicado.
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9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Siento que no he cumplido mi sueño. Hemos logrado cosas que no esperábamos, sin embargo, nos falta un camino larguísimo. Creo que va a llegar un momento en el que vamos a ‘romperla’, en estos cinco años hemos perfeccionado cada una de las áreas de Cronch, para que llegue un punto en el que solo sea crecer y expandirnos de una manera rápida por toda Colombia, teniendo el reconocimiento de las personas que saben que empezamos de cero.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Cuando terminemos de desarrollar cada una de las áreas, queremos estandarizar todo, organizar nuestra empresa para que siga creciendo con todos los estándares de calidad, no solamente abriéndonos paso con nuestro nombre, sino con el capital humano que trabaja con nosotros, cumpliéndoles también sus sueños, porque así como nosotros queremos estar cada vez mejor, ellos deben vivir y trazarse esa experiencia.
Hacer empresa en Colombia es difícil, costoso y muchas veces uno no siente apoyo por parte del estado, eso hace que uno se desmotive y el trabajo de muchas jornadas no se vea bien compensado.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Claro que sí, de eso nos hemos encargado. Estandarizando procesos, controles, supervisiones, por eso hoy por hoy nos atrevemos a vender franquicias y abrir más puntos.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Sí lo hemos pensado, pero tenemos que evaluar y estudiar las condiciones. Las sociedades no me parecen malas, solo que hay que saber hacerlo, y pienso que si las cosas están legalmente constituidas se pueden hacer muchas otras y contar con terceros para potencializar la marca.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Hay dos cosas, la primera es permitir que alguien de nuestro equipo de trabajo afecte el entorno laboral a tal punto de sentirme cohibido en mi propia empresa, dificultando procesos; y lo segundo es que en este camino de aprendizaje lo que más ofusca es que otras personas se aprovechen de la buena fe, de la confianza y de la honestidad de como uno hace las cosas para estafarlo y robarle, eso nos pasó varias veces, pero ya en este punto cuando hago cualquier cosa lo hago bajo contratos, haciendo un buen proceso de selección aunque muchas veces el lobo se vista de oveja.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
No tengo una persona en particular, sin embargo, si tengo como referencia muchas historias de emprendedores exitosos, la verdad me gusta verlos, conocer cómo lo lograron, saber las cosas que tuvieron que pasar y ver cómo están hoy en día. Lo que me motiva es conocer procesos que han sido exitosos y que me aportan para interiorizar, eso me ayuda a avanzar.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Las personas que decidimos emprender en este camino de crear marca, hemos pasado por momentos muy difíciles. Son muchos aspectos los que lo empiezan a cargar a uno, más cuando no se tiene dinero. Muchas cosas afectan y tirar la toalla también se convierte en una opción. Hubo momentos en que me cuestionaba a mi mismo y luego me motivaba, me decía ‘no puedo abandonar, no puedo bajar la guardia, hay que hacerlo, tengo todo el potencial’ y entendí que debía hacerlo cuando tenía un mal día, para motivarme y pensar con cabeza fría, esa es la experiencia que no me ha dejado desistir.
Angie, mi familia y mis amigos han sido pilares importantes para ver las cosas desde otro punto de vista. He fracasado con ideas, pero en general no siento que haya sido así con mi negocio.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
No, nos hacemos parte de ninguna.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Creemos y esperamos que sí. Lo que buscamos es crecer como empresa y tener un reconocimiento, pero más que eso que los colombianos tengan a Cronch como referente, y que sea un negocio que pueda representar al país internacionalmente. Queremos transmitir las ganas de lograr las cosas, la disciplina, la perseverancia para emprender, y eso lo hacemos por medio de los espacios que nos permiten dar a conocer nuestra experiencia.
Hemos impactado a muchos jóvenes que no entienden cómo sacar una idea de negocio adelante y al conocer nuestros procesos se motivan. En Girardot la marca ha creado una afinidad y un acercamiento muy fuerte con las personas, gracias a eso somos un punto de referencia para que otros tomen nuestro ejemplo y emprendan. Cronch ha hecho que otras empresas se preocupen por la forma como atraen clientes desde sus marcas.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Nos vemos con más puntos. Queremos que encuentren nuestro producto a nivel nacional e internacional.
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19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Ellos son una parte importante para que nos mantengamos en pie. En el caso de Angie, que dejó su ciudad y se distanció de su familia, ha tenido un proceso diferente, con mucho acompañamiento desde lejos y siempre pendientes de todo lo que hemos hecho, con aciertos y desaciertos. Para todo el mundo el aspecto emocional es clave, y escuchar consejos a partir de la experiencia es fundamental para salir victoriosos en este tipo de procesos.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Claro. A nosotros nos han ayudado muchas personas, pero esa colaboración se dio porque nos vieron las ganas de salir adelante, de querer ser mejores y de jamas desfallecer, ese es el mensaje que uno tiene que transmitirle a las personas que están empezando, todo se puede con ganas y con empeño, el sacrificio es duro, pero siempre vale la pena. Así que estamos siempre dispuestos a ayudar a otros.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Hay una filosofía en Cronch y es que, aunque nosotros somos los fundadores y dueños, nuestro trato con el equipo de trabajo es muy cercano y respetuoso. Para nosotros ellos son parte de nuestra familia, quieren la marca y la disfrutan. Estamos trabajando en el crecimiento constante de sus procesos gracias a la experiencia que les ofrece Cronch, motivándolos y alentándolos a que mejoren su calidad de vida.
Empezamos con 2 empleados y en la actualidad ya somos 22 personas. Lo bonito es que Cronch se ha convertido en un proceso de crecimiento personal y profesional para quienes hacen parte de esta empresa.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Angie ha puesto todo su conocimiento desde la parte gráfica, es perfeccionista y eso le ha permitido crecer de la mano con la marca. Siento que nos diferencia el proceso que hemos vivido, la búsqueda permanente desde el crecimiento y nuestro aporte al municipio, para convertir nuestro producto en una insignia gastronómica a nivel turístico.
Cronch es el reflejo de lo que queremos transmitir, no se trata de imponer nada, sino ser nosotros mismos a través de la marca y creo que las personas lo perciben, desde la originalidad de la idea hasta la concepción de esta.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
A tener paciencia, a no pretender crear un imperio de la noche a la mañana. Un emprendimiento requiere de un esfuerzo diario, en el que participan todas las áreas. El aprendizaje es diario, en muchos aspectos y esto en lo personal me ha obligado a conocer todos los aspectos de una empresa, a identificar y entender las acciones o la forma de ser de cada uno de los integrantes del negocio, sin juzgar.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).
“Yo tenía ahorrados $1.200.000 y casualmente me salió un rotativo de $19.000.000 con Bancolombia, lo acepté y dije ‘es por el todo o por nada’, estaba muy seguro, motivado y con los pies en la tierra sin dejar de soñar, así nació mi empresa”, dice Jefferson Valencia, uno de los creadores del emprendimiento Cronch, Obleas Artesanales y con el que genera 22 empleos. En 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, nos cuenta cómo nació su idea de negocio, los obstáculos a los que se tuvo que enfrentar y su verdadera motivación para materializar su empresa.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Angie Rincón, 24 años, Diseño gráfico
Jefferson Valencia, 25 años, Artes Escénicas
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
La idea nació en el 2016, cuando tenía una empresa que se llamaba Crocante, Conos y Galletas, la cual tenía como actividad principal la distribución de insumos para heladerías y reposterías. Esa empresa la abrí en el 2014, duré dos años con ella y como soy apasionado por el arte y la madera, quise involucrar esos aspectos en un producto que en su momento iban a ser los brownies, pero que después de un tiempo lo materialicé en las obleas.
Creamos un concepto en torno a un producto que es reconocido a nivel nacional y latinoamericano.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Luego de haber analizado muchos aspectos y hacer prototipos, la idea inicial iba a ser poner carritos con un buen concepto en los diferentes colegios y universidades de Girardot para empezar a rotarlos en el municipio, sin embargo, nos dimos cuenta que necesitábamos tener una logística suficiente para poder transportarlos y en ese momento no contábamos con esa posibilidad.
Queríamos fabricar obleas delante de las personas y eso iba a ser mucho más complejo de hacer, especialmente porque había que llegar a una negociación con los rectores de cada una de las instituciones, entonces, nos dimos cuenta que no teníamos muchos recursos para lograrlo. Sin embargo, como ya estaba andando la otra empresa, empezamos a ejecutar la labor en el mismo local, lo dividimos y es ahí donde hablo con Angie y le propongo el proyecto, ella decidió embarcarse también en la idea y ahí construimos nuestro negocio. Mi primo también fue una cuota importante para lograr nuestro objetivo.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Inicialmente la idea no se iba a llamar Cronch sino Arequipe, porque queríamos innovar de alguna manera para que no fuera similar a lo que ya existía. Empezamos a degustar arequipes de diferentes sabores: de café, guanábana y maracuyá, entre otros, cuando los probé no me llamaron mucho la atención, así que como tuve la oportunidad de viajar con mi familia y la universidad para esa época, aproveché para averiguar, tener referentes, y hacer investigación de mercados en donde comercializaran productos complementarios a los que queríamos vender. Poco a poco se fue construyendo, el primer paso fue mandar a hacer las máquinas, y así nos fuimos organizando.
Yo tenía un dinero ahorrado ($1.200.000) y casualmente me salió un rotativo de $19.000.000 con Bancolombia, lo acepté y dije ‘es por el todo o es por nada’, pero estaba muy seguro, motivado, y con los pies en la tierra sin dejar de soñar. Angie vivía en Bogotá y desde allá ella me ayudaba con piezas gráficas, mientras que yo desde Girardot, con mi celular le enviaba material para que ella montara y editara todo en redes sociales para captar clientes.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estamos logrando con nuestro emprendimiento darle un status a nuestro producto. Las obleas son muy conocidas, pero es un producto al que no se le ha dado suficiente importancia. Lo que nosotros creamos fue un concepto, una experiencia en torno a un producto que ya existía en el mercado, a tal punto que lo convertimos en una oferta original dentro de lo que ya se conocía. Estamos cambiando la forma como se concibe de cara al mercado.
6. ¿Soy feliz?
Sí, esto es como un hijo. Nosotros lo hemos visto crecer, lo hemos moldeado a nuestra semejanza. Creemos que cada emprendimiento es el reflejo de las personas que están detrás de, las personas que nos conocen saben que Cronch nos representa. Trabajamos con pasión, servicio, dedicación y más allá del dinero esto se convierte en un método de vida que constantemente evoluciona. Mi satisfacción es la historia que se está creando. Todo es cuestión de actitud.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Lo pensaríamos mucho, no cerraríamos la posibilidad, pero no creo que lo hiciéramos. Prefiero ver la manera de buscar una estrategia donde tenga aliados, para potencializar la marca.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Bastante, yo estudié Artes Escénicas, sin embargo, hubo algo que me ayudó bastante. Mis papás también son emprendedores y el hecho de empezar de cero es algo muy gratificante, eso me motivó a desarrollar ese instinto e intuición de organizar una empresa y buscarle solución a las diferentes adversidades a las que hay que enfrentarse. Gracias a las experiencias, errores y aciertos de ellos, aprendí demasiado, así no tenga una carrera afín a lo empresarial. Eso, sumado a la lectura de los consejos, y las charlas con otros emprendedores, me sirvió para ganar conocimiento y experiencia.
También es importante resaltar que me enfrenté a personas que me subestimaban por mi edad, incluso mi mismo equipo de trabajo, proveedores, mis papás, ninguno creía en mi idea de negocio y me veían como si no tuviera claro el camino. Mi falta de carácter también me ganó en ocasiones, y eso hizo que el camino fuera más complicado.
Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Siento que no he cumplido mi sueño. Hemos logrado cosas que no esperábamos, sin embargo, nos falta un camino larguísimo. Creo que va a llegar un momento en el que vamos a ‘romperla’, en estos cinco años hemos perfeccionado cada una de las áreas de Cronch, para que llegue un punto en el que solo sea crecer y expandirnos de una manera rápida por toda Colombia, teniendo el reconocimiento de las personas que saben que empezamos de cero.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Cuando terminemos de desarrollar cada una de las áreas, queremos estandarizar todo, organizar nuestra empresa para que siga creciendo con todos los estándares de calidad, no solamente abriéndonos paso con nuestro nombre, sino con el capital humano que trabaja con nosotros, cumpliéndoles también sus sueños, porque así como nosotros queremos estar cada vez mejor, ellos deben vivir y trazarse esa experiencia.
Hacer empresa en Colombia es difícil, costoso y muchas veces uno no siente apoyo por parte del estado, eso hace que uno se desmotive y el trabajo de muchas jornadas no se vea bien compensado.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Claro que sí, de eso nos hemos encargado. Estandarizando procesos, controles, supervisiones, por eso hoy por hoy nos atrevemos a vender franquicias y abrir más puntos.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Sí lo hemos pensado, pero tenemos que evaluar y estudiar las condiciones. Las sociedades no me parecen malas, solo que hay que saber hacerlo, y pienso que si las cosas están legalmente constituidas se pueden hacer muchas otras y contar con terceros para potencializar la marca.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Hay dos cosas, la primera es permitir que alguien de nuestro equipo de trabajo afecte el entorno laboral a tal punto de sentirme cohibido en mi propia empresa, dificultando procesos; y lo segundo es que en este camino de aprendizaje lo que más ofusca es que otras personas se aprovechen de la buena fe, de la confianza y de la honestidad de como uno hace las cosas para estafarlo y robarle, eso nos pasó varias veces, pero ya en este punto cuando hago cualquier cosa lo hago bajo contratos, haciendo un buen proceso de selección aunque muchas veces el lobo se vista de oveja.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
No tengo una persona en particular, sin embargo, si tengo como referencia muchas historias de emprendedores exitosos, la verdad me gusta verlos, conocer cómo lo lograron, saber las cosas que tuvieron que pasar y ver cómo están hoy en día. Lo que me motiva es conocer procesos que han sido exitosos y que me aportan para interiorizar, eso me ayuda a avanzar.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Las personas que decidimos emprender en este camino de crear marca, hemos pasado por momentos muy difíciles. Son muchos aspectos los que lo empiezan a cargar a uno, más cuando no se tiene dinero. Muchas cosas afectan y tirar la toalla también se convierte en una opción. Hubo momentos en que me cuestionaba a mi mismo y luego me motivaba, me decía ‘no puedo abandonar, no puedo bajar la guardia, hay que hacerlo, tengo todo el potencial’ y entendí que debía hacerlo cuando tenía un mal día, para motivarme y pensar con cabeza fría, esa es la experiencia que no me ha dejado desistir.
Angie, mi familia y mis amigos han sido pilares importantes para ver las cosas desde otro punto de vista. He fracasado con ideas, pero en general no siento que haya sido así con mi negocio.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
No, nos hacemos parte de ninguna.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Creemos y esperamos que sí. Lo que buscamos es crecer como empresa y tener un reconocimiento, pero más que eso que los colombianos tengan a Cronch como referente, y que sea un negocio que pueda representar al país internacionalmente. Queremos transmitir las ganas de lograr las cosas, la disciplina, la perseverancia para emprender, y eso lo hacemos por medio de los espacios que nos permiten dar a conocer nuestra experiencia.
Hemos impactado a muchos jóvenes que no entienden cómo sacar una idea de negocio adelante y al conocer nuestros procesos se motivan. En Girardot la marca ha creado una afinidad y un acercamiento muy fuerte con las personas, gracias a eso somos un punto de referencia para que otros tomen nuestro ejemplo y emprendan. Cronch ha hecho que otras empresas se preocupen por la forma como atraen clientes desde sus marcas.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Nos vemos con más puntos. Queremos que encuentren nuestro producto a nivel nacional e internacional.
Puede interesarle este emprendimiento: Creó un negocio en medio de la pandemia gracias a las tablas de cocina
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Ellos son una parte importante para que nos mantengamos en pie. En el caso de Angie, que dejó su ciudad y se distanció de su familia, ha tenido un proceso diferente, con mucho acompañamiento desde lejos y siempre pendientes de todo lo que hemos hecho, con aciertos y desaciertos. Para todo el mundo el aspecto emocional es clave, y escuchar consejos a partir de la experiencia es fundamental para salir victoriosos en este tipo de procesos.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Claro. A nosotros nos han ayudado muchas personas, pero esa colaboración se dio porque nos vieron las ganas de salir adelante, de querer ser mejores y de jamas desfallecer, ese es el mensaje que uno tiene que transmitirle a las personas que están empezando, todo se puede con ganas y con empeño, el sacrificio es duro, pero siempre vale la pena. Así que estamos siempre dispuestos a ayudar a otros.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Hay una filosofía en Cronch y es que, aunque nosotros somos los fundadores y dueños, nuestro trato con el equipo de trabajo es muy cercano y respetuoso. Para nosotros ellos son parte de nuestra familia, quieren la marca y la disfrutan. Estamos trabajando en el crecimiento constante de sus procesos gracias a la experiencia que les ofrece Cronch, motivándolos y alentándolos a que mejoren su calidad de vida.
Empezamos con 2 empleados y en la actualidad ya somos 22 personas. Lo bonito es que Cronch se ha convertido en un proceso de crecimiento personal y profesional para quienes hacen parte de esta empresa.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Angie ha puesto todo su conocimiento desde la parte gráfica, es perfeccionista y eso le ha permitido crecer de la mano con la marca. Siento que nos diferencia el proceso que hemos vivido, la búsqueda permanente desde el crecimiento y nuestro aporte al municipio, para convertir nuestro producto en una insignia gastronómica a nivel turístico.
Cronch es el reflejo de lo que queremos transmitir, no se trata de imponer nada, sino ser nosotros mismos a través de la marca y creo que las personas lo perciben, desde la originalidad de la idea hasta la concepción de esta.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
A tener paciencia, a no pretender crear un imperio de la noche a la mañana. Un emprendimiento requiere de un esfuerzo diario, en el que participan todas las áreas. El aprendizaje es diario, en muchos aspectos y esto en lo personal me ha obligado a conocer todos los aspectos de una empresa, a identificar y entender las acciones o la forma de ser de cada uno de los integrantes del negocio, sin juzgar.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).