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Una cosa es emprender, una más vender, en esa línea es determinante llegar al punto de equilibrio, pero si se piensa en el corto, mediano y largo plazo, el foco debe estar en sostener de la manera más sana posible la empresa. O, dicho de una forma más sólida, en tiempos de crisis social, la clave de todo siempre estará en lograr la sostenibilidad, entendiendo incluso que sin el respeto por el medio ambiente no hay negocio posible. No se es sostenible. Pero, en el fondo, ¿qué es la sostenibilidad vista desde el tridente empresarial?
“La sostenibilidad se debe mirar desde tres frentes: el económico, el ambiental y el social. Así, una microempresa que se pueda llamar sostenible debería desarrollar sus actividades a partir de una buena salud financiera, y de la implementación de prácticas ambientales y comunitarias que generen impacto. Es importante que los microempresarios vean como una inversión la puesta en marcha de medidas que les permitan optimizar el uso de los recursos naturales y mitigar los efectos del cambio climático, entre otros, como una decisión favorable para el crecimiento integral de sus negocios, que los acerque a un estado de bienestar para su unidad productiva, sus familias y comunidades, buscando que permanezca en el largo plazo” dice Óscar Hernández, gerente de Sostenibilidad de Bancamía.
Y en el marco del Día Mundial del Emprendimiento, precisamente desde el programa Emprendimientos Productivos para la Paz, Empropaz, que es la “iniciativa liderada por Bancamía, en alianza con USAID, junto a la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín/De Mis Manos para promover el fortalecimiento integral y sostenible de las microempresas”, se compartieron las cinco recomendaciones para que las pequeñas empresas sean sostenibles:
- Ahora que se da una coyuntura por la disponibilidad del agua, es fundamental encontrar otras fuentes que permitan el abastecimiento, como aprovechar las aguas lluvia.
- Para los microempresarios rurales, se recomienda implementar acciones que protejan los ciclos productivos de los cultivos, teniendo en cuenta el riesgo climático latente. Para ello se pueden poner en marcha medidas de adaptación como, por ejemplo, sistemas de riego por goteo para sequías.
- Incorporar medidas para que la unidad productiva consuma menos energía, agua y que genere menos residuos como, por ejemplo, reemplazar el sistema de iluminación de alto consumo por uno ecoeficiente.
- Asegurar la unidad productiva a través de microseguros paramétricos que protegen contra fenómenos del clima, teniendo en cuenta que el cambio climático podrá tener algunas manifestaciones que requieren estar preparados. Esto asegura la continuidad del negocio, así como el bienestar para el microempresario.
- Capacitarse constantemente, entender y poder reconocer la importancia de invertir en la sostenibilidad, con los beneficios que trae dentro del rendimiento de las pequeñas empresas.
Justo en una reciente entrevista a Miguel Achury, gerente general de Empropaz, recordó que desarrollan su actividad en “72 municipios rurales afectados por la pobreza y la violencia y en 19 municipios urbanos que concentran más del 80% de la migración desde Venezuela, dando cobertura a 17 departamentos de Colombia. Durante los cinco años de operación de Empropaz, se ha facilitado la inclusión financiera de 206.000 personas en estos territorios, de las cuales más de 10.300 han recibido también formación empresarial especializada y acompañamiento socio-emocional”.
El ejecutivo recordó también que “más allá de los números, Empropaz ha marcado una historia de éxito para estos emprendedores y microempresarios, aportando a la transformación de sus vidas, sus familias, comunidades y territorios. En 2023, Bancamía, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, con su programa Empropaz, fue seleccionado como unos de los 5 finalistas en el Premio P3 Impact 2023, que entregan la Organización Concordia, la oficina de Asociaciones Globales del Departamento de Estado de los Estados Unidos y el Instituto para los Negocios de la Escuela Darden de la Universidad de Virginia. Este prestigioso premio destaca las alianzas público-privadas que son ejemplo por proveer soluciones a problemáticas globales tales como el acceso a la educación y a la salud de calidad, la necesidad de un mayor empoderamiento económico de la mujer y la asistencia humanitaria. En ese sentido, la organización Concordia, que lidera el P3 Impact, reconoció la suma de esfuerzos entre Bancamía y USAID/Colombia como un referente de alianza exitosa que ha logrado impactar positivamente la vida de poblaciones vulnerables, a través de un programa de apoyo al emprendimiento como Empropaz”.