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“En CooL diseñamos gafas que no solo hacen ver bien a nuestros clientes, sino que también cuentan una historia. Nos apasiona crear marcos únicos y lentes de calidad que sean accesibles para todos, sin perder el estilo y la autenticidad. Además, nos enfocamos en que cada cliente se sienta especial, brindando una experiencia personalizada y productos que destacan por su comodidad y diseño. Creemos en el poder de la comunidad, así que trabajamos con talento local, materiales de larga duración y nos comprometemos con la responsabilidad social y medioambiental, trabajando en iniciativas que promueven la salud visual y la conciencia ecológica en la comunidad”.
Sin más preábulo, aquí está la historia de CooL, la tienda física y en línea de gafas que habla de moda y personalidad liderada por David Victoria. Hablamos con él a través de 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, y aquí está narrada por él para ustedes:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
35 años, Negocios Internacionales y Mercadeo.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
En mayo de 2018, después de cerrar un proyecto fallido de ropa para hombre, me surgió una nueva oportunidad. Un amigo tenía un stock de gafas que no sabía cómo vender y me pidió ayuda. Al ver el producto, decidí intentar venderlo por mi cuenta y, en menos de dos meses, logré vender casi todo el inventario. Esto despertó en mí un interés genuino por el sector óptico.
Tras investigar la industria y percibir una gran demanda de gafas, supe que había una oportunidad para crear algo diferente. Así fue como nació CooL, una tienda de lentes y monturas con la misión de ofrecer productos de calidad y precios justos.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Luego de estudiar el mercado y explorar las posibilidades, contacté con proveedores locales para lanzar mi primera colección de marcos. A su vez, establecí una alianza con un laboratorio para producir los lentes. Con una cámara y algunos cursos de fotografía para redes sociales, comencé a promocionar los productos en Instagram. Me dedicaba personalmente a visitar oficinas de amigos y clientes potenciales, llevando los productos en un maletín para mostrarlos. Ese contacto directo me permitió iniciar ventas y comenzar a ver crecer mi proyecto.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Un amigo me prestó el dinero necesario para la inversión inicial, ya que los bancos solicitaban requisitos difíciles de cumplir para un proyecto que recién comenzaba. Gracias a las ventas y la gestión financiera, logré devolverle el préstamo en dos años, lo que me permitió consolidar la base de mi emprendimiento.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estoy logrando varios objetivos: generar empleo, ofrecer productos de calidad a precios asequibles y demostrar que en Colombia podemos crear productos competitivos. Nuestra expansión al mercado ecuatoriano es un paso más hacia esta visión. También estamos cambiando la forma en que las personas compran gafas de sol y de fórmula, brindándoles una experiencia más personalizada, productos duraderos y asesoramiento honesto. Queremos que cada cliente se sienta cómodo y seguro con su elección.
Cool no solo se trata de gafas, sino también de empoderar a las personas para que vean el mundo con claridad y estilo. La empresa se compromete con la responsabilidad social y medioambiental, trabajando en iniciativas que promuevan la salud visual y la conciencia ecológica en la comunidad.
6. ¿Soy feliz?
Sí, soy inmensamente feliz. Mi marca es más que un negocio, es un proyecto que me apasiona y me da grandes satisfacciones. Ver mis productos en las calles, recibir el apoyo de la gente y saber que estamos generando empleo y contribuyendo a la economía del país me llena de orgullo y motivación. Este camino ha fortalecido mi deseo de seguir creciendo, superando retos cada día.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No. He recibido propuestas, pero no tengo planes de vender. Este proyecto es parte de mí, y mi enfoque actual es continuar expandiéndolo y consolidándolo en el mercado.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender ha sido una experiencia difícil y llena de desafíos. Al principio, fue complicado que otros creyeran en mi proyecto, y tuve que enfrentar muchos rechazos. También fue un proceso de aprendizaje, pues no tenía experiencia en relaciones comerciales, lo que me llevó a cometer errores y perder dinero. Sin embargo, la perseverancia y el deseo de hacer algo significativo me impulsaron a seguir adelante, incluso en los momentos de incertidumbre.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Sí, siento que he cumplido mi sueño al establecer una marca que impacta positivamente. Pero aún me falta mucho por lograr; tenemos metas a corto y largo plazo, como crear más empleos y fortalecer nuestra presencia en el mercado. Cool sigue evolucionando y tiene un largo camino por delante para seguir creciendo.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
En el corto plazo, estamos enfocados en participar en ferias locales como EVA y VASSAR. Además, estamos entrando al mercado ecuatoriano, lo cual implica un proceso de estudio y logística muy significativo para nosotros. Paralelamente, estamos negociando con proveedores europeos para incorporar acetatos ecológicos, mejorando así nuestros productos y alineándonos con prácticas sostenibles.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Sí, es una marca con gran potencial de escalabilidad. Su modelo de negocio no tiene barreras geográficas y puede replicarse en diferentes ciudades y países, siempre que mantengamos nuestra misión y visión centradas en la calidad y el servicio.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Sí, consideraría recibir inversión externa si la propuesta es sólida y se alinea con nuestros planes de expansión. Para el 2025, tenemos el objetivo de lograr un crecimiento de doble dígito, y para ello necesitamos capital. Dependiendo de las condiciones, podríamos negociar la participación o explorar otras opciones de financiamiento.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
No contrataría personal que no aporte valor al negocio. Cada miembro del equipo debe estar comprometido con la visión de la empresa y contribuir a su crecimiento.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Tengo varios modelos a seguir. Uno de ellos es Álvaro Rodríguez, un destacado empresario y referente en el ámbito financiero. También admiro a Andrea y Emanuel de Society Bags, quienes han demostrado que es posible crear una marca colombiana con calidad y una propuesta de valor única. Los fundadores de Mattelsa también son una inspiración por su compromiso con el bienestar de sus empleados y su filosofía de trabajo responsable.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Sí, tuve fracasos. En los primeros años de este negocio, pasé por momentos difíciles en los que pensé en rendirme. Emprender en Colombia no es fácil, pero la perseverancia y la confianza en mis ideas me llevaron a superar esos momentos y continuar hasta consolidar la marca.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Actualmente, no formo parte de ninguna comunidad de emprendedores, aunque valoro mucho el intercambio de experiencias y conocimientos con otros emprendedores y colegas.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Sí, creo que estamos logrando un impacto. Más allá de crear una marca, estamos mostrando que es posible emprender con ética y propósito en Colombia. Además, nuestro enfoque en la calidad y el servicio personalizado está cambiando la percepción de la industria óptica. Espero que este proyecto inspire a otros a emprender y a creer en sus sueños.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
En 10 años, visualizo a Cool como una gran empresa colombiana con presencia en varios países. Personalmente, espero estar gestionando otros negocios y contribuyendo a la creación de empleos. Mi objetivo es seguir innovando y ofreciendo productos de calidad, siempre con una visión clara de responsabilidad social.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Mi familia y amigos han sido fundamentales en cada etapa de este proyecto. Mi madre y mi hermano me han apoyado incondicionalmente, especialmente en los momentos difíciles. Mi hermano, en particular, es ahora asesor financiero de la empresa. Mis amigos también creyeron en el proyecto desde el principio y fueron mis primeros clientes, ayudándome a mantener el negocio en marcha.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Por supuesto, uno de mis objetivos a futuro es apoyar a otros emprendedores, compartir mis aprendizajes y errores para que puedan evitar algunas de las dificultades que enfrenté. Creo en el poder de colaborar y en la importancia de apoyar el talento emergente.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Actualmente, somos un equipo de 9 personas, cada una apasionada por la marca y comprometida con su crecimiento. Nos distribuimos en las siguientes funciones: Jenny (administrativa), Kathe (atención al cliente), Mariana (contenidos), Rosa (pauta digital), Sonia, Brigitte y Has (laboratorio), Diego y Kathe (mensajeros).
Además, contamos con un equipo de producción que fabrica nuestros estuches, compuesto por cuatro madres cabeza de familia, a quienes apoyamos a través de este proyecto.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Mi enfoque en el potencial de las personas es uno de mis sellos personales. Creo firmemente en el valor de cada miembro de mi equipo y en su capacidad para crecer. Además, tengo una visión clara del negocio y me esfuerzo por estudiar y prepararme constantemente. Mi sello también es ser persistente, ético y consciente de la importancia de construir un proyecto con impacto social y propósito.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Este camino me ha enseñado que el emprendimiento es un proceso de crecimiento continuo y superación. He aprendido que los fracasos son solo escalones que nos fortalecen y que es esencial confiar en nuestras ideas, incluso cuando las circunstancias parecen difíciles. Me di cuenta de que para crear algo con impacto, no basta con tener una buena idea; hace falta perseverancia, disciplina y estar dispuesto a aprender cada día, tanto del mercado como de uno mismo.
También he entendido el valor de rodearse de personas que crean en el proyecto y que aporten desde su experiencia y dedicación. La importancia del equipo es algo que he aprendido a valorar profundamente: cada miembro de Cool ha sido clave para que la marca siga creciendo y para mantener el nivel de calidad que ofrecemos a nuestros clientes.
Este viaje me ha mostrado que los negocios no solo son transacciones, sino también relaciones, y que escuchar a nuestros clientes y entender sus necesidades crea una conexión genuina que diferencia a la marca. Además, descubrí que la responsabilidad social y el impacto en la comunidad no solo le da sentido al negocio, sino que también inspira a otros.
Por último, he aprendido que un sueño no tiene límites si se trabaja con compromiso y visión. Todo lo que he experimentado en estos años me ha dado la certeza de que, aunque el camino del emprendimiento es desafiante, es posible construir algo significativo, y esa certeza es mi motivación diaria para seguir adelante y hacer de Cool una marca cada vez más grande.
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