Él le da vida al arte a través de cuadros con técnicas de esgrafiado
Cristhian Pabón unió dos habilidades: creatividad e ingenio. Ahora vende cuadros que enaltecen el trabajo manual a través de figuras o formas inspiradas en la ilustración.
“Lo más difícil de emprender es creérsela, tenerse confianza y empezar. En el momento de la idea estaba en Colombia, pero cuando la ejecuté me encontraba en México, obviamente todos los clientes hasta el momento han sido de Colombia. Gracias a los contactos que se tienen en las redes sociales, en México no logré llegarle a la gente, ahí me di cuenta de que no tenía una red de conocidos, lo cual lo hizo el doble o triple de difícil. Ahora estoy en Ecuador, el lugar en donde pienso impulsar mi arte, pero sobretodo la técnica con la que trabajo”. Así lo va contando Cristhian Pabón en nuestra sección de 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, el diseñador industrial que encontró en su habilidad la posibilidad de crear empresa y enaltecer el trabajo manual a través de cuadros. Esta es su historia.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
33 años, Diseño Industrial
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
La idea realmente nació para tener un ingreso económico, la falta de trabajo como diseñador industrial o gráfico me permitieron explorar mis habilidades y ponerlas al servicio de los demás. Adicional, me mudé a Ciudad de México con la idea era vender los cuadros, y ampliar el horizonte a nivel mundial, ofreciéndoles mi producto desde las redes sociales.
Comencé a trabajar con la técnica de Esgrafiado o Scratchboard, la conocí en la universidad en una clase de ilustración, realicé un par de cuadros y vi un buen resultado en ellos. En medio de reuniones y encuentros con amigos, me encontré con un par de artistas y les mostré algunos cuadros que había hecho en la universidad, ellos me dieron ánimo de realizar este tipo de arte, y así comenzó esta aventura.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Tomando la decisión de sacar a flote mis habilidades. Inicié con el sustrato o superficie para los cuadros, que es un proceso lento y demorado porque hay que aplicar capa por capa de gesso (pintura), y entra cada una de ellas hay que esperar a que se seque; luego lijar, arreglar imperfecciones y por último pintar con tinta china negra, para luego sí empezar a pintar, pero lo que realmente se hace es raspar, lo que viene siendo una técnica de grabado.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Afortunadamente para poder iniciar no se necesitaba de un capital alto, con $50.000 pesos compré los materiales para iniciar los cuadros y hacer cinco superficies de 17x25 cm. Lo realmente difícil fue empezar. Y para obligarme, lo que hice fue comprar los materiales. La inversión más alta o significativa ciertamente era el tiempo y las ganas de hacerlo.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Por ahora como lo veo es un desarrollo y crecimiento propio. Me ha dado seguridad y confianza de hacer o empezar algo; ser paciente a los procesos; creer en mí y en lo que hago, desarrollando creatividad e ideas nuevas, eso me ha hecho sentir muy feliz.
6. ¿Soy feliz?
Que, si soy feliz con mi idea, emprendimiento u obras de arte, (sin saber qué es exactamente) yo diría que sí, aún falta aprender y mejorar, pero para el poco tiempo que llevo siento que he avanzado. Yo diría que poco, pero como me lo han hecho ver, al parecer ha sido bastante.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Me estaría vendiendo yo y esa no es la idea de emprender o iniciar un negocio.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Cómo lo comenté antes y hoy en día lo analizo, lo más difícil es creérsela, tenerse confianza y empezar. En el momento de la idea estaba en Colombia, pero cuando la ejecuté me encontraba en México, obviamente todos los clientes hasta el momento han sido de Colombia, gracias a los contactos que se tienen en las redes, pero en México no logré llegarle a la gente, ahí me di cuenta de que no tenía una red de conocidos lo cual lo hizo el doble o triple de difícil.
El reto ahora es en un nuevo país, mientras participé en esta entrevista me estuve mudando a Guayaquil, Ecuador, y este ejercicio me hizo darme cuenta de errores o cosas que no hice, tal vez por ignorancia o falta de iniciativa, pero el plan es enfocarme en hacerme conocer en Ecuador y conseguir clientes.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Pues realmente no hay un sueño específico en cuanto al tema laboral. Pienso más que el ideal es poder manejar mi propio tiempo y poder generar los ingresos suficientes para lo que quiero. Siendo así, no lo he cumplido, pero siento que voy por buen camino, con bastantes expectativas y cosas por mejorar.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Lo que sigue y siempre se necesitará, según lo que pienso es mejorar, avanzar y fluir. Debo mejorar la técnica, explorar texturas, colores, arriesgarme, hacerme conocer más, buscar colaboraciones con otros artistas (digo artistas porque todavía no me siento como uno), exponer en galerías, realizar piezas digitales y a lo mejor meterme al mundo del NFT.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Al ser arte lo que vendo, no es escalable, pero lo que sí tengo en mis planes es llegar a vender prints o impresiones de algunos cuadros para generar un poco más de ingresos de una manera más asequible para la gente.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Tal vez en algún punto necesitaré inversión para lanzar otro tipo de ideas dentro del arte, pero al vender cuadros personalizados no es necesario.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Aún no me he arrepentido de nada como para decir que no voy a volver a hacer X cosa y si cometí algún error es para corregir y aprender de ellos.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
La persona que me motivó a empezar a hacer cuadros es un amigo del colegio y de la universidad, hoy en día es un artista que se conoce como Craver, gracias a él vi una oportunidad de generar algún grueso económico haciendo lo que me gusta.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Pues en momentos de necesidad y de desempleo hacen que uno tenga convicción de hacer las cosas, pero sí, hubo momentos en los que al contar o comentar el proyecto a las personas cercanas me hacían cara de incredulidad, eso me hizo dudar, tuve poca fe hacia mi, me cuestionaba si realmente valía la pena ejecutar la idea, sin embargo luego me preguntaba, ¿por qué no? ¿qué tenía que perder?. La decisión siempre está en uno, y no en las caras u opiniones de los demás.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Actualmente existe la Organización Internacional de Artistas de Esgrafiado, pero aún no me he inscrito o afiliado. Por ahora lo que he hecho y realizado es gracias a mi comunidad, es decir mi familia, amigos y conocidos que me han ayudado a llegar a más personas.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Uno de los temores que yo tenía era que a lo mejor los cuadros que iba a realizar, no le iban a gustar a las personas, pero siempre va a existir alguien a quien le interese o le guste lo que haces, el problema o lo difícil es llegar a esas personas. Realizar estas piezas de arte puede inspirar a otras personas para desarrollar sus habilidades y encontrar en ellas oportunidades de vida.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Aún no sé si me vaya a dedicar a realizar arte o cuadros en esta técnica (Esgrafiado) o en otras técnicas, pero lo que sí me dio esto, es el impulso de hacer las cosas por mí, de arriesgarme y de persistir, lo cual lo hace ideal para tener mi propio negocio o porqué no, negocios.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Siempre me han apoyado. Me gusta consultar a mis familiares y a amigos más cercanos, me importa la opinión de los demás , así empecé con mi primer rayón. Durante el proceso todos han sido de gran ayuda, ellos me ayudan a difundir mi trabajo, y también fueron mis primeros clientes, esa fue la principal motivación para hacer mis primeros cuadros.
Si por algún lado se empieza -creo que siempre- es la familia y los amigos. Ellos son los primeros que están ahí, por algo tienen esos rótulos en nuestras vidas.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Por supuesto que sí, siempre he tratado de ser una persona colaboradora y ayudar a los demás también le permite a uno contar su experiencia para que lo tomen de referente y prosperen.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Mi equipo soy yo, mi habilidad y lo que plasmo en las obras.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
La técnica que aplicó no es nueva, pero es muy poco conocida por la gente, y en Colombia la verdad desconozco artistas que la hagan, así que, los que han visto mi trabajo les ha gustado bastante y lo bueno de la técnica es que se puede lograr gran detalle de texturas y que se vea muy realista lo que se dibuja, en especial los animales.
En cuanto a mi sello o lo que he intentado es que a la hora de que me piden hacer algún cuadro trato de que sea muy personal, involucrando el cliente en el proceso para que el resultado sea aún más satisfactorio para él y no se encuentre con detalles que no le puedan gustar.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Realmente me he dado cuenta que tengo que quitarme miedos o temores de hacer las cosas que quiero, a tener paciencia en el proceso y a hacer las cosas con amor y cariño, porque en algún momento las cosas prosperan para bien. Y eso quiero que también sea ejemplo para mucha gente que a veces siente temores. Y a ellos les digo, que hay que soñar, hay que arriesgarse.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).
“Lo más difícil de emprender es creérsela, tenerse confianza y empezar. En el momento de la idea estaba en Colombia, pero cuando la ejecuté me encontraba en México, obviamente todos los clientes hasta el momento han sido de Colombia. Gracias a los contactos que se tienen en las redes sociales, en México no logré llegarle a la gente, ahí me di cuenta de que no tenía una red de conocidos, lo cual lo hizo el doble o triple de difícil. Ahora estoy en Ecuador, el lugar en donde pienso impulsar mi arte, pero sobretodo la técnica con la que trabajo”. Así lo va contando Cristhian Pabón en nuestra sección de 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, el diseñador industrial que encontró en su habilidad la posibilidad de crear empresa y enaltecer el trabajo manual a través de cuadros. Esta es su historia.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
33 años, Diseño Industrial
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
La idea realmente nació para tener un ingreso económico, la falta de trabajo como diseñador industrial o gráfico me permitieron explorar mis habilidades y ponerlas al servicio de los demás. Adicional, me mudé a Ciudad de México con la idea era vender los cuadros, y ampliar el horizonte a nivel mundial, ofreciéndoles mi producto desde las redes sociales.
Comencé a trabajar con la técnica de Esgrafiado o Scratchboard, la conocí en la universidad en una clase de ilustración, realicé un par de cuadros y vi un buen resultado en ellos. En medio de reuniones y encuentros con amigos, me encontré con un par de artistas y les mostré algunos cuadros que había hecho en la universidad, ellos me dieron ánimo de realizar este tipo de arte, y así comenzó esta aventura.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Tomando la decisión de sacar a flote mis habilidades. Inicié con el sustrato o superficie para los cuadros, que es un proceso lento y demorado porque hay que aplicar capa por capa de gesso (pintura), y entra cada una de ellas hay que esperar a que se seque; luego lijar, arreglar imperfecciones y por último pintar con tinta china negra, para luego sí empezar a pintar, pero lo que realmente se hace es raspar, lo que viene siendo una técnica de grabado.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Afortunadamente para poder iniciar no se necesitaba de un capital alto, con $50.000 pesos compré los materiales para iniciar los cuadros y hacer cinco superficies de 17x25 cm. Lo realmente difícil fue empezar. Y para obligarme, lo que hice fue comprar los materiales. La inversión más alta o significativa ciertamente era el tiempo y las ganas de hacerlo.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Por ahora como lo veo es un desarrollo y crecimiento propio. Me ha dado seguridad y confianza de hacer o empezar algo; ser paciente a los procesos; creer en mí y en lo que hago, desarrollando creatividad e ideas nuevas, eso me ha hecho sentir muy feliz.
6. ¿Soy feliz?
Que, si soy feliz con mi idea, emprendimiento u obras de arte, (sin saber qué es exactamente) yo diría que sí, aún falta aprender y mejorar, pero para el poco tiempo que llevo siento que he avanzado. Yo diría que poco, pero como me lo han hecho ver, al parecer ha sido bastante.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Me estaría vendiendo yo y esa no es la idea de emprender o iniciar un negocio.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Cómo lo comenté antes y hoy en día lo analizo, lo más difícil es creérsela, tenerse confianza y empezar. En el momento de la idea estaba en Colombia, pero cuando la ejecuté me encontraba en México, obviamente todos los clientes hasta el momento han sido de Colombia, gracias a los contactos que se tienen en las redes, pero en México no logré llegarle a la gente, ahí me di cuenta de que no tenía una red de conocidos lo cual lo hizo el doble o triple de difícil.
El reto ahora es en un nuevo país, mientras participé en esta entrevista me estuve mudando a Guayaquil, Ecuador, y este ejercicio me hizo darme cuenta de errores o cosas que no hice, tal vez por ignorancia o falta de iniciativa, pero el plan es enfocarme en hacerme conocer en Ecuador y conseguir clientes.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Pues realmente no hay un sueño específico en cuanto al tema laboral. Pienso más que el ideal es poder manejar mi propio tiempo y poder generar los ingresos suficientes para lo que quiero. Siendo así, no lo he cumplido, pero siento que voy por buen camino, con bastantes expectativas y cosas por mejorar.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Lo que sigue y siempre se necesitará, según lo que pienso es mejorar, avanzar y fluir. Debo mejorar la técnica, explorar texturas, colores, arriesgarme, hacerme conocer más, buscar colaboraciones con otros artistas (digo artistas porque todavía no me siento como uno), exponer en galerías, realizar piezas digitales y a lo mejor meterme al mundo del NFT.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Al ser arte lo que vendo, no es escalable, pero lo que sí tengo en mis planes es llegar a vender prints o impresiones de algunos cuadros para generar un poco más de ingresos de una manera más asequible para la gente.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Tal vez en algún punto necesitaré inversión para lanzar otro tipo de ideas dentro del arte, pero al vender cuadros personalizados no es necesario.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Aún no me he arrepentido de nada como para decir que no voy a volver a hacer X cosa y si cometí algún error es para corregir y aprender de ellos.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
La persona que me motivó a empezar a hacer cuadros es un amigo del colegio y de la universidad, hoy en día es un artista que se conoce como Craver, gracias a él vi una oportunidad de generar algún grueso económico haciendo lo que me gusta.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Pues en momentos de necesidad y de desempleo hacen que uno tenga convicción de hacer las cosas, pero sí, hubo momentos en los que al contar o comentar el proyecto a las personas cercanas me hacían cara de incredulidad, eso me hizo dudar, tuve poca fe hacia mi, me cuestionaba si realmente valía la pena ejecutar la idea, sin embargo luego me preguntaba, ¿por qué no? ¿qué tenía que perder?. La decisión siempre está en uno, y no en las caras u opiniones de los demás.
Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Actualmente existe la Organización Internacional de Artistas de Esgrafiado, pero aún no me he inscrito o afiliado. Por ahora lo que he hecho y realizado es gracias a mi comunidad, es decir mi familia, amigos y conocidos que me han ayudado a llegar a más personas.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Uno de los temores que yo tenía era que a lo mejor los cuadros que iba a realizar, no le iban a gustar a las personas, pero siempre va a existir alguien a quien le interese o le guste lo que haces, el problema o lo difícil es llegar a esas personas. Realizar estas piezas de arte puede inspirar a otras personas para desarrollar sus habilidades y encontrar en ellas oportunidades de vida.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Aún no sé si me vaya a dedicar a realizar arte o cuadros en esta técnica (Esgrafiado) o en otras técnicas, pero lo que sí me dio esto, es el impulso de hacer las cosas por mí, de arriesgarme y de persistir, lo cual lo hace ideal para tener mi propio negocio o porqué no, negocios.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Siempre me han apoyado. Me gusta consultar a mis familiares y a amigos más cercanos, me importa la opinión de los demás , así empecé con mi primer rayón. Durante el proceso todos han sido de gran ayuda, ellos me ayudan a difundir mi trabajo, y también fueron mis primeros clientes, esa fue la principal motivación para hacer mis primeros cuadros.
Si por algún lado se empieza -creo que siempre- es la familia y los amigos. Ellos son los primeros que están ahí, por algo tienen esos rótulos en nuestras vidas.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Por supuesto que sí, siempre he tratado de ser una persona colaboradora y ayudar a los demás también le permite a uno contar su experiencia para que lo tomen de referente y prosperen.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Mi equipo soy yo, mi habilidad y lo que plasmo en las obras.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
La técnica que aplicó no es nueva, pero es muy poco conocida por la gente, y en Colombia la verdad desconozco artistas que la hagan, así que, los que han visto mi trabajo les ha gustado bastante y lo bueno de la técnica es que se puede lograr gran detalle de texturas y que se vea muy realista lo que se dibuja, en especial los animales.
En cuanto a mi sello o lo que he intentado es que a la hora de que me piden hacer algún cuadro trato de que sea muy personal, involucrando el cliente en el proceso para que el resultado sea aún más satisfactorio para él y no se encuentre con detalles que no le puedan gustar.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Realmente me he dado cuenta que tengo que quitarme miedos o temores de hacer las cosas que quiero, a tener paciencia en el proceso y a hacer las cosas con amor y cariño, porque en algún momento las cosas prosperan para bien. Y eso quiero que también sea ejemplo para mucha gente que a veces siente temores. Y a ellos les digo, que hay que soñar, hay que arriesgarse.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).