Emprender por necesidad. Esa es la máxima, la que más nos identifica en Colombia, la que evidencia que los ciclos de desigualdad se van rompiendo cuando un integrante de una familia logra emprender. Tal cual sucede cuando un integrante de una familia llega por primera vez a la universidad y cambia la realidad de su familia. Así que cuando se junta ese cambio que da la educación con la posibilidad de emprender, la ganancia es por partida doble.
Para la muestra un botón: Luis Fernando Valencia tiene 33 años, fue víctima de la violencia en Buenaventura, pero logró superar esta realidad; creó un negocio relacionado con el deporte, el patinaje, para ser más preciso; y gracias a que recibió educación para crecer su negocio, ya logró consolidar su emprendimiento, el mismo que no solo está cambiando su situación financiera sino su vida personal.
Una para leer: Humanos son más baratos que la IA en la gran mayoría de los trabajos: MIT
“Fui una persona que creció en medio de muchas necesidades, y estas hacen que el joven y el adulto se pierdan. Nunca es tarde para decir no, y nunca es tarde para decir sí, yo puedo”, dice Luis Fernando. Hoy, entre sus acciones, ya se cuentan los patines que ha regalado a niños de barrios de escasos recursos para apoyar sueños deportivos y alejarlos de los contextos de violencia presentes en su municipio.
Por eso en el marco del Día mundial de la educación, hablamos con Miguel Achury, Gerente general del programa Emprendimientos Productivos para la Paz, Empropaz, quienes han trabajado de cerca con las comunidades en Colombia, como la de Luis Fernando Valencia, para entender lo que sucede cuando se educa sobre emprendimiento y se ponen a andar todos estos negocios que nacieron por necesidad:
¿Cómo debe ser la educación para el emprendimiento?
Desde Empropaz, hemos comprobado en estos cinco años de actividad que un enfoque exitoso de educación para el emprendimiento debe estar centrado en las necesidades particulares del emprendedor, responder a los retos de su idea de negocio de forma práctica y simple. Funciona mejor cuando es personalizada, individual pero aprovechando los espacios de construcción de redes de trabajo y apoyo con otros emprendedores y microempresarios y con aliados, debe estar orientada a resultados concretos en el corto plazo, con contenidos a la medida de lo que se requiere para que el emprendedor pueda pasar rápidamente de la idea de negocio a la realidad, con herramientas de aprendizaje basadas en tecnología, con acompañamiento permanente, incluyendo el desarrollo de habilidades blandas y de competencias duras para elevar su probabilidad de éxito. La educación para el emprendimiento debe considerar que el talento emprendedor es un bien escaso: estudios recientes muestran que de cada 100 personas tan solo 4 o 5 tienen este talento, por lo tanto, es necesario diagnosticar previamente el perfil emprendedor de quien va a recibir la educación, a fin de asegurar una acción sin daño.
¿Qué aprendizajes les ha dejado trabajar con población víctima de la violencia y migrantes venezolanos?
Nuestra experiencia nos indica que es necesario adoptar un enfoque territorial incluyente. Esto significa que, más allá de las condiciones difíciles particulares que padecen los diferentes grupos poblacionales, Empropaz ha desplegado su actividad buscando la integración social y económica de todos sus beneficiarios, construyendo comunidad alrededor de la promoción y acompañamiento del desarrollo de actividades lícitas, con el ánimo de contribuir a la consolidación de la paz y la transformación de estos territorios. Así, en los municipios rurales más afectados por pobreza y violencia en Colombia, el Programa trabaja con emprendedores y microempresarios en estado de vulnerabilidad, sin hacer distinciones respecto de su condición de víctima, desplazado, refugiado, reintegrado o reincorporado. Lo realmente importante es poder acompañar sus planes de negocio con capacitación socio-empresarial especializada e inclusión financiera, como pilares de su desarrollo personal y empresarial. Por su parte, en los municipios que concentran la mayoría de la migración desde Venezuela hacia Colombia, Empropaz busca contribuir a la integración social y económica no solo de los migrantes, sino también de las comunidades de acogida. A partir de nuestra experiencia con los beneficiarios del componente de acompañamiento socio-empresarial, hemos comprobado que estos objetivos se cumplen de una mejor manera cuando se evita una atención en función de la condición particular de estos grupos de población y, a cambio, se adopta un enfoque centrado en la construcción de tejido social y empresarial orientado a la transformación de los territorios, a partir de la dignidad y de las capacidades de los emprendedores y microempresarios.
Un texto para leer: Visa creará 250 puestos de trabajo para su nueva oficina en Colombia
En Colombia se emprende más por necesidad que oportunidad. ¿Se está cambiando esa realidad gracias a la educación para el emprendimiento?
En Colombia, los emprendimientos por necesidad o de subsistencia son la gran mayoría de los cerca de 3,8 millones de micronegocios informados por el DANE en 2023 y, aunque éstos representan el 24,4% de la producción y el 29,9% del valor agregado, se caracterizan por altos niveles de informalidad. Transformar esta realidad requiere de la acción del Estado, a partir de un marco de política pública que facilite realmente la transición progresiva y proporcional hacia la formalidad, que posibilite los procesos de educación socio-empresarial como eje del desarrollo empresarial y que incentive una mayor productividad y la generación de empleos por parte de los micronegocios. Los esfuerzos que se realizan desde el sector privado en este mismo sentido han contribuido significativamente a la transformación de esta realidad. En el caso de Empropaz, hemos ofrecido capacitación socio-empresarial especializada, a la medida, individual y sin costo a cerca de 10.400 emprendedores y microempresarios en 17 departamentos de Colombia, como un elemento que facilita la inclusión financiera y eleva las probabilidades de éxito de los emprendedores. Estas personas han logrado transformar su realidad y la de sus familias, con impactos positivos también a nivel comunitario y territorial.
¿Cómo se emprende paz en un país que vive en medio del conflicto y que no ha logrado reconciliarse?
Apoyamos a las personas que tienen talento emprendedor y la voluntad de iniciar o fortalecer sus unidades productivas. Esto implica hacer una caracterización previa que nos permite evaluar las ocho dimensiones del talento emprendedor en cada uno de los aspirantes. Una vez aceptados en el Programa, las personas acceden a procesos personalizados de formación socio-empresarial, de acompañamiento socio-emocional y a los productos y servicios de las finanzas productivas para apoyar sus ideas de negocio o sus planes de fortalecimiento, con microahorro, microinversión, microseguros, microcrédito y educación financiera. A pesar de las difíciles condiciones de pobreza, violencia y exclusión que se viven en los territorios que atendemos, hemos logrado consolidar los servicios de Empropaz, principalmente, gracias a la resiliencia, la creatividad, el deseo de progreso y la dignidad de nuestros emprendedores y microempresarios, todos ellos anhelan desarrollar una actividad económica lícita que les permita generar ingresos para mejorar su calidad de vida y la de su núcleo familiar, con un sentido de construcción de tejido social y comunitario. Esta es la fuerza que les impulsa a emprender y a consolidar sus ideas de negocio. Por este motivo, ellos merecen todo nuestro respeto, reconocimiento y apoyo.
Una más: Dos emprendedores, expertos en tecnología, dan recomendaciones para crear negocio
La pandemia nos obligó a migrar vidas hacia el mundo virtual. ¿Cómo están capacitando a los y las emprendedoras por medio de la tecnología?
La pandemia puso a prueba la capacidad de Empropaz para continuar llevando la inclusión financiera de la mano con el acompañamiento socio-empresarial a emprendedores y microempresarios. Pudimos superar el desafío a través de la adopción de plataformas virtuales de aprendizaje y de la transformación digital de Bancamía, con contenidos de formación socio-empresarial interactivos, gamificados, asistidos por personas y multidispositivo. Así surgió Empropaz en línea como una modalidad virtual de acompañamiento socio-empresarial para quienes prefieren este medio por diversas razones. Actualmente, cerca de 1.500 microempresarios y emprendedores se han vinculado a esta modalidad virtual, con niveles de deserción que oscilan entre el 14% y el 21%, muy por debajo del 27% que se registra en la modalidad presencial. Hemos hallado que esta modalidad virtual funciona mejor para personas menores de 30 años, con acceso a un computador, tablet o teléfono inteligente, a planes de datos y con interés de gestionar sus ventas a través de redes sociales. La calidad y cobertura de la conectividad siguen siendo un desafío para la virtualidad, a pesar de que las herramientas que usamos funcionan de forma sincrónica y asincrónica, para ofrecer flexibilidad a nuestros participantes.
¿Qué pasa en un pequeño comerciante cuando recibe educación sobre emprendimiento pensando en temas de liderazgo?
Una de las dimensiones del talento emprendedor es el liderazgo. En el proceso de caracterización de los aspirantes, medimos el nivel de liderazgo de los emprendedores y microempresarios para decidir su ingreso al Programa. Por otra parte, dentro del plan de formación individual existen tres módulos que apuntan a fortalecer el liderazgo de los participantes: plan de vida y de negocio, equidad de género y autonomía financiera. En el caso de la población migrante y de las comunidades de acogida, ofrecemos acompañamiento socio-emocional, a través de talleres individuales y grupales que les facilita el autoconocimiento, decidir sobre su arraigo a Colombia, hacerse cargo de su autocuidado y desarrollar sus recursos internos para superar obstáculos. Trabajar en estos temas de liderazgo, sumado a los contenidos de capacidades técnicas y habilidades empresariales da como resultado personas más empoderadas, con una mejor mentalidad empresarial y con negocios más productivos y estables.
Para leer: Crearon una marca de arepas “vallenatas” que le hace homenaje al sabor del maíz
La base de todo es la educación, eso es más que probado. ¿Qué sucede en un emprendimiento cuando logra entender temas de finanzas personales y siente que ya está incluido financieramente?
Cuando las personas hacen conciencia acerca del papel de las finanzas en su vida trabajan por lograr su autonomía financiera. La inclusión financiera va más allá del simple acceso a productos y servicios financieros; requiere el desarrollo de actitudes, aptitudes y hábitos para el uso adecuado de los instrumentos financieros en el cumplimiento de sus metas, su protección, su previsión y el apalancamiento para el crecimiento de sus negocios. Cuando ellos desarrollan habilidades para la toma de decisiones autónomas respecto de su endeudamiento, sus ahorros, el aseguramiento de su vida y de sus bienes y sus inversiones a largo plazo, mejoran su calidad de vida y la de sus familias, a través del progreso de sus negocios.
¿En medio de todo este programa que ustedes han venido adelantando, qué papel han jugado las mujeres? ¿Qué diferencia se ha logrado probar cuando la que lidera es una mujer, cabeza de familia, por ejemplo?
Desde el mismo momento de su diseño, Empropaz ha tenido un enfoque de género, buscando que por lo menos el 50% de los participantes sean mujeres. Actualmente, el Programa cuenta con un 59% de beneficiarias mujeres. Por sus cualidades naturales de austeridad, distribución con equidad, protección, cuidado, sentido familiar y comunitario, responsabilidad, entre muchas otras, logran crecer y consolidar sus negocios de forma mucho más rápida que los hombres. No obstante, cuando enfrentan la barrera de la pobreza de tiempo, sus negocios tienden a estancarse o a crecer de una manera significativamente más lenta. Ayudar a solucionar la carencia de tiempo de las mujeres para dedicarle más tiempo al negocio es uno de los temas en los que trabaja Empropaz. Contamos con un módulo de formación de equidad de género, en el que incluimos no solo a la emprendedora o microempresaria, sino también a su grupo familiar. Desarrollamos talleres que invitan a la reflexión acerca de cómo liberar tiempo de la empresaria, de tal manera que se vea beneficiada toda la familia, a través de mayores ingresos y una mejor calidad de vida, invitando a que los diferentes miembros asuman responsabilidades en las tareas del hogar y apoyen el éxito del negocio. Los resultados de esta acción se han traducido en la liberación de una hora en promedio para que las mujeres de Empropaz dediquen ese tiempo a sus negocios, con efectos directos en mayores ventas, excedentes y capitalización en activos.
¿En cuántos municipios y a cuántas personas han logrado impactar en Colombia? Y más allá de los números, ¿qué historia ha marcado la gestión de la educación para el emprendimiento?
Empropaz desarrolla su actividad en 72 municipios rurales afectados por la pobreza y la violencia y en 19 municipios urbanos que concentran más del 80% de la migración desde Venezuela, dando cobertura a 17 departamentos de Colombia. Durante los cinco años de operación de Empropaz, se ha facilitado la inclusión financiera de 206.000 personas en estos territorios, de las cuales más de 10.300 han recibido también formación empresarial especializada y acompañamiento socio-emocional. Más allá de los números, Empropaz ha marcado una historia de éxito para estos emprendedores y microempresarios, aportando a la transformación de sus vidas, sus familias, comunidades y territorios. En 2023, Bancamía, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, con su programa Empropaz, fue seleccionado como unos de los 5 finalistas en el Premio P3 Impact 2023, que entregan la Organización Concordia, la oficina de Asociaciones Globales del Departamento de Estado de los Estados Unidos y el Instituto para los Negocios de la Escuela Darden de la Universidad de Virginia. Este prestigioso premio destaca las alianzas público-privadas que son ejemplo por proveer soluciones a problemáticas globales tales como el acceso a la educación y a la salud de calidad, la necesidad de un mayor empoderamiento económico de la mujer y la asistencia humanitaria. En ese sentido, la organización Concordia, que lidera el P3 Impact, reconoció la suma de esfuerzos entre Bancamía y USAID/Colombia como un referente de alianza exitosa que ha logrado impactar positivamente la vida de poblaciones vulnerables, a través de un programa de apoyo al emprendimiento como Empropaz.
¿Cómo es el retorno cuando se invierte en un emprendedor que recibe educación? ¿Cómo lo han medido? ¿Logran los emprendedores más rápido su punto de equilibrio? ¿Logran generar empleo más rápido? ¿Cómo se integran al tejido empresarial de su departamento?
Empropaz mide el impacto de su actividad a través de indicadores relacionados con la superación de la pobreza y con el éxito de los emprendedores y microempresarios. Así, al cierre de noviembre de 2023, el 26% de los participantes de Empropaz han logrado superar la pobreza monetaria y permanecer fuera de ella. Por otra parte, sus ventas muestran un crecimiento interanual del 22%, sus excedentes del 26% y la capitalización en activos productivos del 27%, cifras que superan ampliamente los niveles de inflación, mostrando crecimientos reales significativos y diferenciales frente a emprendedores que no acceden a las finanzas productivas ni al acompañamiento empresarial. Por otra parte, Empropaz promueve la asociatividad y las redes de negocios entre sus participantes, creando oportunidades de acceso a mercados locales, regionales y nacionales, así como sinergias que facilitan la integración y mejora de productos y servicios en los territorios.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚
