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Ella creó un gastrobar en Fontibón que rompe estereotipos sociales

Nancy Rodríguez es la artífice de una idea de negocio gastronómico que nació en pandemia y que hoy ya ocupa un lugar importante en el mercado bogotano. Su emprendimiento se materializó cuando decidió convertir un antiguo y abandonado colegio en el restaurante de sus sueños: El Martelo, un lugar inspirado en la cocina italiana.

02 de marzo de 2022 - 09:36 p. m.
Nancy Rodríguez le dio vida a un proyecto gastronómico que le ofrece a los comensales experiencias de sabor y entretenimiento en un solo sitio.
Nancy Rodríguez le dio vida a un proyecto gastronómico que le ofrece a los comensales experiencias de sabor y entretenimiento en un solo sitio.
Foto: Cortesía El Martelo
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“Emprender para mí fue muy fuerte, empezamos en época de pandemia, días antes habíamos firmado el contrato, y los sectores que más se vieron afectados fueron la hotelería y los restaurantes. Nosotros iniciamos construcción y todos los tiempos eran limitados, no podíamos salir, pero de lo malo siempre sale algo bueno, Dios me mostró los talentos que desconocía en mí: aprendí de ingeniería, construcción, decoración… para poder darle un cambio al lugar y así lo logré. Lloré muchas veces, otras más sentí que había fracasado y otras tantas me sentí sola, pero acá sigo dándole la batalla a la pandemia y posicionando mi restaurante: El Martelo”, así lo cuenta Nancy Rodríguez en nuestra sección 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, hoy contamos su historia:

1. ¿Cuantos años tengo? ¿Qué estudie?

Nancy Rodríguez, 40 años.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuando nació?

Cualquiera puede pensar que es un restaurante más, pero la verdad la intensión fue romper todos los estereotipos que existen en la ciudad, por ejemplo, yo tomé como local uno de los colegios más antiguos de Bogotá, estaba desde hace diez años desocupado y se podría decir “abandonado”. Lo reconstruí y podría decir que con mis propias manos, porque tuve que coger pica y pala para remover y diseñar el concepto que hoy ven mis clientes.

Los empleados también me tuvieron que dar una mano en todo porque esto nos cogió ochos días antes de que se declarara el confinamiento total. Acá están todos mis ahorros y mis sueños. El construir un gastro bar en pleno centro de Fontibón era una propuesta que nadie quiso apoyar, pero hemos ido logrando que la mentalidad de los habitantes de la localidad y la oferta de la carta sea aceptada poco a poco. Al comienzo pedían arroz y papa adicional y con el paso del tiempo fuimos educándolos a que este tipo de platos no lo requerían, así que les pedíamos una oportunidad para disfrutarlo y así los fuimos convenciendo.

La comida italiana es nuestro fuerte, pero la acompañamos con músicos en vivo, cuenteros, magos, tarotistas, chefs para hacerles cursos a los niños y cualquier cantidad de puestas en escena que pretenden cautivar no solo a la localidad, sino a los amantes de la buena cocina y la rumba sana en toda la ciudad.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Con fe. Esto no es nada fácil, más cuando es una mujer sola, los gerentes de los bancos y demás no es que te den muchas posibilidades para crecer y crear proyectos ambiciosos. Aún no logro el punto de equilibrio es más muchas veces siento que no doy ms, pero nadie dijo que era fácil, así que acá estoy renovando la fe día tras día.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y como la pagué?

El dinero de la inversión fue un poco de mis ahorros y prestamos financieros, continúo pagando.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Estoy logrando cambiar la idea de que los restaurantes buenos solo están en sectores privilegiados de la ciudad. El Martelo, está en Fontibón, un sitio donde las personas pueden tener acceso a un sitio con entretenimiento y cultura, donde soñar con amor se convierte en realidades exactas y hace momentos felices.

6. ¿Soy feliz?

Muy feliz, me gusta lo que hago.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

No creo que llegase a venderlo porque se han vivido momentos difíciles, que han costado sacrificios y lo que duele con el alma el corazón no se deja ir tan fácil.

8. ¿Qué tan duro fue para mi emprender?

Muy fuerte, empezamos en época de pandemia, días antes habíamos firmado contrato, donde las áreas más afectadas fueron la hotelería y los restaurantes. Nosotros iniciamos construcción y todos los tiempos eran limitados, no podíamos salir, pero de lo malo siempre sale algo bueno, Dios me mostró los talentos que desconocía, ingeniería, construcción, decoración… para poder darle un cambio al lugar y así lo logré. Lloré muchas veces, otras más sentí que había fracasado y otras tantas me dejaron sola, pero acá sigo dándole la batalla a la pandemia y agradeciendo a ustedes los medios por el apoyo, pues necesito que nos conozcan y que cuando lo hagan, se enamoren de El Martelo.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Lo logré, he cumplido lo más difícil, ahora lo que sigue es continuar trabajando día a día, mejorando para que sea un lugar exitoso. Me hace falta que los referidos sean decenas, para que sea la calidad y la propuesta gastronómica sea la que hable por nosotros y ese sea el trampolín al éxito.

Nosotros nos esforzamos demasiado con llevar a la mesa platos que se elaboran con productos 100% orgánicos, día tras día se va a comprar todo fresco...y vamos a tener platos nuevos mes tras mes. Apoyamos y tenemos acuerdos con campesinos que nos traen flores comestibles, huevos y demás que vienen del campo directamente. El pan y la pasta las hacemos nosotros y esos son productos que aman nuestros consumidores, porque tenemos personal experto en el tema.

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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Innovar, todos los días incluimos una experiencia nueva, momentos únicos que descresten a los asistentes y propuestas culinarias que les encanten el paladar. Premiamos su fidelidad y los hacemos sentir como en casa, protegiéndolos con todos los protocolos de bioseguridad. Estamos logrando además, una alianza con los medios de comunicación del sector para lograr una propuesta cultural conjunta y así tendremos en tarima: cuenteros, gaiteros, humoristas, cantantes emergentes, etc.

El blues, el jazz, también tendrán espacio en nuestros jueves de bohemia, por ejemplo. Sé que lograremos en Colombia marcar la diferencia. La alianza con los medios de Fontibón se da porque para nosotros hacer equipo es una herramienta vital para crecer.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Sí, totalmente.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Soy muy cuidadosa en ello, por razones de legalidad, uno no puede aceptar al primero que se le atraviese, pero no lo descarto pues cuento con un equipo asesor que se encarga de ello.

13. ¿Qué no volvería hacer?

Dejar sueños en manos de otras personas, que no piensan igual que yo.

14. ¿Quién me inspiro? ¿A quien me gustaría seguir?

Me encanta el servicio, ver lugares hermosos de comida en la zona norte de la ciudad, me hizo pensar en satisfacer esa necesidad en las zonas del sur de Bogotá. Cuando vi El Martelo por primera vez, me prometí convertirlo en un lugar inigualable.

Me gustaría seguir a una persona que hizo historia en mi vida, me enseñó todo lo que hoy es mi emprendimiento, pero que sé que debo proteger su identidad, pues no es amante de la publicidad.

15. ¿Fracase en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

La vida nos trae momentos difíciles y hay que convertirlos en vivencias para poder continuar. Soy una persona que insiste y persiste y con la ayuda de Dios y de nuestro personal hemos logrado sostenernos. No he fracasado, aunque la pandemia casi nos hace tirar la toalla, nos motivó a continuar por este sueño.

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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

No, desafortunadamente estas ayudas no llegan a las personas que quieren mejorar el estilo de vida y cuando llegaron en un momento, traían consigo “mordida” a corruptos y yo a eso no juego.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Si, en este lugar he descubierto que Dios nos da la fortaleza y fuerza de poner nuestros talentos y convertirlos en ideas, donde las experiencias son únicas y eso le gusta a las personas, probar diferentes experiencias, este lugar que creé, construí y diseñé con todo el amor, corazón y hasta llanto, nació para inspirar.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y como veo a futuro mi emprendimiento , mi empresa?

Me veo con salud con ayuda de Dios, trabajándole a El Martelo y creando sucursales a nivel internacional.

19. ¿Qué papel ha jugado mi familia y mis amigos?

Mis hijos han tenido el papel más importante, gracias a su apoyo he podido crear El Martelo. Ellos son mi inspiración, han puesto su granito, han estado en el proceso y muchas recetas son pensadas en los niños. El tiempo de ellos se ha invertido en el restaurante, por eso El Martelo es creado con amor.

El apoyo de mi madre, mi hermana y mis amigos han sido fundamentales para el crecimiento de este emprendimiento.

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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Obvio, yo lo estoy logrando y me gustaría apoyar a otras personas para que conviertan sus sueños en realidad.

21. ¿Qué papel jugo mi equipo? ¿Quién es?

Mi equipo jugó el mejor partido. Esperamos poder meter muchos goles de la mejor manera con pasión y empeño.

Janneth Rodríguez, mi hermana, Camilo Roa, Edilberto López (Chef) y las personas que nos ayudan en la cocina y las mesas, han estado desde que tumbamos las viejas paredes para convertirlas en bellos balcones italianos, y probar las delicias de El Martelo, a ellos les debo las historias, sonidos, y sabores de este lugar y especialmente gratitud.

También es importante mencionar al dueño del predio, el cual en momentos de pandemia y ahora mismo me sigue dando su apoyo incondicional.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Este es un lugar donde pensamos en todos los miembros de la familia, por ejemplo, las mascotas pueden venir a acompañar a sus familias, porque tenemos al exterior un pequeño espacio donde se acepta el compartir y comer en familia.

23. ¿Qué ha aprendido de todo esto?

Que no he aprendido más bien (risas). Como decía anteriormente, desde albañilería, carpintería, lavar baños hasta a no dejar lo que pueda hacer en manos de otro. Aprendí a no confiar tanto y a no entregarlo todo porque en esto, yo sola, me tuve que amarrar los pantalones, si no hubiera sido así estaría ya El Martelo cerrado. Ahora estoy al frente al 100% y no dejo el control de la calidad y atención en manos de nadie, por lo menos mientras logramos un punto de equilibrio.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com).

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Carlos(92784)03 de marzo de 2022 - 10:15 p. m.
No suena mejor Bar-Restaurante ??
Santiago(71283)03 de marzo de 2022 - 12:04 a. m.
"intensión" o "intención: Determinación de la voluntad en orden a un fin."
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