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“Mi negocio arrancó con $50.000, eso era lo que teníamos para comer en los siguientes días, en ese momento ya no tenía nada que perder. Me la jugué, lo invertí todo en anuncios y con un paga diario me conseguí $1.200.000. Con eso inicié haciendo el producto con muy buena presentación. Como era único en esa época en el mercado, logré vender mucho y con lo que iba vendiendo en el día a día, reinvertía, en ocho meses esa era la dinámica, solo sacaba para la renta y alimentar el resto, después todo era reinvertido”.
Así empieza a narrar la historia de su emprendimiento Lina Calle, la empresaria que está detrás de Crecel Lab, una idea que le apunta al sector de la cosmética. Hablamos con ella en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y aquí está su historia.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
49 años, comencé Administración de Empresas y Diseño Gráfico.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
No hubo idea, comencé en medio de la necesidad económica, una crisis fuerte: nos iban a hacer desalojo a mis dos hijos y a mí por varios meses sin pagar la renta. Acá es donde mi hijo me dice que con lo que él estaba investigando y estudiando podíamos pagar esa deuda, me dijo que yo me encargara de tener algo para vender y él aplicaba marketing digital. Ahí en mes y medio solucionamos el pago que tenía que hacer y arrancó el negocio de la creación de productos.
Ahora, somos un laboratorio de productos cosméticos y bienestar, con planta física en Colombia y México, que vende en Estados Unidos y en más de siete países de Centro y Suramérica, ofreciendo el servicio de fabricación a nuevos emprendedores que desean crear marca y escalar a otros países.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Con enfoque, desaprendiendo del sistema actual y estudiando muchísimo marketing digital, entendiendo esto, vi un océano azul para productos disruptivos en un mercado en el área de e-commerce. A pesar de las dificultades he insistido y no he desistido.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Este negocio arrancó con $50.000, que era lo que teníamos para comer en los siguientes días, en ese momento ya no tenía nada para perder.
Me la jugué, lo invertí todo en anuncios y con un paga diario me conseguí $1.200.000, con lo que inicié haciendo el producto con muy buena presentación. Como era único en esa época en el mercado, logré vender mucho y con lo que iba vendiendo en el día a día, reinvertía y en ocho meses esa era la dinámica, solo sacaba para renta y alimentar el resto, todo era reinvertido.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Mi realidad de vida cambió 180 grados, mi economía se estabilizó, tengo una casa con la que nunca me había atrevido a soñar, he conocido lugares en el mundo cuando ni siquiera había pensado en salir del país, ayudo a muchas personas en mi comunidad a cambiar sus realidades y tener negocio sostenible.
Mis hijos trabajan conmigo y son seres extraordinarios con la misma visión de vida y enfoque, cuento con un equipo de trabajo que nació de esto y son visionarios, no le tienen miedo a conquistar el mundo y quemar la barca, saben que nos la jugamos toda por los resultados.
6. ¿Soy feliz?
Creo que tengo una vida tranquila en muchos aspectos, y relaciono mucho la felicidad con esa sensación.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No creo que lo haga por el momento, soy una persona incansable laboralmente y he llegado a puntos que ni en sueños lo hubiera imaginado. Estoy con la energía de querer ver hasta dónde podemos llegar.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
La necesidad desafía la creatividad, y me vi en un punto tan crucial de mi vida que no tenía otra opción, en ese momento ya no tenía miedo, ya este había convivido conmigo tantos años que se me volvió parte del paisaje.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Nunca soñé ser empresaria, creo que lo soy por accidente y por la obligación de superar la adversidad. Pero sí logré mi sueño de tener una estabilidad para mis hijos y una familia enfocada.
Me hacen falta más horas al día porque el mundo es tan inmenso y las posibilidades tan infinitas, que nos quedamos cortos en ideas y propuestas para ofrecer a todas las personas soluciones cosméticas diferentes que nos hacen visibles en el mercado.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Seguir conquistando mercados con la cosmética colombiana que no solo hablen de calidad, sino que detrás de ella haya historias de superación que pueden influenciar o motivar a otros para hacer negocios y empresas. Además, proyectamos abrirnos a otros mercados en Centro América y esperamos cerrar el año con un crecimiento del 150 %.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Es muy escalable, la cosmética es interminable, todos algún día del mes, por lo menos buscamos limpieza, mejorar apariencia o simplemente bienestar.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Este negocio es tan lindo y lo que hemos construido es tan valioso que sé que si hacemos sociedad siempre va a ser con amigos que conozcan del proceso para que moralmente le pongan también el alma y no solo lo vean como un negocio que genere plata.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Creo que haría todo igual, he aprendido tanto de los errores que los considero un gasto de aprendizaje y no una pérdida.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Mis hijos han sido el motor e inspiración para no desistir. Ver lo estudiosos que son y el amor con que hacen sus cosas, me llena de satisfacción. Admiro y agradezco que amen servir y enseñen a la comunidad, no son egoístas, con información de valor que ayude a crecer a los demás, entendieron que si el otro crece nosotros también crecemos.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Ojalá las personas supieran las veces que he fracasado. Por cada triunfo hay detrás cientos de pequeños fracasos que con insistencia y persistencia se convierten en grandes éxitos. Pensé en tirar la toalla muchas veces, pero solo permitirme pensar en las dificultades por las que pasé y pasaron mis hijos me recargó para no desfallecer.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Hemos formado una comunidad de emprendedores que hacen e-commerce, o que están a la espera de una oportunidad para emprender y crear su propia marca. Constantemente estamos enseñando lo que aprendemos en nuestro camino para que sea una guía que facilite sus procesos.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Estoy convencida de que es así. En estos años han sido muchas las personas que han cambiado su economía, superado dificultades con lo que les hemos enseñado, y compartirles a ellos esa visión, sé que ha contribuido a que sus negocios inicien y progresen.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
En 10 años me veo asesorando mi empresa desde afuera, tengo claro que debo dar oportunidad a estas generaciones que son más aguerridas y con hambre de comerse el mundo. Quiero ser los pies en la tierra de estos visionarios que seguirán llevando a Crecel a otros continentes.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Mis hijos son el motor y cerebro de esta empresa, los amigos que he construido en este proceso son aliados estratégicos para alcanzar esas metas y ser nosotros también puente para que ellos logren sus objetivos.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Ese ha sido el motivo de mi crecimiento, enseñar a otros a hacer lo que yo hago, mostrándoles cómo lo logramos, así es que hemos crecido tan rápido y de manera sostenible en el tiempo.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Todos somos un equipo, somos complemento, el cuerpo sin la cabeza no funciona y eso siempre lo he tenido claro, para la mayoría de mi equipo este ha sido el primer empleo y créeme que tienen la camiseta puesta mejor ellos que yo, no somos una empresa, somos una familia.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Soy una madre que apoya a sus hijos y gracias a eso creamos una hermosa empresa. Mi misión es llevarlos a ser personas de bien, que les importe y les guste trabajar para y con los demás, donde no les dé miedo el mundo, porque con todo lo que hemos aprendido no hay límites ni fronteras, si se trabaja inteligentemente.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Enfoque y persistencia, esto te lleva a dónde ni tus sueños dimensionan.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚