Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
“Con mi emprendimiento he aprendido que con perseverancia y disciplina se pueden lograr muchas cosas, que aunque a veces se quiera dejar todo a un lado por diferentes circunstancias, incluido el desánimo, siempre vale la pena otro esfuerzo. Que no hay mayor satisfacción que ver tu propia empresa salir adelante cuando una idea se convierte en realidad. La constancia ha sido la clave de todo mi proceso”. Estas son las palabras de Laura Vergel, la emprendedora detrás de una idea de negocio que le apunta al sector textil en Colombia.
Hablamos con ella en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos a propósito de su emprendimiento y esto fue lo que nos contó:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
31 años, Administración Bancaria e Inglés.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Mi idea surgió de una necesidad propia y de mis experiencias comprando por internet. Ninguna talla se ajustaba a mi cuerpo como yo quería que me quedara, y si me quedaba de talla los diseños eran anticuados, así que yo diseñaba y confeccionaba mis propias faldas. Amigas cercanas se interesaban en mis diseños y poco a poco empecé a vender mis propios diseños hasta que logré inventar una marca de faldas que se venden por internet y son hechas a la medida: Faldas Laura Vergel.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Mi emprendimiento inició como una prueba, en ese momento no había tanta seguridad al momento de hacer compras por internet. Pero, poco a poco, fue creciendo, así que subí imágenes de mis propios diseños, y así se fue ampliando mi público. Teníamos clientes de todas las edades, tallas y diseños para cualquier clase de evento.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
De los pedidos que me hacían mis amigas cercanas. También trabajaba en el taller de mi mamá (una sastrería), con eso poco a poco pude comprar un pequeño stock de telas. Cada vez que las clientas me visitaban podían verlas y escoger directamente de allí. Por esa época ya tenía una máquina de coser y las cosas básicas para emprender.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
He logrado que muchas mujeres superen la inseguridad al momento de usar faldas. Es importante que sepan que es una prenda que pueden usar en su día a día, y sentirse cómodas con ellas. Además, estoy cambiando la mentalidad de que las faldas son algo difícil de combinar o que muy rara vez se usan. Ahora tenemos clientas que son frecuentes comprando faldas porque saben que es algo básico que se debe tener en el closet.
Con mi idea de negocio le doy tranquilidad a las chicas facilitándoles la compra por internet, con prendas a la medida.
6. ¿Soy feliz?
Sí, bastante, cuando recibo mensajes gratificantes, donde las clientas me dan las gracias porque las faldas cumplen con sus expectativas, soy feliz.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No, es mi proyecto de vida y cada falda lleva mi sello.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Han sido muchos retos, hay noches de desvelo por tratar de cumplir pedidos y por entender un poco más a cada cliente. Aunque desde pequeña he trabajado con clientes directos, no se termina nunca de conocer los gustos de quienes se interesan en mi producto.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
En parte sí, pero todavía estoy en el proceso de cumplirlo a cabalidad.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Al principio realizaba envíos internacionales, me gustaría fortalecerlos nuevamente, para así poder ampliar mi empresa. Quiero llegar a más personas, tener más presencia en redes sociales, completar mi equipo de trabajo y que podamos tener presencia física en ciudades principales.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Claro, hay muchas maneras de ampliar, desde el público de venta hasta los prendas que se ofrecen.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Lo contemplaría porque está bien tener diferentes opciones sobre la mesa.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
No volvería a sentir temor de delegar funciones y responsabilidades. Cuando inicié, yo misma me encargaba de todo.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Crecí en una familia donde todo estaba relacionado con la moda. Mi mamá es diseñadora de modas y textil, así que desde muy pequeña estaba envuelta en estos temas. Teníamos un negocio familiar y yo me encargaba de hablar con los clientes, ayudarlos con sus solicitudes y terminaba asesorándolos con sus ideas. Así que mi inspiración viene desde mi infancia.
Quiero seguir estudiando, investigando tendencias, buscando nuevas técnicas para de esta forma seguir construyendo mi propia marca y hacerla cada vez más sólida.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Sí, varias veces me desanimé al sobrecargarme por no encontrar fácilmente un equipo de trabajo.
Visite la sección de Emprendimiento y liderazgo de El Espectador
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
No.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Sí, entender que hay que apoyar lo local, ofrecer empleo, crear nuevas oportunidades de trabajo. Hacer algo especial y único. Generar conciencia hasta del medio ambiente con las manufacturas.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Me veo generando muchos empleos y con una empresa consolidada y cada vez más fuerte en el mercado.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
He contado con el apoyo de mi familia, desde el principio. Ellos me ayudaron con su mano de obra, haciendo envíos, recogiendo telas, encargos, etc. Igual mis amigos, con su ayuda en redes sociales u el importantísimo voz a voz, mi marca se ha dado a conocer en el mercado.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
¡Sí, total! Siento que ese sentimiento de emprender te hace querer que los demás lo hagan también.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Mi equipo juega el papel fundamental en la empresa, ellas hacen que todo funcione perfecto.
Cuento con Katherine Ortega, que es la e-commerce encargada de atender y asesorar a las clientas, y con Isabel Fajardo, que es la jefe de taller. También hacen parte de mi equipo de ajustes, Viviana, Lorena, Nelly y Ever. Y yo, Laura Vergel, soy la encargada de los diseños y parte de la confección de prendas.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Mi sello personal es que cada prenda se corta desde cero para cada cliente, con sus medidas. Cada trabajo es personalizado, estamos con ellas desde el inicio, las asesoramos y las guiamos. Nosotros no manejamos cantidades. Hacemos el molde con la forma del cuerpo para cada clienta, luego se hacen los ajustes que ella desee de acuerdo a sus necesidades y gustos. Todo esto sin la necesidad de salir de casa.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
He aprendido que con perseverancia y disciplina se pueden lograr muchas cosas, que aunque a veces se quiera dejar todo a un lado por diferentes circunstancias, incluido el desánimo, siempre vale la pena otro esfuerzo. Que no hay mayor satisfacción que ver tu propia empresa salir adelante cuando una idea se convierte en realidad. La constancia ha sido la clave de todo mi proceso.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚