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“Hacemos que degustar un helado, se convierta en una experiencia diferente. Nuestro principal objetivo es lograr que la primera reacción de nuestros comensales sea sonreír al tener contacto con nuestros sabores únicos, inéditos y especiales que surgen cada semana, haciendo que el cliente quiera volver a explorar nuestras experiencia una vez más.
Nuestro mercado está enfocado hacia los paladares ávidos de cosas únicas, nuevas y diferentes, pero sobre todo deliciosas. Nuestros clientes institucionales comparten con nosotros la idea de ofrecer algo fuera de la caja, un sabor que genere experiencias nuevas y recordación. Nuestras ventas han crecido un 40% semestre a semestre en el último año”, así lo va narrando Lina María Portela, la emprendedora detrás de una idea de negocio que nació en pandemia y que le abrió puertas en el mercado gastronómico, con una propuesta llena de sabor y autenticidad. Hablamos con ella en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y esto fue lo que nos contó:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Tengo 27 años, estudié Cocina y Pastelería en Gato Dumas, Colombia, luego de esto, decidí realizar un Máster en Pastelería de Restaurante y Cocina Dulce en el Basque Culinary center en San Sebastián España.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Mi postre favorito siempre han sido los helados, desde pequeña me gustaban muchísimo. En España, cuando comencé a ver el módulo de heladería, me enamoré más del producto y aprendí a valorar todo su proceso de elaboración y todo lo que se hace para llegar al producto final. La esencia de Lykke son sus sabores, y la calidad de estos. No usamos nada artificial, como pre bases o colorantes. Cada cierto tiempo nos gusta rotar los sabores para que nuestros comensales se animen a probar cosas distintas, buscando siempre entregar sabores innovadores.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
En mi regreso a Colombia, trabajé en un restaurante en el que se compraban todos los helados, y gracias a mi insistencia logré convencer a mis jefes de elaborar los helados nosotros mismos. Mi pasión por la heladería fue creciendo cada vez más, en conversaciones con mis papás les decía que quería una heladería propia, comencé escribiendo sabores y pensando en el nombre de mi heladería... tratando de visualizar mi sueño. Llegó la pandemia y al igual que muchos, todo se complicó. El restaurante donde trabajaba tuvo que cerrar durante poco más de un mes, nos redujeron nuestro salario y tenía mucha incertidumbre de qué iba a pasar.
Durante una conversación de mi mamá y una amiga de ella, la señora mencionó que debido a la pandemia, se había caído un negocio que tenía y que le habían quedado unos equipos de heladería y que si yo me animaba a emprender con esos equipos... a lo que mi respuesta fue sí. El negocio nació en medio de la pandemia, creyendo en una idea.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Solicitamos un préstamo que se ha ido pagando con los ingresos de Lykke.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
He logrado recuperar mis ingresos. Y he empezado a cristalizar mi sueño de posicionar una empresa que marque diferencia. Lykke significa felicidad en Danés. Me gusta decir que vendemos “felicidad”. Ofrecemos una experiencia por medio de un producto de calidad, con sabores que te recuerdan momentos especiales de tu vida. Adicionalmente resaltamos los sabores y productos que nos hacen sentir orgullosamente Colombianos.
6. ¿Soy feliz?
Lo soy...y mucho.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Por ahora no. Estoy enfocada en llegar con Lykke muy lejos, quiero que muchas personas disfruten y sean felices con nuestros helados. Planeamos abrir más sedes en el mediano plazo.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Es bastante retador, sobre todo superar las barreras mentales y las inseguridades que llegué a tener en muchas oportunidades y que en varias ocasiones tengo. Yo emprendí en plena pandemia y los comentarios negativos fueron bastantes... “estás loca”, “este no es el momento”, “¿estás segura?”, “estás arriesgando mucho”, “¿y si no te funciona, qué vas a hacer?”.... etc. Debemos aprender a confiar en nosotros mismos, a confiar en lo que sabemos y dejar atrás cualquier pensamiento y / o comentario negativo, y si no funciona, queda el aprendizaje... Nunca es tarde para volver a empezar.
9 ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Cumplí mi sueño de tener una heladería, ahora estoy en camino de cumplir mi sueño de hacerla a lo grande y expandirla.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Quiero expandirme y llegar a varios sectores de Bogotá y Colombia. Aparte de tener nuestro punto físico, diseñamos sabores para las cartas de postres de algunos restaurantes, es por eso que tener una gran lista de clientes de este tipo es también uno de nuestros objetivos.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Sí, lo es. Parte de nuestro plan es crear nuevas sedes propias y, eventualmente, trabajar un esquema de franquicias o cuentas por participación. Queremos hacer de Lykke la mejor heladería de Colombia.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Mi corazón está puesto en Lykke, por ahora queremos crecer en nuestras fuerzas y, una vez posicionados y fortalecidos pensaremos en inversiones externas en el esquema que planteé antes. De cualquier manera mi objetivo es garantizar siempre que la marca vaya acompañada de una excelente calidad.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Pensar tanto para empezar. En general, he encontrado altibajos y obstáculos, sin embargo, sin ellos no habría aprendido lo necesario para crecer como lo estamos haciendo.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
En España, el profesor que me enseñó todo acerca del mundo de los helados es un “crack”, me hizo retarme a investigar, practicar e intentar hasta lograrlo. También conocí una heladería super famosa “Rocambolesc”, su propietario es Jordi Roca, el estilo de sus helados, su concepto, y sus ideas hacen que te enamores de sus productos.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
No siento que haya fracasado, he tenido muchos momentos de ansiedad, angustia y de decir “No más”, pero de cada momento he aprendido y he logrado salir adelante frente a la adversidad.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
No.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Claro que sí. Me gustaría que mucha gente se retara a sí misma y se diera cuenta que sí se puede. Mi intención es impactar con una experiencia diferente que inquiete a las personas a buscar las cosas que a veces les parecen imposibles. Dios es el conductor de este proyecto y eso hará que trascienda impactando muchas vidas.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Estoy segura de que con Lykke vienen cosas muy buenas, cosas grandes. En 10 años, sé que seremos una empresa de gran impacto en el sector heladero. Con varias sedes a nivel nacional e internacional.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Ellos lo son todo. No puedo estar más agradecida con Dios por rodearme de tan lindas personas. Tanto mi familia como mis amigos me han demostrado su amor y su cariño a través de su apoyo, sus consejos, sus palabras de aliento, sus recomendaciones y obvio sus compras (risas) son mis mejores clientes.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Lykke me ha ayudado a lograr muchas metas en mi vida, y sé que aun me falta mucho por lograr, pero sigo disfrutando del camino. Por supuesto, estoy 300% dispuesta a apoyar a quien lo necesite, que mi experiencia sirva de inspiración para otros, también será uno de mis logros.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Tengo el mejor equipo de todos, quienes me apoyan día a día en cada proceso. En primera instancia está Dios, sin él nada de esto hubiera sido posible, Luego están mis papás, quienes desde el día 1 apostaron por mi y mi conocimiento y hasta el día de hoy me apoyan en cada cosa que se me ocurre. A mi esposo quien escucha todas mis locuras y quien es el catador principal de mis creaciones. A Silvia y Daniel, quienes fueron un apoyo fundamental para arrancar con este proyecto. A mis socios, Santi y Mao, quienes con su experiencia me apoyan, me aconsejan y me guían en el camino de emprender. Karen, mi mano derecha, quien los recibe en Lykke con una sonrisa lista para atenderlos y brindarles la mejor experiencia.
Detrás de Lykke hay muchísimas personas que nos ayudan con sus conocimientos. Y por supuesto que parte de mi equipo también son todos mis comensales, quienes disfrutan cada uno de los helados, quienes con una sonrisa creen en nosotros día a día.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
En Lykke ofrecemos helados para toda la familia. Helados de calidad, helados 100% naturales. Con sabores que brotan de la imaginación ligada a la idea de ver sonreír a quien pruebe cada preparación, demostrando que el helado es un vehículo de felicidad.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Ha sido un camino completo de aprendizaje, de romper paradigmas, vencer el temor a cristalizar las ideas que pueden parecer locas. He aprendido que es de valientes emprender en Colombia pero que, cuando es tu pasión la que te mueve, los obstáculos no van a desaparecer y se harán superables. Aprendí que la distancia entre tu y tus sueños es solamente una decisión y que si pongo todo en manos de Dios, él proveerá de manera sobrenatural para ayudarme a lograrlo. Aprendí que es necesario levantarte e ir tras tu sueño.
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