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Ella creó una marca de jeans con propósito social

Zamarith Gamboa comenzó su idea de negocio con 100 metros de tela de jean para diseñar prendas para mujer. Hoy en día genera empleo a más de 150 personas en Cúcuta y dentro de sus proyectos a corto plazo está abrir un taller de confección en la Cárcel de Mujeres El Buen Pastor, con el propósito de mejorar la calidad de vida de sus reclusas.

07 de junio de 2022 - 01:02 p. m.
Ella es Zamarith Gamboa, la emprendedora detrás de una marca de jeans, que busca mejorar la calidad de vida de mujeres que se encuentran privadas de la libertad.
Ella es Zamarith Gamboa, la emprendedora detrás de una marca de jeans, que busca mejorar la calidad de vida de mujeres que se encuentran privadas de la libertad.
Foto: Sandra Pino
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“Comencé como empleada en un almacén y poco a poco me fue apasionando el mundo de la confección. Luego tomé esto como un reto y a pesar de que no tenía los recursos para poner mi propia fabrica, puse todo mi esfuerzo y empeño, ahorraba cada peso y mi mamá me ayudó con $1.600.000 que era lo que ella tenía ahorrado de familias en acción, nosotras somos desplazadas por la violencia”, así recuerda Zamarith Gamboa Mendoza, cómo fueron sus inicios en el camino del emprendimiento. Hoy, es la fundadora de una marca de jeans que ya cuenta con puntos de venta en Cúcuta y Barranquilla, esperando expandirse a Bogotá próximamente. Hablamos con ella en en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y esto fue lo que no contó:

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Soy Zamarith Gamboa Mendoza, propietaria de INDUSTRIAS ZAMARITH S.A.S. y tengo 34 años de edad.

2 ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Comencé como empleada en un almacén y poco a poco me fue apasionando el mundo de la confección. Luego tomé esto como un reto y a pesar de que no tenía los recursos para poner mi propia fabrica, puse todo mi esfuerzo y empeño, ahorraba cada peso y mi mamá me ayudó con $1.600.000 que era lo que ella tenía ahorrado de familias en acción, nosotras somos desplazadas por la violencia.

Busqué unos señores que son distribuidores de telas y me fiaron 100 metros de tela de jean, así iba vendieron al detal, pero ya cuando volví a pedir más material, me dijeron que me daban mil metros para pagar a treinta días y fue en aquel entonces mi mayor felicidad, pues con ello tuve producción para irme pueblo por pueblo de Norte de Santander a vender mis prendas de vestir.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Haciendo una vida crediticia con honestidad y demasiado esfuerzo. Lo fui logrando y para el 2008 pude crear mi primera marca pero luego debí cambiarla pues me separé del papá de mis niños y fue así como nació la empresa que hoy lleva mi nombre y que le da empleo a más de 150 personas en Cúcuta, entre directos y colaboradores.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Como lo dije anteriormente mi madre fue mi ángel y a ella le debo todo lo que tengo hoy, tanto su valentía para enfrentar la vida y todo lo que esto conlleva, como el sacrificio que hizo con tanta fe por su hija y darme la posibilidad de usar sus ahorros para cumplir con mi proyecto.

5 ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Estoy logrando cada día que pasa, proporcionar más y más trabajo a la gente de mi región, Norte de Santander, ahora ya estamos también en Barranquilla y estoy por abrir la plaza de Bogotá, que es el proyecto de mis sueños, pues hemos pasado una propuesta a la Cárcel de Mujeres El Buen Pastor, para capacitar a las reclusas en confección de jeans y prendas para damas. Sumado a esto, pensamos en armarles su taller con máquinas y elementos necesarios, teniendo como misión mejorar su calidad de vida, construyéndoles una cocina en el taller donde puedan tener café y consumir fruta y pan para sus meriendas.

Aunque parece algo muy simple, un tinto para ellas por ejemplo, no es tan habitual poder disfrutarlo. Con estos pequeños aportes queremos hacerles sentir que son parte importante para nuestra marca.

6.¿Soy feliz?

Claro que soy inmensamente feliz, pero la pandemia para mí y mis hijos ha sido muy dolorosa pues el Covid se llevó al padre de mis hijos y con esto me he tenido que llenar de mucha más berraquera y fe para continuar este camino llamado vida, valorándola y creando para quienes me acompañan, una filosofía: “Quien no vino para ayudar no tiene una razón sabía de lo que es la felicidad”.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

No, esta es mi vida y la de los míos, quiero trascender y que todos nos sintamos plenos en ZAMARARITH JEANS STORE. Porque aunque suene trillado, todos somos una gran familia.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Quiero en este punto agregar una situación especial. Nosotros poco a poco nos expandimos al mercado internacional, para ser más específicos el mercado venezolano. Gracias a este país, nuestra marca creció de una forma gigantesca, sin embargo, debido a la devaluación del bolívar, el mercado Colombo- venezolano cayó por el cierre de nuestra frontera y esto también afectó nuestra presencia en el mercado internacional, así que mi marca no prosperó y mi relación sentimental se acabó. Quedé totalmente sola y sin absolutamente nada, con dos hijos: Mario, de 7 años y Daniel con tan solo 2 meses, fue duro vernos así, pensé en tirar la toalla, pero ver a mis dos hijos, me ayudó a darme cuenta de que yo podía, porque si mi madre se esforzó por mí, mis hijos no merecían menos.

En el trascurso de esta etapa, cuando todo empezaba a tomar otro rumbo conocí a un hombre maravilloso que se convirtió en el padre de mi tercer hijo Maximiliano, con él empezamos muchas luchas, ya no era una sino dos personas apoyándose mutuamente, para poder salir adelante. En ese momento incursioné en el mundo de las redes y comencé a digitalizar mi marca personal y la empresa con ayuda de mi compañero de vida. Empecé a subir videos a Instagram y Facebook, recibiendo burlas y críticas, pero no me importaba yo estaba segura de lo que quería: mostrar mi marca y llevarla a lo más grande y mi propósito se cumplió: llegué a tener 6 tiendas físicas en la ciudad de Cúcuta y una en Barranquilla, cuando todo al parecer marchaba muy bien, llegó algo que nos desestabilizó a todos: el Covid-19.

No había dinero, tuve que buscar un préstamo para volver a empezar de cero. Fue algo difícil, pero gracias a la correría que hice por todo el país fui posicionando mi marca, adquiriendo nuevos clientes, me tomó tiempo y trabajo, fue duro porqué me alejaba de mis hijos y a su vez me perdía muchas etapas de su crecimiento. Hubo fechas especiales como el 24 de diciembre que no podía compartir con lo que más amaba porque tenía que salir adelante, pero tenía claro que todo este esfuerzo y dedicación era por ellos, mi motivación para seguir en ese proceso de vida.

Por el confinamiento tuve que cerrar todas mis tiendas sin saber que nos deparaba el destino, fue un momento fuerte para todos, porque nuestros empleados se refugiaban en mi y en cómo yo podría ayudarlos en su canasta familiar, que era lo único que en realidad importaba en ese momento.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Sí, claro que lo cumplí, pero mi meta es inmensa y me falta llegar a posicionarme mucho más en Colombia y ser una abanderada a nivel internacional también.

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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Si se nos aprueba el taller en la Cárcel de Mujeres El Buen Pastor, quiero que estos talleres los tengamos en todos los reclusorios de Colombia. Yo creo en las segundas oportunidades, no todos las tenemos, pero si las merecemos porque como seres humanos erramos y tenemos derecho a ponernos de nuevo en pie y retarnos para lograr lo mejor para los nuestros, en un entorno de honestidad y dignidad.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

No lo sé, por ahora estoy en un momento en donde el camino se abre y lo estoy logrando con mi equipo de trabajo.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Todo lo volvería a hacer, creo que Dios me dio el don de la asertividad y me siento muy orgullosa y plena con lo que vengo logrando.

14.¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Mi inspiración es mi mamá y mis hijos que creen a ojo cerrado en mí.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

No porque yo tuve esa escuela de la vida como empleada y aprendí esos detalles y estrategias que no enseña una universidad, eso de estar allí 24/7 y tener los pantalones bien puestos. Nunca he pensado en tirar la toalla, desde muy niña me encantó el comercio y los negocios y como nos tocó tan duro, la esperanza siempre ha sido muy grande y arraigada. Así uno se juega el todo por el todo sin mirar atrás.

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16.¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

En este momento no hago parte de ninguna comunidad.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Obvio que transciende e impacta las nuevas generaciones de todos los que conocen mi historia, este legado permanecerá porque la vida nos dará el lugar y la satisfacción que merecemos.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Trabajando igual pero ya con mis hijos a mi lado forjando y solidificando este legado.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

El papel de los cimientos sólidos, en donde reposo cuando las fuerzas no me dan más, el papel de tan sólo mirarlos y saber que ha válido la pena toda la entrega, sacrificio y tenacidad en este proyecto.

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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

100%, es tan así que este proyecto de la Cárcel de Mujeres el Buen Pastor lo traigo desde hace años y Dios me mandó la persona con la que soñamos lo mismo, unimos fuerzas y confiamos en que se nos dará, porque son miles de personas soñando con emprender, buscando su estabilidad y en una búsqueda permanente por forjar sus hogares en absoluta tranquilidad.

Los seres humanos que somos imperfectos siempre llevamos en el corazón el don de ayuda.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Los trabajadores de mis tiendas, proveedores y por supuesto yo liderando este proyecto de vida.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Mi sello personal es mi forma de ser, mi carisma, soy única y siempre muestro lo que soy. Espero ser ejemplo de motivación y superación para muchos emprendedores-

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

El camino no es fácil, siempre se presentarán muchos obstáculos, pero con sacrificio, resistencia y perseverancia se alcanza lo que se sueña. Me gustaría que todos aplicaran mi lema: “La disciplina es la clave del éxito”.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚

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