Ella logró hacer empresa con lo que era basura para otros
Jessica María Parra Benjumea creó un negocio con las anillas de aluminio de las latas de gaseosa y cerveza. Hoy genera empleo a mujeres de la tercera edad y madres cabeza de familia con quienes teje carteras, bolsos, billeteras y maletines entre otros productos.
Redacción Emprendimiento y liderazgo
“Estamos incentivando un consumo responsable en la moda promoviendo mediante procesos pedagógicos que los y las consumidores de la fast fashion o moda rápida conozcan sus daños y desventajas como la gran contaminación que causan al comprar y tirar cada 6 meses con una colección nueva, la poca duración de sus productos y la explotación de mano de obra; y dando a conocer la nueva alternativa del slow fashion o moda lenta, esa que cuida y respeta la mano de obra de sus trabajadores y apoya los sectores más vulnerables de la sociedad creando los productos más duraderos y con técnicas de producción más amigable con el medio ambiente”, dice Jessica María Parra Benjumea cuando se le pregunta qué es lo que está logrando con su emprendimiento.
Por eso para conocer en detalle su historia y cómo está ayudando a reducir las emisiones de CO2, en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos Jessica nos relata, paso a paso, cómo empezó todo.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Tengo 32 años, estudié artes plásticas en bellas artes.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Mi idea fue principalmente ampliar la posibilidad de diseños posibles de carteras, bolsos, billeteras, maletines etc, todos tejidos a mano con anillas desechados de las latas de soda, dando un segundo uso a este material más duradero que el cuero, siendo el cuero uno de los grandes causantes de la contaminación. Cuando conocí esta técnica de tejido la aprendí de una mujer llamada Luz Edhit Mozquera con la cual compartía la difícil situación de ser madres cabeza de hogar y vi en esta idea la posibilidad de generar ingresos para muchas mujeres en nuestra misma situación, y con la hermosa posibilidad de trabajar tejiendo desde casa. Comencé a trabajar en esta idea el 27 de julio de 2017. Cree una marca de bolsos sostenibles que genera ingresos para recicladores de la tercera edad y a mujeres cabeza de hogar. Es un bolso (accesorio) que te permite conectar y expresar tu sensibilidad social y ambiental incentivando el consumo responsable.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Fue un proceso de exploración y de prueba y error. Primero creé la idea de los primeros diseños de los bolsos y me encontré con el obstáculo de conseguir las anillas en grandes cantidades, para eso se me ocurrió ir al centro de Cali, específicamente al sector de los recicladores, sabía que es un sector peligroso pero soy una persona que siempre espera lo mejor de las personas así que fui sin miedo pero con precaución, allí encontré un lugar difícil, incluso había una calle sin pavimentar en estado de mucha pobreza y algunas personas consumiendo droga. Pero fue ahí donde encontré que hay personas que se mueven en ese entorno y no son consumidores de drogas sino trabajadores y que erróneamente confundimos al reciclador de oficio con el consumidor, y no es así. Ya es hora de dignificar y dar la relevancia merecida a su trabajo. Ellos y ellas se hacen cargo de la contaminación que producimos, ya es hora de ser conscientes de cuánto daño estamos haciendo al planeta, a los animales y a nosotros mismos. Hay muchos trabajadores de la tercera edad desempeñando esa labor, cargando costales en hombros y empujando carretillas largas distancias. Ellos fueron los que me aconsejaron por qué calle meterme y por cuál no, y fue ahí donde conocí un poco más de ellos. Preguntando encontré centros de acopio donde podía comprar por kilo las anillas de aluminio, con dificultades porque no siempre tenían el material recolectado, e impulsada por el querer trabajar directamente con los recicladores principalmente de la 3ra. Me di cuenta que al eliminar el intermediario del centro de acopio había más ganancia para ellos, más motivada empecé a trabajar.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
En un comienzo lo que más necesitaba era tiempo para trabajar en los primeros diseños, así que trabajaba en ellos cuando llegaba a casa de mi trabajo y en los tiempos libres. Ya cuando necesité de inversión vendí todo lo de mi casa y volví a casa de mis padres con mi hijo.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estamos dando un aprovechamiento al aluminio evitando que cada día más este material caiga en la tierra, y en el mar con su oxidación altere el ph de las aguas, tierra, cultivos envenenando los ecosistemas. No solo eso, los caballitos de mar, los camarones y demás animales pequeños pierden su vida porque quedan atascados en estas anillas, o los animales que por error los ingieren confundiéndolos con alimento, al igual que sucede con el plástico.
Disminuimos la contaminación de agua dulce y las emisiones de CO2 en el proceso de producción ya que nuestra operación no es industrial, 90% mano de obra colombiana. Generamos empleo ampliando las oportunidades a mujeres cabeza de familia de estratos 1 y 2, mientras pueden seguir brindando a sus hijos las bases de la formación que todo ser humano necesita para ser parte de una sociedad saludable, evitando así que los niños y niñas se expongan a temprana edad a las bandas delincuenciales que abundan en estos sectores.
Generamos empleo y ampliamos las posibilidades de generar ingresos a recicladores de la tercera edad, de una manera más acorde para su edad ya que con ayuda de los recicladores amigos más jóvenes ellos se pueden dedicar solo a sacar las anillas de las latas, un trabajo menos pesado.
Estamos incentivando un consumo responsable en la moda, promoviendo mediante procesos pedagógicos que los y las consumidores de la fast fashion o moda rápida conozcan sus daños y desventajas como la gran contaminación que causan al comprar y tirar cada 6 meses con una colección nueva, la poca duración de sus productos y la explotación de mano de obra, y dando a conocer la nueva alternativa del slow fashion o moda lenta, esa que cuida y respeta la mano de obra de sus trabajadores y apoya los sectores más vulnerables de la sociedad creando los productos más duraderos y con técnicas de producción más amigable con el medio ambiente.
Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador
6. ¿Soy feliz?
Soy apasionadamente feliz con mi emprendimiento porque sé que por muy difícil que sea estamos transformando vidas.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No la vendería.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Muy duro.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Estoy en el proceso de cumplirlo, aún falta llegar a más personas, que nuestro emprendimiento sea más conocido y así lograr generar más empleo.
Pura cremas: un emprendimiento que le apuesta al cuidado personal consciente
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Estamos en el proceso de conseguir un capital de inversión para ampliar nuestro plan de marketing digital y lograr incrementar las ventas de nuestra tienda virtual para luego abrir nuestra tienda física.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Absolutamente en todas las ciudades de Colombia hay mujeres cabeza de familia, recicladores de oficio y anillas de latas desechadas. Podemos llevar nuestra marca y modelo productivo a todos los lugares de Colombia y el mundo.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Recibiría inversión, de hecho estamos buscando inversionista y cedería un porcentaje de las utilidades.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Creo que todo lo que hecho por más que no haya dado el resultado esperado, me ha servido para aprender así que no me arrepiento de nada.
Continúe leyendo: No existía una plataforma de aerolíneas regionales y ellos la crearon
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Me inspiran las mujeres guerreras que levantan sus hijos y sus hogares solas cada día con todas las dificultades que se presentan en estos entornos de estrato 1 y 2 colombianos. Los recicladores que luchan cada madrugada por llegar a las basuras antes que el camión, y que con todas las adversidades separan los residuos para disminuir el impacto de contaminación. Me encantaría seguir a Marcela, la recicladora, me encantaría poder llegar a influenciar a tantas personas con nuestra marca.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Sí, he fracasado en otros intentos con otros emprendimientos y con Shakti hemos tenido momentos difíciles, pero somos un equipo fuerte. Ahora hemos ido creciendo y estamos muy felices con el proceso.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Somos felices de hacer parte de la comunidad Recon, han sido un apoyo grandísimo para fortalecer nuestro emprendimiento, su impacto en Colombia ha sido hermoso.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
¡Si! Es lo que más queremos, es urgente para todos y todas dejar de lado el consumo desmedido que agota el planeta y acerca el fin de nuestros días, el calentamiento global está llegando a un punto en el que es irreversible, no hay otra opción que unirnos para lograr un cambio. No existe estrato socioeconómico que se libre de la crisis climática. Existen muchas ideas de emprendimientos que proponen otra manera de consumo y no nos quita comodidad, realmente es factible cambiar nuestros hábitos. Volver al envase retornable, comprar a marcas locales que respetan la mano de obra, etc. En Shakti nuestro impulso es creer que se puede crecer en comunidad y el apoyo de todos.
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18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Nuestra proyección a 10 años es tener tienda física en Cali, Bogotá, Medellín, Santa Marta y Barranquilla, aplicando nuestro modelo de producción en cada una de estas ciudades.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Mi familia y amigos han sido de gran apoyo para nuestro crecimiento, Shakti ha sido muy bien recibido y apoyado en nuestra comunidad.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Si, cada que tengo la oportunidad de ayudar con mis consejos y experiencia lo hago con mucho amor, juntos podemos crecer y agradezco mucho a los emprendedores que han aportado a mi crecimiento.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Sin mi equipo de trabajo no hubiera sido posible, cada persona que ha hecho parte de Shakti ha dejado un aporte crucial para su crecimiento. En este momento tengo la fortuna de contar con un profesional en marketing digital, Jorge Antonio Micolta, Daysi Morales como lideresas de las mujeres tejedoras y de lideresa de costura está Elba Rosa Delgado. Nueve mujeres tejedoras y cuatro recicladores.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Mi sello personal son mis características de líder: seguridad, confianza, empatía, determinación y sensibilidad. Lo que me diferencia del resto son mis métodos creativos y mi sensibilidad hacia los animales, amo respetar la vida de todos los animales sin excepción.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
He aprendido a valorar cada ser humano, a valorar la vida misma, a vivir en agradecimiento. He podido vislumbrar la fuerza tan inmensurable que se puede tener cuando se trabaja en grandes grupos juntos por un fin. Que emprender con sentido social llena corazones de felicidad y amor.
@shaktimodaconsciente / Contacto +57 300 224 08 19
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo ebohorquez@elespectador.com o tgomez@elespectador.com
“Estamos incentivando un consumo responsable en la moda promoviendo mediante procesos pedagógicos que los y las consumidores de la fast fashion o moda rápida conozcan sus daños y desventajas como la gran contaminación que causan al comprar y tirar cada 6 meses con una colección nueva, la poca duración de sus productos y la explotación de mano de obra; y dando a conocer la nueva alternativa del slow fashion o moda lenta, esa que cuida y respeta la mano de obra de sus trabajadores y apoya los sectores más vulnerables de la sociedad creando los productos más duraderos y con técnicas de producción más amigable con el medio ambiente”, dice Jessica María Parra Benjumea cuando se le pregunta qué es lo que está logrando con su emprendimiento.
Por eso para conocer en detalle su historia y cómo está ayudando a reducir las emisiones de CO2, en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos Jessica nos relata, paso a paso, cómo empezó todo.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Tengo 32 años, estudié artes plásticas en bellas artes.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Mi idea fue principalmente ampliar la posibilidad de diseños posibles de carteras, bolsos, billeteras, maletines etc, todos tejidos a mano con anillas desechados de las latas de soda, dando un segundo uso a este material más duradero que el cuero, siendo el cuero uno de los grandes causantes de la contaminación. Cuando conocí esta técnica de tejido la aprendí de una mujer llamada Luz Edhit Mozquera con la cual compartía la difícil situación de ser madres cabeza de hogar y vi en esta idea la posibilidad de generar ingresos para muchas mujeres en nuestra misma situación, y con la hermosa posibilidad de trabajar tejiendo desde casa. Comencé a trabajar en esta idea el 27 de julio de 2017. Cree una marca de bolsos sostenibles que genera ingresos para recicladores de la tercera edad y a mujeres cabeza de hogar. Es un bolso (accesorio) que te permite conectar y expresar tu sensibilidad social y ambiental incentivando el consumo responsable.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Fue un proceso de exploración y de prueba y error. Primero creé la idea de los primeros diseños de los bolsos y me encontré con el obstáculo de conseguir las anillas en grandes cantidades, para eso se me ocurrió ir al centro de Cali, específicamente al sector de los recicladores, sabía que es un sector peligroso pero soy una persona que siempre espera lo mejor de las personas así que fui sin miedo pero con precaución, allí encontré un lugar difícil, incluso había una calle sin pavimentar en estado de mucha pobreza y algunas personas consumiendo droga. Pero fue ahí donde encontré que hay personas que se mueven en ese entorno y no son consumidores de drogas sino trabajadores y que erróneamente confundimos al reciclador de oficio con el consumidor, y no es así. Ya es hora de dignificar y dar la relevancia merecida a su trabajo. Ellos y ellas se hacen cargo de la contaminación que producimos, ya es hora de ser conscientes de cuánto daño estamos haciendo al planeta, a los animales y a nosotros mismos. Hay muchos trabajadores de la tercera edad desempeñando esa labor, cargando costales en hombros y empujando carretillas largas distancias. Ellos fueron los que me aconsejaron por qué calle meterme y por cuál no, y fue ahí donde conocí un poco más de ellos. Preguntando encontré centros de acopio donde podía comprar por kilo las anillas de aluminio, con dificultades porque no siempre tenían el material recolectado, e impulsada por el querer trabajar directamente con los recicladores principalmente de la 3ra. Me di cuenta que al eliminar el intermediario del centro de acopio había más ganancia para ellos, más motivada empecé a trabajar.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
En un comienzo lo que más necesitaba era tiempo para trabajar en los primeros diseños, así que trabajaba en ellos cuando llegaba a casa de mi trabajo y en los tiempos libres. Ya cuando necesité de inversión vendí todo lo de mi casa y volví a casa de mis padres con mi hijo.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estamos dando un aprovechamiento al aluminio evitando que cada día más este material caiga en la tierra, y en el mar con su oxidación altere el ph de las aguas, tierra, cultivos envenenando los ecosistemas. No solo eso, los caballitos de mar, los camarones y demás animales pequeños pierden su vida porque quedan atascados en estas anillas, o los animales que por error los ingieren confundiéndolos con alimento, al igual que sucede con el plástico.
Disminuimos la contaminación de agua dulce y las emisiones de CO2 en el proceso de producción ya que nuestra operación no es industrial, 90% mano de obra colombiana. Generamos empleo ampliando las oportunidades a mujeres cabeza de familia de estratos 1 y 2, mientras pueden seguir brindando a sus hijos las bases de la formación que todo ser humano necesita para ser parte de una sociedad saludable, evitando así que los niños y niñas se expongan a temprana edad a las bandas delincuenciales que abundan en estos sectores.
Generamos empleo y ampliamos las posibilidades de generar ingresos a recicladores de la tercera edad, de una manera más acorde para su edad ya que con ayuda de los recicladores amigos más jóvenes ellos se pueden dedicar solo a sacar las anillas de las latas, un trabajo menos pesado.
Estamos incentivando un consumo responsable en la moda, promoviendo mediante procesos pedagógicos que los y las consumidores de la fast fashion o moda rápida conozcan sus daños y desventajas como la gran contaminación que causan al comprar y tirar cada 6 meses con una colección nueva, la poca duración de sus productos y la explotación de mano de obra, y dando a conocer la nueva alternativa del slow fashion o moda lenta, esa que cuida y respeta la mano de obra de sus trabajadores y apoya los sectores más vulnerables de la sociedad creando los productos más duraderos y con técnicas de producción más amigable con el medio ambiente.
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6. ¿Soy feliz?
Soy apasionadamente feliz con mi emprendimiento porque sé que por muy difícil que sea estamos transformando vidas.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No la vendería.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Muy duro.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Estoy en el proceso de cumplirlo, aún falta llegar a más personas, que nuestro emprendimiento sea más conocido y así lograr generar más empleo.
Pura cremas: un emprendimiento que le apuesta al cuidado personal consciente
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Estamos en el proceso de conseguir un capital de inversión para ampliar nuestro plan de marketing digital y lograr incrementar las ventas de nuestra tienda virtual para luego abrir nuestra tienda física.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Absolutamente en todas las ciudades de Colombia hay mujeres cabeza de familia, recicladores de oficio y anillas de latas desechadas. Podemos llevar nuestra marca y modelo productivo a todos los lugares de Colombia y el mundo.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Recibiría inversión, de hecho estamos buscando inversionista y cedería un porcentaje de las utilidades.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Creo que todo lo que hecho por más que no haya dado el resultado esperado, me ha servido para aprender así que no me arrepiento de nada.
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14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Me inspiran las mujeres guerreras que levantan sus hijos y sus hogares solas cada día con todas las dificultades que se presentan en estos entornos de estrato 1 y 2 colombianos. Los recicladores que luchan cada madrugada por llegar a las basuras antes que el camión, y que con todas las adversidades separan los residuos para disminuir el impacto de contaminación. Me encantaría seguir a Marcela, la recicladora, me encantaría poder llegar a influenciar a tantas personas con nuestra marca.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Sí, he fracasado en otros intentos con otros emprendimientos y con Shakti hemos tenido momentos difíciles, pero somos un equipo fuerte. Ahora hemos ido creciendo y estamos muy felices con el proceso.
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Somos felices de hacer parte de la comunidad Recon, han sido un apoyo grandísimo para fortalecer nuestro emprendimiento, su impacto en Colombia ha sido hermoso.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
¡Si! Es lo que más queremos, es urgente para todos y todas dejar de lado el consumo desmedido que agota el planeta y acerca el fin de nuestros días, el calentamiento global está llegando a un punto en el que es irreversible, no hay otra opción que unirnos para lograr un cambio. No existe estrato socioeconómico que se libre de la crisis climática. Existen muchas ideas de emprendimientos que proponen otra manera de consumo y no nos quita comodidad, realmente es factible cambiar nuestros hábitos. Volver al envase retornable, comprar a marcas locales que respetan la mano de obra, etc. En Shakti nuestro impulso es creer que se puede crecer en comunidad y el apoyo de todos.
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18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Nuestra proyección a 10 años es tener tienda física en Cali, Bogotá, Medellín, Santa Marta y Barranquilla, aplicando nuestro modelo de producción en cada una de estas ciudades.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Mi familia y amigos han sido de gran apoyo para nuestro crecimiento, Shakti ha sido muy bien recibido y apoyado en nuestra comunidad.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Si, cada que tengo la oportunidad de ayudar con mis consejos y experiencia lo hago con mucho amor, juntos podemos crecer y agradezco mucho a los emprendedores que han aportado a mi crecimiento.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Sin mi equipo de trabajo no hubiera sido posible, cada persona que ha hecho parte de Shakti ha dejado un aporte crucial para su crecimiento. En este momento tengo la fortuna de contar con un profesional en marketing digital, Jorge Antonio Micolta, Daysi Morales como lideresas de las mujeres tejedoras y de lideresa de costura está Elba Rosa Delgado. Nueve mujeres tejedoras y cuatro recicladores.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Mi sello personal son mis características de líder: seguridad, confianza, empatía, determinación y sensibilidad. Lo que me diferencia del resto son mis métodos creativos y mi sensibilidad hacia los animales, amo respetar la vida de todos los animales sin excepción.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
He aprendido a valorar cada ser humano, a valorar la vida misma, a vivir en agradecimiento. He podido vislumbrar la fuerza tan inmensurable que se puede tener cuando se trabaja en grandes grupos juntos por un fin. Que emprender con sentido social llena corazones de felicidad y amor.
@shaktimodaconsciente / Contacto +57 300 224 08 19
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo ebohorquez@elespectador.com o tgomez@elespectador.com