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“Con nuestro taller y marca queremos lograr poner nuestro granito de arena en el mundo de la moda, buscando llegar a ser una industria más sostenible en todo sentido, desde el pago al personal hasta el proceso de producción, eso es lo que estamos logrando y lo que queremos llevar a todas las empresas que están en este medio. Estamos cambiando la mentalidad del cliente, mostrándoles que nuestro servicio vale más de lo que creen, mostrándoles un camino diferente y el lado positivo de la industria de maquilas y talleres, que al menos en Bogotá está muy mal visto”, así lo narran las dos emprendedoras detrás de una idea de moda sostenible que busca ubicar a Colombia, como una de las industrias textiles más importantes del mundo. Hablamos con ellas en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y esto fue lo que nos contaron:
1. ¿Cuántos años tengo?¿Qué estudié?
Manuela Millán Caycedo, 34 años, Diseño de Modas
Cindy Gisell Suárez Rodríguez, 32 años, Diseño de Modas
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació?¿Qué fue lo que creé?
La idea de negocio nació en un hueco de la universidad, en una charla de compañeras que estaban aburridas de recibir propuestas de trabajo para ser vendedoras en tiendas de grandes marcas, con horarios absurdos y sueldos mínimos. Decidimos emprender como maquila de confección, sin conocimientos reales más que los que nos había dado la universidad y sin dinero, iniciamos 4 socias, hoy en días solo somos 2.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Llevamos ya 6 años en el mercado con nuestro taller de confección, y la única forma de seguir adelante ha sido realmente la persistencia, perseverancia y creer realmente en el servicio y producto que ofrecemos. De lo que más hemos aprendido ha sido de los errores que hemos cometido en el camino del emprendimiento, con cada error cometido, hemos aprendido qué debemos mejorar y qué debemos fortalecer, cada error ha sido una oportunidad para crecer. Logramos conocer nuestro nicho real con el paso del tiempo y trabajando en el camino, es así como hemos sabido llegar a los clientes que realmente nos interesan y que sabemos están realmente interesados en nuestro servicio, por lo que aprendimos a decir no a esos clientes que no valoran nuestro trabajo.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Nuestra empresa la iniciamos sin un solo peso, solo con conocimiento y buscando clientes, la misma empresa es la que ha crecido y ha empezado a facturar lo que necesita para crecer por si sola. En el 2020 recién empezó pandemia, nos arriesgamos a pedir un crédito, que terminamos de pagar hace un mes, y con esto corroboramos que no es necesario pedir prestado, por lo menos en nuestro caso, y que por el momento no lo volveríamos a hacer, pues pagamos más de lo que pedimos y la empresa podría quebrar.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Con nuestro taller y marca queremos lograr poner nuestro granito de arena en el mundo de la moda, buscando llegar a ser una industria más sostenible en todo sentido, desde el pago al personal hasta el proceso de producción, eso es lo que estamos logrando y lo que queremos llevar a todas las empresas que están en este medio. Estamos cambiando la mentalidad del cliente, mostrándoles que nuestro servicio vale más de lo que creen, mostrándoles un camino diferente y el lado positivo de la industria de maquilas y talleres, que al menos en Bogotá está muy mal visto.
6. ¿Soy feliz?
Muy feliz, ver los logros a diario y cómo la empresa va creciendo, se va nutriendo, cómo nuestros clientes se van satisfechos , nos recomiendan y vuelven, es lo más gratificante de ser emprendedora.
Creo que una de las mejores decisiones que se pueden tomar en la vida es emprender y ver crecer este “hijo” día a día, cometer errores y aprender de ellos, aprender de nuestros clientes y proveedores, no desistir y lo mejor de todo sin un peso de inversión ni rosca alguna.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
En este momento no vendería ni mi empresa ni mi emprendimiento, creo que hemos trabajado muy duro cada año y tal vez la persona que lo compre no conoce el camino, ni valora cada paso que se ha dado, cada gota que se ha sudado y tampoco llevaría nuestra empresa como queremos verla a futuro.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender no es fácil, es para el que tenga las hue… (que pena ser tan directa), es para la gente que cree firmemente en lo que hace, que no le da miedo salirse de su zona de confort y que definitivamente está dispuesta a dejar de hacer muchas cosas o tener comodidades por ver crecer y poner todo el empeño en su empresa.
Más que un sacrificio lo veo como una inversión a largo plazo, como dice el dicho los emprendedores vivimos unos años como nadie quisiera y después vivimos como todos quieren vivir.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Sí, definitivamente. Aunque siempre queremos más, esperamos que la empresa crezca y aporte al cambio del mundo, desde nuestra industria.
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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
En este momento estamos en etapa de crecimiento que creo es una de las etapas más difíciles, pues debemos ser más multitasking de lo que ya somos. Tenemos que conocer el tema financiero para hacer proyecciones y seguir aumentando ventas, ser relacionistas públicas para conocer clientes y contactos que nos ayuden al crecimiento; ser abogadas porque tenemos que empezar a hacer contrataciones y conocer del sistema de gestión y qué contrato manejar con nuestro empleados, etc. No hay nadie que lo guíe a uno como uno quiere para conocer absolutamente todo lo que implica crecer, pero estamos seguras que aprenderemos a las buenas o a las malas.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Si, totalmente escalable, aunque realmente no sabemos cómo hacerlo, no es fácil hacerlo de una forma sostenible en el tiempo, pero en este mundo siempre encontramos la manera y los contactos, así que vamos pa arriba.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Esta es una de la preguntas más difíciles que un emprendedor puede responder, en este momento en el que estamos con la empresa, creo que ninguna de las 2 está dispuesta a ceder parte de la misma, nos ha costado mucho trabajo, esfuerzo, lágrimas, sonrisas y desplantes para regalar ese pedacito de nosotras que tanto valoramos y amamos. De pronto más adelante, cuando la empresa nos lo pida podremos hacerlo pensando muy bien a quién y estudiando cada paso.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
A tercerizar los servicios que nosotras como empresa podemos ofrecer directamente, y no ser tan confiadas con clientes ni proveedores, a veces damos la mano y nos cogen el codo y el cuerpo completo.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
No tenemos una imagen exacta para seguir, nuestra inspiración realmente es cambiar el mundo de la moda.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Uff.. con cada error cometido y cuando tenemos mucho trabajo y no damos abasto siempre nos sentimos abrumadas. En muchas ocasiones un siempre quiere botar la toalla, pero vale más el esfuerzo y ver el camino recorrido para seguir adelante, en estos momentos lo que tratamos de hacer es tomar aire, pausar, organizar y seguir. Creemos que ser emprendedor es trabajar 24/7 , siempre estar disponible sin importar la hora ni situación, pero en el camino hemos aprendido que no es así, siempre debemos tener tiempo para nosotras, nuestra familia y amigos, descansar y retomar, porque sin salud no hacemos nada, y sin pensar ni organizar las cosas nunca salen bien y nuestra promesa de valor no se cumpliría.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
A veces estamos en tantas comunidades, grupos y demás que nos perdemos y no nos da el tiempo para potenciar cada cosa. Nuestro principal apoyo ha sido la Cámara de Comercio de Bogotá y a través de ellos se generan miles de comunidades de apoyo.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Eso esperamos, y creemos que sí. Los cambios se generan desde adentro, y aunque por ser micro empresas o pequeñas nos cierran muchísimas puertas, estamos seguras que vamos por buen camino y que el gran portón se abrirá en el momento justo y preciso, las cosas llegan en el momento que debe ser. Estamos convencidas que paso a paso podemos generar grandes cambios.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Nos veo como una gran empresa, generando empleo sostenible, generando comunidad, haciendo cambios en nuestros empleados, clientes y proveedores, creciendo cada día más y sobre todo siendo un ejemplo a seguir de las personas que han confiado en nuestro servicio, de los que nos han acompañado en este hermoso proceso y de todos los que nos sigan porque les gusta lo que hacemos.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Nuestra familia, principalmente nuestros papás, han sido un apoyo inquebrantable, han confiado en nosotras en todo sentido y jamás nos han puesto trabas en el proceso, todo lo contrario en lo que necesitamos nos apoyan, pero lo que más me gusta, es que económicamente, aunque nos lo han propuesto, nunca hemos recibido un peso de ellos, porque no hemos querido, porque hemos construido todo con las uñas lo que hace que amemos más lo que hacemos. Y el apoyo de nuestros amigos, los que quedan, también ha sido superior en todo sentido, con sus compras y recomendaciones, porque confían en lo que hacemos y saben lo que nos ha costado crecer. Estos apoyos en este proceso definitivamente son y deben ser así, transparentes, sin roscas, sin envidias y constante, como nosotras lo hemos recibido.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
En mi caso personal, me encanta poder ayudar a otros, y sé que Cindy mi socia también, en parte creamos nuestra empresa para eso. Aunque muchos aprendizajes, sobre todo técnicos y en áreas que no estudiamos, han sido empíricos, creemos que el aprendizaje es mejor poniéndolo en práctica, por eso cada consejo y cada mano que podamos dar a esas personas y emprendedores que se sienten perdidos lo hacemos con el mayor gusto, para tratar de evitar que comentan errores que nosotras ya cometimos y puedan encontrar una mano de apoyo sin que pidamos nada a cambio. ¡Amamos ayudar!
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Bueno ahora que finalmente solo terminamos Cindy y yo con la empresa, el papel de las 2 en ella ha sido una cosa de locos, nos complementamos inmensamente. Para ser más explícita en una jerga divertida, mi papel es la policía mala y Cindy es la Hello Kitty de la empresa, yo tengo un genio parejo y no me la dejo montar, como se diría comúnmente, detesto que por vernos con cara de niñas crean que vamos a decir que sí a todo y que nos pueden tratar como quieran, en esos momentos se me sale la policía mala y nos hago respetar.
Cindy por lo contrario es muy tranquila y es la que hace la balanza y me ayuda a no enfurecerme en momentos de presión. Claro, como en toda relación laboral hemos tenido encontrones y peleas, pero tratamos siempre de ser humildes y pedir perdón cuando es necesario y cuando sabemos que cometimos el error. Definitivamente somos una balanza increíble.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
En Fashion Ingenierie SAS nuestro taller de confección, nuestro sello personal es principalmente ser personas y generar confianza con nuestros clientes, aprender a aceptar nuestros errores y poner la cara en esos momentos, así mismo, apoyar a nuestros clientes en todo su proceso, pues estas necesidades son las que identificamos en los 6 ó 7 años que llevamos trabajando.
En MAD nuestra marca propia nuestro sello personal es hacer de los básicos algo premium y divertido para el diario vivir, con cada prenda queremos acompañar a nuestros clientes en sus aventuras citadinas con un toque divertido para sacarlos de la rutina diaria.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Los aprendizajes ya no los contamos con las manos, cada día aprendemos algo nuevo, cada día reconocemos errores que los aprovechamos como aprendizaje. En este mundo nada está escrito, y desafortunadamente emprender en un país como el de nosotros no es fácil, las ayudas, si no las conoces, son reducidas y encontrarlas mucho menos.
El mayor aprendizaje ha sido reconocer el error, decirlo y buscar una solución, pues ver que el trabajo no satisface a tus clientes es muy duro, pero siempre tratamos de buscar el camino para fidelizar y que ellos estén tranquilos y confiados.
También uno de los mayores aprendizajes es ser perseverantes y creer con todo el cuerpo y el alma en lo que hacemos, por más problemas y piedras que encontremos en el camino, cuando hacemos las cosas con el corazón y para buscar el bien común siempre encontramos la luz y el camino correcto.
Hoy en día tenemos aproximadamente 10 clientes frecuentes y nos llegan cada mes más, somos 4 empleadas, y del año pasado a este incrementamos nuestras ventas en un 40%.
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