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“Somos BePelican, una startup que conecta personas con comunidades increíbles de Colombia. No solo visitamos lugares, los vivimos A través de experiencias auténticas, ayudamos a las comunidades locales a crecer, preservar su cultura y crear un impacto positivo. Es como si te convirtieras en un viajero con superpoderes, apoyando a la gente mientras descubres historias que cambiarán tu forma de ver el mundo.
Lanzamos nuestro primer MVP en junio de 2024, y hasta la fecha hemos logrado vender más de 250 planes de forma orgánica. Este resultado ha sido posible principalmente gracias al voz a voz, que ha sido un canal clave para atraer clientes, reflejándose también en nuestra excelente calificación de 5 estrellas en Google My Business. Contamos con más de 15 comunidades locales con las que trabajamos y empoderamos, además de haber sido ganadores en el evento Bogotá de Gala en la categoría de turismo Social, diverso e incluyente”.
Juan Nicolás Mojica Barón, uno de los emprendedores detrás de BePelican pasó por 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, y aquí la historia de su emprendimiento contada para ustedes:
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Hola, soy Nicolás Mojica, tengo 32 años y soy Comunicador Corporativo. Mi formación me ha permitido entender cómo las historias transforman a las personas y, desde ahí, construir iniciativas que no solo cuentan relatos, sino que también los crean.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Todo empezó con la Fundación Pelícanos en el 2019, un proyecto que nació del amor por las comunidades y mi deseo de generar oportunidades para ellas, siempre he trabajado de la mano con mi hermano Santiago y esto nos ha permitido conocer más de fondo a las comunidades, las realidades y querer generar un cambio sostenible y significativo.
Después, quisimos llevar ese sueño más lejos y, en 2023, creamos BePelican, una plataforma que no es solo tecnología, sino una herramienta para empoderar a comunidades vulnerables, generar desarrollo social y económico, y transformar vidas a través del turismo consciente.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
BePelican es el resultado de muchas conversaciones con líderes comunitarios, interminables días de trabajo y una visión clara: conectar a las comunidades con el mundo. Conté con un equipo comprometido y con el respaldo de las comunidades que creyeron en nuestra idea. Juntos, dimos forma a algo que va más allá de un negocio; creamos un movimiento y una transformación real.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Los primeros pasos fueron posibles gracias a mis ahorros personales y el apoyo de mi familia. Luego, hemos estado reinvirtiendo todo lo que ganamos. Ha sido un proceso lento, pero cada peso invertido tiene un propósito: devolverle a las comunidades el protagonismo de sus historias y hacer del turismo una herramienta de transformación.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Estamos creando puentes entre dos mundos: el de los viajeros y el de las comunidades. Más que cambiar, estamos devolviendo el valor a lo que ya existe: su cultura, sus saberes, su fuerza. Cada experiencia que ofrecemos genera desarrollo económico y, lo más importante, esperanza. Visibilizamos a los territorios y empoderamos a las comunidades.
6. ¿Soy feliz?
Feliz es poco. Ver cómo una comunidad crece, cómo un niño sueña con más posibilidades o cómo un viajero es parte activa de la transformación de los territorios que visita, es el oxígeno diario que le da sentido a este sueño llamado ser un Pelícano.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
Sí, hemos diseñado BePelican para que gracias a inversión pueda ser replicable y escalable al ser de base tecnológica y al combatir un problema que no solo está presente en Colombia, sino en todos los países de economías emergentes en el cual sus emprendedores sociales son invisibles en una era digital. Es por eso que, a cambio de inversión, podríamos vender BePelican para que pueda crecer y aumentar su impacto en comunidades vulnerables, siempre conservando los valores y la esencia de la marca.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender ha sido una montaña rusa. Hay momentos de dudas, noches sin dormir y muchas puertas cerradas, pero también hay aprendizajes profundos, personas increíbles y una visión que nunca dejaremos de perseguir.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
He cumplido parte de mi sueño, pero creo que los sueños siempre evolucionan. Me falta ver a BePelican impactando a nivel global y a miles de comunidades viviendo de su talento y cultura. Quiero que mi emprendimiento sea una máquina de transformación positiva tanto social como ambiental.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Expandirnos a otras regiones del mundo, fortalecer la parte tecnológica y seguir haciendo del turismo una herramienta de transformación positiva.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Absolutamente. BePelican tiene el potencial de ser replicado en cualquier lugar donde haya comunidades con un potencial turístico sostenible que quieran contar su historia al mundo.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Sí, siempre y cuando, compartan nuestra visión y valores. Ya que gracias a la inversión podremos llegar a nuevos territorios, empoderando a más comunidades y visibilizando nuevos emprendedores sociales, generando un crecimiento y desarrollo.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Subestimar el tiempo que toma construir confianza con las comunidades. Es un proceso que requiere paciencia y mucho respeto. Por otro lado, llegué a creer que hacer un cambio era imposible, hoy, luego de muchos años, trabajamos con pospenados que dejaron de delinquir y se convirtieron en guías de turismo.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Mi inspiración más grande son las madres, sobre todo esas madres cabeza de hogar, que se convierten en artistas que siembran esperanza en el corazón de su familia. En Colombia, la realidad de muchos territorios es bastante violenta y difícil de llevar, sobre todo en la niñez. Pero una madre es capaz de pintar un cielo dentro de un infierno y poder guiar a sus hijos para que tomen la mejor decisión y no caer entre los caminos delictivos que se muestran como una salida más fácil.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Sí, más de una vez. Pero cada fracaso ha sido una lección que nos ha llevado a crear lo que hoy en día soñamos. Es lo que hoy nos hace una organización con experiencia, pues no vemos los fracasos como pérdidas, sino como aprendizajes. Pensar en que la tecnología y el turismo están al servicio de las comunidades y que juntos podemos lograr un cambio verdadero, esto me dio la fuerza para continuar en este camino.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Sí, BePelican es una comunidad en sí misma. Además, trabajamos de la mano con redes de turismo social y emprendimiento sostenible. Adicionalmente, contamos con aliados como la Cámara Colombo Alemana, Cámara Colombo Americana, ABACO, la Universidad de La Sabana, entre otros.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Sí, nuestro trabajo no solo transforma vidas hoy, sino que siembra bases para un futuro donde las comunidades sean sostenibles y estén orgullosas de su identidad. Buscamos que las personas se empoderen de su propio cambio y sean las autoras de oportunidades para ellas, sus familias y sus territorios.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
En 10 años, me veo liderando una red global de emprendedores que buscan llevar esperanza económica, social y ambiental a sus territorios gracias al trabajo que hacen día a día dentro de su empresa. Además, que desde BePelican seamos un referente en turismo de transformación y un catalizador de alianzas que generan cambios positivos.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Fundamental. Su apoyo incondicional, sus consejos y hasta sus críticas han sido el motor para seguir creciendo. Hoy en día solo puedo agradecer por la guía y el apoyo incondicional, tanto en celebrar mis victorias como en levantarme en mis derrotas.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Sin duda. Creo que el conocimiento solo tiene valor si se comparte. Me encantaría ser mentor y apoyar a quienes tienen el valor de emprender. Diariamente, buscamos replicar nuestros aprendizajes a los emprendedores con los que trabajamos y así evitamos futuras pérdidas gracias a la transferencia de conocimientos.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Mi equipo es el alma de BePelican. Diana Bejarano, Santiago Mojica y cada persona que ha creído en este
proyecto ha sido la clave para convertir una idea en una realidad. Hemos trabajado muchos años juntos y eso nos ha permitido darle dinamismo al proyecto, ya que tenemos perfiles muy diferentes. Además, hemos tenido jornadas largas de estrés como también momentos de compartir juntos y cada experiencia nos ha hecho más fuertes, más cercanos, más convencidos del equipo que hemos formado. Hay confianza y compartimos la misma visión, lo cual nos ha permitido seguir construyendo esta empresa y tejer sueños en los territorios.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Mi capacidad de conectar con las personas y la relación a largo plazo con las mismas, de entender sus necesidades y de soñar con ellas. Creo que la transparencia a la hora de relacionarme con una persona me ha permitido tener relaciones que han perdurado muchos años gracias a la confianza que se desarrolla cuando se tiene una comunicación abierta.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
He aprendido que cada comunidad, aunque parezca pequeña o poco reconocida, tiene una riqueza única que puede cambiar el mundo. He descubierto que, con empatía y dedicación, los sueños no solo son posibles, sino que pueden transformar realidades. Sin embargo, entendí que no existe una fórmula mágica aplicable a todas. Cada comunidad tiene su propio ritmo, su historia, sus desafíos, y solo al comprender y respetar esas realidades podemos trabajar juntos para generar soluciones duraderas y auténticas. Cada paso y cada conversación es un puente hacia un futuro más esperanzador.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚