Ellos crearon una bebida artesanal hecha con miel de la Orinoquía

“Somos Poca Prisa y hacemos hidromiel. La hidromiel es una bebida alcohólica, hecha a partir de agua y miel de abejas. Es considerada la primera bebida alcohólica de la humanidad y nosotros la identificamos como la tatarabuelita del vino, la cerveza y la cidra.

Esta es una bebida muy antigua que nosotros decidimos lanzar de nuevo. Poca Prisa nación haciéndonos la pregunta: “¿Cómo se vería una hidromiel colombiana hoy en día?”, así que empezamos a trabajar con nuestra hidromiel que es el resultado de los mejores ingredientes: calma, miel orgánica de la Orinoquía, sabores locales y buena energía. Quisimos hacer una apuesta con esta bebida para crear una alternativa a la cerveza artesanal, con un perfil suave, refrescante y muy aromático.

En mayo de este año salimos al mercado oficialmente, con un solo aliado comercial. Actualmente, estamos trabajando con mas de 10 restaurantes en Bogotá y la sabana norte, que son: Salvo Patria, Mesa Franca, Oriente, Colo Coffee, Ko Asian Kitchen, el grupo Seratta, El Cebollero, Flora, Diosa cervecería, Diosa Café, Bruna café y Don Efra y nuestras ventas mensuales han crecido 80% con respecto al primer mes”, así lo van narrando los tres emprendedores que decidieron apostarle al sector gastronómico, rescatando sabores a partir de la miel de abejas y el agua. Ellos pasaron por 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y esta es su historia:

1.¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Federico Isaza: 27 años, Gastrónomo de la Universidad de la Sabana

Federico Sánchez: 27 años, Ingeniero químico de la Universidad de los Andes

Carla Isaza: 26 años, Diseñadora gráfica y fotógrafa de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

La idea nace de la iniciativa de reinterpretar una bebida olvidada y poco conocida en Colombia para crear un producto nuevo y con identidad local. Adicionalmente, queríamos generar un impacto positivo a través de prácticas responsables, trazabilidad de materias primas y respeto hacia toda la cadena de valor. Creamos la primera hidromiel registrada en Colombia.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

El primer paso fue un proceso muy riguroso de investigación y desarrollo. Debido a que queríamos innovar y crear una hidromiel interesante para el mercado de bebidas alcohólicas colombianas, fue necesario hacer la tarea. Luego de mucha investigación y pruebas, logramos desarrollar una receta acorde al estilo de bebida que estábamos buscando. A lo largo de este proceso, fue de vital importancia acercarnos a los consumidores a los que queríamos llegar, para probar si el producto realmente podía funcionar y hacer ajustes con base en los comentarios que nos daban.

Después de todo esto, tuvimos que enfrentarnos a la realidad de emprender en Colombia: burocracia cruda y dura, ya que esta categoría de bebida no existía a los ojos de la ley, tuvimos que realizar un proceso muy largo y complejo para poder obtener el registro sanitario. Sin embargo, aprovechamos todo este tiempo para empezar a dar conocer nuestro producto con posibles clientes y distribuidores, lo cual nos permitió tener una salida al mercado mucho más eficiente.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Tratamos de seguir un modelo con un crecimiento orgánico, que no requirió grandes inversiones iniciales. Al inicio, invertimos dinero de nuestros ahorros, pero tratamos de ser muy estratégicos en nuestras inversiones (asesorías legales, equipos para experimentación, etc.) Esto nos permitió crecer a un ritmo cómodo, sin incurrir en deudas. Por otro lado, al ser tres socios con áreas de conocimiento complementarias, pudimos optimizar la operación. Por ejemplo, en lugar de contratar un estudio de diseño para el desarrollo de la marca, nosotros mismos nos encargamos de este proceso.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Estamos creando una nueva industria en el país, y estamos buscando impulsar el consumo de productos locales, mostrando la importancia de crear desde la diversidad que nos ofrece nuestro país. Estamos tratando de cambiar el concepto tradicional de consumo de bebidas alcohólicas, ofreciendo una nueva alternativa con nuevos sabores y experiencias. Todo esto con el ánimo de invitar a un consumo consciente, enfocado a la experiencia y al compartir. En nuestras palabras, somos “el parche del buen beber y el buen vivir”.

6. ¿Soy feliz?

Somos felices porque creemos en lo que hacemos. Hay momentos difíciles, pero cuando uno hace las cosas con amor y las hace bien, siempre se disfruta el proceso. Parte de poder ser feliz en el proceso hay que tener mucha paciencia, entender que uno no se las sabe todas y tener una red de apoyo que crea en uno.

7.¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

La meta siempre ha sido hacer crecer la empresa y nuestra marca. Si en un futuro aparece alguien que comparta nuestros valores y tenga el potencial de contribuir más allá de lo que nosotros podemos, estaríamos dispuestos a discutir alternativas.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Emprender no es algo que se acaba. Es un viaje de retos, aprendizajes y mucho amor por lo que hacemos. Es muy duro, ya que cada día presenta un reto nuevo y de cada problema resuelto, salen cinco nuevos problemas. Sin embargo, cada obstáculo que sobrepasamos nos hace crecer y nos prepara para el siguiente.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

No hay un gran sueño, más bien, contamos serie de metas que nos propusimos al inicio. Ya logramos cumplir algunas de estas, tales cómo registrar nuestro producto ante el INVIMA y tener presencia en algunos de los mejores restaurantes de Bogotá. Cumplimos una parte del sueño, que es tener algo propio pero a lo largo del camino, han surgido nuevas metas que nos obligan a exigirnos cada día mas.

Le puede interesar: Ella crea obras de arte que resaltan el empoderamiento femenino

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

En este momento, nuestra meta es hacer crecer nuestra marca en Bogotá y ser líderes en el mercado de las alternativas a la cerveza artesanal. Para esto, estamos trabajando en ampliar nuestro portafolio de productos, afianzar alianzas comerciales con mas distribuidores y aumentar nuestra capacidad de producción. Asimismo, queremos abrir un punto de venta propio apostándole a brindar un espacio donde se pueda vivir la experiencia de nuestra marca. También estamos en busca de ampliar nuestros mercados hacia el resto del país y lograr incursionar en mercados internacionales.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Nosotros confiamos en que nuestra empresa es escalable. Sin embargo, manejamos un modelo de negocio con un crecimiento orgánico. Buscamos ampliar nuestro mercado y llegar a nuevos clientes, sin sacrificar los valores y los principios que nos han permitido ser auténticos y crear productos de la mejor calidad.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

En este aspecto, nuestra prioridad está en conservar la identidad de Poca Prisa. Estaríamos abiertos a trabajar con nuevos socios que se alineen con lo que nosotros hacemos, valoramos y con lo que creemos.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

A la hora de asesorarse en temas que uno no conoce bien, es fácil llegar a la conclusión de que las empresas más grandes y prestigiosas, son las que van a brindar las mejores soluciones. Sin embargo, nos dimos cuenta que en muchos casos, no es así. Existen asesores independientes muy buenos, que siempre van a estar ahí para brindar un servicio personalizado y de la mejor calidad.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Nuestra principal inspiración es Colombia y su diversidad. En esto encontramos infinidad de oportunidades para crear nuevos sabores y experiencias. También encontramos mucha inspiración en las cervecerías artesanales de Estados Unidos. Al ser un mercado tan competitivo, el mismo nos obliga a los productores a innovar constantemente en cuanto a ingredientes, técnicas de producción y diseño gráfico. El resultado es una enorme variedad de productos interesantes y de la más alta calidad.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Hasta el momento, no nos hemos pegado golpes muy fuertes. Sin embargo, la complejidad y los tiempos de respuesta de la mayoría de los trámites que tuvimos que realizar para formalizar nuestra operación, nos causaron muchas demoras y frustraciones, que por momentos fueron difíciles de sobrellevar.

Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

No hacemos parte de ninguna agremiación, pero agradecemos enormemente el trabajo de la COLCAS (Colectivo Colombiano de Cervecerías Artesanales), quienes impulsaron la expedición del decreto 1366 de 2020. Esto otorgó muchos beneficios al sector de bebidas alcohólicas artesanales, simplificando los trámites y reduciendo costos.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Creemos que lo que estamos haciendo sí trasciende, porque estamos contribuyendo al crecimiento del sector gastronómico de Colombia, con base en productos innovadores y creativos. También sabemos que el campo es un pilar fundamental para el desarrollo del país y a través de nuestro proyecto, buscamos crear un modelo de negocio justo, que fomente la producción de materias primas locales, sostenibles y de excelente calidad. A largo plazo, buscamos incentivar la creación de nuevas alternativas dentro del sector de alimentos y bebidas.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Queremos ser líderes en el sector de bebidas artesanales en Colombia: buscamos tener presencia nacional con puntos de venta propios y trabajando de la mano con los mejores restaurantes del país. Esperamos expandir el portafolio de nuestra marca a diferentes productos y experiencias relacionadas a nuestro sector, buscando siempre ser pioneros en lo que hacemos. Nos gusta materializar ideas arriesgadas. Arrancamos con la hidromiel, pero creemos que nuestra marca tiene el potencial para explorar muchos productos derivados de la fermentación que aun no se conocen en en país.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Desde el día cero, hemos contado con el apoyo incondicional de las personas que más queremos. Fueron nuestros primeros clientes y nos ayudaron a moldear el producto y la empresa que tenemos hoy en día. Sentimos que este es un espacio para agradecerles por siempre darnos la mano, por sus consejos sinceros y por mantener nuestros pies en la tierra.

Esta historia le puede interesar: Ella creó una marca de arte comestible inspirada en la repostería tradicional

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Siempre estaremos dispuestos a ayudar a quien lo necesite y a compartir lo que hemos aprendido en el camino. Por eso, aprovechamos para dar estos tres consejos:

1) Paciencia, paciencia y más paciencia. No se frustren si las cosas no salen cuando quieren.

2) Mucho, mucho, mucho amor. Métanle amor a todo su trabajo y verán cómo toda esa buena energía se devuelve.

3) Comunicación y respeto ante todo, digan y cuestionen absolutamente todo, pero siempre desde el respeto.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Somos tres socios, cada uno con una forma de pensar y con conocimientos muy diferentes. Cada uno de nosotros ha jugado un papel fundamental en el desarrollo del proyecto. Ya sea desde el diseño de producto, el desarrollo de las recetas o simplemente lidiar con la burocracia. No estaríamos acá, si este gran equipo no se hubiera juntado. Este es nuestro equipo:

Carla Isaza: diseñadora gráfica y fotógrafa de profesión, fabricante de frases y refranes por condición. Medio disléxica también, pero es el alma y mente creadora detrás del universo gráfico de Poca Prisa.

Federico Sánchez: ingeniero químico de profesión y experimentador de levaduras por obsesión. Su palabra favorita es “oiga”, es un verraco de la investigación y es de la nobleza, pero del corazón.

Federico Isaza: gastrónomo de profesión y todero de ocupación. Se levanta todos los días con el pie derecho a mover este proyecto y a luchar contra la burocracia.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

- Hacer las cosas bien y con calma: del afán no quedan sino el cansancio y los hijos mal hechos.

- Creer en las ideas arriesgadas: para crear experiencias únicas, hay que irse por el camino menos recorrido.

- Creer en lo nuestro: valoramos lo que nuestra gente y nuestra tierra nos ofrecen.

- La empatía le da color a la vida y siempre es una buena causa.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Emprender en un negocio nuevo en Colombia, tal y como lo es la Hidromiel. Crear nuestra marca y la experiencia Poca Prisa ha sido como estar en una escuela para la vida. Hemos aprendido desde hacer contabilidad, manejar inventarios y hacer estrategias comerciales, hasta recibir las frustraciones y los logros con humildad.

Pero el mayor aprendizaje que hemos tenido es que “sí se puede”. Cuando no se presentan las oportunidades que uno quiere, siempre esta la opción de crear esas oportunidades.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚

“Somos Poca Prisa y hacemos hidromiel. La hidromiel es una bebida alcohólica, hecha a partir de agua y miel de abejas. Es considerada la primera bebida alcohólica de la humanidad y nosotros la identificamos como la tatarabuelita del vino, la cerveza y la cidra.

Esta es una bebida muy antigua que nosotros decidimos lanzar de nuevo. Poca Prisa nación haciéndonos la pregunta: “¿Cómo se vería una hidromiel colombiana hoy en día?”, así que empezamos a trabajar con nuestra hidromiel que es el resultado de los mejores ingredientes: calma, miel orgánica de la Orinoquía, sabores locales y buena energía. Quisimos hacer una apuesta con esta bebida para crear una alternativa a la cerveza artesanal, con un perfil suave, refrescante y muy aromático.

En mayo de este año salimos al mercado oficialmente, con un solo aliado comercial. Actualmente, estamos trabajando con mas de 10 restaurantes en Bogotá y la sabana norte, que son: Salvo Patria, Mesa Franca, Oriente, Colo Coffee, Ko Asian Kitchen, el grupo Seratta, El Cebollero, Flora, Diosa cervecería, Diosa Café, Bruna café y Don Efra y nuestras ventas mensuales han crecido 80% con respecto al primer mes”, así lo van narrando los tres emprendedores que decidieron apostarle al sector gastronómico, rescatando sabores a partir de la miel de abejas y el agua. Ellos pasaron por 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y esta es su historia:

1.¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Federico Isaza: 27 años, Gastrónomo de la Universidad de la Sabana

Federico Sánchez: 27 años, Ingeniero químico de la Universidad de los Andes

Carla Isaza: 26 años, Diseñadora gráfica y fotógrafa de la Universidad Jorge Tadeo Lozano

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

La idea nace de la iniciativa de reinterpretar una bebida olvidada y poco conocida en Colombia para crear un producto nuevo y con identidad local. Adicionalmente, queríamos generar un impacto positivo a través de prácticas responsables, trazabilidad de materias primas y respeto hacia toda la cadena de valor. Creamos la primera hidromiel registrada en Colombia.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

El primer paso fue un proceso muy riguroso de investigación y desarrollo. Debido a que queríamos innovar y crear una hidromiel interesante para el mercado de bebidas alcohólicas colombianas, fue necesario hacer la tarea. Luego de mucha investigación y pruebas, logramos desarrollar una receta acorde al estilo de bebida que estábamos buscando. A lo largo de este proceso, fue de vital importancia acercarnos a los consumidores a los que queríamos llegar, para probar si el producto realmente podía funcionar y hacer ajustes con base en los comentarios que nos daban.

Después de todo esto, tuvimos que enfrentarnos a la realidad de emprender en Colombia: burocracia cruda y dura, ya que esta categoría de bebida no existía a los ojos de la ley, tuvimos que realizar un proceso muy largo y complejo para poder obtener el registro sanitario. Sin embargo, aprovechamos todo este tiempo para empezar a dar conocer nuestro producto con posibles clientes y distribuidores, lo cual nos permitió tener una salida al mercado mucho más eficiente.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Tratamos de seguir un modelo con un crecimiento orgánico, que no requirió grandes inversiones iniciales. Al inicio, invertimos dinero de nuestros ahorros, pero tratamos de ser muy estratégicos en nuestras inversiones (asesorías legales, equipos para experimentación, etc.) Esto nos permitió crecer a un ritmo cómodo, sin incurrir en deudas. Por otro lado, al ser tres socios con áreas de conocimiento complementarias, pudimos optimizar la operación. Por ejemplo, en lugar de contratar un estudio de diseño para el desarrollo de la marca, nosotros mismos nos encargamos de este proceso.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Estamos creando una nueva industria en el país, y estamos buscando impulsar el consumo de productos locales, mostrando la importancia de crear desde la diversidad que nos ofrece nuestro país. Estamos tratando de cambiar el concepto tradicional de consumo de bebidas alcohólicas, ofreciendo una nueva alternativa con nuevos sabores y experiencias. Todo esto con el ánimo de invitar a un consumo consciente, enfocado a la experiencia y al compartir. En nuestras palabras, somos “el parche del buen beber y el buen vivir”.

6. ¿Soy feliz?

Somos felices porque creemos en lo que hacemos. Hay momentos difíciles, pero cuando uno hace las cosas con amor y las hace bien, siempre se disfruta el proceso. Parte de poder ser feliz en el proceso hay que tener mucha paciencia, entender que uno no se las sabe todas y tener una red de apoyo que crea en uno.

7.¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

La meta siempre ha sido hacer crecer la empresa y nuestra marca. Si en un futuro aparece alguien que comparta nuestros valores y tenga el potencial de contribuir más allá de lo que nosotros podemos, estaríamos dispuestos a discutir alternativas.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Emprender no es algo que se acaba. Es un viaje de retos, aprendizajes y mucho amor por lo que hacemos. Es muy duro, ya que cada día presenta un reto nuevo y de cada problema resuelto, salen cinco nuevos problemas. Sin embargo, cada obstáculo que sobrepasamos nos hace crecer y nos prepara para el siguiente.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

No hay un gran sueño, más bien, contamos serie de metas que nos propusimos al inicio. Ya logramos cumplir algunas de estas, tales cómo registrar nuestro producto ante el INVIMA y tener presencia en algunos de los mejores restaurantes de Bogotá. Cumplimos una parte del sueño, que es tener algo propio pero a lo largo del camino, han surgido nuevas metas que nos obligan a exigirnos cada día mas.

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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

En este momento, nuestra meta es hacer crecer nuestra marca en Bogotá y ser líderes en el mercado de las alternativas a la cerveza artesanal. Para esto, estamos trabajando en ampliar nuestro portafolio de productos, afianzar alianzas comerciales con mas distribuidores y aumentar nuestra capacidad de producción. Asimismo, queremos abrir un punto de venta propio apostándole a brindar un espacio donde se pueda vivir la experiencia de nuestra marca. También estamos en busca de ampliar nuestros mercados hacia el resto del país y lograr incursionar en mercados internacionales.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Nosotros confiamos en que nuestra empresa es escalable. Sin embargo, manejamos un modelo de negocio con un crecimiento orgánico. Buscamos ampliar nuestro mercado y llegar a nuevos clientes, sin sacrificar los valores y los principios que nos han permitido ser auténticos y crear productos de la mejor calidad.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

En este aspecto, nuestra prioridad está en conservar la identidad de Poca Prisa. Estaríamos abiertos a trabajar con nuevos socios que se alineen con lo que nosotros hacemos, valoramos y con lo que creemos.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

A la hora de asesorarse en temas que uno no conoce bien, es fácil llegar a la conclusión de que las empresas más grandes y prestigiosas, son las que van a brindar las mejores soluciones. Sin embargo, nos dimos cuenta que en muchos casos, no es así. Existen asesores independientes muy buenos, que siempre van a estar ahí para brindar un servicio personalizado y de la mejor calidad.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Nuestra principal inspiración es Colombia y su diversidad. En esto encontramos infinidad de oportunidades para crear nuevos sabores y experiencias. También encontramos mucha inspiración en las cervecerías artesanales de Estados Unidos. Al ser un mercado tan competitivo, el mismo nos obliga a los productores a innovar constantemente en cuanto a ingredientes, técnicas de producción y diseño gráfico. El resultado es una enorme variedad de productos interesantes y de la más alta calidad.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Hasta el momento, no nos hemos pegado golpes muy fuertes. Sin embargo, la complejidad y los tiempos de respuesta de la mayoría de los trámites que tuvimos que realizar para formalizar nuestra operación, nos causaron muchas demoras y frustraciones, que por momentos fueron difíciles de sobrellevar.

Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

No hacemos parte de ninguna agremiación, pero agradecemos enormemente el trabajo de la COLCAS (Colectivo Colombiano de Cervecerías Artesanales), quienes impulsaron la expedición del decreto 1366 de 2020. Esto otorgó muchos beneficios al sector de bebidas alcohólicas artesanales, simplificando los trámites y reduciendo costos.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Creemos que lo que estamos haciendo sí trasciende, porque estamos contribuyendo al crecimiento del sector gastronómico de Colombia, con base en productos innovadores y creativos. También sabemos que el campo es un pilar fundamental para el desarrollo del país y a través de nuestro proyecto, buscamos crear un modelo de negocio justo, que fomente la producción de materias primas locales, sostenibles y de excelente calidad. A largo plazo, buscamos incentivar la creación de nuevas alternativas dentro del sector de alimentos y bebidas.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Queremos ser líderes en el sector de bebidas artesanales en Colombia: buscamos tener presencia nacional con puntos de venta propios y trabajando de la mano con los mejores restaurantes del país. Esperamos expandir el portafolio de nuestra marca a diferentes productos y experiencias relacionadas a nuestro sector, buscando siempre ser pioneros en lo que hacemos. Nos gusta materializar ideas arriesgadas. Arrancamos con la hidromiel, pero creemos que nuestra marca tiene el potencial para explorar muchos productos derivados de la fermentación que aun no se conocen en en país.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Desde el día cero, hemos contado con el apoyo incondicional de las personas que más queremos. Fueron nuestros primeros clientes y nos ayudaron a moldear el producto y la empresa que tenemos hoy en día. Sentimos que este es un espacio para agradecerles por siempre darnos la mano, por sus consejos sinceros y por mantener nuestros pies en la tierra.

Esta historia le puede interesar: Ella creó una marca de arte comestible inspirada en la repostería tradicional

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Siempre estaremos dispuestos a ayudar a quien lo necesite y a compartir lo que hemos aprendido en el camino. Por eso, aprovechamos para dar estos tres consejos:

1) Paciencia, paciencia y más paciencia. No se frustren si las cosas no salen cuando quieren.

2) Mucho, mucho, mucho amor. Métanle amor a todo su trabajo y verán cómo toda esa buena energía se devuelve.

3) Comunicación y respeto ante todo, digan y cuestionen absolutamente todo, pero siempre desde el respeto.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Somos tres socios, cada uno con una forma de pensar y con conocimientos muy diferentes. Cada uno de nosotros ha jugado un papel fundamental en el desarrollo del proyecto. Ya sea desde el diseño de producto, el desarrollo de las recetas o simplemente lidiar con la burocracia. No estaríamos acá, si este gran equipo no se hubiera juntado. Este es nuestro equipo:

Carla Isaza: diseñadora gráfica y fotógrafa de profesión, fabricante de frases y refranes por condición. Medio disléxica también, pero es el alma y mente creadora detrás del universo gráfico de Poca Prisa.

Federico Sánchez: ingeniero químico de profesión y experimentador de levaduras por obsesión. Su palabra favorita es “oiga”, es un verraco de la investigación y es de la nobleza, pero del corazón.

Federico Isaza: gastrónomo de profesión y todero de ocupación. Se levanta todos los días con el pie derecho a mover este proyecto y a luchar contra la burocracia.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

- Hacer las cosas bien y con calma: del afán no quedan sino el cansancio y los hijos mal hechos.

- Creer en las ideas arriesgadas: para crear experiencias únicas, hay que irse por el camino menos recorrido.

- Creer en lo nuestro: valoramos lo que nuestra gente y nuestra tierra nos ofrecen.

- La empatía le da color a la vida y siempre es una buena causa.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Emprender en un negocio nuevo en Colombia, tal y como lo es la Hidromiel. Crear nuestra marca y la experiencia Poca Prisa ha sido como estar en una escuela para la vida. Hemos aprendido desde hacer contabilidad, manejar inventarios y hacer estrategias comerciales, hasta recibir las frustraciones y los logros con humildad.

Pero el mayor aprendizaje que hemos tenido es que “sí se puede”. Cuando no se presentan las oportunidades que uno quiere, siempre esta la opción de crear esas oportunidades.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚