Ellos crearon una experiencia de alojamiento sostenible a través de “glampings”
Usan guadua y bambú en la construcción de sus instalaciones para mantener a sus visitante más cerca de la madre tierra, donde sentir, respirar y descansar son los tres pilares en los que se centra la oferta de valor de este emprendimiento de turismo ambiental.
“Buscamos que los clientes sientan que contribuyen al medio ambiente haciendo uso de viviendas turísticas rurales como la nuestra, amigables con la naturaleza. Desde el punto de vista económico, estamos generando nuevas fuentes de crecimiento para el campo, comprando provisiones con los residentes de la zona y estamos haciendo los esfuerzos necesarios para llegar a nuestro punto de equilibrio. Un Eco Lodge que te reencuentra con la naturaleza, siente la paz ella te ofrece, respira el aire limpio que purifica, descansa y equilibra tu energía.”, así describe su emprendimiento Alex Yepes Orduz, uno de los emprendedores detrás de una idea de negocio amigable con el medio ambiente. Hablamos con él en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos de El Espectador y esto fue lo que nos contó.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
44 años, Ingeniería Industrial Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Nació en medio de un viaje familiar en el año 2020. En ese momento soñamos con desarrollar un espacio de descanso con un ambiente muy natural y tranquilo que permitiera recargarse de energía. Bajo esta premisa, creamos un Eco Lodge que ofrece a nuestros visitantes una experiencia de viaje sostenible, donde pueden respirar aire puro y desconectarse del estrés de la ciudad. Sentir, respirar y descansar son los tres pilares en los que centramos nuestra oferta de valor.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Buscamos diferentes ubicaciones en Cundinamarca, con el objetivo de encontrar un espacio propicio para lo que buscábamos. Fue de este modo, que al llegar a Tocaima y conocer el lugar y el clima, experimentamos el amor a primera vista. Nos atrajo mucho la energía del lugar rodeado de montañas donde se siente una fuerte conexión espiritual. Luego de un proceso de planeación y de búsqueda de los mejores diseños de glampings, dimos el primer paso eligiendo la guadua y el bambú como principales materiales de construcción. Arrancamos obras en pandemia lo cual fue un reto logístico importante y terminamos el proceso de construcción en abril de 2022.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Usamos nuestros ahorros familiares y personales, junto con un crédito de Banco de Occidente que fue necesario para completar el proyecto.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Nos complace que el comentario general de nuestros huéspedes es lo mucho que descansan en su estancia. Queremos cambiar la necesidad de usar un televisor o equipos electrónicos para la distracción y aumentar la integración de las personas, como decimos en Instagram a modo de broma: no tenemos Wifi pero tenemos fuego y vino que propician la charla. También buscamos que los clientes sientan que contribuyen al medio ambiente haciendo uso de viviendas turísticas rurales como la nuestra, amigables con la naturaleza. Desde el punto de vista económico, estamos generando nuevas fuentes de crecimiento para el campo, comprando provisiones con los residentes de la zona y estamos haciendo los esfuerzos necesarios para llegar a nuestro punto de equilibrio.
6. ¿Soy feliz?
Así es, estamos muy felices de lo que hemos conseguido con Valle Luna luego del gran esfuerzo que hemos realizado, pues hemos obtenido muy buenos comentarios de nuestros huéspedes. Nos encanta la idea de compartir este proyecto en familia y atraer más familias que puedan disfrutarlo con nosotros.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No lo venderíamos, pues queremos que Valle Luna perdure de generación en generación y podamos crecer aún más con el paso del tiempo para disfrutar de los frutos que nos brinda este emprendimiento.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Para nosotros fue un reto contrarrestar los temores de invertir con endeudamiento, pues queríamos mantener un nivel de bajo riesgo. Sin embargo, con el apoyo emocional y económico de nuestra familia y amigos, logramos vencer estos temores y dimos el paso en la dirección correcta.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Hemos alcanzado varias victorias tempranas, pero tenemos retos importantes en adelante. Debemos seguir reforestando. También nos encantaría ofrecer a la comunidad una biblioteca pública parecida al concepto de Paradero Públicos Para Leer de Bogotá. Así mismo, crear un espacio de meditación tipo Maloka y habilitar un mirador desde la montaña que tiene vista al Nevado de Tolima.
Siga leyendo: Él creó una compañía para ayudar a emprendedores a conseguir financiación
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Seguimos buscando atraer huéspedes con nuestra oferta de valor diferenciada y manteniendo nuestro nivel de calidad alto. Nuestro principal reto económico es llegar al punto de equilibrio y pagar en el mediano plazo nuestro endeudamiento.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Sí es escalable. Podemos crecer con el concepto que hemos desarrollado en otras localizaciones.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Aceptaríamos ofertas de inversión, pero mantendríamos el control del emprendimiento, nuestro plan es que Valle Luna se mantenga en nuestra familia.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
No volveríamos a pagar por adelantado a contratistas sin tener resultados tangibles en lo acordado en los contratos. Exigiríamos pólizas de cumplimento.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
La espiritualidad, entendida como el acercamiento al ser interior más allá del nombre de la doctrina filosófica o religiosa. Estar más cerca de nosotros mismos y de lo que queremos nos da pistas para ser felices. Seguimos al Dalai Lama en esta búsqueda.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
No lo pensamos, aunque vivimos muchos momentos difíciles y de mucho trabajo durante el proceso de construcción. Tuvimos sobrecostos que tuvimos que refinanciar con la banca.
Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Todo el emprendimiento que hemos realizado está basado en la unión familiar y en nuestra experiencia laboral. Hay mucha inteligencia emocional que nos han proporcionado nuestros amigos, valiosos consejos que hemos puesto en práctica.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
La idea de Valle Luna es generar conciencia ecológica, beneficiar a las generaciones futuras y proporcionar un ambiente de reflexión y de descanso que propicie un despertar.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Vemos nuestro proyecto auto sostenible, queremos incorporar el uso de paneles solares como fuente de energía renovable y con más glampings en otras localizaciones. Queremos seguir contribuyendo al desarrollo social y ecológico de las comunidades cercanas.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
El apoyo de la familia y de nuestros amigos ha sido fundamental. Son el centro del proyecto, pues nuestra familia se ha encargado de dar atención especial y personalizada para cada familia que nos ha visitado. Nuestros amigos han contribuido con su apoyo e ideas, adquiriendo además nuestros servicios.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Si lo haríamos porque creemos en que todos merecemos emprender y aprender a generar ingresos. Ayudar a los demás es finalmente ayudarse a sí mismo, es el principio de solidaridad que ha garantizado el éxito de los países nórdicos.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Nuestro equipo consiste en nuestro núcleo familiar, pero además hemos contado con el apoyo de personas cercanas a nosotros que buscan nuestro crecimiento.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Somos reconocidos por tener construcciones en guadua y bambú, dando una identidad especial a nuestra arquitectura. También nos reconocemos sostenibles por nuestras prácticas ambientales y sociales. Las mascotas son bienvenidas. Nuestros exteriores se encuentran iluminados con bombillos que adquieren carga a partir de la luz solar y nuestro servicio es de calidad, brindado desde el amor y la unión familiar. Además de ello, tenemos la fortuna de estar cerca de un río en el que podemos sentarnos a descansar o sumergirnos y nadar un rato, una montaña en la que se puede practicar senderismo y un ambiente en el cual apreciar las bellas especies de fauna y flora que se encuentran en nuestro pequeño paraíso.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Hemos aprendido a promover nuestro proyecto en las redes sociales, a trabajar en equipo y creer en nosotros mismos, convirtiendo nuestros sueños en realidad. Nos hace felices que nuestros huéspedes salgan renovados y recargados de energía en su experiencia en Valle Luna.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚
“Buscamos que los clientes sientan que contribuyen al medio ambiente haciendo uso de viviendas turísticas rurales como la nuestra, amigables con la naturaleza. Desde el punto de vista económico, estamos generando nuevas fuentes de crecimiento para el campo, comprando provisiones con los residentes de la zona y estamos haciendo los esfuerzos necesarios para llegar a nuestro punto de equilibrio. Un Eco Lodge que te reencuentra con la naturaleza, siente la paz ella te ofrece, respira el aire limpio que purifica, descansa y equilibra tu energía.”, así describe su emprendimiento Alex Yepes Orduz, uno de los emprendedores detrás de una idea de negocio amigable con el medio ambiente. Hablamos con él en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos de El Espectador y esto fue lo que nos contó.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
44 años, Ingeniería Industrial Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Nació en medio de un viaje familiar en el año 2020. En ese momento soñamos con desarrollar un espacio de descanso con un ambiente muy natural y tranquilo que permitiera recargarse de energía. Bajo esta premisa, creamos un Eco Lodge que ofrece a nuestros visitantes una experiencia de viaje sostenible, donde pueden respirar aire puro y desconectarse del estrés de la ciudad. Sentir, respirar y descansar son los tres pilares en los que centramos nuestra oferta de valor.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Buscamos diferentes ubicaciones en Cundinamarca, con el objetivo de encontrar un espacio propicio para lo que buscábamos. Fue de este modo, que al llegar a Tocaima y conocer el lugar y el clima, experimentamos el amor a primera vista. Nos atrajo mucho la energía del lugar rodeado de montañas donde se siente una fuerte conexión espiritual. Luego de un proceso de planeación y de búsqueda de los mejores diseños de glampings, dimos el primer paso eligiendo la guadua y el bambú como principales materiales de construcción. Arrancamos obras en pandemia lo cual fue un reto logístico importante y terminamos el proceso de construcción en abril de 2022.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Usamos nuestros ahorros familiares y personales, junto con un crédito de Banco de Occidente que fue necesario para completar el proyecto.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Nos complace que el comentario general de nuestros huéspedes es lo mucho que descansan en su estancia. Queremos cambiar la necesidad de usar un televisor o equipos electrónicos para la distracción y aumentar la integración de las personas, como decimos en Instagram a modo de broma: no tenemos Wifi pero tenemos fuego y vino que propician la charla. También buscamos que los clientes sientan que contribuyen al medio ambiente haciendo uso de viviendas turísticas rurales como la nuestra, amigables con la naturaleza. Desde el punto de vista económico, estamos generando nuevas fuentes de crecimiento para el campo, comprando provisiones con los residentes de la zona y estamos haciendo los esfuerzos necesarios para llegar a nuestro punto de equilibrio.
6. ¿Soy feliz?
Así es, estamos muy felices de lo que hemos conseguido con Valle Luna luego del gran esfuerzo que hemos realizado, pues hemos obtenido muy buenos comentarios de nuestros huéspedes. Nos encanta la idea de compartir este proyecto en familia y atraer más familias que puedan disfrutarlo con nosotros.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No lo venderíamos, pues queremos que Valle Luna perdure de generación en generación y podamos crecer aún más con el paso del tiempo para disfrutar de los frutos que nos brinda este emprendimiento.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Para nosotros fue un reto contrarrestar los temores de invertir con endeudamiento, pues queríamos mantener un nivel de bajo riesgo. Sin embargo, con el apoyo emocional y económico de nuestra familia y amigos, logramos vencer estos temores y dimos el paso en la dirección correcta.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Hemos alcanzado varias victorias tempranas, pero tenemos retos importantes en adelante. Debemos seguir reforestando. También nos encantaría ofrecer a la comunidad una biblioteca pública parecida al concepto de Paradero Públicos Para Leer de Bogotá. Así mismo, crear un espacio de meditación tipo Maloka y habilitar un mirador desde la montaña que tiene vista al Nevado de Tolima.
Siga leyendo: Él creó una compañía para ayudar a emprendedores a conseguir financiación
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
Seguimos buscando atraer huéspedes con nuestra oferta de valor diferenciada y manteniendo nuestro nivel de calidad alto. Nuestro principal reto económico es llegar al punto de equilibrio y pagar en el mediano plazo nuestro endeudamiento.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Sí es escalable. Podemos crecer con el concepto que hemos desarrollado en otras localizaciones.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Aceptaríamos ofertas de inversión, pero mantendríamos el control del emprendimiento, nuestro plan es que Valle Luna se mantenga en nuestra familia.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
No volveríamos a pagar por adelantado a contratistas sin tener resultados tangibles en lo acordado en los contratos. Exigiríamos pólizas de cumplimento.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
La espiritualidad, entendida como el acercamiento al ser interior más allá del nombre de la doctrina filosófica o religiosa. Estar más cerca de nosotros mismos y de lo que queremos nos da pistas para ser felices. Seguimos al Dalai Lama en esta búsqueda.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
No lo pensamos, aunque vivimos muchos momentos difíciles y de mucho trabajo durante el proceso de construcción. Tuvimos sobrecostos que tuvimos que refinanciar con la banca.
Visite la sección de Emprendimiento y Liderazgo de El Espectador
16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Todo el emprendimiento que hemos realizado está basado en la unión familiar y en nuestra experiencia laboral. Hay mucha inteligencia emocional que nos han proporcionado nuestros amigos, valiosos consejos que hemos puesto en práctica.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
La idea de Valle Luna es generar conciencia ecológica, beneficiar a las generaciones futuras y proporcionar un ambiente de reflexión y de descanso que propicie un despertar.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Vemos nuestro proyecto auto sostenible, queremos incorporar el uso de paneles solares como fuente de energía renovable y con más glampings en otras localizaciones. Queremos seguir contribuyendo al desarrollo social y ecológico de las comunidades cercanas.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
El apoyo de la familia y de nuestros amigos ha sido fundamental. Son el centro del proyecto, pues nuestra familia se ha encargado de dar atención especial y personalizada para cada familia que nos ha visitado. Nuestros amigos han contribuido con su apoyo e ideas, adquiriendo además nuestros servicios.
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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Si lo haríamos porque creemos en que todos merecemos emprender y aprender a generar ingresos. Ayudar a los demás es finalmente ayudarse a sí mismo, es el principio de solidaridad que ha garantizado el éxito de los países nórdicos.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Nuestro equipo consiste en nuestro núcleo familiar, pero además hemos contado con el apoyo de personas cercanas a nosotros que buscan nuestro crecimiento.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Somos reconocidos por tener construcciones en guadua y bambú, dando una identidad especial a nuestra arquitectura. También nos reconocemos sostenibles por nuestras prácticas ambientales y sociales. Las mascotas son bienvenidas. Nuestros exteriores se encuentran iluminados con bombillos que adquieren carga a partir de la luz solar y nuestro servicio es de calidad, brindado desde el amor y la unión familiar. Además de ello, tenemos la fortuna de estar cerca de un río en el que podemos sentarnos a descansar o sumergirnos y nadar un rato, una montaña en la que se puede practicar senderismo y un ambiente en el cual apreciar las bellas especies de fauna y flora que se encuentran en nuestro pequeño paraíso.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Hemos aprendido a promover nuestro proyecto en las redes sociales, a trabajar en equipo y creer en nosotros mismos, convirtiendo nuestros sueños en realidad. Nos hace felices que nuestros huéspedes salgan renovados y recargados de energía en su experiencia en Valle Luna.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚