Emprendedores: ¿Qué es el ahorro y cómo practicarlo en cada etapa de la vida?
Priorizar este ‘yo futuro’ sobre el ‘yo presente’, de eso se trata y aquí explican cómo lograrlo. Tome nota.
BBVA*
Ahorrar es reservar parte de los ingresos actuales para asegurar el futuro. Implica, por tanto, priorizar este ‘yo futuro’ sobre el ‘yo presente’, un ejercicio que no resulta sencillo para nuestro cerebro. Para conseguir ahorrar, los expertos aconsejan una buena planificación, asesorarse bien y ser conscientes de que los ingresos y los gastos varían en las distintas etapas de la vida. Tomar conciencia de la importancia del ahorro es esencial para tener una buena salud financiera.
El ahorro es el porcentaje de los ingresos que la persona no gasta, con el propósito de contar con recursos económicos para un desembolso que podría efectuarse más adelante, invertirlo en un objetivo de futuro o simplemente reservarlo para una circunstancia inesperada. Se trata de un comportamiento tan importante para las familias como para las empresas, pero solo se consigue a través de una buena planificación financiera. En algunos casos es necesario acudir a un asesor financiero.
Tipos de ahorro
Existen distintas formas de ahorrar, así como varios instrumentos financieros destinados a incentivar el ahorro que se pretende incrementar.
El ahorro se puede clasificar en:
- Ahorro privado: Es el que realizan las organizaciones privadas que no pertenecen al Estado. En este grupo están las familias, instituciones sin ánimo de lucro y empresas (emprendedores). El ahorro de una empresa privada equivale a su beneficio menos la parte que reparta del mismo entre sus propietarios o accionistas en forma de dividendos o participación en beneficios.
- Ahorro público: Lo protagoniza el Estado, el cual recibe ingresos a través de impuestos y otras actividades, a la vez que gasta en inversión social, en infraestructura (carreteras, puentes, escuelas, hospitales, por ejemplo), educación o justicia, entre otras partidas. Si un Estado logra ahorrar significa que sus ingresos son mayores que sus gastos y presenta un superávit fiscal; el caso contrario supone un déficit fiscal.
Primer paso: lograr un colchón financiero
Tener un plan de ahorro va mucho más allá de “meter dinero debajo del colchón” o contar con liquidez por si hay una emergencia, según advierte José Ramón Pin Arboledas, rector de la Universidad del Atlántico Medio (Canarias) y profesor emérito del Departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones de IESE Business School. “El ahorro es la cantidad de dinero o de bienes que una persona reserva de sus rentas, para ser invertida”, define. “Implica sacrificar un consumo actual por un consumo futuro”, completa Pablo García Estévez, profesor de Finanzas en CUNEF Universidad.
Para leer: Los 4 talleres gratuitos para emprendedores que buscan crecer su negocio digital
“Lo lógico, salvo que tu renta sea muy exigua, es que siempre trates de ahorrar”, apunta Pin Arboledas. Su primer consejo para ir logrando un colchón financiero es ser austero, y es un comportamiento, según prosigue, igual de útil para particulares que para empresas.
“Me ha ocurrido en esta pandemia, y también en la crisis financiera de 2008, que me han venido empresarios en dificultades pidiendo orientación. Mi respuesta es que, antes de nada, echen un vistazo a su cuenta corriente, porque seguro que detectan gastos superfluos de los que pueden prescindir”, afirma. “La austeridad no consiste en ser tacaño, sino en pagar por lo que se utiliza”, remacha.
En opinión de García Estévez, abrir una cuenta de ahorro o utilizar las apps y herramientas online que ofrecen las propias entidades financieras es útil para controlar los gastos, confeccionar una tabla para ahorrar dinero y fijarse objetivos de ahorro realistas y razonables, ya sean semanales, mensuales o anuales. Aquí puede ayudar la llamada regla del ahorro 50/30/20, que consiste en coger los ingresos mensuales que uno tenga y dividirlos en porcentajes, de modo que las necesidades primarias queden cubiertas con el 50%; con el 30% sea posible tener mayor calidad de vida o incluso darse un capricho; y con el 20% restante se ahorre para el futuro.
El ahorro cambia en las distintas etapas de la vida
“Hemos de ser conscientes de que no podemos ahorrar lo mismo en todas las etapas de nuestra vida”, puntualiza el profesor de CUNEF Universidad. “Lo veo en mis alumnos del máster, que tiene lugar en Madrid: los que viven con sus padres pueden ahorrar, el primer ahorro es la casa de tus progenitores, mientras que la capacidad de ahorro de quienes son de fuera, ganando lo mismo, es menor, puesto que han de hacer frente a mayores gastos”, detalla.
“Yo creo que cuando eres un joven profesional aún sin cargas puedes ahorrar”, defiende Pin Arboledas. “Tengo amigos del Norte de Europa que abren su fondo de pensiones a los 25 años; en vez de irse dos semanas de vacaciones a África, se van una, y el resto lo ahorran, invirtiendo en su plan de pensiones”, explica.
Para ver: El fondo que trae miles de dólares para el ‘ecosistema plateado’
Con los años van llegando la hipoteca, y la familia. “La norma general es que, conforme el tiempo pasa, crezcan los consumos”. Hasta que “los hijos vuelan”, y coinciden dos circunstancias que el profesor Arboledas considera importantes: “Tienes la casa pagada y tu prole se ha independizado”. A lo que se suma que “tú estás en tu punto álgido de ingresos”. Es el momento, según enfatiza, “de sacrificar consumos hoy para intentar tener una mejor capacidad financiera mañana”, de cara a la jubilación.
Pin Arboledas recomienda fijarse en los gastos de gestión de los productos financieros a los que se destinan los ahorros, “para que no sean excesivos”; estar atentos a las novedades fiscales, por ejemplo, al hecho de que “los planes de pensiones ya no están tan bonificados fiscalmente, no tienen tantos incentivos”; y, de cara a la declaración de la renta, tener en cuenta la base imponible del ahorro, relacionada con las rentas que provienen de las diferentes inversiones en productos financieros que se hayan realizado.
“Infórmate, consulta a un experto a la hora de invertir tus ahorros; los productos financieros son complicados; la propia dinámica de los mercados puede confundir a la gente”, receta García Estévez, que ve fundamental una comunicación fluida con el asesor, “para ver cómo va tu cartera”. Aboga por “olvidarnos de las excentricidades; siempre será preferible la opinión del director de tu sucursal”, exhorta.
¿Qué países ahorran más?
El ránking de hogares con mayores niveles de ahorro financiero en Europa lo encabezan Bélgica y Alemania, seguidos de España y Francia; a la cola se sitúan Portugal e Italia, según el primer estudio del Observatorio del Ahorro Familiar de Fundación Mutualidad de la Abogacía y Fundación IE de IE University, que analiza la situación financiera de los hogares en seis países de la Unión Europea –Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Portugal y España– y su grado de resiliencia previo a la pandemia.
En América Latina el 40,6% de los adultos ahorra, “pero pocos lo hacen en instituciones financieras formales”, según un informe del CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) titulado ‘Ahorrar en Latinoamérica: ¿misión imposible?’. “Reservar dinero para la jubilación, la educación de los hijos o comprar un carro o una casa puede ser lo más normal para cualquier ciudadano en Europa o Estados Unidos, pero en América Latina, esta práctica está reservada a unos pocos. Solo dos de cada cinco latinoamericanos ahorran, y la mayoría lo hace en circuitos informales –debajo del colchón o en alcancías–”, escribe la institución.
*** ** Texto publicado originalmente en BBVA, replicado en El Espectador con autorización de BBVA Colombia.
Una historia inspiradora: La que comenzó como una pequeña feria y ya genera más de 60.000 empleos
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚
Ahorrar es reservar parte de los ingresos actuales para asegurar el futuro. Implica, por tanto, priorizar este ‘yo futuro’ sobre el ‘yo presente’, un ejercicio que no resulta sencillo para nuestro cerebro. Para conseguir ahorrar, los expertos aconsejan una buena planificación, asesorarse bien y ser conscientes de que los ingresos y los gastos varían en las distintas etapas de la vida. Tomar conciencia de la importancia del ahorro es esencial para tener una buena salud financiera.
El ahorro es el porcentaje de los ingresos que la persona no gasta, con el propósito de contar con recursos económicos para un desembolso que podría efectuarse más adelante, invertirlo en un objetivo de futuro o simplemente reservarlo para una circunstancia inesperada. Se trata de un comportamiento tan importante para las familias como para las empresas, pero solo se consigue a través de una buena planificación financiera. En algunos casos es necesario acudir a un asesor financiero.
Tipos de ahorro
Existen distintas formas de ahorrar, así como varios instrumentos financieros destinados a incentivar el ahorro que se pretende incrementar.
El ahorro se puede clasificar en:
- Ahorro privado: Es el que realizan las organizaciones privadas que no pertenecen al Estado. En este grupo están las familias, instituciones sin ánimo de lucro y empresas (emprendedores). El ahorro de una empresa privada equivale a su beneficio menos la parte que reparta del mismo entre sus propietarios o accionistas en forma de dividendos o participación en beneficios.
- Ahorro público: Lo protagoniza el Estado, el cual recibe ingresos a través de impuestos y otras actividades, a la vez que gasta en inversión social, en infraestructura (carreteras, puentes, escuelas, hospitales, por ejemplo), educación o justicia, entre otras partidas. Si un Estado logra ahorrar significa que sus ingresos son mayores que sus gastos y presenta un superávit fiscal; el caso contrario supone un déficit fiscal.
Primer paso: lograr un colchón financiero
Tener un plan de ahorro va mucho más allá de “meter dinero debajo del colchón” o contar con liquidez por si hay una emergencia, según advierte José Ramón Pin Arboledas, rector de la Universidad del Atlántico Medio (Canarias) y profesor emérito del Departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones de IESE Business School. “El ahorro es la cantidad de dinero o de bienes que una persona reserva de sus rentas, para ser invertida”, define. “Implica sacrificar un consumo actual por un consumo futuro”, completa Pablo García Estévez, profesor de Finanzas en CUNEF Universidad.
Para leer: Los 4 talleres gratuitos para emprendedores que buscan crecer su negocio digital
“Lo lógico, salvo que tu renta sea muy exigua, es que siempre trates de ahorrar”, apunta Pin Arboledas. Su primer consejo para ir logrando un colchón financiero es ser austero, y es un comportamiento, según prosigue, igual de útil para particulares que para empresas.
“Me ha ocurrido en esta pandemia, y también en la crisis financiera de 2008, que me han venido empresarios en dificultades pidiendo orientación. Mi respuesta es que, antes de nada, echen un vistazo a su cuenta corriente, porque seguro que detectan gastos superfluos de los que pueden prescindir”, afirma. “La austeridad no consiste en ser tacaño, sino en pagar por lo que se utiliza”, remacha.
En opinión de García Estévez, abrir una cuenta de ahorro o utilizar las apps y herramientas online que ofrecen las propias entidades financieras es útil para controlar los gastos, confeccionar una tabla para ahorrar dinero y fijarse objetivos de ahorro realistas y razonables, ya sean semanales, mensuales o anuales. Aquí puede ayudar la llamada regla del ahorro 50/30/20, que consiste en coger los ingresos mensuales que uno tenga y dividirlos en porcentajes, de modo que las necesidades primarias queden cubiertas con el 50%; con el 30% sea posible tener mayor calidad de vida o incluso darse un capricho; y con el 20% restante se ahorre para el futuro.
El ahorro cambia en las distintas etapas de la vida
“Hemos de ser conscientes de que no podemos ahorrar lo mismo en todas las etapas de nuestra vida”, puntualiza el profesor de CUNEF Universidad. “Lo veo en mis alumnos del máster, que tiene lugar en Madrid: los que viven con sus padres pueden ahorrar, el primer ahorro es la casa de tus progenitores, mientras que la capacidad de ahorro de quienes son de fuera, ganando lo mismo, es menor, puesto que han de hacer frente a mayores gastos”, detalla.
“Yo creo que cuando eres un joven profesional aún sin cargas puedes ahorrar”, defiende Pin Arboledas. “Tengo amigos del Norte de Europa que abren su fondo de pensiones a los 25 años; en vez de irse dos semanas de vacaciones a África, se van una, y el resto lo ahorran, invirtiendo en su plan de pensiones”, explica.
Para ver: El fondo que trae miles de dólares para el ‘ecosistema plateado’
Con los años van llegando la hipoteca, y la familia. “La norma general es que, conforme el tiempo pasa, crezcan los consumos”. Hasta que “los hijos vuelan”, y coinciden dos circunstancias que el profesor Arboledas considera importantes: “Tienes la casa pagada y tu prole se ha independizado”. A lo que se suma que “tú estás en tu punto álgido de ingresos”. Es el momento, según enfatiza, “de sacrificar consumos hoy para intentar tener una mejor capacidad financiera mañana”, de cara a la jubilación.
Pin Arboledas recomienda fijarse en los gastos de gestión de los productos financieros a los que se destinan los ahorros, “para que no sean excesivos”; estar atentos a las novedades fiscales, por ejemplo, al hecho de que “los planes de pensiones ya no están tan bonificados fiscalmente, no tienen tantos incentivos”; y, de cara a la declaración de la renta, tener en cuenta la base imponible del ahorro, relacionada con las rentas que provienen de las diferentes inversiones en productos financieros que se hayan realizado.
“Infórmate, consulta a un experto a la hora de invertir tus ahorros; los productos financieros son complicados; la propia dinámica de los mercados puede confundir a la gente”, receta García Estévez, que ve fundamental una comunicación fluida con el asesor, “para ver cómo va tu cartera”. Aboga por “olvidarnos de las excentricidades; siempre será preferible la opinión del director de tu sucursal”, exhorta.
¿Qué países ahorran más?
El ránking de hogares con mayores niveles de ahorro financiero en Europa lo encabezan Bélgica y Alemania, seguidos de España y Francia; a la cola se sitúan Portugal e Italia, según el primer estudio del Observatorio del Ahorro Familiar de Fundación Mutualidad de la Abogacía y Fundación IE de IE University, que analiza la situación financiera de los hogares en seis países de la Unión Europea –Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Portugal y España– y su grado de resiliencia previo a la pandemia.
En América Latina el 40,6% de los adultos ahorra, “pero pocos lo hacen en instituciones financieras formales”, según un informe del CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) titulado ‘Ahorrar en Latinoamérica: ¿misión imposible?’. “Reservar dinero para la jubilación, la educación de los hijos o comprar un carro o una casa puede ser lo más normal para cualquier ciudadano en Europa o Estados Unidos, pero en América Latina, esta práctica está reservada a unos pocos. Solo dos de cada cinco latinoamericanos ahorran, y la mayoría lo hace en circuitos informales –debajo del colchón o en alcancías–”, escribe la institución.
*** ** Texto publicado originalmente en BBVA, replicado en El Espectador con autorización de BBVA Colombia.
Una historia inspiradora: La que comenzó como una pequeña feria y ya genera más de 60.000 empleos
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚