“Es momento de privilegiar el ahorro por encima del consumo”

De todos los bancos hablan mal, pero si hay uno que logra salirse de ese común denominador, ese es el Banco Caja Social. Entre el voz a voz de la gente, se dice que allí les ofrecen beneficios que en los otros no, como mejores tasas, amortizaciones más acorde con la actividad comercial que desempeñan los clientes o, simplemente, dicen que fue el único banco que no les puso un pero cuando necesitan ayuda para crecer su actividad mocroempresarial en Colombia. Y eso, en un país como Colombia, resulta determinante. Entonces buscamos al presidente de ese banco, Diego Fernando Prieto, para entender un poco más ese por qué se han ganado una mirada distinta y, por supuesto, cómo están desde su entidad financieraleyendo la coyuntura económica que hoy vivimos en el país. Esta es la conversación que sostuvimos en Entrevistas El Espectador.

De todos los bancos hablan mal, pero si hay uno que logra salirse de ese común denominador, ese es el Banco Caja Social. Entre el voz a voz de la gente, se dice que allí les ofrecen beneficios que en los otros no, como mejores tasas, amortizaciones más acorde con la actividad comercial que desempeñan los clientes o, simplemente, dicen que fue el único banco que no les puso un pero cuando necesitan ayuda para crecer su actividad mocroempresarial en Colombia. Y eso, en un país como Colombia, resulta determinante. Entonces buscamos al presidente de ese banco, Diego Fernando Prieto, para entender un poco más ese por qué se han ganado una mirada distinta y, por supuesto, cómo están desde su entidad financieraleyendo la coyuntura económica que hoy vivimos en el país. Esta es la conversación que sostuvimos en Entrevistas El Espectador.

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Primero un poco de historia, ¿quién es Diego? Cómo llega la presidencia de este banco porque hasta donde entiendo ha hecho toda su carrera al interior, precisamente, de este banco.

Soy una persona que llegó a esta institución por algo muy curioso. Llegué en el año 1989. Estoy hablándote de algunos años atrás. Llegué a esta institución por el fútbol. Yo estudié en la Universidad Javeriana y jugaba fútbol en la selección de la universidad y en aquella época el Vicerrector administrativo de la Universidad era Álvaro Dávila Ladrón de Guevara, quien tiempito después pasó a ser el presidente de la Fundación Social, en ese entonces. Y una vez terminando un partido de fútbol, me dijo, ya yo recién graduado: oiga, chino, usted en qué anda. Le dije: no, pues estoy buscando, a ver dónde me ubico. Y me dijo: ¿Le parece interesante entrar a trabajar en esta organización? Le dije: claro. Me dijo: llame a este señor: Augusto Acosta. Yo no sabía quién era. Después entendí que era el gerente general de la Caja Social de Ahorros, que es hoy el Banco Caja Social. Nos tomamos un café y a partir de ahí tuve la fortuna de ingresar. Si no hubiera jugado fútbol, no me hubiera encontrado en mi vida con Álvaro Acosta y no tendría la fortuna de estar aquí.

Una particular anécdota. Vamos entrando en materia. La gente odia a los bancos, pero cuando uno escucha el voz a voz, del Banco Caja social hay un concepto distinto. ¿Por qué?

Yo creo que necesariamente uno tiene que remontarse al origen y a la génesis de esta organización para entender por qué esa construcción de lo que ha hecho a lo largo de sus 112 años de historia y déjame rápidamente contarte: esta institución nace en el año 1911. Y nace por iniciativa de un sacerdote jesuita español, el padre José María Campoamor, que después de haber conocido Europa muy de cerca viene a Colombia, llega a Bogotá en el año 1910 y se encuentra con una condición de pobreza en la Bogotá de la época realmente compleja, y decide entonces convocar a los obreros, a a las obreras, señores y señores de la época, para crear lo que en su momento él denominó el Círculo de obreros de San Francisco Javier. El círculo de San Francisco Javier es hoy la Fundación Grupo Social, dueña del Banco Caja Social. Pero el padre Campoamor, desde un primer momento, entendía que las semillas de progreso y creación de bienestar para las clases obreras era el ahorro. Crea entonces dentro del círculo obrero, la sección de ahorros, esa sección de ahorros hoy es el Banco Caja Social y te voy a dar un dato que lo leí hace poco: nosotros, en la Avenida Jiménez, tenemos aquí en Bogotá el Museo de la Fundación Grupo Social y me encontré con una expresión que decía el padre Campoamor en su momento: Nosotros a diferencia de otros bancos, ya lo veía desde esa época, estamos dispuestos a recibir el ahorrito de la clase obrera desde un céntimo desde 5 céntimos.

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Sí, de los más pequeños.

La banca de la época no hacía. De tal manera que yo creo que esa diferenciación que esta institución ha construido 112 años después, se fundamenta, de manera esencial en su origen y en su propósito. Finalmente, somos parte de una organización, la Fundación Grupo Social es la dueña del Banco Caja Social y el propósito último de la Fundación Grupo Social, su misión, es contribuir a erradicar causas estructurales de la pobreza en Colombia para construir una sociedad justa, solidaria, productiva y en paz. Y el Banco Caja Social como parte de la Fundación Grupo Social, es uno de los instrumentos. No solamente desde la generación de unas utilidades que van a los programas directos de la Fundación, sino que el banco desde su campo propio de actuación, está en la obligación de ser parte de la obra como un todo y de allí se explica, por ejemplo, el mercado al cual el banco va orientado. Hoy se habla mucho de inclusión financiera, pero yo siempre he defendido algo y he dicho: este es un banco que lleva 112 años inspirado por una inclusión financiera. No simplemente por una oportunidad, entre comillas, lo digo sin satanizarlo, de ninguna manera, por una oportunidad de negocio, sino porque su vocación y su razón de ser es la inclusión financiera y es servir genuinamente a los menos favorecidos, buscando con ello su progreso, su bienestar y su desarrollo.

Entremos al país de hoy, a la Colombia de este momento. La inflación, por fortuna, está cediendo, pero sigue históricamente alta. Este va a ser el peor año en los últimos 15 años en ventas de carros. Estamos en tasas de interés también históricamente altas. El consumo, a pesar de tasas altas, sigue estando disparado, aunque golpeado. Es difícil entender lo que está sucediendo. Y el sector financiero también hay que decirlo, no la está pasando bien y no están en sus mejores momentos. ¿Cómo leen ustedes la coyuntura desde la perspectiva del banquero?

Bien lo dices, yo creo que estamos en medio de un año que es difícil, que es complejo. Ya has hecho referencia a los principales indicadores cuando uno mira qué está pasando con el Producto Interno Bruto y su evolución, cuando uno mira una inflación en un 10.48% en el último dato que nos han dado frente a un rango meta del Banco de la República de entre 2 y 4%, cuando uno habla de tasas de interés superiores al 13%. En contraste, un poco el desempleo, registrando unos indicadores que llaman la atención. Y no por ser ave de mal agüero, pero ojalá eso no termine revertiéndose más adelante. Evidentemente el año es un año desafiante complejo.

Creo que ciertamente se han unido muchos factores, yo diría, factores del entorno en general en el mundo, confrontaciones bélicas, Rusia, Ucrania, la situación ahora de Israel y Gaza, el mundo entero sigue luchando contra la inflación, es decir, tú miras las posturas de la FED, del Banco Europeo, siguen siendo posturas de una política monetaria restrictiva porque estamos todos enfrentados a la necesidad de controlar una realidad inflacionaria que es el mayor lastre que le puede cargar incluso a las clases menos favorecidas.

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Entonces Colombia no está siendo la excepción, claramente, y es en este momento en donde esa invitación genuina a la búsqueda del ahorro, a privilegiar el ahorro por encima del consumo, a hacerle frente a los niveles de sobreendeudamiento. Todos decimos que es muy difícil ahorrar. Miren, no, yo creo que es posible ahorrar y el ahorro creo que es una fuente enorme, gigantesca de generación de inversión, de productividad y de salir adelante en una condición tan difícil como la que estamos viviendo en este momento.

Déjame te doy un dato sorprendente: nosotros estamos ad portas de hacer la premiación de la edición número 20 de un premio que tenemos con ANIF desde hace 20 años.

El de Pymes que han hecho el conjunto con el gremio de instituciones financieras...

Así es, 20 años reconociendo los micros y pequeños empresarios, y cuando tú lees las historias de esas personas, esas, esos emprendedores que se animan a postularse para mostrar su experiencia, encuentras que la realidad económica, la realidad de costos, el encarecimiento de todo es quizás uno de los factores que más desafíos les presentan para seguir desarrollando su actividad con éxito.

Resumido en una palabra: la inflación, el mayor reto probablemente de las economías modernas. Le quiero preguntar un poco por el tema de las utilidades, y es que siempre los titulares que sacamos todos los medios de comunicación, casi que mes a mes, cuando la Superintendencia Financiera saca el comunicado es: las millonarias utilidades del sector financiero. Y ahorita, si no estoy mal, de 28 entidades financieras o instituciones financieras 25 o están perdiendo, están dando utilidad negativa o no están dando utilidad. ¿Cómo están ustedes?

Sí, mira, lo decías hace un ratico en tu comentario anterior, el sector financiero no es ajeno a la realidad que estamos viviendo y te voy a decir algo: no puede ser ajeno. Yo soy de los que creo que el sector financiero es en últimas el receptor final de las cosas buenas o malas que pasan en la economía y eso tiene una lógica enorme.

El medidor del aceite...

Si a los agentes económicos, a las personas naturales, a los empresarios, a los microempresarios, a los emprendedores no les va bien, pues finalmente al sector financiero colombiano no le puede ir bien.

Se traslada de manera directa...

Primero porque tienen dificultades para atender sus obligaciones crediticias, no con ello, pudiendo afirmar que hay un cambio en la cultura y en los hábitos de pago de los colombianos, no, al final los colombianos son buenos pagadores, pero pues no son ajenos a la realidad que estamos viviendo y eso finalmente se ve reflejado en el sector financiero. Y por supuesto es una forma convencional de mirar y de medir el aceite, de qué mal o qué tan bien les está yendo es a través de las utilidades, señalando que el sector financiero es además por el papel que juega en la economía, uno de los sectores que es más transparente y divulga más información en términos de lo que está pasando con su actividad. Somos entidades vigiladas. Nuestra información es una información que se expone públicamente. Ciertamente el año ha sido un año tremendamente complejo en utilidades para la industria. Lo decías tú, yo creo que cerca de 15 o 16 instituciones vienen perdiendo plata en los últimos cortes.

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¿Y en el banco que usted representa?

En ese contexto, el banco se encuentra en esas entidades que no están registrando pérdidas. Por supuesto que nos hemos visto afectados, nuestro nivel de utilidad se ha reducido de manera importante, pero seguimos manteniendo una condición positiva.

En el sector financiero uno siempre pregunta por la cartera, por la vencida, por la castigada, en todos esos indicadores que seguramente usted chequea a diario, ¿están estables, están tranquilos?

La cartera se ha venido deteriorando, sin duda alguna, producto de todo esto que te he dicho, no puede ser de otra forma. Si al señor tendero le está costando más recuperar su cartera, atender sus obligaciones también le cuesta más, y eso finalmente le pega al banco. Entonces es evidente que la cartera del sistema se ha deteriorado, muy focalizado en la cartera de consumo, diría yo, de manera fundamental, producto, entre otras cosas, de ciertos niveles de sobreendeudamiento que se dieron en años recientes. Pero más allá de que estemos frente a un año de resultados de último renglón no muy favorables, la solidez y la solvencia del sistema financiero colombiano es muy importante, es muy positiva, una condición de solidez y de solvencia que se ha logrado a lo largo de toda la historia. Que se ha logrado a través de un sistema de regulación robusto, sólido.

Basilea en todos sus números...

Sí, exacto, hemos visto situaciones como algunos bancos en los Estados Unidos que recuerden ustedes que ingresaron en una condición de iliquidez y de quiebra.

Como el Silicon Valley Bank, por ejemplo.

Exactamente, ese es un excelente ejemplo.

Hoy aquí parados en Colombia tenemos una gran fortaleza y es que si bien la economía está pasando por un momento difícil, tenemos un sistema financiero sólido, robusto, presto a seguir acompañando el desarrollo del país y el crecimiento de los colombianos.

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¿Cómo van con las pymes, qué tanto les prestan plata y qué tan bien están pagando sus deudas? Y lo pregunto porque en las pymes está más del 90% de empleo en Colombia...

Y a las Pymes hay que sumar los microempresarios, que juegan un papel fundamental en la construcción del tejido empresarial de este país, en su contribución a la generación de empleo y al PIB como tal. Y en un escenario tan desafiante como este, la evolución de todos ellos son la mejor prueba de la pujanza y de la capacidad de resiliencia, de esos millones de colombianos que tienen el perrenque y la berraquera para hacer emprendimiento, que es de las cosas más difíciles pero que generan el mayor grado de admiración. Y el banco nuestro tiene una vocación marcada hacia los mercados populares y dentro de ello, las microempresas juegan un papel fundamental.

El 80% de los clientes del Banco Caja Social pertenecen a lo que nosotros denominamos mercado popular, que son personas con ingresos menores a dos salarios mínimos y microempresarios. Hoy, cerca del 30% de la cartera hipotecaria del Banco Caja Social está en microempresarios. Y a diferencia de lo que ocurre en el sistema bancario, hoy cerca del 67% de la cartera hipotecaria del banco está en vivienda de interés social. Que contrasta con un 27% del promedio del sistema. Y dentro de esa cartera hipotecaría, el 30% está en cabeza de microempresarios.

Vimos un mensaje del ministro de Hacienda pidiendo al Banco de la República que bajaran las tasas, otra vez. ¿Cuándo cree usted que van a bajar las tasas en el Emisor?

Yo creo que todos deseamos, lo ha dicho el director y los codirectores, todos genuinamente deseamos que las tasas de interés comiencen a bajar, lo que es sensato y responsable es estar seguro que están dadas las condiciones para que ello ocurra.

Que es el momento...

Sí, y eso se nos ha venido postergando un tiempo, nadie lo puede discutir, los números lo confirman: la inflación ha venido cediendo, llevamos seis meses consecutivos con el indicador disminuyendo, pero lo decías en la introducción de esta conversación: seguimos estando en cifras récord, por encima del rango meta que es un mandato constitucional del Banco de la República. Todos estamos con ese deseo, necesitamos que las condiciones se den para tomar decisiones sensatas. Yo me atrevo a decir que los primeros pasos en términos de reducción de tasas se darán hacia finales de este año en la última sesión de diciembre. Y el año entrante, si las condiciones se dan, veremos una mayor caída.

¿Usted cree que, aunque ya hablamos de crisis, vamos rumbo a una recesión?

No lo creo, el país tiene una capacidad de adaptación gigante, pero hay factores que, si no se manejan con sensatez y moderación, pueden desencadenar una situación tan lamentable como esa. Tenemos vecinos que lo están experimentado, uno mira países como Chile en una condición compleja, que fue siempre un país guía, modelo, quiero equivocarme pero soy de los que cree que Colombia va un poquitico atrás repitiendo la historia de Chile, pero ojalá ese pedazo de la historia no la repitamos, creo que va a depender mucho del contexto económico, o del escenario de reformas que se estén dando y en la forma en la que el país las acoja con sensatez sin renunciar a propósitos superiores, pero ojalá no lleguemos a ese contexto y a ese escenario.

El Gobierno ha hablado de reindustrialización y de atender segmentos populares de la economía. Y ustedes atienden sectores populares y a las micro y pymes, como ya nos lo explicó. ¿Van entonces alineados por la misma autopista en esos dos intereses?

Yo no te puedo decir qué vamos en línea o no vamos en línea, lo que sí puedo decir es en qué creemos genuinamente nosotros: creemos en la inclusión y en brindar oportunidades a la población subatendida o desatendida es un favor determinante de creación de bienestar y desarrollo. Y eso nos motiva, nos anima y convoca todas las mañanas a trabajar, desde el año 1911, cuando nacimos. Más allá del Gobierno de hoy, el de mañana, el de ayer, nuestra organización tiene una vocación genuina y un compromiso irrestricto e irrevocable, por tratar de trabajar de la mano con los colombianos de a pie, para buscar su progreso, su bienestar y su desarrollo. Y si eso pasa por acompañar procesos de reindustrialización, de incrementar sus niveles de competitividad, pues esos micros, pequeños y medianos empresarios podrán tener la certeza de que tienen al lado el banco amigo, el banco amigo de los colombianos que hace del servicio su razón de ser.

¿Ustedes cómo leen la propuesta de reforma laboral teniendo en cuenta que son intensivos en manos de obra?

Yo creo que como país estamos lejos de ser perfecto, tan lejos que los indicadores de pobreza de desigualdad están allí presentes, con lo cual hay lugar a plantear cambios en varios escenarios de la política y de la vida nacional, de eso no tengo discusión. Mi único comentario es qué importante poder construir sobre lo construido, reconocer las bondades y las cosas positivas construidas a través de tantos años de historia, y poder incorporar elementos que nos permitan avanzar y mejorar. Sobre esa reforma habrá que mirar con detalle cosas que no terminen exacerbando e impulsando una condición de desempleo mayor porque este país necesita darle a su mano de obra, a su clase obrera, a sus trabajadores condiciones de bienestar, progreso y desarrollo.

Para cerrar: ¿Ustedes qué hacen con las utilidades del banco? ¿Qué pasa al final del ejercicio cuando se acaba cada año?

Ya lo decía, el Banco Caja Social es una empresa de la Fundación Grupo Social, una entidad que tiene una misión última en la contribución de la erradicación de causas de la pobreza, para construir una sociedad justa, productiva y en paz que todos soñamos. Esa es la razón de ser. Y para ese propósito la fundación tiene dos instrumentos: uno que es las empresas y el otro que son los programas directos. Al interior de la organización lo llamamos los territorios de progreso, en donde en varias regiones del país la fundación acompaña a las comunidades en la búsqueda de mejores condiciones de calidad de vida con un enfoque promocional, es decir, que sean esas propias comunidades con ayuda de la fundación los que crean las condiciones para mejorar su calidad de vida de manera sostenible.

Y están las empresas. La Fundación Grupo Social además de ser una Organización No Gubernamental en todo el sentido de la palabra, es la cabeza de un sólido grupo empresarial, y una de esas empresas es el Banco Caja Social, Seguros Colmena, la Fiduciaria Colmena, la Capitalizadora, la constructora que es Deco, Servir, los centros vacacionales, etc. El Banco Caja Social es la entidad más grande de ese grupo empresarial y no es que las empresas generan las utilidades que le dan a la fundación para que desarrolle los programas sociales, esa es la mitad de la historia. Las utilidades del banco van a la Fundación Grupo Social para que la fundación desarrolle toda su estrategia de intervención en los territorios progreso, Pero, subrayo, no se agota allí, en su campo propio de actuación, está en la obligación, por definición de su dueña, la Fundación, de contribuir al propósito de la obra y de ahí se desprende el mercado al cual va el banco.

Cómo están en número de oficinas, de activos...

Un activo total de cerca de $20 billones, contamos 2′500.000 clientes activos, tenemos presencia a través de canales físicos en algo así como 700 municipios del país, 240 sucursales bancarias, una amplia red de corresponsales bancarios, red de ATM propios y en alianza, que nos dan una gran capilaridad; hemos avanzado en la incorporación del mundo digital siempre partiendo de las necesidades de los clientes, préstamos digitales, cuenta de ahorro digital, y nos hemos ocupado de crear una propuesta de valor que se fundamenta en la gratuidad.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚